![]() ![]() Riviera francesa o Costa azul ✏️ Blogs de Francia
Un recorrido por esta hermosa zona francesa, bañada por el MediterráneoAutor: Ctello Fecha creación: ⭐ Puntos: 5 (3 Votos) Índice del Diario: Riviera francesa o Costa azul
01: CONSIDERACIONES GENERALES
02: VIAJE
03: NIZA
04: CANNES
05: ANTIBES
06: SAINT TROPEZ
07: ÈZE
08: VENCE
09: SAINT PAUL DE VENCE
10: GRASSE
11: BEAULIEU SUR MER
12: VILLEFRANCHE SUR MER
13: VENTIMIGLIA
14: MENTON
15: MÓNACO
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Etapas 13 a 15, total 15
Ir a Ventimiglia desde Niza es sencillo. La misma línea que lleva a Beaulieu sur mer o Villefranche termina allí (anunciado en francés como Vintimille). El trayecto de ida cuesta 8 euros.
En nuestra visita era necesario llegar una prueba negativa PCR, que nosotros tenemos ya. Los resultados de la muestra tomada al mediodía del día anterior llegaron a las 6 de la madrugada por correo electrónico y en formato pasaporte europeo (en inglés y francés). Ventimiglia es una ciudad italiana que está muy cerca de Menton, la última ciudad francesa. Tendrá unos 25.000 habitantes, quizás más. ![]() Ventimiglia fue la capital de una tribu ligur que se resistió bastante tiempo a la dominación romana (aunque se acabó sometiendo en el 115 a.C.). Su historia es ser dominada por un pueblo tras otro: romanos, godos, bizantinos, lombardos, genoveses... El topónimo Ventimiglia probablemente se deriva de la expresión lingüística de los antiguos pueblos ligures de Albom "ciudad capital" y del genitivo plural del nombre étnico Intemeliom, por lo tanto "ciudad capital de los" Liguri Intimeli ". Las dos palabras se fusionaron en Albintimilium. Los romanos reconstruyendo una nueva ciudad amurallada cerca de la desembocadura del Nervia. En el 49 a. C., durante la dominación romana, la ciudad acogió a Julio César, de camino a España, ya que aquí residía un tal Domizio, su partidario. Esto despertó la indignación de los pompeyanos. Domizio fue asesinado poco después por un tal Bellieno, un sirviente de Demetrius, comandante de la guarnición militar romana de la actual Ventimiglia. La población, leal en su mayor parte a César, según escribió Celio, el corresponsal de Marco Tullio Cicerón, se alzó luego contra la guarnición, apoderándose de los escasos guardias romanos. Celio cuenta cómo tuvo que intervenir con un pequeño ejército para la revuelta entre soldados y pueblo. El hecho histórico lo atestigua el lema que aún está inscrito en el escudo municipal: Civitas ad arma iit: o "la población corrió a las armas". Ventimiglia siempre se mantuvo fiel tanto a la Roma republicana como a la Roma posterior del período imperial, y este reconocimiento fue recompensado por el propio César, al darle el título administrativo de "municipium", favoreciendo así su prosperidad y relativa expansión. En el 68 sufrió un saqueo provocado por la confusión de los pretendientes al trono que se creó tras la muerte del emperador Nerón. En los enfrentamientos en una finca de Ventimiglia, fue asesinada la noble Giulia Procilla, madre de Gneo Giulio Agricola, quien asistió al funeral y reparó los daños sufridos por el saqueo, destinando contribuciones especiales a la ciudad. Mientras tanto, las fronteras de la ciudad se expandieron considerablemente, llegando a Villa Matutiae (hoy San Remo) al este y la ciudad de Menton al oeste, aprovechando la ruta de la Via Julia Augusta. Hubo grandes reformas con la construcción de nuevas plazas, villas y casas, acueductos, fuentes, baños termales, un foro público y un teatro. Tras la invasión del Rey del Longobardo Rotari en 644, los habitantes de la época medieval abandonaron definitivamente la antigua ciudad romana y se refugiaron a la derecha del río Roia, donde construyeron la nueva ciudad con el nombre de Vintimilia. Con la caída del Imperio Romano de Occidente, la ciudad pasó a formar parte de los dominios de Carlomagno a partir de 744 y, posteriormente, se convertirá en un condado dependiente de la Marca di Torino, de la que tenemos las primeras noticias en 962. Poco después se declaró municipio libre. Pasaron a ser dominio de los condes locales, llamados Lascaris di Ventimiglia, que ominaron varias aldeas y pueblos de la Riviera di Ponente, peleando varias veces con los otros señores locales pero sobre todo con la naciente República de Génova. En 1221, Génova decidió encomendar definitivamente la tarea de conquista y sometimiento definitivo a la República genovesa, al comandante mercenario, de origen bresciano, Lotaringo di Martinengo. La ciudad fue bombardeads y anegada hasta su rendición. Se la disputaron varias familias como los Grimaldi, los Angevins, los Visconti, los Saboya, los Sforza y también del Reino de Francia; a partir de 1505 se convierte definitivamente en dominio genovés. En el siglo XVII, Ventimiglia obtuvo de Génova "su propia autonomía económica y fiscal" y esto sobre todo debido a las continuas quejas de la población. Sufrió la dominación austriaca y luego napoleónica (se convirtió en municipio libre). En 1815 el territorio fue incorporado al Reino de Cerdeña, según lo establecido por el Congreso de Viena en 1814 tras la caída de Napoleón, sujeto al Condado de Niza. En 1861 se incorporó a Italia. Lo que más me llama la atención del viaje en tren es lo lleno que va. Si a eso le unimos a que se quedó parado un buen rato y que habían suprimido un tren... en fin...La razón de tanto pasaje es que mucha gente de Niza trabaja en Mónaco (por cuya estación pasamos). Allí y en Menton sube gente, sobre todo mujeres, con carros de la compra porque van a Ventimiglia, donde los precios son más bajos. Aparentemente me da la sensación de que la estación queda alejada del centro. En realidad no tanto pero es que la ciudad queda dividida por el río en dos partes. El tren llega a la parte más nueva y el casco antiguo está en el otro lado y elevado. Baja mucha gente y vemos policías pero ni nos miran. Sí piden documentación a dos hombres, uno negro y otro con rastas. Qué curioso, ¿no?. Ambos podían ir perfectamente a trabajar o a comprar algo. Seguimos a la marabunta y no tardamos en llegar al Mercado del fiori, donde venden, entre otras cosas, frutas y verduras. Nos dejan probar un panettone delicioso (compramos uno así como un paquete de una pasta rara que nunca había visto y que me dijeron que con pesto era deliciosa). Enfrente hay un aparcamiento (hay coches de Francia y Mónaco) y el poco bonito ayuntamiento. Los viernes hay un enorme y animado mercadillo, donde