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Como siempre nos volvemos a despertar pronto y de nuevo hace un día magnífico. Hoy nos toca todo el día caminata. Así que antes de salir hacia la ruta paramos en el pueblo en una panadería a comprar pan ya que hoy nos va a tocar comer en mitad del monte. En el centro del pueblo hay varias pastelerías y panaderías y yo me decidí por la pastelería Dreher. Y que acierto! Tienen un montón de pan y no congelado y un montón de bollería y dulces. Te dan ganas de comerte el escaparate entero! Justamente ese día de camino yendo hacia la panadería en la plaza del centro del pueblo justo delante del ayuntamiento hay un pequeño mercadillo. Los vecinos llevan todas sus cosas, embutidos frutas verduras mieles para vender…. Mercado muy auténtico! Y con nuestras provisiones preparadas empezamos el camino. Nuestro destino hoy es la carretera alta o carretera panorámica de la Selva Negra, schwarzwaldhochstrabe. Es una carretera que une las localidades de Baden-Baden y Freudenstadt durante más de 60 km. Es la comarcal B 500. Para ahorrarnos el camino hasta Freudenstadt decidimos salir desde gengenbach dirección bad peterstal-griesbach. Hay varios caminos para llegar pero nosotros nos decidimos por esa porque nos va a cruzar a través de pueblos preciosos y monte y monte y más Monte. Marchamos dirección Biberach. Desde gengenbach son unos 33 km y más o menos unos 47 minutos que siempre son más porque te puedes parar trescientas mil veces a admirar las vistas. Durante todo el rato vamos subiendo monte y bajando monte hasta que ya llegando a lo alto se gira a la izquierda y ya va todo el rato por lo alto de la montaña. Por esta parte de aquí arriba hay un montón de rutas que allí las vemos señaladas pero qué por Internet es imposible encontrarlas. Solamente tienes que decidir dónde te paras y echarte a andar. Y claro es normal porque allí todo es bonito por cualquier sitio por el que te metas. Así que nosotros nos decidimos y nos paramos en esta
Como veis en el cartel hay dos indicaciones pero nosotros seguimos la panorámica. Y es una ruta súper bonita. Como además encima el día nos acompañaba con un sol radiante y completamente sin una sola nube las vistas fueron espectaculares de las montañas y del Valle.
y con un tentempie
Son solo unos 5,400 km y muy fáciles de andar. Desde allí seguimos dirección hacia el lago mummelsee.
El primer lago que vimos y la verdad el que menos nos gustó de todos. No porque no fuese bonito sino porque por desgracia está muy explotado todo rodeado de tiendas hoteles restaurantes y llenísimo de gente. El sitio que hay que ir buscando es el berghotel mummelsee. Allí mismo puedes aparcar. Nosotros nos bajamos y buscando como tontos el lago y no lo encontrábamos cuando ya nos ponemos a andar hacia el hotel y nos damos cuenta de que el lago está a los mismos pies del hotel. Justamente en la parte de detrás al lado contrario de la carretera. Es un lago glaciar no muy grande y que está acondicionado todo alrededor incluso para poder recorrerlo personas con discapacidad.
Pero además desde allí salen otras varias rutas.
Nosotros nos decidimos por la Ruta 3 que aparte de ir por dentro de todo el bosque también nos lleva hasta la cima del Horninsgrinde. Pone que son 7 km y medio pero fueron bastantes más….. unos 11 km 400 con 490 metros de desnivel. dejando el lago a la espalda y a nuestra derecha comenzamos el camino por la izquierda subiendo un poquito y durante bastante rato justo por encima de la carretera B500.
Es lo malo que me pareció de la mayoría de las rutas por Alemania que al contrario que en España que están perfectísimamente balizadas allí dejan algo que desear ya que en muchos puntos no sabes para dónde tienes que ir y no está bien indicado. Andando por el camino que va por encima de la carretera B500 seguimos en la dirección que nos indica este cartel
En algunos sitios nos vamos encontrando con carteles de este tipo pero no muchos que digamos
Asíí que de nuevo gracias a Dios a la tecnología y a nuestro grandísimo Sports Tracker! Si no llega a ser por él yo creo que estamos todavía dando vueltas por allí…. Eso sí lo bueno es que hicimos esta ruta completamente solos hasta llegar a la cima. Cosa que nos costo de narices porque no estaba indicado por donde teníamos que seguir la ruta que nosotros llevábamos así que nos metimos monte para arriba por un senderito pedregoso y metido casi siempre completamente debajo del árbol.
Todo hay que decir que gracias a mi marido que es un experto con el Sport Tracker y encontró un camino para poder llegar a la cima. Íbamos buscando un molino de viento que veíamos en lo alto pero que no tenemos narices a encontrar y yo en muchísimos ocasiones pensé que no llegábamos en la vida. Pero si llegamos, tenía razón y por el camino que mi marido eligió allá que acabamos. Y en este punto como estamos a la sombra y con unas vistas espectaculares de todas las montañas paramos a comer ya que hay que reponer fuerzas.
Una vez conseguimos llegar a la cima del Horninsgrinde, ésta es una meseta plana y muy grande que se recorre por encima de unos tableros enormes que hacen de caminos ya que la vegetación es tan densa que es completamente impracticable andar por la tierra.
Y k vistas!
Y desde este punto comenzamos a bajar buscando el lago Mummelsee.
