En bici de Berlín a Copenhague ✏️ Blogs de Alemania

Mi novia y yo buscabamos una ruta por Alemania, por su cultura cicloturista y por contar con mútiples y cuidadas rutas ciclistas. El viaje nos encajaba perfectamente por fechas y además yo no conocía la capital danesa, por tanto, nos decidimos finalmente.

No somos amigos de llevar nuestras propias bici en el avión y en nuestros viajes, siempre optamos por el alquiler. En la web oficial de la ruta encontramos que dos tiendas de bicicletas de Berlín y Copenhague, están asociadas y ofrecen la posibilidad de alquilar en un punto y devolver en el otro. Pagamos 220 euros por bicicleta por 11 días de alquiler. En Berlín recogimos las bicicletas en Fahrradstation, en la tienda localizada cerca de la céntrica Estación de Fiedrichstrasse y, en Copenhague, MTB Tours cuenta con un local céntrico, pero, desgraciadamente, cierra los lunes, precisamente, el día que llegamos, con lo cuál, tuvimos que acercarnos a la sucursal de Værløse, situada a unos 30 minutos en tren a devolver las bicis.

Nos proporcionaron dos bicicletas de trekking, de 21 marchas junto con un juego de herramientas y dos cierres con las que no tuvimos ningún problema a lo largo de la ruta.

La ruta es completamente llana y por asfalto. El camino transcurre, mayoritariamente, a través de caminos rurales y senderos asfaltados a través de bosques, con escaso o nulo tráfico. El respeto por el ciclista es absoluto en ambos países.

En cuanto a la señalización de la ruta, es excelente tanto en Alemania como en Dinamarca y sólo encontramos un punto problemático a la salida de Krakow am See.

Durante el viaje, tomamos dos ferries, el primero, para cruzar el Báltico entre Rostock (Alemania) Y Gedser (Dinamarca), con una duración de 1h y 45 minutos y 40 euros por persona, y otro, más corto, ya en Dinamarca, para cruzar entre dos islas, de Stubbekøbing a Bodø (12min. 4 eur).

La ruta recorre los estados alemanes de Brandenburg y Meckelburg-Vorpommerania, que pertenecieron a la extinta RDA y varias islas danesas, Falster, Bogo, Mon y Zealand.

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Aterrizamos en Berlín procedentes de Madrid a las 13h. Nos acercamos en tren al centro (Friedrichstrasse), y tras localizar la tienda donde recoger las bicicletas, nos vamos a comer un currywurst con una cerveza de medio litro en una de las múltiples terrazas a orillas del Spree. Recogemos las bicicletas y dedicamos la tarde a pedalear por Berlín. Recorremos de arriba abajo Unter den Linden, llegamos a AlexanderPlatz y nos damos una vuelta por el Tiergarten y, a eso de las 20h, de nuevo desde Friedrichstrasse, tomamos el que tren que nos lleva al punto de partida de la ruta en Oranienburg (45min., 3 euros).

Una vez en Oranienburg, nos damos cuenta de que nuestro hotel no está tan cerca de la estación como pensabamos, sino que está a 8km!, en el vecino Germensdorf. Con ayuda de algún vecino, llegamos al hotel, casi al anochecer.

En Oranienburg, dormimos en el Hotel da Gianni (75 eur, habitación doble con baño), como su propio nombre indica, regentado por un italiano, que a su vez, es dueño del restaurante contiguo, donde cenamos una pizza de calidad a muy buen precio. Muy recomendable.

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Después de desayunar iniciamos la ruta, y el primer desafío es, precisamente ese, encontrar la ruta. Deshacemos los 8kms. pedaleados la tarde anterior y llegamos a Oranienburg, que nos parece un pequeño e interesante pueblo que, quizás, mereciera una visita un poco más larga. Nos acercamos a la oficina de turismo local, donde nos facilitan un mapa que nos resultará muy útil durante el resto del viaje y nos dirigimos al inicio de la ruta.


Los primeros kms. nos maravillan, transcurren por caminos perfectamente asfaltados y libres de tráfico entre bosques frondosos, ideales para pedalear. Además, dado que es sábado, nos encontramos con multitud de cicloturistas alemanes. Tras 40km., decidimos parar en Zehdenik, pequeño pueblo a orillas del rio Havel, donde comemos en una terraza junto al rio, con tranquilidad, a pesar de que todavía nos quedaban más de 40kms.

Reemprendemos la marcha, y el resto del día trancurre a orillas del río Havel para, más tarde, adentrarse en el bosque hasta que llegamos a Fürstenberg / Havel.

Fürstenberg es un pequeño pueblo de 5 mil habitantes, situado en un bonito entorno natural, rodeado de tres lagos y de canales del rio Havel. Cenamos en la plaza principal, en el único restaurante que tenía la cocina abierta las 21h. En Alemania, cuanto más pequeño es el pueblo, más importante es estar sentado a cenar antes de las 20h.


Nos alojamos en un pequeño apartamento que reservamos por homeaway.co.uk (65 euros).

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