Esta aventura comienza el día 20 de abril, bien temprano, porque a las 6 ya estaba despierta sin ayuda de despertador… Es lo que tiene la emoción de los viajes!!! Como siempre que madrugo de más, procedo a despertar a Fer para que me haga compañía y por lo menos me dé palique, que si no me aburro mucho
Decidimos ponernos en marcha. Desayunamos, nos duchamos, metemos 4 cosillas más en las maletas (básicamente los “por si acasos” de última hora), y las cargamos en el coche.
Y entonces llega el triste momento de ir a casa de mis padres a dejar a Haneda… A ver, que allí está estupendamente cuidada y vive mejor que en mi casa, pero siempre nos da penita separarnos de ella tantos días porque la echamos muuuucho de menos
Mi hermana nos hizo un gran favor y nos llevó al aeropuerto.
Esta vez me dio pereza dejar el coche en el parking de larga estancia del aeropuerto, porque me gasto más dinero en los parking de Barajas que en el supermercado… Así que muy agradecida a mi hermana por su servicio de shuttle gratuito
A las 11 ya estábamos en el aeropuerto. Fuimos a facturar y los mostradores estaban abiertos, y como en ese momento casi no había pasajeros terminamos en 5 minutos. El personal de seguridad nos pidió que le enseñáramos las ESTAs y los pasaportes, y nos hicieron las típicas preguntas de seguridad: quién ha hecho las maletas, alguien os ha dado algún objeto para llevar, habéis arreglado el portátil recientemente… lo típico. Dejamos las dos maletas grandes y nos dieron las tarjetas de embarque.
Con la facturación hecha fuimos al control de seguridad.
Como todavía quedaban 2 horas y media para que saliera el avión, nos dedicamos a dar un buen paseo, a ver tiendas y a comer en el Burger King. Un menú Whopper y otro de crujientes de pollo, 18,15€, a precio de aeropuerto.
El resto del tiempo lo dedicamos a hacernos fotos en las paredes, jajaja, que las han dejado muy bonitas. Bueno, y también a hacerle fotos a los aviones, que me encantan. Y a probar los sillones.
Estando allí sentada pasaron los de seguridad del vuelo. Nos pidieron los pasaportes y me dicen: "Laura, ha sido usted elegida para un control extra de seguridad". Y yo pensando, “uy qué suerte la mía”.
Pasado el trámite sin ningún percance me dejaron marchar
Y por fin a las 14:25 empezó el embarque. Fuimos sentados juntos, y teníamos 3 asientos para nosotros 2. Así que fuimos bastante cómodos todo el vuelo, estirados y con sitio de sobra.
Enseguida pasaron con la comida, Fer eligió pollo y yo pasta, y luego venía pan con mantequilla y una mousse de limón buenísima (me comí la mía y la de Fer... ¡es que estaba muy rica!
)
Vi la peli “Tres anuncios a las afueras”, me puse un disco de Oasis que había en la selección musical y que hacía años que no escuchaba. Luego vi otra peli, Wonder, que me pareció muy triste y casi lloro. Y luego vi otra peli que era de risa pero que no recuerdo el nombre… eso me pasa por no haberlo apuntado…
También nos dieron el papel de aduana, a rellenar uno por familia, con las preguntas de siempre sobre si llevamos oscuras intenciones o cosas extrañas en el equipaje.
Se notaba en el ambiente que estábamos a punto de aterrizar porque nos dieron un sándwich y un zumo, y nos dijeron que nos abrocháramos los cinturones porque estábamos llegando a Miami!!!!!!!!!!!! Qué emoción!!!!
A las 19:15 estábamos allí.
Lo primero era pasar inmigración. Sólo estaba nuestro vuelo en esa sala, así que esperamos muy poco. Y no había máquinas, todo fue con agentes. El que nos tocó a nosotros hablaba español, sólo nos preguntó a qué íbamos, cuánto dinero llevábamos, y a qué nos dedicábamos.