abundan la ropa a buen precio, bolsos, zapatos, etc. Desde allí se accede a la playa y se ve la desembocadura del río Roia. Para ir al otro lado, al casco antiguo, se pasa un puente. Antes hay un quiosco de información turística. Allí conseguí también un mapa de Menton, a la que vamos por la tarde. El núcleo antiguo está sobre una colina. A pesar de ello, la subida es bastante llevadera. La Catedral de Santa Maria Assunta se encuentra en el centro histórico de la ciudad alta de Ventimiglia, en la Piazza della Cattedrale. Se construyó entre los siglos XI y XII sobre las ruinas de una catedral anterior del período carolingio. Y ésta, según parece, se construyó en el sitio de un antiguo templo pagano dedicado a Juno. ![]() Durante la Alta Edad Media, la estructura de la iglesia tenía una sola nave. Probablemente a principios del siglo XII, la catedral fue completamente reconstruida haciendo ya tres naves. El portal, con un arco agudo, los tres ábsides y el presbiterio, con la linterna octogonal se agregaron en el siglo XIII. Más tarde, el techo fue reemplazado por bóvedas de cañón sostenidas por semicolumnas y pilares de estilo románico. En el interior hay una Virgen con el Niño de Barnaba de Módena, pintada en madera, que data de la segunda mitad del siglo XIV. Toda la estructura fue sometida a una cuidadosa restauración en 1967 y las obras duraron dos años; en marzo de 1970 la catedral fue reabierta para el culto. Yendo hacia el altar a la izquierda, bajando a un nivel inferior, se encuentra el Baptisterio, dedicado a Juan el Bautista. En teoría se accede por una puerta que está a la izquierda de la fachada de la catedral pero ahora te hacen ir por dentro, bajando unas escaleras. Se construyó entre el año 1000 y el 1100 sobre unas antigas estructuras del s.VII y éstas sobre un templo romano dedicado a Juno como comenté. Es de planta octogonal y estilo lombardo, como se puede ver por las bandas ciegas que adornan el exterior. El edificio, en su interior, tiene ocho nichos semicirculares y cuadrados alternos. En el centro, hay una pila bautismal octogonal. Encima, una cúpula semicircular. ![]() En el S.XVII se realizó una gran transformación y se dividió en dos. Debido a que el edificio se encuentra en un plano inferior al de la catedral actual, se dividió justo por la parte del tambor. Se creó una capilla de estilo barroco dedicada al Santísimo Sacramento en la parte superior con acceso a la catedral. La inferior siguó con su función de baptisterio Entre los años 1967 y 1973 se restauró el monumento, devolviéndolo a un estado lo más cercano al original. Posteriormente, en otras obras de restauración en 1997, se encontraron evidencias de que se contruyó sobre otro edificio del s.VII. El campanario se eleva en el lado este de la iglesia y es una antigua torre de defensa, probablemente cortada en la antigüedad y reconstruida en el período barroco. Hay mucha gente que critica a Ventimiglia. Y precisamente el motivo de las críticas es parte de su verdadero encanto. Y es que el municipio, en su parte antigua, es decadente. Aquí no veremos el glamour de la Costa azul ni edificios recién pintados. La ciudad italiana es decadente, con madres gritando a sus hijos en la calle, fachadas con pinturas desconchadas y ropa tendida. Leía por ahí que era como si estuvieras de nuevo en los '50 y quizás tengan razón. Yo creo que vale la pena dedicarle un rato. Dicen, después de todo, que es el núcleo tardomedieval más grande de Liguria después del de Génova. Ejemplo de la decadencia es la hermosa fachada roja junto a la catedral. Ahora es la Iglesia de San Antonio Abad. La iglesia se encuentra dentro del Convento de la Canonichesse de Letrán. Se fundó en 1668, en la parte alta de la ciudad, cerca de la catedral, en el sitio de la antigua fortaleza de los condes de Ventimiglia del siglo XI. Se transformó en el siglo XIII con el nombre de "Colla" y albergó la principal defensa de la ciudad durante el período de las guerras contra la República de Génova, de la que quedan pocas ruinas. ![]() La iglesia, diseñada por el arquitecto genovés Pietro Antonio Corradi, uno de los más importantes de Liguria en su tiempo, también forma parte del antiguo convento. La fachada está precedida por un pórtico de tres arcos que se eleva majestuosamente sobre una gran escalera doble. El imponente monumento fue erigido en 1667 por voluntad de los ciudadanos de Ventimiglia, que deseaban dotar a la Diócesis de un convento para mujeres. En el siglo pasado también sirvió como hospital (Hospital Civil del Santo Spirito), mientras que hoy se utiliza como escuela. Se trata de una de las obras barrocas más destacadas de la región. El 7 de julio de 1866, un Real Decreto suprimió las Órdenes y Congregaciones religiosas, cerrando, entre otros, el Monasterio de las Canónicas Agustinas de Letrán. En septiembre de 1867, la iglesia y el monasterio de Letrán fueron asignados al Ayuntamiento. Las monjas se marcharon a San Remo. En 1876, el Monasterio, adquirido por la Municipalidad, fue entregado a la Congregación de las Giannelline, las Hermanas de Nuestra Señora del Huerto, que desde 1843 había estado operando en salas apropiadas en la parte trasera de la Catedral Desde el mirador que queda por detrás hay buenas vistas, sobre todo del nuevo puerto que están construyendo. Allí encontramos la Porta Nuova, puerta de entrada a la ciudad medieval de Ventimiglia Alta, que la conecta con la ciudad baja por el antiguo camino de ronda de Aurelia. Vale la pena entrar al Oratorio de San Secondo o dei neri. También conocido como el oratorio "dei" Neri ", por el color de la capucha de los hermanos de la Misericordia, fue construido a instancias de estos últimos hacia el 1650 tras el legado del noble local Antonio Porro. Es de estilo barroco. Los interiores fueron pintados al fresco y decorados por los pintores Serra, con la representación del Antiguo Testamento, y Maurizio Carrega (Milagros de la Resurrección de Cristo, datados entre 1784 y 1786). De Giacinto Aycardo es el único altar mayor en mármol blanco y negro, que data de 1678. El oratorio fue restaurado recientemente con la reapertura al culto religioso en 2011. Me recordó un poco a los magníficos oratorios de Palermo. Y del mismo modo que los negros tenían oratorio, también los blancos. Se trata del Oratorio de San Giovanni Battista llamado dei Bianchi. Su construcción fue ordenada por la Cofradía de los blancos durante el siglo XVII en el sitio religioso donde ya había una iglesia