Viaje a Bangkok, Siem Reap y Vietnam en epoca de coronavirus ✏️ Blogs de Vietnam

Es el segundo diario que escribo y como el anterior se trata de un viaje organizado con una agencia de viajes de la zona.
Como ya dije en mi anterior diario, somos un grupo de amigos y ex compañeros de trabajo ya jubilados que llevamos varios años haciendo viajes en grupo y que al igual que el resto de los años siempre tenemos el problema de elegir el destino. Este año lo que para nada nos podíamos imaginar es que iba a surgir el tema del virus que parecía que nos iba a condicionar todo el viaje que ya teníamos contratado.
Pero bueno empecemos por el principio, como elegir el sitio donde ir. Pues bien la casualidad o la tecnología nos dieron la solución. Estando un día comiendo en el verano del 2019 con unos de los viajeros, me comentaron que su hijo se iba ese verano de viaje a Vietnam y yo, que sin darme cuenta que había dejado el teléfono móvil encima de la mesa, se me ocurrió decir que yo tenía muchas ganas de ir a Vietnam. Pues bien al día siguiente mi correo electrónico me sorprende con ofertas de viaje a Vietnam que yo no había solicitado y que venían de varias agencias de la zona.
Como entretenimiento veraniego, y cada vez más convencido de que tenía que ser el destino de nuestro viaje, miro la información en internet y me pongo en contacto con la agencia de viajes que mejor feeling me dio para que me enviara un recorrido y presupuesto.
Bueno después de varias modificaciones y siempre bien asesorado por la agencia elegida al final sale el siguiente itinerario
Día 23 de febrero salida de Madrid
Día 24 llegada a Bangkok donde haremos 3 noches
Día 27 desplazamiento a Siem Reap donde estaremos otras 3 noches
Día 1 de marzo salida hacia Danang con desplazamiento a Hoi An donde estaremos otras 2 noches
Día 3 salida a Hue donde haremos una noche
Día 4 desplazamiento a Hanói con dos noches
Día 6 visita a Ninh Binh con una noche
Día 7 Bahía de Halong
Día 8 Salida hacia Hanói con salida a las 0,40h del día 9 el viaje de vuelta.
Bueno el viaje está muy avanzado pero la duda es si al resto del grupo les gustara o bien optaremos por otra de las alternativas que estábamos barajando que era un viaje a Tierra Santa.
A la vuelta de vacaciones comida de todo el grupo para decidir por fin donde vamos. Sorpresivamente con muy poco debate se decide por unanimidad el viaje antes descrito y en este punto hay que reconocer que sirvió de mucho gancho la visita a Siem Reap y los templos Angkor.
Decidimos hacer el desplazamiento internacional con Emirates, que tenía unos precios y unos horarios que se ajustaban bastante a lo que estábamos buscando, y le pedimos a la agencia de viajes que nos haga la contratación de los mismos.
Llegados a este punto tengo que decir que lo hicimos todo con la agencia Luxury Travel y con una agente que nos nombraron, Ly que estuvo todo el tiempo pendiente de solucionar nuestros problemas y aclararnos todas las dudas que teníamos. La verdad es que volvimos encantados tanto con la organización del viaje como con lo que se preocuparon de que todo saliera perfectamente.
Bueno y ahora viene la sorpresa desagradable e inesperada, no hacemos nada más que pagar nuestro viaje cuando se detecta el primer caso de coronavirus en China. En un principio no nos preocupaba excesivamente porque no sabíamos la dimensión que iba a tomar esto, pero con el paso de los días y la evolución del mismo iba a empezar a hacer mella en la moral y la decisión del grupo.
Después de muchas reuniones para ver que hacíamos y como parecía que en la zona la situación se estaba controlando, decidimos tirar hacia delante no sin antes quedarse una pareja por el camino que al final tomaron la decisión de no ir, ósea que al final íbamos a ser 8 en lugar de los 10 previstos.

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Llega el día 23 de febrero y a las 11,30 de la mañana estamos ya todos reunidos en el Aeropuerto Adolfo Suarez para coger el vuelo que sale a la 14,25h.
Tenemos la gran suerte de que gracias a uno del grupo y a un conocido que tiene en la línea aérea nos cambian los asientos y nos ponen en los primeros con sitio suficiente para las piernas.
El vuelo excelente, con un muy buen servicio de cabina y también con la amplitud que da el que el avión no fuera lleno ni mucho menos y mucha gente pudiera ir todo el viaje hasta Dubái durmiendo. Escala de 3 horas en el aeropuerto de Dubái y nuevo vuelo de 6,30h hasta Bangkok donde llegamos a las 12,15h de la mañana.