Al terminar, nuestras maletas ya estaban dando vueltas en la cinta, ¡qué rapidez!!! Allí estaban las dos, tan monas, tan llenas de pegatinas, tan usadas, y tan llenas de todas las cosas que íbamos a necesitar!!!
Salimos de la sala de recogida de equipajes pasando por la aduana. No nos dijeron nada ni nos volvieron a pedir el papelito.
Y entonces sí que sí, empezaba la auténtica aventura por el aeropuerto de Miami, en el que solo habíamos estado una vez haciendo escala y del que no conocíamos casi nada.
Caminamos siguiendo los carteles morados en los que ponía “Rent Car Center”, cogimos un ascensor, atravesamos cintas transportadoras y llegamos al MIA Mover, un trenecito que te deja en la zona de alquiler de coches. Serían las 20:00 horas más o menos.
Como habíamos hecho el check in online y el skip the counter con Alamo, no tuvimos que parar en el mostrador. Y menos mal porque había bastante gente en la fila y nosotros sólo teníamos ganas de ver nuestro coche. Los vehículos de Alamo estaban indicados en la planta 1, así que bajamos varios tramos de escaleras mecánicas y llegamos.
Miraron el papelito que me enviaron al email cuando hice el skip the counter y me dijeron: “Ahí a la derecha están los convertibles, esperad 5 minutos que ahora traen alguno”. Fuimos y al minuto empezaron a llegar Ford Mustang por todas partes, de diferentes colores, todos recién lavaditos y sin capota
Nosotros flipábamos, allí plantados con las maletas viendo pasar cochazos, jajaja. Miramos tres coches, pero en lo único que se diferenciaban era en el color, así que cogimos el gris claro como podíamos haber cogido el gris oscuro, o el negro… daba un poco igual.
Había una pareja de señores alemanes, y juntos descubrimos cómo se abría el maletero. Luego vino una señora de Alamo y nos enseñó a poner y quitar la capota del coche. Luego comprobamos que en el maletero sólo entraba una maleta grande, y yo le decía a Fer todo el rato “te lo dije, te lo dijeeeee”
Y Fer con tal de no oírme, porque sabía que yo llevaba razón, metió corriendo la otra maleta en el asiento de atrás, jajaja, iba empotrada a tope, un poco más y la tenemos que atar con una cuerda y llevarla a rastras, jajaja
Luego llegó un momento de tensión. Sudábamos mucho vale, hacía calor, mucho bochorno. Y más sudamos cuando intentamos poner en marcha la sim card que habíamos comprado y pedido que activaran para ese día y tras hacer la llamada en la que te pedían los datos, aquello no funcionaba, jajaja, y no podía usar el Google Maps. Puse el Here, mi plan b para llegar al hotel, pero al maldito no le daba la gana cambiarme los mapas de España por los de EEUU… Y después de perder un kilo sudando pensando que jamás conseguiríamos salir de aquel parking, decidimos salir a la calle pensando que allí cogeríamos cobertura, y así fue.
Antes de salir paramos en la garita, nos pidieron los papeles de la reserva, el carnet de conducir (en ningún momento nos pidieron el internacional, pero lo llevábamos por si acaso), y la tarjeta (dimos la Wizink). El señor hizo unas comprobaciones y dijo que ya estaba todo. Pero aprovechando que también hablaba español, Fer le interrogó sobre las letras de la palanca de cambio. A ver, que nosotros conducimos coches automáticos desde hace ya 12 años, pero en España solo llevan 3 letras y el Ford Mustang este tenía al menos 6!!!
El señor muy amablemente nos explicó que 3 de las letras eran para las cuestas, y como en Florida no había, pues no tendríamos que utilizarlas nunca.
Ya por fin salimos del parking, el Google Maps pilló onda, y salimos del aeropuerto de Miami.
El hotel que habíamos reservado estaba a 5 minutos escasos de allí, de hecho desde la recepción se veían los aviones. Pero en ese breve trayecto nos pitaron 3 veces, jajaja. Pero creo que era porque veían nuestro cochazo y nos pitaban para saludar… o no…
Cuando vimos el Ramada Miami Springs / Miami International Airport suspiramos aliviados. Dejamos el coche en una pedazo plaza de parking en la que entraba un camión. Mejor porque todavía no controlábamos.