dedicada a Santa Clara de Asís, sede de la Cofradía de los disciplinados. El interior del Oratorio tiene una sola nave, un presbiterio profundo y un arco triunfal decorado con estuco (1695). En el exterior, a los lados de la fachada, se percibe la existencia de dos campanarios nunca fueron terminados. Después de la Segunda Guerra Mundial, el edificio, con la pérdida de la Hermandad de los blancos, se convirtió en una sala de cine y teatro con la consiguiente pérdida de decoraciones del siglo XVII, muebles y lienzos conservados. Solo el crucifijo de madera de la primera mitad del siglo XV y un lienzo de Giovanni Andrea De Ferrari (bautismo de Jesús con Santa Clara, fechado entre 1633 y 1635) se conservan dentro de la Catedral de Ventimiglia. En los últimos años se restauró, terminando en 2014 y devolviéndole el Oratorio del siglo XVII a su aspecto original. La Loggia del Parlamento fue íntegramente reconstruida en el siglo XIX como teatro y hoy es la sede de la Biblioteca Cívica de Aprosiana. En su interior, una importante colección de libros antiguos impresos de los siglos XV al XVII, formada gracias al monje agustino Angelico Aprosio, gran bibliófilo de Ventimiglia. La preciosa Iglesia de S. Michele Arcangelo se construyó en el siglo X por los Condes de Ventimiglia como priorato monástico de los monjes benedictinos de la Abadía de Lerino, revisado en estilo románico en el siglo XI y nuevamente en el siglo XII, cuando se reconstruyeron el ábside, la nave central y el campanario. Inicialmente tenía tres naves pero los dos lados se derrumbaron después de un terremoto en 1628. En su interior se conservan tres hitos o miliarios de la antigua vía Julia Augusta, dos de los cuales se utilizan como fuentes de agua y el tercero para apoyar la bóveda de la cripta. Porque a la derecha del altar encontramos el acceso a la cripta. La iglesia es francamente bonita. ![]() Un poco más allá indica que está la Scata sancta, un acceso a la ciudad medieval. Nosotros no nos acercamos pero por lo que he visto en algunas publicaciones el lugar está muy abandonado y lleno de basuras. Regresamos de nuevo al otro lado de la ciudad y vamos a comer. Una rica pizza de verduras y espaguettis a la vongole (con almejas). Tienes que caminar un buen trecho, casi como si salieras de la ciudad hacia el lado contrario a la estación de tren para llegar al Área Archeologica di Nervia. Hay un museo pero parecía cerrado. No obstante, los restos pueden verse (más o menos) desde la calle. Los romanos poblaron el área como comenté al principio y construyeron un complejo de casas, tiendas, granjas, establos, baños termales y un enorme teatro. Mucho de esto se perdió bajo arena. La construcción del ferrocarril se hizo sobre el cementerio romano, que aún no ha sido descubierto del todo. Unas cuantas tumbas han sido desenterradas, pero el 99% aún sigue bajo las líneas de tren. Otra parte quedó cubierta por la autopista de Génova. El elemento más destacado es el teatro aunque también se han encontrado restos de unas termas. Los baños termales de Albintimilium fueron construidos durante la segunda mitad del siglo I d.C. en la parte occidental de la ciudad y alcanzaron su apogeo entre los siglos II y III. Fueron abandonados gradualmente a partir del siglo V. El agua necesaria para la construcción provenía de un acueducto que se extraía del arroyo Seborrino, afluente del Nervia. En el ala oeste de los baños había dos caldaria o piscinas de agua caliente, que tenían un sistema de calefacción llamado hipocausto. De hecho, las excavaciones identificaron dos hornos, los llamados praefurnia, que calentaban el aire, que a su vez pasaba por debajo del suelo, elevado por las suspensurae, y ascendía a lo largo de las paredes, a través de los túbulos, que calentaban así las habitaciones. Había un rico conjunto de estucos, mosaicos y mármoles policromados. El área del llamado Mosaico de Arione, ubicado en las inmediaciones y aún visible, consta de dos ambientes que se cree que era el frigidarium, piscinas de agua fría.Tienen una decoración en mosaico. La superior presenta en el centro, entre peces y criaturas marinas, una figura montada en un animal acuático, identificada por los primeros descubridores con la del poeta Arione, salvado de una muerte segura por un delfín. Hoy se considera la representación de una Nereida, una especie de ninfa marina. ![]() El teatro se construyó entre los siglos II y III d.C. en el período de mayor prosperidad de la ciudad. Se ubica en la parte noroeste del antiguo Albintimilium, y se hizo demoliendo algunas construcciones preexistentes. Se hizo con piedra de La Turbie, una piedra caliza local similar al mármol y es uno de los mejor conservados del norte de Italia. Originalmente se caracterizó seguramente por tener dos órdenes de niveles, el superior de los cuáles no se ha conservado (o tal vez nunca se completó); por una orquesta semicircular, donde se ubicaban las oficinas públicas de la ciudad, y por un púlpito (escenario), quizás en madera. Están muy bien conservadas están la cavea y las dos entradas (versurae) que permitían a los notables de la ciudad acceder a sus asientos reservados. El pequeño teatro, probablemente utilizado para la representación de comedias y mimos, fue descubierto a partir de 1852. Ha sido restaurado. En el pequeño museo se conservan algunos objetos: una lámpara de aceite hecha en terracota; un pendiente de oro macizo con una esmeralda engastada; un busto (considerado de Apronio, de una noble familia de la época); un pequeño jarrón de vidrio o una extraordinaria navaja con seis funciones (una auténtica navaja suiza en la antigua Roma). Además de los dos edificios públicos, los baños y el teatro, las excavaciones arqueológicas han descubierto otras grandes porciones del antiguo ayuntamiento romano. Saliendo del antiquarium, se pueden ver las murallas, que protegían la ciudad hacia el oeste, en las que hay dos puertas urbanas, la puerta oeste y detrás del teatro la llamada Porta di Provenza desde donde sale el decumanus maximus, la vía principal atravesó la ciudad de este a oeste. Una rica vivienda dominaba el decumanus, conocido como Domus del Cavalcavia, mientras que en el lado sur de Corso Genova es posible ver el distrito de la insulae occidental con casas de dos plantas separadas por bisagras y decumans. Etapas 13 a 15, total 15
Menton es la última población francesa de la Riviera antes de llegar a la frontera italiana (con Ventimiglia). También está muy cerca de Mónaco.
