Malasia y Singapur en 12 días. Septiembre 2019 ✏️ Blogs de Asia SudesteViaje en pareja, con mochila y presupuesto medio. Visitamos Singapur, Kuala Lumpur, Georgetown y las Islas Perhentian. Además de un pequeño bonus con una escala de 9 horas en DubaiAutor: Ripley Fecha creación: ⭐ Puntos: 5 (12 Votos) Índice del Diario: Malasia y Singapur en 12 días. Septiembre 2019
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Etapas 4 a 6, total 15
Nos despertamos temprano en nuestro primer día en Singapur, desayunamos en el hotel, y nos ponemos en marcha. Nuestro plan para hoy es conocer los barrios más importantes, el barrio Árabe, Little India y Chinatown.
Empezamos por el barrio árabe, y para eso cogemos el metro hasta allí para ahorrarnos una buena caminata, nos bajamos en Bugis y vamos caminando por Rochor Road, por esta zona hay unos edificios bastante curiosos. Antes de entrar de lleno en la zona del barrio árabe, nos paramos en uno de los graffitis más chulos de Singapur, justo en la esquina de Beach Road con Ophir Road. Después nos dirigimos hacia la calle Haji Lane, quizá de las más famosas de Singapur, además llena de banderillas debido a que se va a celebrar el gran premio de fórmula 1 dentro de un par de días. Al ser temprano las tiendecitas están cerradas, pero la zona ya nos encanta. Callejeamos hasta llegar a la mezquita del Sultán, una de las clásicas imágenes de Singapur, su interior está reservado para mulsmanes. Por todas las calles aledañas veréis graffitis, terracitas y tiendas pequeñitas, no os quedéis solo con Haji Lane. Esta zona nos gustó muchísimo, en cuanto empezaron a abrir las tiendas ya vimos que tenían cosas super chulas, e incluso algunos souvenirs a buen precio. Después de un buen rato paseando por la zona, empezamos a encaminarnos hacia la siguiente parada, Little India, no está muy lejos así que decidimos ir caminando. Notaréis que llegáis a Little India porque la zona es un poco más decadente que el barrio árabe, y además os llegará música estilo bollywood por varios lugares jeje. Lo primero que hacemos es parar a tomar algo, ya que el calor empieza a apretar, encontramos un bar con un aire retro muy guay, y justo enfrente de uno de los murales más famosos de la zona, en la esquina de Dunlop St con Clive St. Después del descanso, seguimos caminando y callejeando hasta llegar al templo Sri Veeramakaliamman, dedicado a la diosa Kali, además nos encontramos el barrio super decorado, por la proximidad del festival Deepavali, el festival hindú de las luces. Además el street art sigue presente como en toda la ciudad. Para entrar en el templo es necesario quitarse los zapatos y si llevas vestido o pantalón corto taparse las piernas, allí mismo os dejan ropa para taparos. Era la primera vez que entrabamos en un templo hindú y nos gustó mucho. Nuestra siguiente parada es la casa de Tan Teng Niah, una casita de colores preciosa que llena las redes sociales, fue construida en 1900 por un comerciante chino para su mujer, por lo que sé ha sido restaurada por el gobierno y está considerada como edificio histórico. No sólo esta casa, si no todo el alrededor, nos pareció que tenía mucho encanto. Una vez visto el barrio, nos vamos a comer en el Tekka Center, otro de los hawkers famosos de Singapur en el que impera la comida hindú, la verdad es que a mi el tema hawker me atraía mogollón, me encanta la comida callejera, y quería intentar ir a todos los que pudiésemos. En Singapur hay un montón, aunque algunos de los mejor valorados en cuanto a calidad precio, están más alejados del centro, así que al tener poco tiempo, nos limitamos a los céntricos. Teníamos bastantes ganas de probar la comida hindú, yo sólo había comido en un restaurante hindú en mi vida, y nos decidimos por dos platos básicos, un arroz biryani y un murtabak de pollo y cebolla, y para beber un coco, y teh tarik. El teh tarik es una bebida muy popular en Malasia y Singapur, a base de té negro y leche condensada, y su nombre tarik, viene del verbo tirar, ya que el líquido se tira de un vaso a otro para hacer espuma, a nosotros nos encantó y tomamos muchísimos durante el viaje. Para comer aquí la mecánica es simple, te das una vuelta buscando lo que te interesa, luego pides, pagas y dices en número de la mesa en la que estás para que te lo lleven, a nosotros ya nos vinieron a preguntar la bebida cuando nos estábamos sentando. La comida estaba buenísima, sobre todo el murtabak, que es parecido a un roti o prata, roti le suelen llamar en Malasia y prata en Singapur, una