Al ir a sacar las maletas del coche vimos con asombro que nuestro Ford Mustang hacía una cosa muy graciosa, y es que cuando abrías la puerta salía una luz hacia el suelo con la forma del caballo del Mustang!!! Jajajaj, qué chorrada más molana.
Este vídeo lo grabamos a la mañana siguiente, pero ya que estamos hablando del Ford Mustang lo cuelgo y así queda toda la información sobre el coche ordenada:
Esta era la entrada del hotel:
Entramos en recepción. Allí un señor super amable que hablaba perfecto español y que había vivido no sé cuántos años en Vallecas, nos hizo el check in. A pesar de haberlo pagado antes de ir me pidió una tarjeta y le di la Revolut. Nos pidió disculpas porque no tenía habitaciones en la planta 1. Después entendimos que no había ascensor a la planta 2, así que Fer tuvo que subir las maletas a pulso, pero tampoco fue para tanto.
Vimos nuestra habitación y genial, muy grande, el cuarto de baño pequeño pero muy moderno, debía estar recién renovado.
De la habitación no hicimos fotos, se nos pasó… Pero tenemos un vídeo
Frente al hotel, a menos de 1 minuto caminando, había un McDonalds, y fuimos allí a por la cena. Yo no tenía hambre, imagino que por la emoción, o por las horas sin dormir, no sé, así que solo cogí un pastel de manzana. Fer siempre tiene hambre, y se pidió un menú Big Mac grande con Dr Pepper (8,76$)
Lo llevamos al hotel y nos sentamos en una mesa alrededor de la piscina. Esa pisci tenía una pinta genial, con el agua super limpia, las luces encendidas… daban ganas de bañarse.
Pero estábamos muy cansados y tras cenar nos subimos a dormir
Dormir dormir no es que durmiera mucho porque a las 2:30 me desperté y el jetlag ya no me dejó descansar más. Encima me dio por pensar en el Mustang, si estaría a salvo ahí aparcado, si seguiría ahí cuando saliéramos… En fin, chorradas
Aguanté un ratito y desperté a Fer, y nos pusimos a charlar y a trastear por internet hasta las 4:15, que ya no aguantamos más y decidimos levantarnos.
Nos dimos una ducha rápida y metimos en las maletas las cuatro cositas que habíamos sacado para pasar la noche.
Salimos a desayunar, pero antes decidimos ir a ver si el Ford Mustang seguía en su sitio, jajaja. Y ahí estaba, sin problema
Y de nuevo entramos al hotel. El desayuno lo dan junto a la recepción, y aunque en principio empezaba a las 6, a las 5:30 ya estaba todo listo (nos lo chivó el recepcionista la noche anterior). Estaba bastante bien, había leche, café, zumos, gofres, bagels, tostadas, cereales, donuts Krispy Kreme, huevo revueltos, salchichas… Siento la calidad de las fotos pero las hicimos con un móvil
Comimos todo lo que nos apeteció, fuimos a por las maletas a la habitación y a las 6:15 hicimos el check out.
La noche nos costó 69,21€, reservado a través de Central de Reservas.
Super contentos metimos las maletas en el coche, compramos una Fanta de uva para el camino, pusimos musiquita, programamos el Google Maps con la dirección de Orlando y salimos de allí.
Todo iba bien, perfecto, hasta que llegamos a la salida que nos llevaba a la Turnpike y vimos que estaba cortada por varios coches de policía porque había un accidente. Como no sabíamos por dónde ir, nos fuimos detrás del coche que llevábamos delante… y os prometo que íbamos bordeando el aeropuerto tan tan cerca que casi íbamos por debajo de las alas de los aviones de carga que estaban aparcados en la pista. ¡Me encantó!
Al final acabamos en la I95, una carretera impresionante con muchos carriles y con muchos coches que nos adelantaban por todas partes. No es que fuéramos lentos, íbamos a la velocidad marcada en los carteles, pero todos nos adelantaban.