![]() Fundada por los ligures, de hecho desde el 1346 al 1848, la ciudad de Mentón perteneció al Principado de Mónaco, con la única interrupción de la Revolución francesa. Eso quiere decir que hubo un tiempo en que Mónaco era más grande de lo que es ahora. Luego perteneció a Cerdeña y en 1860 se incorporó a Francia por referéndum. Y ha sido francesa desde entonces (excepto desde el 1940 al 1943, en que fue italiana). Hablar de Menton es hacerlo de sus limones. Hay muchos, tantos que se venden muchos productos hechos con limón y hasta tiene una fiesta en su honor (en febrero). Cuenta la leyenda que Eva, expulsada del paraíso terrenal con Adán, se llevó una fruta dorada. Adán, temiendo la ira divina, le pidió que tirara este fruto. Después de cruzar montañas, valles y llanuras, vieron la bahía de Garavan. El golfo, el clima templado, la exuberante vegetación, ... todo le recordó a Eva la dulzura del Edén. Enterró la fruta allí. En este lugar nació un pequeño paraíso, Menton, y con él sus limones. ![]() Parece que su agradable clima atrapó al escritor valenciano Vicente Blasco Ibáñez, quien se hizo allí una casa. Bajamos de la estación y nos vamos caminando hasta el casco antiguo, que tiene callejuelas serpenteantes, más estrechas y, claro, en subida. Pero antes nos dirigimos al Ayuntamiento, un gran edificio rojizo. A un lado está la llamada sala de matrimonios. En 1955 el ayuntamiento decidió remodelar el edificio y, en principalmente, transformar la antigua sala de audiencias en desuso en un salón de bodas. El entonces alcalde, Francis Palmero, tuvo la idea de proponerle a Jean Cocteau, a quien conoció durante el Festival de Música, que se encargara de la remodelación. El artista realizó sus primeros dibujos para el salón de bodas el 8 de abril de 1956; también trabajó en los decorados de la capilla de Villefranche-sur-Mer y también creó el cartel para el Festival de Música de Menton el mismo año. Vamos, estuvo bastante ocupado. La idea principal era dedicarse a la mitología antigua (el mito de Orfeo y Eurídice) pero lo quería combinar con un exotismo elegante que asoció con Menton. En el verano de 1957 tuvo la idea de rellenar las superficies con arabescos de colores que se enrollan como espirales o griegos: nació el “estilo Menton”. El salón de bodas no tiene ningún espacio en blanco. Además de los murales, Cocteau se dedicó a los detalles más pequeños de la decoración, eligiendo las sillas de estilo "español", las alfombras con motivos de piel de pantera y diseñando las lámparas de pie de hierro forjado. Finalmente, como es habitual en los salones de bodas municipales, la alegoría de la República está presente, pero no en forma de busto: fue en los espejos del fondo del salón donde Jean Cocteau grabó su Marianne. El salón de bodas fue inaugurado el 22 de marzo de 1958. ![]() Seguimos hasta una zona llena de tiendas de souvenirs, muchas de ellas con el limón como base. Productos de alimentación, jabones... Nos tomamos una limonada natural. La rue Saint Michel es completamente peatonal. El edificio principal es la iglesia de San Miguel Arcángel, considerada la iglesia más grande y más bella de estilo barroco de toda la Costa Azul. Se levantó donde antes se alzaban dos antiguos templos. La construyó en 1619 un arquitecto genovés, Laurent Lavagna, a petición del príncipe de Mónaco, Honoré I Grimaldi. La torre del campanario es de 1701 y la fachada no se completó hasta 1819. La fachada barroca consta de dos plantas. En el exterior destaca la decoración de estilo barroco y dentro hay un hermoso retablo de André Manchello representa a San Miguel en madera pintada y dorada de 1820. Pero de hecho hay varias y bonitas tallas del santo. La verdad es que el interior es precioso y la fachada no le hace demasiada justicia. Tiene rango de basílica desde 1999. ![]() Apenas subiendo unos escalones llegamos a la capilla de los Penitentes blancos de estilo barroco (1680). Tenemos que esperar un poco porque están terminando un rodaje. Se restauró en el s. XIX. Su fachada presenta guirnaldas con flores de estuco y un frontón de arco carpanel coronado por las tres virtudes teologales. ![]() Nosotros subimos por otro lado pero es muy curiosa la escalera de subida en zig zag que viene desde el paseo marítimo. En el suelo hay un bonito mosaico y desde el mirador se obtienen preciosas vistas. Se utilizaron más de 250.000 guijarros para reconstruir los 170 m² de la plaza original en 2006. Más arriba está el Cementerio del viejo Menton, en el lugar que ocupaba el viejo castillo. Luego bajamos a la playa. Mientras Javi se bañaba yo me quedé en l'Esplanade des Sablettes, una especie de paseo habilitado con bancos y tumbonas (estuve echada en una), incluso con algunas pérgolas para el sol, para estar relajado sin necesidad de pisar la arena (cosa que se agradece). De camino a la estación pasamos por los jardines Biovès, bastante bonitos. Parece ser que cada año, para la fiesta del limón, hacen allí construcciones gigantescas con limones y mandarinas. He visto fotos en tripadvisor y son espectaculares. Fuera de la fiesta, es un lugar bien cuidado. Y no es el único jardín de la ciudad. Ni mucho menos. Subiendo a la derecha sorprende un impresionante edificio, el Palais de l'Europe. Hoy alberga la biblioteca pública L'odyssée y una sala de exposiciones de arte contemporáneo. Lo construyó Hans-Georg Tersling (el mismo que hizo el Bristol y la Rotonda en Beaulieu sur mer) en 1909 y fue el casino de Menton. ![]() El casino actual no está muy lejos y da hacia la playa. Para mi gusto el edificio no es tan bonito. Menton conserva 17 antiguos palacios Belle Epoque, ahora transformados en condominios: Alexandra Palace, Villa Anastasia, Imperial, Astoria, Majestic, Louvre, Mont Fleuri, Winter Palace, Riviera. Palace, British Isles, National, Orient, Malta, Regina, Bellevue, Porte de France, Garavan Palace y también 4 hoteles todavía en funcionamiento: Les Ambassadeurs, le Balmoral, l'Orangeraie y Royal Westminster. Los hay neoclásicos, eclécticos y algunos con inspiraciones italianas o arabescas. En 1717, Antoine Ier Grimaldi, príncipe de Mónaco, hizo construir una residencia de verano en el distrito de Carnolès. Atribuido a los arquitectos Robert de Cotte y Jacques Gabriel, el palacio se convirtió en una residencia privada en el siglo XIX. A petición de su propietario, el Dr. Edward Philips Allis, Tersling lo reacondicionó en 1896. Adquirido por el departamento de Alpes Marítimos en 1961, alberga el Museo de Bellas Artes de la ciudad desde 1977. Actualmente está cerrado por obras. Otro museo se sitúa en un bastión del siglo XVII y está dedicado a, cómo no, Jean Cocteau. También fue idea del alcalde Palmero. No fuimos hasta allí. El Bastión es una pequeña fortaleza construida en 1636-1639 por el príncipe Honoré II Grimaldi. Es el único ejemplo de barroco militar en Menton. Este fuerte, que constituía la "cabecera armada de la ciudad", se ubica frente al promontorio rocoso que soporta el conjunto de la ciudad vieja. ![]() Etapas 13 a 15, total 15
Los requisitos de entrada en Mónaco en junio de 2021 eran llevar una PCR negativa de como mucho 72 horas antes. Como nos la habíamos hecho gratis en Niza, pudimos ir sin problemas. De todos modos, he de decir que nadie nos pidió nada al llegar a la estación.