masa gordita tipo crepe que está deliciosa, y que aunque en este momento aún no los habíamos probado, os adelanto que nos hincharemos a ellos durante el viaje. Todo nos costó unos 9 euros al cambio. Yo sabía que era carne de hawker, pero están superando mis expectativas, disfruto como una enana paseando entre los puestos y viendo el ambiente que hay. El plan para la tarde es Chinatown, y como aún es temprano, y estamos disfrutando tanto de callejear por Singapur, decidimos ir caminando y pasar por un par de puntos que tenemos apuntados, el parque Fort Canning y el edificio de la comisaría Old Hill. De camino nos encontramos con lugares con mucho encanto como estos. En el parque, queríamos ver un sitio bastante famoso por las redes sociales, una escalera en espiral, si ponéis Spiral staircase photo spot os saldrá, pero la verdad es que es un tanto decepcionante en persona, la foto queda chula pero en la realidad pierde mucho, además hay cola para hacer la foto así que nos marchamos. Seguimos explorando el parque y nos encontramos una zona chula que imitaba la arquitectura de un templo indonesio, y con unas orquídeas espectaculares y otras plantas preciosas, además como esto no sale en instagram, la zona estaba vacía, es lo que tiene la nueva era… Seguro que el parque esconde otras zonas bonitas, pero nosotros seguimos hacia el siguiente punto para poder cumplir el itinerario. Camino a Chinatown como os decía paramos en la comisaría de Old Hill, un edificio muy chulo con ventanas de colores. También damos una vuelta por la zona del río, donde hay restaurantes y terracitas, por la noche debe haber bastante ambiente. Y también en esta zona encontraréis un edificio bastante famoso que tiene unas terrazas flotantes llenas de plantas, Singapur como estáis viendo es una ciudad llena de plantas y a mi me encanta jeje. Ya en Chinatown las shophouses, los colores y las banderillas vuelven a inundar el paisaje. Curiosamente también os encontraréis el templo hindú más antiguo de Singapur, Sri Mariamman Temple, y la mezquita Masjid Jamae, una de las más antiguas de la ciudad. Perdiéndonos por la zona llegamos a Chinatown Food Street, la calle por excelencia de comidas en Chinatown está vacía a estas horas, pero promete. Después nos vamos al Buddha Tooth Relic Temple, que como su nombre indica guarda una reliquia de Buda. Se puede entrar gratuitamente, y hay que taparse los hombros y piernas, por dentro es muy chulo. Yo en general disfruto un montón de los Chinatowns, y este no es una excepción, aunque ambos concluimos que nuestro barrio favorito ha sido el árabe. El cansancio ya empieza a hacer mella en nosotros, y es que llevamos casi 20 kilómetros, con un calor y humedad considerables, y como estamos cerca del hotel, decidimos ir a descansar un ratito antes de salir a cenar. Después de un rato de necesitado descanso, salimos del hotel con la idea de dar una vuelta al atardecer al lado del río y tomarnos una cerveza, la verdad es que la zona es muy bonita. Algo que vimos de camino y y me pareció muy curioso fue la parte de atrás de algunas calles de shophouses, no pasa en todas las zonas, pero como veis en la primera foto no se parecen en nada a las fachadas jeje, están cargadas de aparatos de aire acondicionado y contenedores de basura. Para cenar, vamos a ir al hawker por excelencia, el Maxwell food centre, le tengo muchas ganas por haberlo visto en muchos programas de viaje y cocina. Se encuentra justo al lado del Buddha Tooth Relic Temple, que de noche también es precioso. De camino nos encontramos este graffiti, casi es difícil diferenciar las personas reales jeje... Queremos probar el pollo hainanese, especialmente del puesto recomendado por Anthony Bourdain, pero cuando llegamos ya van a cerrar, es muy común que los puestos cierren cuando acaban la mercancía, y veréis mucho más ambiente al mediodía, quizá hemos pecado de ir un poco tarde. Lo pedimos en otro puesto además de unos popiah de un puesto bastante famoso que se llama Popiah, Rojak and Cockle, los popiah son unos rollitos de verduras que se comen mucho en Malasia y Singapur. Para beber unos zumos buenísimos… ¡cómo echo de menos los zumos de Asia! La cena nos sale por unos 8 euros, y está todo muy bueno. Después de un día muy intenso nos vamos a la cama agotados, pero felices, Singapur está superando nuestras expectativas… Etapas 4 a 6, total 15
Hoy tenemos un plan muy interesante por delante, vamos a pasar el día en la zona del Gardens by the bay, y lo cierto es que nos hace muchísima ilusión.
