Praga, Viena y Budapest en 1 semana: Diciembre de luces e historia ✏️ Blogs de Europa EsteViaje con bajo presupuesto por 3 increíbles capitales en las que disfrutamos del ambiente navideño, su interesante historia y una deliciosa gastronomíaAutor: MarinaW Fecha creación: ⭐ Puntos: 5 (4 Votos) Índice del Diario: Praga, Viena y Budapest en 1 semana: Diciembre de luces e historia
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Etapas 7 a 9, total 9
Día completo en Budapest y con muchas ganas de exprimirlo. Lo primero que hicimos nada más salir del hotel fue desayunar unos tremendos gofres con muchísimos toppings en el mismo sitio que el día anterior. Deliciosos y por sólo 1300F.
Cómo habíamos previsto el día anterior, nos levantamos más pronto de lo previsto para volvernos a acercar en metro a la Plaza de los Héroes y verla de día. No tiene nada destacable con respecto a otras plazas de esta temática, pero nos gustó hacerlo. También nos acercamos al castillo de Vajdahunyad, que está muy cerca. Por un momento, nos trasladamos a Rumanía y es que resulta que es una copia de un castillo de Transilvania, aunque éste alberga un museo de agriculutra. Con los deberes hechos. Regresamos a la zona de nuetro hotel y fuimos andando hasta la base del Puente de la Libertad, concretamente hasta la estación de Fovam Ter, donde cogimos el Tranvía nº 22 para hacer uno de los recorridos más bonitos del mundo a orillas del Danubio. Bajamos en la parada del Puente de las Cadenas y nos maravillamos con las vistas de la zona de Buda. El cielo amenazaba lluvia, pero no terminaba de caer fuerte. Cruzamos el puente andando, parando cada pocos metros para hacer foto tanto de ambas orillas como del propio puente…. ¡Qué ciudad! Cuando llegamos al lado de Buda, en lugar de en funicular decidimos subir andando a la colina. Es un trayecto en zigzag que no nos pareció ni de lejos tan duro como nos lo pintaban y al llegar…. Una de las vistas más maravillosas que se pueden tener en Europa: Pest con su imponente Parlamento al otro lado del rio. Una vez en el castillo de Buda, pudimos ver el cambio de guardia que se hace en todas las horas en punto, así como la estatua de Turul, un ave mítica que siempre se ha considerado una figura esencial de la cultura húngara ya desde los tiempos de Atila el Huno. La mejor parte del Castillo son sin duda sus vistas, porque la edificación en sí no tiene nada de especial salvo el hecho de que fue usado como base para nos nazis. Nosotros ni entramos porque habíamos leído que por dentro es un mero cascarón que alberga un museo con muy poca chicha, así que disfrutamos de las vistas de ambos lados: La de Buda, de arquitectura digamos más siemple y “comunista” y la de Pest, plagada de puentes, catedrales y edificaciones preciosas. Caminamos hacia la fantástica iglesia de San Matías, con un tejado de colores nada habituales para un edificio religioso y paseamos por el famosísimo Bastión de los Pescadores. No es necesario pagar para pasear por la parte inferior pero si se quiere acceder a la pasarela de arriba sí que es preciso abonar entrada…. No se si es porque había unas pequeñas obras pero el caso es que nosotros nos encontramos la escalera abierta y pasamos gratis. Las vistas desde allí, aún mejores.. Un cuento de hadas, sin duda. Nos pasamos un largo rato recorriéndolo de aquí para allá y haciendo fotos y después nos internamos un poco más por la zona menos turística de la colina. Además de bonitas casas de fachadas coloridas (superadas de largo por las de Praga), vimos la iglesia de María Magdalena y la tienda del Hospital in the Rock, un lugar que fue un bunker durante la guerra y que nos arrepentimos de no haber visitado después de leer algunas opiniones. Ya pasadas las dos, fuimos a comer. Había leído que la mejor y más económica opción en la colina era el restaurante Var Bistro, con un menú para turistas compuesto de sopa y un plato principal por 7,5€ al cambio si se va antes de las 14:00. Nosotros llegamos hacia las 14:20 y la diferencia de precio un fue mucha. Es un restruante de tipo self service con platos húngaros e internacionales, por lo que es bastante recomendable si sois delicados con la comida. Nosotros cogimos sopa goulash, oca asada con patatas y pasta con semillas de amapola, todo típico. Tanta caloría nos vino genial para combatir el calor y además nos supo a gloria después de malcomer en Austria. Disfrutamos de los platos en una terraza cerrada y caldeada con lámparas de calor mientras hacíamos una larga sobremesa, ya que queríamos hacer tiempo en esa zona para ver las vistas de noche. Todo eso con un par de bebidas, nos costó 5600 F Para seguir con las calorías, el postre nos lo tomamos en otro lado: La pastelería Ruszwurm, la favorita de Sissi en la ciudad. Es un sitio pequeño que termina resultando algo agobiante por la gente que espera para comprar dulces para llevar o que alguna mesa se queda libre… así que mientras estás sentado recibes miradas inquietantes. Nosotros después de unos minutos de espera