Como ya comenté antes en este diario, se puede ir a Mónaco en trenes franceses, usando la línea que lleva a Menton o Ventimiglia. De hecho, Mónaco es como una parada más en el recorrido y si no te das cuenta ni siquiera eres consciente de haber cambiado de país. Pero lo haces. La historia de Mónaco se remonta al 300.000a.C. y desde siempre ha atraído a muchos pueblos. Su roca daba una protección natural y no es extraño que por allí pasaran ligures, griegos, fenicios o romanos. Se sabe que la roca de Mónaco ya daba refugio a los primeros habitantes de la región. Se han encontrado restos de huesos de animales que sirvieron de alimento a esos primeros hombres en una cueva en los jardines de Saint Martin. En cuanto a la presencia humana, se han encontrado evidencias del Paleolítico medio (50.000 a.C.) y el Paleolítico superior (20.000 a.C.). Las primeras obras de arte, en forma de grabados o pinturas rupestres, datan del 1500 a.C. Las primeras sepulturas encontradas (de una mujer y un adolescente) datan de esa época. Los primeros habitantes sedentarios fueron los ligures, que emigraron desde la actual Génova. Los fenicios de Massalia (Marsella) fundaron la colonia de Monoïkos en el siglo VI a.C. en la actual Mónaco. La ciudad se asociaba a Hércules, que se adoraba como Hércules Monoecus. Allí se detuvo Julio César cuando se dirigía a Grecia y después de las Guerras de las Galias la región pasó a manos de los romanos, integrándose en la provincia de la Galia narbonensis. En la Eneida, Virgilio ya habla de la roca de Mónaco. Plinio el viejo también la menciona en su Historia natural. Mónaco estuvo bajo dominio romano hasta la caída del Imperio. Entonces fue ocupada y devastada por los sarracenos y distintas tribus bárbaras. Quedó casi despoblada. Los sarracenos fueron expulsados en el 975 y en el siglo XI la zona fue invadida de nuevo por los ligures. En 1191, el emperador romano germánico Enrique VI concedió la soberanía de Mónaco a Génova. El 10 de junio de 1215, la separación de los Gibelinos por Fulco del Cassello desencadenó la construcción de una fortaleza en la roca, un lugar estratégico-militar. Para poder soportar el peso, tuvieron que hacer casas en la base de la roca. Para atraer a los habitantes de Génova y alrededores les ofrecieron tierras y quedaron libres de impuestos (eso de no pagar impuestos aún se da). El 8 de enero de 1297 Francisco Grimaldi, llamado Malizia, se apoderó de la fortaleza. Tanto él como sus compañeros iban disfrazados de monjes franciscanos. El actual escudo de armas presenta a dos monjes con espada recordando ese hecho. Debajo aparece el lema, DEO JUVANTE (“Con la ayuda de Dios”). ![]() Mónaco está gobernada por los Grimaldi desde entonces aunque su autoridad se reconoció oficialmente en 1314. Solo hubo una excepción, que fue el período entre 1793 y 1814, cuando Mónaco se integró a Francia con el nombre de Fort-Hercule. En el pasado también su territorio llegó a ser más grande de lo que hoy vemos, ya que integró las ciudades de Menton y Roquebrune. En 1848 se alzaron y consiguieron ser ciudades libres. En el tratado de 1861 se declararon francesas. En el Congreso de Viena Mónaco pasó a estar bajo el protectorado del Reino de Cerdeña hasta 1860. Desde 1911 Mónaco es una monarquía constitucional. El jefe del Estado es el príncipe. El poder ejecutivo lo ejerce un ministro de Estado y hay un gobierno con seis miembros, que solo responden ante el príncipe (hoy Alberto II). Desde 1930 se estableció que el ministro de Estado debía ser un ciudadano francés. En los últimos tiempos esa disposición se ha modificado y puede ser monegasco o francés, nombrado por el príncipe pero aprobado por el gobierno francés. El poder legislativo lo tienen el príncipe y un Consejo nacional (un parlamento unicameral de 24 miembros, elegidos por cinco años). Para los asuntos locales hay un Consejo comunal de 15 miembros, elegidos cada cuatro años. En virtud de un pacto firmado con Francia, la moneda oficial es el euro e incluso pueden emitir moneda. Mónaco tiene 11 distritos en el que es el segundo estado independiente más pequeño del mundo después del Vaticano. El más bonito y antiguo es Mónaco-Ville, que es donde se encuentra la Roca (nombre que también se le da al distrito). Aquí se concentran muchos lugares de interés como el Palacio, la catedral, museos como el Oceanográfico y también las instituciones políticas del país. Tiene una superficie muy pequeña, de aproximadamente 2,02 Km². Alberga a unos 32.500 habitantes, con la densidad de población más alta del mundo, y un tercio de los monegascos son millonarios. En los últimos años han ganado 40 hectáreas porque han hecho algo que en España sería impensable, ocupar la superficie marina para construir. En realidad, eso de ganarle terreno al mar no es nuevo. Ya lo hicieron en 1865 para instalar la vía del tren. Más tarde se hizo lo mismo para crear el primer barrio industrial, Fontvielle. Con Rainiero III, se construyó el barrio de Fontvielle, con un nuevo puerto y un estadio. La estación de trenes es subterránea y muy moderna. Tiene enormes pasillos que permiten salir hacia el lado de la Rocher o hacia el lado del Casino y wc públicos, grandes, limpios y muy nuevos. Nosotros decidimos salir por el lado del Casino. La principal área residencial y hotelera (con precios prohibitivos, por cierto) es Montecarlo, que es donde nos ubicamos. Y la primera impresión es que hay edificios altos, a diferencia de lo que hemos visto en la Costa azul. Cuando no hay espacio debes construir en vertical. A pesar de que muchos creen que Montecarlo es la capital de Mónaco, eso no es así. La capital de Mónaco es el mismo Mónaco y Montecarlo solo es un barrio. Allí tienen lugar el Gran Premio de Mónaco de Fórmula 1 y el Rally de Montecarlo (básicamente porque las calles son más anchas de lo que pueden ser en Mónaco-Ville, el casco antiguo y la zona más bonita del Principado). Si por algo conocemos a Montecarlo es por su famoso Casino y porque es sinónimo de dinero. Montecarlo se fundó en 1866 y su nombre, de