Desayunamos y cogemos el metro para ir a recoger las entradas de las cúpulas y el OCBC como os comentaba en los preparativos. Teníamos pensado cruzar el puente Helix andando para llegar a los jardines, pero está todo cortado por el gran premio, así que nos toca volver a pagar en el metro para llegar, la estación en la que os tenéis que bajar es Bayfront. Llegamos a la zona del hotel y la verdad es que flipamos con todo, a nosotros estas zonas rollo futurista nos encantan. Lo primero que hacemos es ir al museo de arte y ciencia, no habíamos cogido la entrada con antelación, ya que al no haber ninguna oferta lo dejamos abierto por si por cualquier circunstancia decidíamos no ir. El edificio es una chulada, así que después de unas cuantas fotos entramos. Tenéis varios tipos de entradas, para la exposición básica o también para las temporales especiales, lo mejor es que consultéis en su web para ver lo que os interesa o si tienen alguna oferta. https://www.marinabaysands.com/museum.html/ Nosotros decidimos ir sólo a la exposición básica, Future World, y la entrada nos cuesta 38 SD los dos, unos 25 euros al cambio. Es muy temprano y apenas hay gente, así que se está bastante agusto. Todas las salas son interactivas y muy visuales, y con la imagen como principal protagonista. Interactúas a veces tocando las imágenes, puedes hacer dibujos que aparezcan en las pantallas, también hay un tobogán… La verdad es que la visita nos gustó y la disfrutamos, pero nos pareció un poco corta, nos quedamos con la sensación de, ¿ya está?, así que es un poco personal el decidir si hacerla o no, para lo que sí la recomendaría es para ir con niños, todos los que había allí se lo pasaban pipa. Después del museo, cruzamos a través del centro comercial The Shoppes y el hotel, aunque no nos paramos mucho la verdad es que es una pasada, empezando a caminar por los jardines donde están los árboles seguimos alucinando, es una zona chulísima para pasear, y totalmente gratis si no queréis entrar en las cúpulas como hicimos nosotros. Decidimos primero ir al Cloud Forest porque nos parecía que podía tener más afluencia. Aquí os encontraréis un montón de vegetación, imitando la selva, varias exposiciones y una cascada interior que es una pasada. La entrada a la cúpula es maravillosa porque vienes del calor y al entrar notas un frescor increíble de la cascada, y un olor a verde impresionante, por decirlo de alguna manera. Intentad que vuestra visita coincida con alguna de las horas en las que vaporizan todas las plantas, las horas están en la web y hay varias veces al día, le da un aspecto muy fotogénico. Primero nos dedicamos a ver toda la parte de abajo, donde también hay una exposición con diferentes tipos de orquídeas, y luego ya nos metimos dentro de lo que es la montaña y vamos subiendo por los niveles viendo las distintas exposiciones. Al final de la visita, también hay una sala con un documental sobre el medio ambiente y el cambio climático, del impacto que supone la vida humana en el planeta y lo que se intenta hacer desde su proyecto para minimizarlo. Lo cierto es que nos pareció que toda la ciudad estaba muy concienciada con el tema, coches eléctricos, muchos contenedores de reciclaje, mucha vegetación y en el Gardens by the Bay en concreto, los famosos árboles recogen la luz solar y el agua de la lluvia para generar la energía sostenible suficiente para realizar los espectáculos de cada noche y mantener el parque. Salimos encantados del Cloud Forest y nos vamos al Flower Dome, aquí os encontraréis muchas especies distintas de flores, plantas, suculentas… Para nuestro gusto es más impresionante el Cloud Forest, pero lo cierto es que las dos visitas nos encantaron, sobre todo a mi que me chiflan las plantas, y nos pareció que valía mucho la pena. Cierto es que en Singapur también podéis visitar el jardín botánico de forma gratuita, si vuestro presupuesto es ajustado puede ser una gran opción, pero como estaba más alejado y no teníamos tanto tiempo, nosotros lo descartamos. Desde luego si os interesa un poco la visita es totalmente recomendable. Es mediodía y el hambre aprieta ya, así que nos dirigimos al food court que hay dentro del parque, el Satay by the Bay, donde a pesar del nombre, tenéis otras opciones de comida además de satay. Pero nosotros teníamos ganas de Satay y pedimos un set con varios pinchos distintos, además vienen con un arroz compacto que se llama ketupat y la clásica salsa de cacahuete de los Satay. Además pedimos unos zumos, y os tengo que decir que el zumo