Pasó un buen rato hasta que nos metimos en la Turnepike, y continuamos tooooodo el camino hasta Orlando por una carretera recta, sin curvas ni cuestas, donde lo más interesante que vimos fueron unas vacas. Como cosa destacable comento que las áreas de servicio con gasolineras y restaurantes tienen la salida a la izquierda. Íbamos flipando con los coches que hay por allí, son todos enormes, el nuestro era de lo más pequeño.
Íbamos pasando por los peajes, y como se supone que llevábamos el SunPass no paramos en ningún lado, aminorábamos, y continuábamos. Me quedé con esa dudita, y al ir a devolver el coche pregunté y me dijeron que siempre siempre los coches de Alamo lo llevan activo y el conductor no tiene que hacer absolutamente nada. Ahí me quedé más tranquila
Pasadas 3 horas y media entrábamos a Kissimmee, y pusimos en el maps la dirección de un Walmart Supercenter enorme que queríamos visitar, en 3250 Vineland Rd Kissimmee, FL 34746
Os pongo un vídeo para que os hagáis una idea de lo que podéis encontrar allí. A mí me pareció muy interesante y a un super americano tan grande, nunca había estado en uno de ese tamaño y con tantas cosas
Estuvimos un rato por allí, compramos un montón de chocolate Reeses, crema de cacahuete con mermelada, patatas Lays raras de las que no venden en España, agua y cerverzas para tener algo que tomar en el hotel (Unos 73$)
También había comida recién preparada, muchos souvenirs Disney y Universal a precios más bajos, muchas cosas para manualidades, cositas para mascotas, medicinas… y muchos tipos de cremas solares.
Cargamos la compra en el coche y aprovechamos para hacerle una foto de día:
Pusimos la dirección del hotel Rossen Inn Closest to Universal para ir hasta allí (6327 International Dr, Orlando, FL 32819)
Para entrar hay una barrera de seguridad. La persona de la garita nos preguntó a qué hotel íbamos, porque por lo visto la gente confunde los Rossen Inn de la zona, que hay varios. Tras comprobar que estábamos en el lugar correcto nos dejó pasar. Aparcamos el coche frente a la entrada y fuimos a recepción.
Había varios recepcionistas que hablaban español, pero a nosotros nos tocó la que hablaba inglés y muy muy deprisa. Nos pidió los pasaportes, nos dijo que la habitación todavía no estaba lista, nos dio folletos con las tiendas cercanas, también la clave wifi… Le preguntamos si nos podían guardar las maletas, porque queríamos ir al outlet y no nos apetecía tenerlas en el coche. Nos dijo que sí, y las llevamos a un cuartito donde las etiquetaron y nos dieron un resguardo.
Antes de irnos de compras vimos el mostrador donde se reservaban los buses para ir a Universal. En un principio habíamos pensado ir en Uber o caminando, pero al ver los horarios y comprobar que nos podrían cuadrar, decidimos reservar. Cogimos para el primero, a las 7:15, y teniendo en cuenta que los parques abrirían a las 9 pues no estaba nada mal. Me preguntaron cuántos éramos y nos dieron una tarjetita para que al día siguiente se la enseñáramos al conductor. El servicio de autobús es gratuito pero es necesario reservar.
Ya que estaba allí intenté reservar también para el segundo día, pero me dijeron que solo se podía hacer el día de antes o el mismo día.
Cogimos de nuevo el coche y pusimos la dirección del Premium Outlet (4951 International Dr, Orlando, FL 32819), que estaba a unos 10 minutos en coche pero porque había mucho tráfico, si no habríamos llegado enseguida.
Era la primera vez que íbamos a éste, siempre habíamos estado en los de Vineland.
Nos costó aparcar. Esto lo han cambiado, y si quieres aparcar cerca de la entrada te toca pagar, creo que ponía 10$. Con todas las plazas que había nos negamos, y dimos un par de vueltas hasta que encontramos un hueco libre cerca de una de las entradas traseras.