origen italiano, significa Monte de Carlos (el príncipe reinante en aquel momento era Carlos III). Por aquel entonces los Grimaldi estaban en quiebra. Sus ganancias venían del cultivo de limones, naranjas y aceite (y eso mucho, mucho dinero no da). Por entonces en algunas ciudades de Europa, como Baden-Baden, se estaban abriendo establecimientos de juego con mucho éxito. Los millonarios acudían como moscas a la miel y dejaban allí el dinero a espuertas. Si a eso le añadimos la suerte de estar en una zona pegada al mar y con un clima tan bueno, ya tenemos la solución. Carlos III dio en 1856 la concesión para hacer una instalación de baños de mar para tratar enfermedades y de paso un casino para vaciar los bolsillos. En 1862 el casino que se había abierto en la zona de la Condamine no había ido tan bien como se esperaba así que se decidió trasladarlo de sitio. Y no fue hasta 1868 que esos esperados millonarios empezaron a llegar, gracias a la instalación del ferrocarril. El casino de Montecarlo es hoy uno de sus mayores atractivos turísticos. En realidad se trata de un complejo que acoge también el Teatro, una ópera y un teatro para el ballet. Por una ley de 1860 los habitantes nacidos en el principado tienen prohibido el juego en el casino. Hoy en día, evidentemente, pueden entrar al teatro o la ópera para disfrutar de los espectáculos pero no pueden entrar en el casino. Y eso es para evitar que se endeuden y salvar la economía. ![]() Es propiedad de una empresa pública en la que el gobierno es el accionista mayoritario y que también es propietaria de los hoteles y clubes más prestigiosos. Se entiende ya de dónde sale todo su dinero, ¿no?. Allí se han rodado dos películas de James Bond. El edificio es un verdadero palacio, construido por Charles Garnier (el de la Ópera de París) en 1863. De hecho, la sala Garnier es una miniatura de la Ópera. Tres años después se aplicaría una segunda reforma añadiendo la sala de juegos Trente-et-Quarante, también diseñada por Charles Garnier. Para mi gusto es demasiado bonito para albergar un casino y mucho menos máquinas tragaperras de lo más cutre. Hay ruletas, claro, pero… en fin…El lujo se encuentra en la estructura en sí, con sus pinturas y sus salas. Para mí, que soy bastante contraria al juego, es como si colgaran chorizos entre las paredes del Louvre. La vista desde la Place du Casino es preciosa. La fachada presenta dos torres y se orienta hacia la bahía. Nos permiten la entrada a partir de las tres de la tarde y controlando en el acceso que tengas el DNI o pasaporte en regla y la famosa PCR negativa. Una vez dentro compras la entrada. Nos cuesta 17 euros y nos viene con algunas prestaciones. Nos hacen un descuento si nos quedamos a comer en el restaurante y nos gastamos más de 30 euros o nos descuentan 10 euros en una consumición en el bar. Nos decantamos por esta última opción porque ya hemos comido. Pedimos dos cocktails de champagne con fruta, un Rossini (champagne con pulpa de fresas) y un Mimosa (champagne con zumo de naranja). Parece que para entrar a jugar también tienes que pagar. Está prohibido hacer fotos en el interior (excepto en el hall), supongo que por la privacidad de los jugadores. Y puedo asegurar que los hay, ya desde las 2 de la tarde. Allí vi perder bastante dinero a un hombre en la ruleta. Se marchó notablemente enfadado, seguido de sus hijos (jóvenes pero ya mayores de edad) con cara de póker (y nunca mejor dicho). Enfrente hay un bonito jardín con algunas esculturas (una de ellas de Carlos III Grimaldi). Como curiosidad decir que pone el nombre, el autor y lo que se ha pagado por ellas. El vestíbulo del casino es de mármol y hay 28 columnas jónicas. Al lado del casino se encuentra el lujosísimo Hotel de París, delante del cual vemos varios cochazos deportivos de colores diversos. Aunque, a decir verdad, yo me quedo con un precioso y elegante Rolls Royce negro. Alojarse en ese hotel te cuesta como mínimo 600 euros la noche. El Hotel de París original abrió sus puertas en 1864 y la zona donde se ubicaba empezó a conocerse como Plaza Dorada. En 1868, con la llegada del tren de vapor, terminaron las obras del Café de París. Mientras Garnier recibió el encargo de hacer el nuevo casino, la Salle Garnier, la sala de juego se instaló en el Hotel de París. La Salle Garnier tiene 525 asientos. En 1890 llegó la electricidad a las salas. Rodeando el edificio del casino, está el Teatro de la Ópera de Montecarlo, también obra del arquitecto Charles Garnier. De estilo italiano y recubierto de rojo y oro, fue inaugurado en el año 1879 con la actuación de Sarah Bernhardt. Ha sido remodelado hace pocos años. Y, claro, como está la Ópera no faltan algunas esculturas como un busto a Berlioz. En los alrededores del Casino encontramos carísimas tiendas de ropa. ![]() Desde las terrazas del Casino es posible ver cómo ha crecido Mónaco y los enormes rascacielos. Allí hay importantes esculturas, como «Adan y Eva» de Fernando Botero y «La Reina Mariana» de Manolo Valdés. Bajamos caminando y nos dirigimos hacia la Roca. Nos encontramos por el camino una escultura muy curiosa. Se trata de un monumento de bronce de William Grover (Williams) en su Bugatti 35B, el ganador del primer Grand Prix de Montecarlo en 1929. Luego en algún establecimiento veremos alguno de esos coches de carreras. Caminando llegamos a La Condamine, uno de los barrios en los que se divide Mónaco. El nombre proviene de la palabra “condominio”, que en la Edad media era una tierra, cerca del castillo, que se reservaba al señor feudal y estaba exenta de impuestos. Es uno de los primeros tres barrios que se crearon en la constitución monegasca de 1911. Allí encontramos el puerto de Mónaco, llamado Puerto de Hércules. Allí hay una piscina y tiene lugar el campeonato de saltos de caballo. Los mayores atractivos del barrio son la capilla de santa Devota y el mercado en la Plaza de armas. Santa Devota fue martirizada en Córcega en el siglo III. El barco que debía llevar su cuerpo hasta África quedó atrapado en una tormenta y una paloma lo guió