de plátano de este food court es de los mejores que he tomado nunca, el de mango también estaba buenísimo. También nos pedimos un prata con chocolate. Para haceros una idea de los precios todo nos costó unos 10€ y estaba estupendo, ya veis que no comíamos mucha cantidad, pero lo cierto es que a los dos nos pasa que con tantísimo calor no solemos comer cantidades muy grandes. Salimos de allí con un calor bastante asfixiante, es mediodía y encima hace sol, así que decidimos ir a explorar un poco más la zona del centro comercial y de paso refugiarnos en el aire acondicionado. Además, la mañana tan intensa ha acabado con la batería de mi móvil, así que necesito cargarlo un poquito. Yo ingenua de mí, lleve el cargador de USB, porque en España es muy fácil encontrar para cargar el móvil con USB, y así no cargaba con el enchufe y el adaptador, pero ya os aviso que en todo el centro comercial no hay ni un solo sitio para cargar, me pareció rarísimo en una ciudad tan moderna. En información me dijeron que podría haber en el hotel, entramos y curioseamos y tampoco vimos ninguna zona. Al final entramos en el Starbucks, yo convencidísima de que tenía que haber, y nada, sólo hay para enchufe… Pregunté si me podían dejar alguno y tampoco, así que, aunque luego lo conseguí que me dejaran cargador en otra cafetería, tenedlo previsto… Después de un frapucchino, damos una vuelta por el centro comercial, que tiene hasta canales y barcas para dar una vuelta… Como ya estamos descansados del calor volvemos a ir hacia el parque para disfrutar un poco de la zona exterior y seguir en la búsqueda de un enchufe antes de subir a la pasarela. Al final, en una cafetería del parque me dejan un cargador, así que nos tomamos otro café antes de subir a la pasarela. Como ya tenemos las entradas, nos vamos directamente a la entrada a las pasarelas, que es un ascensor dentro de uno de los árboles. La pasarela, aunque es pequeña, es super chula porque ves el parque desde otra perspectiva, también es verdad que se mueve un pelín jeje, de hecho cuando hay mal tiempo se cierra. A nosotros nos gustó mucho subir y lo recomiendo, además de que la entrada no es muy cara. Cuando bajamos de la pasarela, ya nos vamos a buscar un sitio para ver el espectáculo nocturno de los árboles, el OCBC Garden Rhapsody, hay dos pases al día, uno a las 19:45 y otro 20:45, al menos en estos momentos. Aprovecho la ocasión para decir que os da tiempo de sobra a verlo todo en un día, dependerá de la calma con la que os lo toméis obviamente, pero nosotros no fuimos apurados y nos dio tiempo a todo, eso si madrugamos bastante y en el centro comercial paseamos pero no entramos a tiendas, así que eso si que hay que tenerlo en cuenta. El espectáculo es una pasada, no os lo perdáis porque además es gratuito, creo que se cambia de vez en cuando pero básicamente es de música y luz. Y os hincharéis a hacer fotos mientras no empieza porque los árboles de noche son espectaculares. Al terminar se junta bastante gente para salir del parque, nosotros queríamos salir pronto para llegar al otro espectáculo que hay en la zona, el de las fuentes del Marina Bay Sands, este lo hacen a las 20 y a las 21:30, y además creo que los fines de semana también a las 23, a nosotros nos dio tiempo a llegar de sobra de uno a otro, aun pudimos sacar unas fotos nocturnas por la zona antes de que empezara, y es que si la zona era espectacular por la mañana, por la noche no se queda atrás. Este también nos gustó mucho aunque si tuviera que elegir me quedaría sin duda con el de los árboles. Decidimos cenar en el food court del Marina Bay, aunque no tenemos mucha hambre, nos cuesta bastante elegir y acabamos por pedir una laksa, una sopa que es uno de los platos más famosos de esta zona… Y no nos gusta demasiado, a mi novio el sabor le repatea y a mi no me disgusta tanto, pero se me hace muy picante… Una pena, fue la única comida que no nos gustó del viaje. Aunque estamos cansados, decidimos volver andando al hotel y así seguir disfrutando del skyline nocturno de Singapur, mañana nos vamos por la tarde, y ya estamos nostálgicos… Etapas 4 a 6, total 15
Nos despertamos en nuestro último día en Singapur con algo de pena, pero dispuestos aprovechar lo que podamos, hoy decidimos no desayunar en el hotel ya que tiene un convenio en un restaurante hindú al lado que nos ofrece desayunar un prata con un teh tarik por 3,5 SD cada uno, así que decidimos ir. Nos chifla el prata así que como os adelanté el primer día, nos tomaremos unos cuantos durante el viaje...