dentro, conseguimos una mesita junto a la barra y pedimos un par de tés y dos tartas, una de ellas la Dobos Torte, la favorita de Sissi, compuesta de finas capas de bizcocho separadas por crema de mantequilla y chocolate y coronada con caramelo glaseado. Estaba buena pero, honestamente, no era nada del otro mundo. La “turistada” nos costó 2200 F Cuando salimos ya estaba anocheciendo, así que fuimos hacia el bastión a sacar fotos de la ciudad iluminada… una des las estampas más bellas que hayamos visto jamás. Después de un rato, desdendimos por la parte frontal del Bastión y cuando llegamos a la orilla del rio, continuamos andando hasta quedar justo en frente del Parlamento para fotografiarlo más de cerca: Maravilloso. El punto exacto es a la altura de la parada de metro Bathany. Otra cosa que teníamos muchas ganas de hacer era ver el “Tranvía de las Luces”, también rebautizado familiarmente como “Tren de Cásper”. Se trata de un tranvía que decoran con luces blancas en fechas navideñas y que, con el movimiento, sobre todo captado en fotos, parece un tren fantasma. Existe un calendario que se puede consultar para saber qué línea irá decorada cada día y pero deberéis ser pacientes porque sólo se decora un tranvía de la misma cada jornada. Nosotros tuvimos la suerte de verlo pasar justo cuando regresábamos de Bathany al puente de las cadenas, en la línea 19. Cruzamos de nuevo el Puente de las Cadenas andando en dirección Pest y nos dirigimos al mercadillo navideño de Vorosmarty, que estaba bastante animado. Dimos una vuelta por el centro disfrutando del ambiente y las luces y cambiamos algo más de dinero antes de ir a cenar. El sitio esta vez lo teníamos claro: Töltö, un lugar del Barrio Judío especializado en bocadillos de salchicha que tenía anotado desde hace siglos. Es un lucal pequeño, más diseñado para llevarse la comida, y con sólo un par de mesas, pero cuando llegamos éramos los únicos y nos sentamos sin problema. Pedimos un bocadillo de salchicha de jabal y shitake, con salsa chinkiang, wakame y esponja de espirulina y otro de salchicha de pollo, con lima, jengibre, salsa ponzu, rabanitos, dados de coco y cilantro. Casi nada. Estaban ambus espectaculares y los regamos con un par de cervezas de la zona… así que todo nos costó 2950F. La siguiente parada también era en el barrio judío. Uno de los planes típicos de Budapest: Visitar un Ruin Bar, es decir, un edificio en ruinas que se ha revitalizado decorándolo con los objetos más inverosímiles para reconvertirlo en un pub nocturno. Nosotros nos decidimos por Szimpla Kert, el más famoso, y acertamos de pleno. Dentro te podías encontrar desde una bici a unas piernas de maniquí y estaba iluminado con luces de todos los tonos y colores… Me recordaba ala casa de Will de Stranger Things. El bar tenía varias barras y distintos ambientes, zonas para sentarte en sofásy fumar una shisha de sabores mientras conversabas animadamente, mesas altas con taburetes, una zona exterior DJ y música más alta… en fin, para todos los gustos. Nosotros decidimos sentarnos y compartimos habitación y sofá con otros turistas mientas disfrutábamos del ambiente, la decoración, una shisa especual de la casa y un Red Bull, por los que pagamos 3750 HUF. Después de pasar un rato de lo más agradable, regresamos al hotel donde nos esperaba una desagradable sorpresa: Teníamos un huésped nuevo en nuestra planta que resultaba ser un señor ya entrado en años, con un hedor insoportable y claros signos de embriaguez. Nos pareció inofensivo, pero no nos apetecía compartir planta con él y además había dejado el baño hecho un cristo. Fuimos al edificio principal del hotel, que estaba en frente y nos quejamos. Lo increíble de todo es que admitieron haberle dado habitación en ese estado, pero cómo había pagado y dada la hora que era no podían echarle…. Total, que nos ofrecieron cambiarnos de habitación a ese edificio. Aunque no llevábamos mucho equipaje, no nos apetecía hacer mudanza a esas horas pero era preferible antes que quedarse allí… No por miedo, sino por desconfianza. Trajimos nuestras cosas a la nueva habitación, que era una cuádruple con dos literas enormes y bastante espacio también. Lo malo es que en ese ala, el baño no era tan privado como el otro, sino duchas separadas en plan gimnasio… pero bueno, hubo que tragar y no nos apatecía seguir discutiendo. A pesar de todo, nos fuimos a dormir muy contentos. Budapest nos había encantado briándonos un día de lo más completo en el que disfrutamos de la historia, sus monumentos, la gastronomía, el ambiente y su animada vida nocturna. Un 10 para esta ciudad. Gastos del día para 2 personas: - Desayuno: 1300F - Comida: 5600 F - Té y tartas: 2200F - Cena: 2950 F - Shisha y Bebida en Szimpla Kert: 3750 Total: 15800 F (51€) Etapas 7 a 9, total 9
Otro día completo en Budapest que empezaría con otras de las visitas que más nos apetecía: El Parlamento. Pero antes, pasamos por un TESCO cerca del hotel y compramos fruta, barritas de cereales y leche para desayunar. Nos costó 530 HUF.