hasta las costas de Mónaco. En la Edad Media las reliquias de la santa se robaron pero los ladrones fueron atrapados y el barco en el que iban se quemó. En 1070 o quizás antes se construyó una pequeña capilla cerca del valle de Les Gaumates donde, según la tradición, fue enterrada la santa. Fue ampliada en varias ocasiones (en los siglos XV, XVII y XIX). La iglesia actual, de color crema, se construyó en tiempos del príncipe Carlos III y se inauguró el 25 de enero de 1871. Los vitrales originales se destruyeron en un bombardeo en la Segunda Guerra Mundial y restaurados en 1948. Normalmente las esposas del príncipe soberano de Mónaco dejan allí sus ramos de novia. El mercado de La Condamine data del 18 de noviembre de 1880. Se renovó en 1992. El nuevo mercado fue inaugurado el 15 de junio de 2012. Hay puestos de frutas o flores en la plaza (a unos precios desorbitados- unos 8 euros un kilo de melocotones, por ejemplo) y un mercado cubierto con apenas unos 20 puestos. El interior se ha dispuesto de tal modo que se puede comer lo que compras allí en unos bancos de madera. Nosotros hicimos lo mismo que los lugareños e hicimos un alto en el camino en Chez Roger para comprar una porción de pissaladière (2 euros) y dos de socca (3 euros/unidad). Estaba muy bueno, recién hecho y nos lo trajeron a la mesa. Puedes comprar, si quieres una bebida, en un bar que hay a un lado o un dulce en la pastelería que hay al otro lado. Nosotros nos decantamos por los pastelitos (4,5 euros/unidad). Deliciosos, a nivel de cualquier pastelería de lujo. En un quiosco de revistas de la plaza puedes comprar bebidas frías por 1 euro o una bolsa de recuerdo (con asas resistentes) por 5. Con la barriga llena emprendemos el ascenso hacia el palacio. La rampa (Rampe de la Major) sube gradualmente y no se hace muy pesado a pesar del calor. A medida que vamos subiendo las vistas se hacen cada vez más impresionantes. Abajo hay unos wc públicos (hay varios por todas partes). No tardamos en llegar a las puertas de entrada a la fortaleza, del siglo XV. Por el camino encontramos también una estatua de Raniero III. Sabemos que hemos llegado cuando nos encontramos con la estatua de un monje. Se trata de Francesco Grimaldi. Ya comenté que se hizo con la Roca vestido de monje en 1297. Por detrás hay unas vistas impresionantes del Puerto y de otros de los barrios. ![]() La Génova del siglo XII era un lugar convulso. Aunque sus habitantes eran básicamente mercaderes y banqueros, no tardó en dividirse en dos facciones enfrentadas. Por un lado estaban los güelfos, partidarios del Papa Inocencio IV, y por otro los gibelinos, que apoyaban al emperador Federico II de Hohenstaufen. los gibelinos impusieron su poder en Génova y expulsaron a sus enemigos güelfos, entre ellos a los Grimaldi. Francisco Grimaldi, que era güelfo, se disfrazó de monje y pidió albergue en la fortaleza de la Roca. Una vez dentro, mató a los guardias y dejó pasar a sus hombres, que se hicieron con el sitio. ![]() “El Malicioso” se había casado dos años antes con Aurelia del Carretto pero no tuvieron hijos. Así pues, cuando murió en 1309, le sucedió su primo e hijastro Raniero I, señor de Cagnes, que le había ayudado en el asalto. Raniero se estableció en el baluarte que hoy se conoce como Castillo Grimaldi. Retuvo la ciudadela durante cuatro años, antes de salir en 10 de abril de 1301. En 1304 fue nombrado Almirante de Francia. El hijo mayor de Raniero y su primera esposa, Salvatica del Carretto, Carlos, tuvo que huir al exilio cuando la Roca cayó en manos de los genoveses. También fue nombrado Almirante de Francia. Carlos, que era un importante líder güelfo, volvió a la Roca el 12 de septiembre de 1331 y fue reconocido como “Señor de Mónaco” en 1342. Entre 1346 y 1355, los Grimaldi adquirieron los señoríos Menton en 1346 y conquistó el señorío de Roquebrune en 1355. El 29 de junio de 1352, Carlos diseñó una co-gobernación de Mónaco entre su tío Antonio (el hermano menor de su padre) y sus propios hijos, Rainier II y Gabriele .A su muerte los genoveses nuevamente conquistaron el territorio. Honoré I nació el 16 de diciembre de 1522. Era el hijo pequeño de Lucien Grimaldi y Jeanne de Pontevès-Cabanes. Pese a todo, su padre fue asesinado en 1523 y el niño, de apenas 9 meses, se convirtió en Señor de Mónaco, siendo regente su tío Augustine. En tiempos de su padre Mónaco había estado bajo las órdenes de Francia y su todopoderoso rey, Francisco I. Con Augustine, la relación con Francia era muy mala, tanto que juró lealtad a España y a su rey, Carlos I. La alianza duraría hasta 1641. Cuando Augustine murió en 1532 se nombró como regente a Blanche Grimaldi, tía de Honoré, pero apenas duró en el cargo unos meses. Etienne Grimaldi la sustituyó y se mantuvo en el puesto hasta la mayoría de edad de Honoré, aunque fue gobernador de Mónaco hasta su muerte en 1561. A Honoré le sucedió su hijo Carlos (Carlos I), el primer señor en negarse a rendir homenaje a los duques de Saboya en Menton y Roquebrune. Cuando murió, a los 33 años, le sucedió su hermano Hércules. El único hijo de Hércules era Honoré. Fue el 17º Señor de Mónaco entre 1604 y 1612. El 14 de septiembre de 1641, durante la Guerra Franco-española, firmó el Tratado de Péronne con Francia, abandonando el protectorado español y pasando al francés. Honoré II expulsó a la guarnición española en Mónaco. Él fue el primer príncipe soberano de Mónaco. ![]() Honoré convirtió la adusta fortaleza en un palacio. Lo embelleció y lo llenó de arte. Comenzó a coleccionar obras de Tiziano, Durero, Rafael, Rubens y Miguel Ángel. De su matrimonio con María Landi de Val di Taro tuvo un único hijo, Hércules, Marqués de Baux, que murió antes que su propio padre (en 1651). Hércules se había casado en julio de 1641 con María Aurelia Spínola, perteneciente a una poderosa familia genovesa. Tuvieron cuatro hijos pero solo un varón, Luis, nacido en 1642. De ese modo Luis se convirtió en heredero de su abuelo y en 1662 en segundo Príncipe de Mónaco. Como ya comenté, Luis fue ahijado de Luis XIV y pasó