Martes 13 de agosto de 2019
En esta jornada tenemos 21 kilómetros hasta llegar al castillo de Villandry y luego siguiendo una variante durante unos 14 kilómetros, llegaremos a Azay-Le Rideau, el pueblo en el que haremos noche.
El trayecto hasta llegar a Villandry discurre al lado del Loira, tardamos una hora y cuarenta minutos, contando una brevísima pausa en el pueblecito de
Savonnieres.
En
Villandry el parking para bicis es pequeño, comparado con el público que tiene. Nosotros por suerte podemos aparcar en el mismo recinto.
Existe una entrada para visitar el interior del castillo y los jardines (11€) y otra que por 7€ da acceso únicamente a los jardines. Nosotros nos hacemos con esta última.
Con un folleto seguimos un itinerario de alrededor de una hora por los distintos jardines, el
del sol con flores amarillas y naranjas; el
del amor con composiciones de flores en forma de corazones; el
laberinto; y el que más nos gusta, el
huerto.
Nueve parterres de unos treinta y pico metros cuadrados con frutales, hortalizas, verduras y flores dispuestas en formas geométricas que crean originales combinaciones de formas, colores y volúmenes.
El castillo fue construido por un ministro de Francisco I y los jardines los creó el último propietario, un médico proveniente de España, a principios del siglo XX.
Al finalizar la visita comemos unas tartaletas tipo quiche en el pueblo y vuelta a pedalear. Nos queda una hora (14 kilómetros) para llegar a
Azay le Rideau.
Aquí tenemos el hotel esta noche. Es un pueblo diminuto pero muy turístico porque tiene un bonito
castillo renacentista. Pagamos los 10’50€ de la entrada para visitarlo.
Este palacio lo mandó construir un consejero del rey Luís XII. Después de haber sido acusado de malversaciones, el dueño huye y Francisco I lo confisca. A partir de ahí es residencia de varias familias nobles. Es propiedad del estado desde principios del siglo XX. El interior muestra la decoración de los últimos residentes, del siglo XIX.
Nos sentamos a descansar en el césped del jardín, con el reflejo del castillo en el lago artificial.
Lo siguiente es sentarnos en la terraza de un bar a tomar una cerveza. Después de pedalear tanto todos estos días, sentarse nos parece un plan fantástico.

Y para cenar compramos cosas en una de las pocas tiendas del pueblo.
El hotel de hoy es
Val de Loire, muy correcto y situado en la misma ruta ciclista.
Miércoles 14 de agosto de 2019
La etapa de hoy son solo 29 kilómetros, los que nos separan entre Azay-le-Rideau y Chinon. Seguimos con una variante del Loire a vélo porque por Chinon pasa el rio Viena (Vienne en francés), no el Loira, pero todo está muy bien indicado.
Estamos de trayecto dos horas y cincuenta minutos del tirón.
Nos desviamos unos pocos kilómetros de la ruta para ver de cerca el fantástico
Chateau d’Ussé. Se ve desde la misma carretera (aquí sí que compartimos vía con los automóviles, pero hay poco tránsito). Por dentro lo tienen decorado representando un cuento de princesas, o algo así, pero no nos interesa. La vista desde fuera ya es suficiente para admirar sus dimensiones. Sus torres realmente le dan un aspecto de cuento de hadas.
Chinon es un pueblo pequeño y turístico con un casco antiguo pintoresco y una
fortaleza monumental.
Aquí en vez de un castillo renacentista tienen la fortaleza en la que vivió Carlos VII y que fue testigo de uno de los eventos más importantes de la vida de Juana de Arco, su encuentro con el entonces príncipe en el que la autorizó a unirse a su ejército para liberar Orleans de los ingleses.
Por si la importancia histórica del lugar no fuese suficiente para valer una visita a un castillo medio en ruinas, la administración de la región ha reforzado su atractivo con una experiencia de realidad aumentada a través de una “tablet” en distintos puntos de su interior (incluida dentro de la entrada, 10’50€).
El
Histopad, que es así como se llama, nos lleva a través de las distintas salas (ahora con paredes de piedra desnudas) y nos muestra a través de la pantalla cómo era la decoración, los enseres, herramientas, menaje e incluso un banquete de las estancias reales.
Bajamos también a los calabozos donde gracias a la tecnología podemos aprender sobre el encarcelamiento de los templarios por parte de Felipe IV y la supresión de la orden monástica por parte del papa Clemente V.
Las vistas del pueblo desde el castillo tampoco tienen desperdicio.
La visita nos ha llevado dos horas y son las tres de la tarde. Ya han cerrado todos los restaurantes.

¡Por suerte delante del ayuntamiento hay un Carrefour!
Una vez guardadas las bicis en el hotel seguiremos el folleto de puntos de interés que hemos cogido en la oficina de información turística. Las adoquinadas calles
Haute Saint-Maurice y la
Voltaire son los ejes principales que concentran las residencias medievales.
Nos acercamos a la iglesia de Saint Étienne y a la colegiata de Saint Mexme.
Nos acabamos pronto el pueblo. Finalmente cenamos en la calle Rabelais, que concentra la mayoría de bares y restaurantes.
Para esta noche hemos elegido una coqueta habitación con vistas al río en el sencillo pero correctísimo hotel
Agnès Sorel.
Jueves 15 de agosto de 2019
Nos quedan los últimos 34 o 36 kilómetros de pedaleo y nos da hasta penilla que esto se acabe, pero sigue quedando viaje más allá de la bici.