A las 10:00, ya estábamos en el Parlamento porque nuestra visita comenzaba a las 10:15. Es un aactividad que recomiendo reservar desde casa porque, aunque hay varias programadas al día en distintos idiomas, suele haber una alta demanda. Nosotros lo hicimos así y a la hora indicada y con el ticket impreso (costó 4800F – 15€ ), pasamos por la entrada lateral y nos organizamos para la visita con el grupo español. Nos hicieron dejar la mochila y los abrigos en taquillas sin coste y nos repartieron unos cascos con los que iríamos escuchando las explicaciones de la guía, una señora de lo más entrañable. Si por fuera es bonito, el Parlamento por dentro es una absoluta obra de arte. No hay sala, salón o pasillo que no nos pareciera epectacular. Disfrutamos también de la visita a las Joyas de la Corona y de las anecdóticas teorías sobre la corona de San Esteban, el primer monarca de Hungría, cuya cruz se encuentra torcida. Terminamos la visita cuando fuera caía un aguacero descomunal, así que cuando amainó un poco nos acercamos a la orilla del Danubio a ver el “Monumento a los Zapatos” que homenajea a más de 20.000 judíos que fueron fusilados a orillas del Danubio a manos de los nazis. Sobrecogedor. Como la lluvia no paraba, decidimos visitar sitios cubiertos y pusimos rumbo en metro al Barrio Judío. Allí visitamos la Gran Sinagoga, pagando 2850F cada uno ya que el único carnet de estudiante que vale es el ISIC. El interior era muy bonito, pero la entrada nos pareció un poco cara para lo que ofrecía. Nos setamos enun banco a admirarla y afortunadamente llegó un grupo español con su guía y podimos escuchar sus explicaciones para tener una más completa información de la visita. En el exterior, pasamos por el Cementerio Judío, mucho más moderno y menos pintoresco que el de Praga. Se acercaba la hora de comer y nos encaminamos a uno de los lugares que llevábamos anotados y que se terminó convirtiendo en uno de nuestros favoritos EVER: Bors Gasztrobar, nº 1 en Tripadvisor. Se trata de un local pequeño con un par de barras y taburetes para comer allí y más bien diseñado para llevar. Sirven bocadillos de lo más originales y sopas dulces y saladas que son una locura gastronómicamente hablando y que además van cambiando diariamente según la inspiración del chef. Todo esto envuelto en una atmósfera Star Wars, música hip hip y amenizado por un grupo de camareros jóvenes y animados que de vez en cuando sueltan un divertido grito de guerra. Mejor que lo vayáis y lo veáis.. . pero, de verdad, no os lo perdáis. Pedimos una sopa de calabaza, pollo, crema agria y semillas de amapola (yo no la probé porque no soy amiga de las cremas, pero mi novio dijo que estaba de locura) y dos baguetes, prietas y crujientes: Un Black Obama ( cerdo macerado, albaricoque y queso americano) y un…. (pollo, frambuesa, mermelada de cebolla y queso Edam. El sabor de ambas sorprendente y equilibrado. De postre, la traca: Sopa fría de chocolate, chili y drops de coco y chocolate blanco. Todo espectacular y por tan solo 2850F. Cuando nos fuimos, estaba llenísimo de gente ya. Como el tiempo no mejoraba, seguimos optando por las visitas de interior. Fuimos a la Basílica de San Esteban, a la que accedimos de forma gratuita. Nos encantó por fuera y por dentro, aunque había muchísima gente como nosotros…. La mayoría sentados en bancos haciendo tiempo a que la lluvia amainara. Tuvimos la malísima suerte de que en el momento de la visita estuviera acordonada la zona trasera del altar mayor, donde se guarda “La Santa Diestra”, la mano momificada del Rey Esteban. Me encantan este tipo de cosas y fue una pena perdérnosla… pero tenemos claro que volveremos a Budapest porque además de haberlos dejado cosas en el tintero, era una ciudad que nos estaba