Último día en Kuala Lumpur ✏️ Diarios de Viajes de Malasia

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Nos despertamos en nuestro último día del viaje, y cuesta salir de la cama, pero hay que ponerse en marcha y lo primero es lo primero, disfrutar del primer y único desayuno buffet de todo el viaje.

Era bastante completo y nos gustó mucho todo, además de que el personal era de una amabilidad extraordinaria, tal vez un poco para contrarrestar el hecho de que tuviéramos a dos pasos una piscina infinity que no podíamos usar…



Después de un buen desayuno, nos ponemos a arreglar las mochilas ya que nuestro vuelo sale de madrugada, y las dejamos en la recepción del hotel.

Nos toca visitar las Batu Caves, y se puede ir con la línea 1 de tren, más económico y largo, o en grab, nos decidimos por el grab ya que no vamos muy sobrados de tiempo, y por 16 RM nos deja en la puerta de las Batu Caves. Mucha gente hace esta visita a las 6 o 7 de la mañana para verlo sin gente, yo tenía esa idea para el primer día por si nos afectaba el jet lag, pero como al final se torció no nos íbamos a meter ese madrugón, y también os digo que aunque hay gente como es lógico, tampoco es para tanto.

Las batu caves, son el santuario hinduista más importante de Malasia, y la entrada es gratuita, salvo a unas cuevas concretas, la Ramayana Cave y la Dark Cave, que por lo que habíamos leído tampoco merecían muchísimo la pena. Os tendréis que tapar si vais de corto.

Lo más espectacular del templo es la enorme figura del dios Murugan, dios de la guerra en la mitología hindú, y las escaleras que recientemente han pintado de colores, horrorizando a unos y encantando a otros por igual, a mi me encantaron, y van bien con todo el templo, que como todos los templos hindúes es super colorido.



Por las escaleras os encontrareis un montón de monos, tened cuidado si lleváis algo de comer en la mano.



Cuando llegas arriba también resulta bastante chulo todo el interior de la cueva, y hace un fresquito entre la roca que se agradece después de 272 escalones jeje.




Bajamos y damos una vuelta por los alrededores del templo, en este caso algunas de las zonas estaban en obras, como la Ramayana Cave, que se encuentra a la izquierda según llegas al recinto, así que tampoco podíamos haberla visitado de todas formas, también está tapada la figura que la preside del dios mono Hanuman, pero en condiciones normales está figura podéis verla desde fuera.



Después de un rato de decidimos volver al centro, y cogemos otro grab ya que el tren acaba de salir y el siguiente tardará una media hora, en este enlace podéis consultar los horarios.

http://www.ktmb.com.my/TrainTime.html

Por 15 RM, el grab nos deja en la zona del Central Market, una de las zonas que más nos ha gustado de Kuala Lumpur, y esta vez al ser más tarde con mucho más ambiente que el primer día. Pasamos un buen rato curioseando y hacemos las últimas compras del viaje.

Decidimos comer en un restaurante tailandés en el que el primer día nos tomamos una bebida, aunque mi pad thai resulta un chasco , el plato de mi novio es algo mejor.



Después de comer, volvemos a la zona de Bukit Bitang, donde esta Jalan Alor, ya que además de ser famosa por la noche por los restaurantes, también hay unas cuantas calles con mucho street art.



Una vez más, esta zona sigue sin convencernos, es cierto que los graffitis están bien, pero seguimos sin encontrarnos cómodos, tal vez llevábamos unas expectativas irreales de la zona, ya que había leído en numerosos blogs que era un imprescindible y la verdad es que no acabamos de entender porque, es cierto que por la noche tiene su gracia aunque a nosotros no nos convenciera, pero de día no nos pareció más que el postureo de ir a sacarse la foto a la calle pintada de colores… Nosotros ya que estábamos también hicimos alguna foto, pero si lo hubiésemos sabido, habríamos cambiado esta visita por alguna de las que descartamos por lejanía (la mezquita Wilayah Persekutuan o el templo Thean Hou)

En este momento, nos quedamos un poco chafados ya que pensábamos invertir a tarde en esta zona, pero ni nos sobraba tiempo para movernos mucho, ni nos apetecía tirarnos ahí las horas que nos quedaban, además de que empieza a llover bastante, así que sin mucho convencimiento decidimos ir al Berjaya Times Square, un centro comercial que está muy cerca famoso por tener una montaña rusa y otras atracciones en su interior.

El centro comercial es curioso pero tampoco da mucho más de si, aún así nos damos una vuelta.


Como sigue lloviendo y con bastante intensidad, decidimos ir a cenar a la zona de las torres petronas, así que cogemos el metro hacia allí.

Íbamos con la idea de cenar en el DIN By Din Tai Fung, un sitio muy famosos por sus dumplings, pero no sabemos muy bien que nos pasó que no dimos con el sitio, y al final nos vimos en medio de un food court de comida occidental así que decidimos cenar allí.

El rumbo que había tomado la tarde había sido un poco de bajón, sabiendo además que era el último día, y a mi me daba pena que lo último que me había comido en Malasia fuera una pizza, así que envalentonados porque deja de llover, nos ponemos en marcha hacia la zona de hotel decididos a encontrar un sitio donde comernos un roti y un teh tarik.

La tarea podría parecer fácil pero no lo fue en absoluto, la mayoría de los lugares que aparecían en google estaban cerrados (los roti son sobre todo para desayunar), o no tenían roti, habíamos casi desistido cuando casi al lado del hotel nos encontramos uno que no aparecía en el mapa, con solera y también con una cuestionable apariencia de limpieza jeje, pero por supuesto nos sentamos y nos pedimos 2 teh tarik, 1 roti boom, 1 roti tisue, este es una variedad más fina y crujiente que aún no habíamos probado, os puedo decir que fue de los mejores del viaje junto con el de Georgetown, y todo por el módico precio de 8RM, o sea, ni 2 euros al cambio. Fue increíble como una búsqueda por un montón de calles vacías y dos rotis nos cambiaron la sensación del final del viaje, ahora si podía irme feliz.


Además podemos hacer unas cuantas fotos chulas por la zona, el rascacielos con el graffiti es nuestro hotel.



Nos acercamos al hotel y que aún nos quedan unas cuantas “pantallas que pasar” antes de subirnos al avión. Decidimos ir en bus al aeropuerto ya que tenemos tiempo y nos sale mucho más económico, para ello cogemos un grab hasta la estación de bus, 7RM, y de ahí vamos al andén 5, tal y como hicimos hace ya unos cuantos días. Pagamos los 12 RM por persona que cuesta el bus y nos toca esperar unos 15 minutos.

Llegamos al aeropuerto con tiempo, pero aún tenemos que organizarnos para cambiarnos con ropa para el avión, y cambiar algunas cosas a una mochila de mano y facturar las grandes, ya que como os conté, aunque aquí se acaba la aventura principal, aun nos queda el bonus track de las vacaciones, una parada de 9 horas en Dubai.

¡Hasta siempre Malasia!

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