Las piernas están cada vez más cansadas, pero también más fuertes.
Salimos de Chinon poco después de las nueve de la mañana. Como es habitual, con chaquetilla (y el chubasquero cerca por si acaso). Hacemos una fantástica foto de la vista panorámica del castillo desde la orilla opuesta del río y seguimos.
La ruta de hoy nos llevará a recuperar la trayectoria del Loira y a pasar por varios pueblecitos antes de nuestro destino del día, Saumur.
Llegamos al primero,
Candes-St-Martin al cabo de una hora y media. Aquí se junta el río Vienne con el Loire. Entramos a ver la colegiata románica, que destaca por su tamaño entre las casitas de piedra en las calles adoquinadas.
El siguiente,
Montsoreau, tiene un pequeño castillo con vistas al río.
El tercero,
Turquant, destaca por tener casas excavadas en la roca de las laderas. Han aprovechado las cuevas que se crearon en la extracción de la piedra para construirse así viviendas y tiendas de artesanía para turistas.
Y por último, en
Souzay-Champigny, después de alejarnos un poco del río y cruzar colinas con viñedos, la ruta nos lleva por una red de cuevas que fueron un centro comercial del siglo XI.
A eso de la una llegamos a
Saumur. Hemos estado en trayecto 4 horas con frecuentes paradas para tomar fotos y alguna para descansar. Entrando en Saumur ya se avista el castillo, arriba en la colina. Pero por fin nos hemos aprendido los horarios franceses y es la hora de comer.
En la plaza Saint-Pierre hay
un restaurante que a la una y media ya no nos sirve comida, pero hay muchos para elegir. Los menús no son baratos, estamos en el núcleo turístico.
El hotel está cerca. Es el
Kyriad Saumur Centre, muy económico pero moderno y elegante. Aquí nos despedimos de nuestras queridas bicis. Las guardamos en el parking y la empresa de alquiler las recogerá mañana.
¡Ahora toca caminar! Subimos hasta el
castillo, que para nuestra sorpresa se puede rodear entero sin pagar entrada. El castillo fue propiedad de los duques de Anjou durante el siglo XIV y XV y aún mantiene el aspecto de fortaleza de su orígen. Desde aquí se puede disfrutar de una buena panorámica de la ciudad y el Loira.
Aún así, las mejores vistas quizás son las que se obtienen desde la isla que se encuentra en medio del Loira, donde se puede observar el castillo al completo, coronando la ciudad.
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Últimos 5 Mensajes de 1245
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elanorH12
 Indiana Jones
 21-05-2009 Mensajes: 1729
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Buenos días.
Sólo opino sobre el día uno. Me parece demasiado en un día.
Nosotros en Chenonceau estuvimos tres horas, viendo castillo y jardines. Y eso que se puso a llover y acortamos un poco la visita a los jardines, que si no fácil estamos más tiempo.
Y los jardines de Villandry no estuvimos, porque teníamos que elegir sólo un sitio, pero lo tenía preparado también, y me parecieron muy grandes, para recorrerlos tranquilamente te llevaría bastante tiempo.
Yo quitaría cosas.
Del segundo día no te digo nada, porque esa zona no la tenía preparada.
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jaurmi
 Experto
 02-08-2019 Mensajes: 141
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Vale a ver cómo lo organizamos.
Pensábamos estar en el castillo de Chennonceau desde las 10 hasta las 13 aprox. Y luego ir a comer a Saumur, que hemos visto que es un pueblillos majo.
Y luego sobre las 17h ir a ver los jardines de Vilandry. Por eso habíamos todo eso el primer día, que las otras 2 paradas eran más justillas de tiempo
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elanorH12
 Indiana Jones
 21-05-2009 Mensajes: 1729
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Yo para ir más tranquilos quitaría los dos castillos que queréis ver por fuera, porque los trayectos también llevan tiempo.
Y en Chenonceau mirad de comprar las entradas por internet, o estad allí a las nueve, porque si vais en verano, fin de semana o puente las filas para comprar las entradas os pueden hacer perdar bastante tiempo.
Saumur no he estado, pero por lo visto en internet, merece dedicarle un tiempo para verlo.
Otra opción sería comer de picnic, y así tenéis más tiempo para visitas, porque si vais de restaurante, os costará más rato.
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gasolines
 Willy Fog
 15-08-2007 Mensajes: 16761
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El día 1 no iria hasta Saumur. Como mucho llegaría hasta Ussé y volvería para ver Villandry y Langeais. Como te han comentado tanto a Chenonceau como Villandry , minimo se te van a ir 3 horas en cada uno, sobre todo en Chenonceau.
En cuanto al día 2, no se si quieres visitar los 3 castillos, pero si es así, yo me limitaría a ver dos por dentro (Chambord para mí sería obligatorio) y el otro por fuera.
Saludos
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Salodari
 Moderador de Diarios
 03-04-2009 Mensajes: 22853
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