Hoy hemos decidido ir hasta la zona de Bugis, ya que hemos leído que el mercado está muy bien y hay souvenirs a buen precio. Antes de coger el metro, paramos en el Thian Hock Keng Temple, un templo que tenemos cerca del hotel, la verdad es que es muy chulo. Llegamos al mercado de Bugis, pero resulta un tanto decepcionante, los souvenires son bastante feos y de precio normal, y el mercado no nos parece nada del otro mundo, así que cambiamos los planes y nos volvemos al barrio árabe, que está cerquita andando. Hay más ambientillo al ser más tarde y además podemos comprar alguna cosilla, aunque no mucho porque en tema souvenirs nos pareció todo bastante hortera, no obstante, al menos cae un imán para la nevera. Para comer decidimos repetir el Maxwell, ya que además nos queda cerca del hotel para ir a recoger las mochilas. Antes nos damos otra vuelta por Chinatown y nos tomamos una cerveza en la Chinatown Food Street, 8,8 SD, nos queda pendiente la experiencia de cenar en esta calle, ¡habrá que volver a Singapur! Además del graffiti que os enseñe en el primer día de noche, hay otros graffitis muy chulos por esta zona, dos ejemplos: Volvemos al Maxwell, y a mediodía si está a pleno rendimiento, tomamos otro par de zumos increíbles, noodles y pollo frito, todo por 13 SD, como voy a echar de menos los hawkers… Al final nos dormimos un poco en los laureles entre una cosa y otra, y llegamos bastante apurados al aeropuerto, catalogado como el mejor del mundo, ni a la ida ni a la vuelta hemos podido ver mucho, lo que sí vemos es una eficiencia tremenda en los controles, todos los trámites son muy rápidos, a pesar de ir con el tiempo justísimo aún nos sobra algo para esperar en la puerta de embarque. Llegamos al aeropuerto de Penang a las 7 de la tarde, y aquí los trámites rápidos pasan a mejor vida jeje, nos lleva bastante tiempo pasar los controles para ser un aeropuerto pequeño, pero lo conseguimos sin problema, lo que no encontramos es un puesto para recargar nuestra SIM, el que hay es de otra compañía, así que pedimos el grab con la wifi del aeropuerto y me aseguro tener las instrucciones para entrar en el hotel descargadas en el móvil. Hay bastante atasco para salir del aeropuerto y nos lleva casi unos 45 minutos llegar al hotel, el grab nos cuesta 35RM, no llega a 8 euros. Hay una manera aún más económica de ir, con autobús público, pero la verdad es que por los precios tan baratos de grab ya no nos lo planteamos. Una vez conseguimos entrar en el hotel, ya que a partir de las 20 no hay recepción y tenemos que entrar metiendo unas claves, que gracias a dios había descargado en el aeropuerto, nos cambiamos y nos preparamos para salir a cenar algo, decidimos ir a la zona de Love Lane ya que suele haber puestecillos de comida callejera, y además tenemos uno de wanton mee de una pareja mayor apuntado. En el primer paseo, Georgetown nos recuerda a una suerte de Chiang Mai pero mucho más decadente, y con su pasado colonial muy presente debido sobretodo a las shophouses que suponen la arquitectura principal. Llegamos a la zona de los puestos y ya vemos que hay mucho ambiente, habíamos leído que aquí hay mucha zona de fiesta y es cierto, aunque aún es pronto para el desmadre. No nos lleva mucho localizar el puesto de “los señores”, se llama WAN TAN MEE SUI KAU, y además hay una mesita libre, así pedimos los noodles (es el único plato que tienen, lo único que tienes que elegir es el tamaño), y unos zumos en el puesto de al lado, no recuedo lo que costaban los zumos pero había sido baratísimo, y el plato de noodles grande 5RM, o sea 1,1€. Lo cierto es que estaba riquísimo, mucho mejores que los del Lau Pa Sat de Singapur, os lo recomiendo totalmente. Seguimos dando una vuelta por la zona, y vemos un sitio que tiene hummus, y aunque no sea muy de la zona a los dos nos pirra, así que seguimos llenando la tripa disfrutando del ambiente de Penang, y la verdad es que la temperatura es super agradable, tengo que decir que en este viaje, salvo en algunos momentos puntuales en Singapur, sobre todo a mediodía, la temperatura fue mucho más sobrellevable que en Tailandia el año anterior, que sudamos hasta paseando por la noche. Nos vamos a la cama con buenas sensaciones después de nuestro primer contacto con Georgetown y deseando ver que más nos ofrece. Etapas 4 a 6, total 15
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