encantando. Callejeamos por el mercadillo navideño cercano con la llovizna y decidimos regresar al Mercado Central para dedicarnos a la compre de souvenirs sin prisas ni agua. Allí calleron imanes, taza y parche por un total de 2300H. Ya hacía rato que había anochecido cuando salimos así que decidimos descansar un rato en el hotel hasta la hora de cenar. Para aquella noche nos decidimos por Drum Café, otro de los lugares recomendadísimos. Es pequeño, pero tiene bastantes mesas y no tardaron en darnos una. Tiene una amplísima carta de comida húngara que además acompaña con imágenes de los platos, algo muy útil. Nosotros pedimos langós (plato que ya habíamos probado en Praga) de mozarrella, rúcula, tomate y balsámico, Paprikas Csirke (pollo paprika con noodles caseros, que resultaron más que noodles ser gnoccis) y sopa de queso… sí, de queso. Alucinante. Todo estaba buenísimo y lo culminamos con una arta típica, Militai Mezes Grillazstorta, y otra porción de miel y nueces. Con bebidas, todo nos costó 3920 HUF. Al volver, como la línea 3 de metro, la de nuestro hotel y el aeropuerto, estaba en obras durante la noche, tuvimos que coger un autobús especial para cubrir el trayecto y tardamos un poco más, pero quedó en mera anéctoda. Otro día fantástico en la capital de Hungría a pesar de la lluvia. Gastos del día para 2 personas: - Desayuno: 530 HUF - Entradas Parlamento (compradas desde casa por Internet):4800 F - Comida: 2850 HUF - Souvenirs: 2300 HUF - Cena: 3920 HUF Total: 15300 F (47,50€) Etapas 7 a 9, total 9
Último día de este fantástico viaje. En realidad sólo teníamos la mañana pero estábamos decididos a provecharla bien. Una vez recogida la habitación, dejamos nuestras maletas en consigna por 1€ cada una y nos devolvieron el dinero de la fianza. En el TESCO cercano, de nuevo, compramos unas barritas de fruta natural y chía que estaban riquísimas y un poco de leche por 300 HUF en total.
Esa mañana si tocaca cruzar por fin el preciosísimo Puente de la Libertad a pie. Nos encantó. Lo ideal sería cruzarlo a pie a la ida y a en tranvía a la vuelta o viceversa. Experiencias únicas ambas. Pasamos por la puerta de la Iglesia Rupestre y por la del balneario de Gellert, donde se rodó el anuncio de los “cuerpos Danone”, y subimos caminando a la cona de la columna con el mismo nombre. Si bien no se ve el Parlamento tan de cerca como en la colina de Buda, las vistas también son espectaculares, coronadas además por unas increíbles estatuas. Regresamos al hotel a pie y recogimos las maletas. Aquel día era sábado y ya los días antes habíamos advertido que, debido a las obras, el cierre de la línea 3 de metro, la de nuestro hotel y la del aeropuerto, sería completo. Siendo así, recogimos las maletas para no perder luego más tiempo y nos acercamos de nuevo a Bors Gastrobar. No podíamos irnos sin probar sus delicias de nuevo. En aquella ocasión estaba más concurrido que la anterior pero finalmente nos hicimos con nuestras viandas para llevar: una baguette thai massage (curry verde, pollo picante…), otra con chistorra, bacon, queso americano y cebolla frita y de postre una impresionante sopa fría de cheesecake con gelatina de caramelo. Todo por 2950 HUF. Cogimos el autorús sustituto de la línea 3 en Ferenç Ter y en el fuios hasta el final de la línea, Kobanya Kispest aprovechando al máximo las 72 horas de abono transporte. Allí bajamos y cogimos el bus especial al aeropuerto por 200HUF cada uno. En total, tardamos 1h al aeropuerto, atasco mediante. Cuando llegamos, nos lo encontramos abarrotadísimo. Antes de pasar el control, por fin dimos cuenta de nuestra ansiada comida, que de nuevo nos pareció maravillosa. El aeropuerto era un caos. Para pasar el control había que poner cada bulto en una bandeja distinta para el escáner, incluida