VALENCIA en un fin de semana ✏️ Blogs de España

Un día más, desayunamos en el fantástico buffet del hotel con la intención de no tener demasiada hambre a la hora de la comida para no tener que perder tiempo en entrar a comer en un restaurante, sino sólo picar cualquier cosilla antes de coger el tren de vuelta a las 17:00, y así poder aprovechar mejor el poco tiempo que nos quedaba.

Desalojamos la habitación y dejamos el equipaje en la consigna del hotel para que nos lo guardaran hasta la hora en que ya nos tuviéramos que ir a coger el tren de vuelta.

Fuimos caminando desde el hotel hacia la zona del Puerto, que, por ser día de Año Nuevo, estaba muy tranquila.



Junto a los edificios de La Marina de Valencia había un circo instalado de esos itinerantes que aún van con los carromatos y las caravanas antiguas. Nos llamaron la atención por lo bonitas que eran éstas y lo bien conservadas que las tenían.



Desde el puerto fuimos paseando por el paseo marítimo de la playa de la Malvarrosa, que también estaba un poco muerta. El día no estaba muy propicio para el baño (aunque tampoco era ésa nuestra intención) porque estaba seminublado y hacía un viento muy desagradable.

Aquí, los vigilantes de la playa:


Pasamos por la zona donde están agrupados todos los chiringuitos, que son unas edificaciones todas iguales situadas en el Paseo Marítimo, de entre las que nos llamó la atención ésta, decorada con carteles publicitarios antiguos de todo tipo de establecimientos:



Poco a poco se fue animando de gente el Paseo Marítimo. Un poco antes de llegar al final de la playa nos dimos la vuelta y, caminando por donde habíamos venido, volvimos hacia el hotel.

Era la hora de comer pero, como habíamos previsto, no teníamos mucha hambre, así que nos metimos en uno de los locales de comida rápida que estaban abiertos ese día en el Centro Comercial y pedimos un par de cosillas por comer algo antes de coger el tren.

Y poco más queda por contar de esta escapadita de Fin de Año. Recogimos el equipaje y nos fuimos hacia la estación de tren de Joaquín Sorolla. Nuestro Intercity salió con media hora de retraso, pero debió de correr un montón por el camino porque al final llegamos a destino con tan solo una demora de diez minutos sobre la hora prevista.

En conclusión, un viajecito muy agradable en todos los aspectos, que nos ha dejado con muy buen sabor de boca. No conocíamos Valencia y nos ha sorprendido por lo bonita que es y por la cantidad de cosas curiosas que tiene por descubrir.

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