Por mí cabezonería y no hacer caso a mi marido nos colamos y acabamos más para abajo del lago con lo cual otra vez para arriba. Otros poquitos más de kilómetros! Pero bueno el que la sigue la consigue y al final llegamos al lago de nuevo. Y las vistas y los paisajes bien merecieron la pena! Con kilómetros a las costillas! Volvemos al coche y seguimos la ruta B500 buscando el pueblo de sasbachwalden. Y cuidadín por aquí porque como ya os comenté que a pesar de que digan que en Alemania no hay límite de velocidad justamente bajando del lago nos encontramos con una camioneta de la policía preparando un radar. Por aquí la velocidad máxima es de 70 km hora pero claro como es cuesta abajo pues si no tienes cuidado imagínate cómo se pone el coche. Hasta el momento de escribir el diario no nos ha llegado ninguna receta pero a la altura del coche de la policía nosotros sobrepasábamos los 80 porque no le vimos hasta estar justo encima de él! Pero bueno qué le vamos a hacer, cosas de la vida! Esperemos que no se acuerden de mí los alemanes! . Nos desviamos de la ruta para bajar hacia el pueblo ya que aquí tenemos previsto visitar otra cascada. La Cascada Gaisholl.
La ruta tiene unos 3 kilómetros entre subir y bajar con 330 m de desnivel. La ruta se puede empezar desde el mismo pueblo desde el kurhaus zum alde gott o también desde la misma carretera según bajas hacia el pueblo si vas pendiente a mano derecha hay un cartel qué indica la cascada y se puede hacer en sentido descendente hasta llegar al pueblo. Nosotros la comenzamos desde arriba y desde justo donde dejamos el coche ya te metes en la misma ruta sin embargo si le empiezas desde abajo o subes el coche si hay sitio todo lo para arriba que puedas porque sino desde el kurhaus hay muchísimo trozo hasta donde empieza la ruta y todo cuesta arriba. Está cascada parece ser que no es muy conocida y muy visitada y es muy muy bonita.
Eso sí aquí te das cuenta que si nos descuidasemos la naturaleza acabaría por comernos. Porque entre que la cascada no llevaba demasiada agua y que sobre todo en la parte alta estaba completamente invadida por las plantas que es casi imposible ver el agua.
Vamos bajando hacia abajo cruzando por un puente tras otro y admirando tanto y tanto y tanto verde mezclados con algunos saltos de agua.
Es una cascada que merece la pena ir a ver y además ya que el día estaba muy caluroso se estaba de miedo al fresquito de los árboles.
La verdad que es un pueblo muy bonito. Eso sí al final me había salido más rentable subir para arriba con mi marido porque al final acabé andando más. Yo iba mirando casas iglesias y calles qué Segui segui segui y cuando me quise dar cuenta me salía del pueblo así que vuelta para atrás y a llamar a mi marido para decirle que no tenía ni puñetera idea de dónde estaba . Después de encontrarme y echarme por supuesto mi regañina cogemos el coche y seguimos de nuevo dirección a la carretera panorámica. Os vuelvo a repetir que cuidado por esta carretera ya que en otro punto Mi marido vio un radar perfectamente camuflado entre la maleza, así que cuidadín! Vamos buscando llegar al final de la ruta llegando a la ciudad de Baden Baden. Llegar llegamos pero no tuvimos narices a aparcar el coche en ningún sitio así que nos cansamos de dar vueltas y como la verdad nosotros tampoco es que nos llame mucho las grandes ciudades decidimos volver de nuevo hacia gengenbach. Lo que sí nos valió llegar hasta Baden Baden que al bajar bajamos por la autopista y en ésta si se podía meter zapatilla al coche. Yo flipando porque no hacía nada más que ver pasar árboles que no te da tiempo casi ni a verlos y por más que le decía mi marido que por Dios fuese un poco más despacio ya que puso el coche a 196 kilómetros por hora, cuando de repente me dice que no va tan rápido se retira hacia la derecha y nos pasa un Porsche a todo cimbel…si no iba a 250 no iba nada!!! Eso sí a pesar de correr mucho respetan muchísimo las normas de circulación y se respetan entre unos conductores y otros. Nadie sale para interrumpirte, todo el mundo que no va tan rápido por el carril de la derecha dejando el carril de la izquierda libre para todas las personas que quieren correr como locos, intermitentes para cualquier cambio…vamos lo que es el libro de las reglas de la conducción al pie de la letra…como aquí en España vamos! Es lo que más nos gustó del pueblo alemán. Lo amables, lo educados, y lo legales que son al seguir la ley y lo que no es la ley en cualquier aspecto de la vida. Creo que deberíamos de aprender un poco bastante de ellos. Así que nada tanto correr correr llegamos enseguida a gengenbach y como es la hora de cenar hoy decidimos cenar en el bar que estuvimos la primera noche tomándonos unas cervezas, Frei. Nos encantó! Aparte de que el sitio es genial, super bonito con una antigua prensa de vino ya que antiguamente era una bodega comimos de maravilla y el chico que nos atendió todas las noches que fuimos fue encantador y a pesar de no hablar el español incluso llego a sentarse en la noche con nosotros con el móvil y un traductor para entendernos. Yo había leído por internet que tenían carta en español y después decírselo al chico que en inglés te entiende perfectamente me dice que no tiene carta en español de momento porque la están rehaciendo. Pero me saca la antigua y se dispone a explicarme los platos que tienen y los que no. Aunque al final nos dejamos guiar por él y pedimos platos locales que nos recomendó y que la verdad estaban muy buenos. Como sopa de caracoles y sopa goulash y de segundo una pasta rellena típica y una carne de cerdo con salsa
La cena de esta noche fueron 45 €. Otro día que se acaba y nos vamos a descansar que mañana toca liberar adrenalina!
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