la maleta. Había gente a la que no le encajaba del todo, otros que no habían entendido el procedimiento… en fin. Por suerte, como nosotros no factorábamos y ya llevábamos las tarjetas de embarque impresas, habíamos ahorrado algo de tiempo, porque con tanta gente terminamos pasando el control a las 14:50, justo la hora a la que comenzaba el embarque, que además fue ligero, porque a las 15:10 ya estaban dando la última llamada. Nosotros llegamos 5 minutos antes. Después de tanto lío, a la hora prevista nos elevamos sobre la ciudad en lo que fue un despegue de lo más movido, al que siguió un vuelo con turbulencias que al menos aterrizó 20 minutos antes de lo previsto en Madrid. El viaje había salido a la perfección. Gastos del día para 2 personas: - Desayuno: 300 HUF - Comida: 2950 HUF - Bus Especial al aeropuerto: 400 HUF Total: 3650 F (11,30€) De este viaje no puedo decir más que es una de las mejores rutas que se pueden hacer. Hemos visitado 3 ciudades plagadas de historia, cultura y que además han tenido un peso muy importante en la historia de Europ y lo hemos hecho de forma independiente y a un precio difícilmente mejorable sin quitarnos de nada. En concreto, el total entre gastos previos y en destino fue de 496,95€/ persona. Una ganga comparado con lo que piden las agencias por un viaje así. Praga nos enamoró, y aunque se tire de tópico, no se puede decir otra cosa: Es como estar en un cuento. Dos días nos han parecido suficientes para recorrerla, auqnue obviamente nos hubiera gustado estar algo más, no porque nos dejaramos nada por ver sino simplemente para estar allí. Pasear por sus calles, admirar una y otra vez sus fachadas y seguir aprendiendo las miles de anécdotas que estamos seguros esconde. Sin duda, la próxima vez nos gustaría visitarla en una época con más horas de luz para aprovechar y alargar más esros paseos. Viena nos ha parecido la ciudad más majestuosa. Real, imperial. Con dos días hemos podido recorrer los principales puntos de interés aunque sí es cierto que se nos quedó pendiente la Cripta Imperial. Disfrutamos y aprendimos muchísimo de las historias de Sissi y Franz Joseph y nos enamoró su mercado navideño. El punto negativo, la comida… Llevaba varios sitios anotados pero nunca nos pillaban a mano y obviamente priorizamos la visita de monumentos. Estoy segura de que con algo más de calma, la gastromonía es un punto mejorable. Y Budapest… ¡Ay Budapest! La ciudad más completa de las tres. A caballo entre las dos anteriores, reebosa historia, tiene miles de atractivos turísticos y un “rollito” alternativo y juvenil que no me esperaba, o al menos no al nivel que lo vivimos. Estaba animada a todas horas. Como buenos foodies, disfrutamos de lo lindo de la gastronomía… tanto que, aunque hay muchos más, ella misma ya es motivo suficiente para que volvamos, porque lo haremos seguro. IBIZA --> https://www.losviajeros.com/Blogs.php?b=12155 ATENAS, SANTORINI Y MYKONOS --> https://www.losviajeros.com/Blogs.php?b=12316 ROMA -->https://www.losviajeros.com/Blogs.php?b=12334 DUBLIN -->https://www.losviajeros.com/Blogs.php?b=12522 TAILANDIA --> https://www.losviajeros.com/Blogs.php?b=13485 RUSIA -->https://www.losviajeros.com/Blogs.php?b=14462 NUEVA YORK --> https://www.losviajeros.com/Blogs.php?b=13816 NEPAL & INDIA -->https://www.losviajeros.com/Blogs.php?b=14462 MARRAKECH -->https://www.losviajeros.com/Blogs.php?b=14869 INDONESIA Y KUALA LUMPUR -->https://www.losviajeros.com/Blogs.php?e=67782 LISBOA -->https://www.losviajeros.com/Blogs.php?b=15822 BÉLGICA -->https://www.losviajeros.com/Blogs.php?b=16166 CANADÁ -->https://www.losviajeros.com/Blogs.php?b=16312 MÁS SOBRE MIS VIAJES EN MI BLOG: bocadosalmundo.com/ Etapas 7 a 9, total 9
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