Afortunadamente no tenemos ningún inconveniente con el equipaje y salimos para encontrarnos con nuestro guía en Bangkok pero, primer y único problema con la agencia, no hay nadie esperándonos y gracias a la ayuda de un guía de otra agencia que llamo por teléfono al que teníamos de contacto, consigue contactar con nuestro guía que nos estaba esperando en otra puerta.
Vamos hacia una furgoneta tipo Vannette que nos estaba esperando donde cargamos las maletas y nos dirigimos a nuestro hotel el Aetas Bangkok Hotel. Un hotel de cuatro estrellas en una muy buena localización en Bangkok y con una pinta excelente y unas habitaciones amplias y limpias con una muy buena cama. También buen servicio de desayuno que es lo único que hacíamos en el hotel.
Después del largo viaje decidimos relajarnos un poco en el hotel y después de descansar un rato tomamos en la cafetería del hotel unos sándwiches y unas hamburguesas y a la calle a conocer un poco la ciudad.
Lo primero que te llama la atención de Bangkok es el mal estado en la que se encuentran las aceras de las calles así como el increíble cableado eléctrico que hay por todas partes y sin ningún orden.
Damos una vuelta y subimos a ver el tren elevado que tienen en la ciudad y entramos a ver un centro comercial que nos había recomendado la guía. Decir que el centro comercial como tal no merece la pena y no deja de ser nada más que eso, por lo que acaba pronto la visita y nos vamos a recorrer un poco la ciudad, así llegamos a un parque en el que había una cantidad impresionante de gente corriendo hasta el punto que nos creímos que era una carrera por el parque pero no, se trataba de gente haciendo ejercicio. Como curiosidad a las 19h empieza a sonar el himno y a arriar la bandera que había en el parque y todo el mundo se queda quieto y los militares que había por allí se ponen a saludar.
Estamos tan agotados que decidimos comprar algo en un Seven y cada uno a cenar a su habitación y a dormir que mañana será otro día.
A las 8,30 de la mañana y después de desayunar, pasa la guía a buscarnos y lo primero que nos llama la atención es el calor que hace a esas horas de la mañana que acompañado de un 90/95% de humedad hace el día especialmente duro, lógicamente la temperatura seguirá subiendo lo que hará que el agua se haga imprescindible, menos mal que nuestra guía va preparada de mascarillas, gel desinfectante, guantes y toallitas húmedas y eso si agua fresca que no falte cada vez que subimos y bajamos del coche.
Lo primero que visitamos es el Buda de Oro donde a primera hora de la mañana ya había mucha gente haciendo ofrendas. Desde allí nos desplazamos al Gran Palacio Real para visitar las partes que se pueden y el Templo del Buda Esmeralda. Desde allí nos desplazamos a ver el Buda Reclinado que es el templo más antiguo y más grande con el mayor número de pagodas en la ciudad.
Como vamos bien de tiempo decidimos hacer el recorrido por el rio Chao en un barco de cola larga y así ver el estilo de vida tailandesa y ver el contraste entre las viviendas de lujo y las casas en ruinas.
Bueno ha llegado la hora de comer y buscamos un sitio de comida típica tailandesa, después de buscar sitio que tuviera aire acondicionado (el calor era sofocante), decidimos quedarnos a comer en un restaurante Chamd Hostel donde aconsejada por la guía hacemos nuestro primer acercamiento a la comida tailandesa. Como somos 8 cada uno pide una cosa distinta y la experiencia en general es buena y muy bien de precio.
Después de reponer fuerzas e hidratarnos retomamos el camino y nos vamos a ver el Templo del Amanecer para visitar el Prang más alto de Tailandia.
Acabamos y nos vamos directamente al hotel para descansar un poco porque por la noche, es decir a las 18,30h, pasaran a recogernos para llevarnos a cenar al restaurante del edificio Baiyoke donde hay un hotel y varios restaurantes y lo más interesante una plataforma giratoria
La cena es tipo buffet con comida variada y de varios países, probamos algo de marisco, sushi, ternera, nodles, etc ya digo que la variedad era muy grande y lo podías pedir con el grado de picante que cada uno quisiera.
Terminamos de cenar y subimos a la plataforma giratoria en la que estamos unos 20 minutos observando la inmensidad de Bangkok. A mí, que ya conocía Bangkok, me llama la atención la mejora del tráfico con respecto a mi anterior visita en el 2008, o al menos eso me parecía a mi porque la guía nos dijo que estaba exactamente igual.