Fuimos a Disney Character Warehouse, la tienda outlet de Disney. La verdad es que está muy bien. Hay cosas que merecen la pena, aunque también hay otras que no te esperas encontrar allí, como merchandising del parque de Shanghai (bueno, yo ya sabía que había cosas de éstas porque The Tim Tracker lo cuenta en sus vídeos!!!)
Compramos alguna cosilla interesante, como una sudadera de Stitch a 14$, cuadernos, calcetines, camisetas… En total nos gastamos 46$ y salimos de allí cargados.
Después paseamos por otras tiendas como Nike, donde compramos calcetines y un par de deportivas por 59$... barato barato. En Levi´s cogimos dos pares de pantalones, en Tommy Hilfiger también cogimos alguna cosilla… Hay marcas que merecen la pena.
Os pongo un vídeo del Outlet, donde sobre todo sale la tienda de Disney:
Dejamos las compras en el coche y cruzamos la calle hasta Taco Bell, que nosotros somos super fans y allá donde vamos buscamos un Taco para comer.
Cogimos dos combos con vasos extra grandes (13$), que te podías rellenar todas las veces que quisieras. Tenían bebidas muy raras. Yo cogí una limonada rosa que estaba buenísima, y Fer cogió Pepsi de cereza, también muy rica.
Volvimos al coche y pusimos rumbo a la oficina de Alamo que estaba más cerca de nuestro hotel, la de 4 Points, en 5905 International Dr, Orlando, FL 32819, en la entrada del hotel Four Points by Sheraton. No tardamos nada, creo que en 10 minutos ya estábamos allí.
Pero antes paramos en una gasolinera que había enfrente para rellenar el depósito. Aquí nos encontramos con un problema, porque era para pagar con tarjeta y si no tenías un código postal en EEUU la máquina no te la aceptaba. Entré a la gasolinera y el chico que estaba era super majo, y además hablaba español. Me dijo que cuando había que rellenar el depósito y no sabías lo que te iba a costar, la gente le dejaba el dinero, lo rellenaba y pasaba a por las vueltas, y así lo hice. También me aclaró que la gasolina que se le echaba a los “carros” de alquiler era la de 87 (la más barata de todas). Yo había hecho mis investigaciones con el libro de instrucciones del Ford Mustang y eso había entendido, pero por si acaso preferí preguntar y asegurarme… Éramos novatos en eso de alquilar coches, ya os lo dije
Rellenar el depósito me costó 25$, super barato.
Y ya sí, entramos al hotel Sheraton y a la derecha encontramos la oficina de Alamo. Aparcamos, sacamos nuestras compras y entramos. La chica, que también hablaba español, nos preguntó si habíamos rellenado el depósito, qué tal el coche, si nos había gustado… Me dijo el importe y le di la Revolut para pagar, pero lo comprobó y me dijo que al recoger el coche me habían cargado el importe en la tarjeta que puse al hacer el check in online, la Wizink, así que no tuvimos que hacer nada más. Me dio un papelito como si fuera la factura y nos fuimos.
Nuestro hotel estaba a 10 minutos caminando, así que ni taxi ni Uber ni nada, cogimos las compras y empezamos a caminar. No tuvimos problema, creo que había dos cruces pero en ambos había pasos de peatones, semáforos y los coches paraban cuando les tocaba, así que llegamos al hotel sin percances… pero recalentados, porque hacía un calor tremendo.
Me acerqué a recepción, eran las 14:45, y un recepcionista super majo me confirmó que la habitación ya estaba lista. Le pedí mis maletitas y subimos.
Vistas de Vulcano Bay desde la habitación:
Y esta era la piscina del hotel:
Os cuento un poco más sobre este hotel.
Lo cogimos para pasar tres días, uno de ellos en el Idrive yendo a un outlet, y los otros dos días para visitar los parques Universal.
Y el nombre no engaña, Rosen Inn Closest to Universal, porque realmente está muy cerca de Universal.