Al día siguiente toca madrugar también porque vamos a visitar el mercado ferroviario de Talad Room Hoop. Es un mercado que se celebra todos los días en los raíles del ferrocarril. Ves que la gente está vendiendo tranquilamente y de pronto suena la sirena del tren y todo se detiene, los clientes se apartan del camino y los vendedores rápidamente repliegan los postes de sus puestos que llevan en su base una ruedas adheridas, por lo que los pueden retirar y volver a poner rápidamente. Pasa el tren y la vida sigue con su rutina como si nada hubiera pasado.
Desde allí nos dirigimos al mercado flotante de Damnoen Saduak donde te montan en unas barquitas a motor, casi todas, y te van llevando a mostradores de tiendas que están directamente encima del agua y donde te ofrecen todo lo que venden desde figuras, abanicos, telas, budas, comida, etc. al final te llevan a una plataforma donde te venden todo lo que había por el recorrido pero en un punto solo.
Descansamos un poco, nos hidratamos y tomamos el camino para visitar una fábrica de azúcar de coco. Damos una vuelta más en un barco a motor en una plantación de frutas y vuelta al hotel para comer en el Café Beans que se encuentra muy cerca del hotel.
Descansamos un rato y vienen a buscarnos para ir a cenar al barco Wonderful Pearl donde dimos una vuelta por el rio para ver los monumentos iluminados. Decir que la comida también fue un buffet variado y nos paso lo mismo que nos estaba pasando durante todo el viaje, muy poca gente ya que no había nada de turismo oriental, que parece ser que es el 80% del turismo en Tailandia. En el barco, con tres cubiertas, solo se utilizaba una y no estaba llena era la cubierta de arriba y era un poco triste ver en otra cubierta un grupo cantando sin nadie que los viera. En nuestra cubierta cantaba un grupo bastante bueno que hizo que el viaje fuera muy agradable. Nos preguntaron de donde éramos y tuvieron el detalle de cantarnos alguna canción en castellano.
Después del viaje en barco y la cena, hablamos sobre qué hacer si irnos al hotel o visitar el mercado nocturno de Bangkok, como estamos bastante cansados y de momento no tenemos muchas ganas de meternos en compras decidimos ir al hotel que al día siguiente salimos para Siem Reap.

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Hoy toca recoger que partimos para SIEM REPA y la guía pasara pronto a recogernos ya que el avión sale a las 11,30h. A las 9,30 estamos en el aeropuerto y dispuestos a embarcar para uno de los destinos fuertes del viaje.
El vuelo lo hacemos con la Compañía Bangkok Airlines y es un viaje muy cómodo y muy rápido, apenas tardamos 37 minutos en los que a la tripulación le da tiempo a darnos de comer y recoger y todo, un ejemplo de eficiencia.
El aeropuerto de Siem Reap es pequeño, pero tengo que decir que es tres veces el que yo conocí en mi anterior viaje en el 2008. Como en toda la zona de llegadas estamos solos los de nuestro vuelo, vamos pasando por una mesa por donde vamos pagando los 35 dólares que cuesta el visado y desde allí a la cinta de recogida de equipajes. Nuestra sorpresa llega cuando se presenta allí una persona del aeropuerto y a voz en grito nos va llamando para devolvernos el pasaporte. Yo creo que sí que es cierto que nosotros estábamos solos en el aeropuerto pero creo que el sistema es el mismo aunque hayan llegado más vuelos a la vez.
Salimos y allí esta esperándonos nuestro guía que se llama Son y nos recoge con un autobús, el peor de todo el recorrido, más bien antiguo y con unos protectores para quitar el sol hecho de ganchillo.
Llegamos a nuestro hotel que es el Saem Siem Reap, un hotel que como todos en Siem Reap se han tenido que hacer su pequeño oasis entre los edificios de la ciudad. El hotel está muy bien aunque tiene el problema de que en la zona de recepción no tiene aire acondicionado, por lo demás está muy bien con una piscina muy relajante para después de conocer la ciudad.
Como en el vuelo nos han dado de comer picamos un poco en la cafetería del hotel y nos vamos a descansar, unos deciden después irse a dar un paseo por la ciudad y otros como hace mucho calor decidimos aprovechar la piscina y pasar la tarde en ella.
Después de la piscina nos arreglamos y nos vienen a recoger que esa noche tenemos cena en el restaurante espectáculo Koulan.
Yo había leído que era conveniente llegar pronto ya que se llena y solo quedan libres las mesas que están al fondo, como nos ha pasado durante todo el viaje y como consecuencia del maldito coronavirus, el restaurante no se llena ni mucho menos y nuestro guía se había adelantado y nos había cogido una mesa al lado del escenario por lo que tenemos una visión inmejorable
La cena es tipo buffet y tienen una gran variedad de sopas, ensaladas, sushi, platos típicos camboyanos, carnes y pescados a la plancha y postres variados, la verdad es que esta bastante bien y sobre todo teniendo en cuenta que la cena con espectáculo nos sale por un precio de 15 euros por persona más la bebida que va aparte.