Nunca fuimos a los parques caminando, pero había aceras, pasos de cebra y semáforos en todo el recorrido. El trayecto sería de unos 15-20 minutos.
Nosotros teníamos intención de llamar un Uber para ir y venir a los parques, pero finalmente vimos que los horarios de los autobuses del hotel nos cuadraban y decidimos cogerlos, así que ahí nos ahorramos unos dólares. El primer bus salía a las 7:15, hacía parada en dos hoteles más y ya llegaba a Universal. Tardaba más o menos unos 20-25 minutos. Teniendo en cuenta que los parques abrían a las 9:00, nos daba tiempo de sobra a llegar.
Para volver cogíamos otro bus del hotel, sobre las 19:00, según el día. Es cierto que cuando los parques cierren más tarde los horarios de la vuelta se quedan cortos. Pero a lo mejor en los días en los que los parques cierran más tarde tengan más frecuencias. En cualquier caso un Uber al hotel debe rondar los 5$
El bus de la ida hay que reservarlo en el hotel, el día de antes o el mismo día antes de cogerlo. Se hace en un mostrador que hay junto a recepción. Te dan una tarjetita que debes enseñar al conductor, te la quedas, y en el trayecto de vuelta el conductor se la queda y ya no te la devuelve.
El bus de ida se reserva, el de la vuelta no, puedes coger el que quieras.
La habitación era enorme. Tenía mesa con sillas, tele, mini frigo, microondas y cafetera.
El baño correcto de tamaño, con el lavabo separado del retrete y de la bañera… muy típico de EEUU. Te dejan muchas toallas, jaboncitos, champú…
Todo muy muy limpio.
La piscina no era muy grande, pero estaba genial. El agua muy calentita. Había muchas tumbonas, mesas y sillas, y podías coger y dejar las toallas allí mismo, no hay que llevar las de casa.
Hay una tienda abierta 24 horas, donde hay souvenirs y también hay algo de comer: productos congelados para el microondas, ensaladas, bebidas (incluidas alcohólicas)… y allí mismo te hacen alguna cosa calentita: pizzas, hot dogs, nuggets... Nosotros una noche cogimos unas pizzas para cenar y estaban muy buenas.
Si les pides que te guarden las maletas lo hacen sin cobrarte nada.
Muy cerca del hotel hay varios sitios para comer/cenar: un KFC, un Pizza Hut, varios restaurantes italianos, venezolanos, brasileños… También hay un pequeño Walgreens donde venden souveris Disney y Universal más baratos que en los parques (aunque con menos glamour), comida congelada, fruta, cereales, chocolatinas, patatas fritas, medicinas, agua, otras bebidas…
No es para nada un hotel con decoración moderna, pero a nosotros nos resultó un hotel muy cómodo, limpio y muy bien ubicado para los planes que teníamos durante esos 3 días. Y además super económico. Así que basándonos en la experiencia que nosotros tuvimos repetiríamos sin duda.
Nos costó 3 noches, dos personas, con todas las tasas incluidas, reservando en Central de Reservas: 152,85 € (como tenía dinero acumulado en “mi monedero” de CDR, lo utilicé y finalmente sólo pagué 125€)
Aprovechamos para deshacer las maletas. Íbamos a pasar allí 3 noches y pensamos que merecía la pena el esfuerzo, así la ropa se arrugaría un poco menos.
Metimos la compra en el frigo (agua, cerve…) Y probamos el wifi, que funcionaba de maravilla.
Nos pusimos los bañadores y bajamos a la piscina, pero al llegar abajo comprobamos que estaba lloviendo bastante, así que nos fuimos a dar una vuelta por el resto del hotel y por la zona.
Estábamos super cansados, el madrugón y el viaje nos estaban pasando factura, así que decidimos comprar un cubo de Strips and wedges de KFC (11,71$) y llevárnoslo a la habitación para cenar.
Y después sin mucho esfuerzo nos dormimos. Era un poco temprano pero el jetlag es lo que tiene y era lo que nos pedía el cuerpo. Dormimos durante 10 horas…
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