Las danzas son las típicas de Camboya con las bailarinas Apsaras y con una duración aproximada de 1 hora. Después del espectáculo si quieres puedes subir al escenario y hacerte fotos con los artistas.
Como todavía es pronto, nos vamos dando un paseo hasta Pub Street que nos sorprende por la iluminación que hay y la animación que existe en toda la zona con una gran cantidad de pubs, restaurantes y zonas de ocio.
Damos una vuelta por la zona y al final nos sentamos a tomar algo en una terraza y una vez acabadas las consumiciones nos cogemos un tuc tuc para cuatro personas que por 4 euros nos lleva de vuelta al hotel.
Hoy toca madrugar ya que el guía nos cambia el amanecer en Angkor Wat y a las 5 de la mañana pasa a recogernos para ir a sacar las entradas que nos servirán para pasar los dos días, y venga a ver el amanecer. Ni que decir tiene que ni muchos menos estamos solos sino que hay bastante gente con sus cámaras y su teléfono para captar la salida del sol por detrás de Angkor Wat. No tenemos mucha suerte porque el día esta algo nublado y no conseguimos la foto que hemos visto por otros sitios y que es impresionante, pero conseguimos algo parecido y nos disponemos a hacer la visita a Angkor Wat.
La verdad es que es un recinto con unas galerías impresionantes y protegido todo el recinto por un lago para que solo se pueda pasar por un sitio. Como algunas zonas están de obras esta todo seco y podemos pasar por un lateral y hacer toda la visita sin coincidir con el resto de los visitantes.
Una vez visto Angkor Wat nos dirigimos a la zona de la Puerta Sur de Angkor Thom, aquí tenemos que cambiar de autobús porque el nuestro es grande y no puede pasar por la puerta. Angkor Thom al contrario que Wat tiene que recorrerse en autobús, bicicleta o similar ya que los templos están bastante separados unos de los otros.
Nuestro primer destino es el famoso templo Bayón que es muy conocido por sus torres con cuatro caras cada una. No podemos hacernos la famosa foto, en la que el efecto hace que parece que con nuestra nariz estemos tocando la de una de las caras, porque el templo está en obras y solo se puede ver desde lejos. Desde allí visitamos el templo Baphoun dedicado al Dios Hindú Shiva. Después la Terraza de los Elefantes, la Terraza del Rey Leproso y Phimeanakas.
Comemos dentro del recinto en un restaurante típico camboyano donde nos lleva el guía y probamos algunos platos típicos como el Lak Lok y el Amok de pescado con curry.
Después de la comida, nos vamos a ver el famoso templo Ta Prohm famoso en el mundo entero por haberse rodado allí la película Tomb Raider. El templo es impresionante y aquí sí que nos encontramos con algo más de gente de lo habitual pero que no impide que lo podamos ver bastante bien aunque como otros muchos templos están con obras de conservación.
Desde allí nos vamos al hotel a descansar un rato antes de salir a dar un paseo de nuevo por Pub Street que como siempre esta hasta arriba de gente. Encontramos una terraza para cenar en un restaurante que se llama Temple, donde tomamos algo ligero para cenar y volver al hotel ya que al día siguiente nos espera también un día duro.
Nuestro ultimo día entero en Siem Reap lo empezamos haciendo una visita a uno de los templos preferidos por casi todo el mundo el Banteay Srei, el cual tiene muy buen estado de conservación. También visitamos Banteay Samre en el que sus muros de arenisca de color rosa están decorados con los tallados y bajorrelieves más finos de todo Angkor.
Antes de comer vamos a visitar Chantiers Ecoles- Les Artisans de Angkor que es un centro que ofrece capacitación a jóvenes en distintos ramos como la carpintería, ebanistería, escultura, textil, etc. Curiosamente nuestro guía ha estudiado allí y va saludando a gente que conoce dentro de la escuela. Lógicamente tienen su zona de compras por donde damos una vuelta y compramos alguna cosa.
Comemos en el restaurante Sokkhak River, cerca del centro que hemos visitado y desde allí nos vamos a conocer el pueblo flotante Phnom Kluk donde tomamos un barco de madera para ver las casas con zancos y el bosque inundado antes de llegar al lago Tonle Sap, donde paramos en una plataforma donde tienen un bar y una tienda además de un criadero de cocodrilos.
Cenamos otra vez en un restaurante Temple pero que este se encuentra en la zona de Old Market.
Vuelta al hotel y a preparar las maletas ya que al día siguiente partimos hacia Vietnam.

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