bastante tiempo en Francia ya que estaba casando con Catherine Charlotte de Gramont. ![]() La bella princesa de Mónaco era la hija mayor del Mariscal de Francia Antoine III de Gramont, Duque de Gramont, y de su esposa Françoise Marguerite du Plessis, sobrina del cardenal Richelieu. El hermano mayor de Catalina Carlota fue Armand de Gramont, el célebre Conde de Guiche, un libertino que dicen que fue a la vez amante de Felipe de Francia, Duque de Orleans y de su esposa, Enriqueta de Inglaterra. Pero no acaban aquí los parentescos. Charlotte era prima del famoso libertino Lauzun, de quien también pudo ser amante. Charlotte fue dama de compañía de Enriqueta, cuñada de Luis XIV, y fue por entonces cuando nuestra princesa tuvo una aventura con el rey. ¿Y qué hacía mientras el marido?. Pues irse a la guerra. La princesa de Mónaco fue desterrada de la Corte de Francia en 1668 por sus escándalos amorosos pero regresó cuatro años más tarde. Murió a los 39 años, habiendo dado a su esposo seis hijos. Le dedico mi tiempo porque hace unos años teníamos un grupo unos cuantos amigos y yo y escribíamos historias, haciendo cada uno de uno o varios personajes. Uno de los míos, muy queridos, fue esta princesa. Con el tiempo, y aprovechando algunas de esas historias (de ficción, claro), escribí una extensa novela con Luis y Charlotte de protagonistas. Impresionado por los palacios de Luis XIV, Luis I ordenó hacer la entrada principal, concebida como una portada en arco, rematado por un frontón roto con las armas Grimaldi; y la escalera de herradura doble del patio principal, que sigue el modelo de Fontainebleau. Se dice que los treinta escalones que componen la escalera fueron esculpidos en un solo bloque de mármol de Carrara. Tanto la nueva entrada como la escalera doble fueron diseñados por Antoine Grigho, un arquitecto de Como. Luis dilapidó mucho dinero, en gran medida haciéndole regalos carísimos a Hortense Mancini, amante a su vez de Carlos II de Inglaterra. Carlos II y el Príncipe se convirtieron en enemigos políticos más tarde, cuando Luis participó en la Guerra Anglo-holandesa en contra de Inglaterra. Luis se ganó la gratitud de Luis XIV, quien le hizo embajador ante la Santa Sede. Sin embargo, los gastos para mantener su posición en la corte papal le llevaron a vender la mayor parte de la colección de arte de su abuelo Honorato II. El hijo mayor de la pareja heredó el principado a la muerte de su padre en 1701. Antes, en 1688, había luchado en la Gran alianza del lado de Francia y participó en los asedios de Mons y Namur. Intentó fortalecer las defensas de Mónaco. De su tiempo es el llamado Fuerte Antonoius. No lo tuvo fácil porque su padre había malgastado el patrimonio del estado (y eso que se le consideraba aburrido y avaro). Tuvo que fundir los cubiertos y vender las joyas de la familia. También estaba muy interesado en la botánica. El duque de Saboya intentó hacerse con el principado pero Luis XIV lo protegió, insistiendo en que era un estado independiente y no una propiedad de Francia. Eso sí, perdieron Menton y Roquebrunne. Antonio pasó años intentando encontrar un marido adecuado para su hija Luisa Ippolita, ya que no había tenido hijos varones legítimos. Sí tenía uno ilegítimo, el Chevalier de Grimaldi, que durante 50 años incidió en la política del Principado. Luisa Ippolita se casó con Jacques François Leonor Goyon de Matignon, conde de Torigni. Su hijo, Honoré III, fue destronado en 1793, cuando tuvo lugar la ocupación francesa. En 1814 regresaron los príncipes soberanos con Honoré IV, hijo del anterior. Si alguien cree que Grace Kelly fue la única princesa de Mónaco que antes fue actriz, se equivoca. Florestán I, príncipe desde 1841 hasta 1856, se casó en 1816 con la actriz María Carolina Gibert de Lametz. El propio príncipe, que no deseaba gobernar ni estaba bien preparado para ello, era también actor de teatro y dejó las tareas de estado en manos de su mujer. María Carolina decidió pasar al protectorado del Reino de Cerdeña para aliviar las dificultades económicas que amenazaban al Principado. En esa época se intentó ser más democráticos y se ofrecieron dos constituciones, pero la población local las rechazó. Menton y Roquebrunne se rebelaron en 1848 y se declararon independientes (hasta que fueron cedidas a Francia en 1861). El hijo de la pareja de “cómicos” era Carlos III, de quien ya he hablado. Reinó desde 1818 hasta 1889. Carlos en 1853 se había rebelado contra su padre y había intentado derrocarle con tan poco éxito que acabó preso. Fue liberado a la muerte de Florestán, en 1856, y coronado. En su reinado las dos villas fueron vendidas a Francia previo referéndum. A cambio Francia debía reconocer oficialmente la independencia de Mónaco. ![]() Fue él quien fundó el Casino de Montecarlo (acuciado por la mala situación económica), parece que a instancias de su madre. El hijo y sucesor de Carlos fue Alberto Honoré Charles Grimaldi, conocido como Alberto I. Se le conocía como el Príncipe Navegante y así está representado en una estatua que vemos en los jardines de Saint Martin. Vestido de marinero y mirando al mar. Alberto entró en la Academia naval española a los 18 años y sirvió en la marina española como capitán de navío. Luego sirvió en la Marina francesa. Al príncipe le gustaban las exploraciones y los descubrimientos. Participó algunas de ellas y era muy aficionado a los estudios oceanográficos. Además, fundó en París en Instituto para la Paleontología humana. En 1909 se le nombró miembro de la Academia Británica de Ciencias. Se casó dos veces. Su primer matrimonio fue con Lady María Victoria Douglas-Hamilton, de quien tuvo un hijo, Luis II. Ella no deseaba esa boda y en 1880 obtuvo la anulac ión. Su segunda esposa fue Alicia, duquesa viuda de Richelieu, de quien no tuvo hijos. En 1899, Alberto I inaugura en Mónaco uno de los primeros laboratorios de oceanografía del mundo. Entre 1878 y 1879, se interesó principalmente por los ecosistemas de las Azores, Madeira y Canarias. Impulsó el uso de nuevos avances como la instrumentación, los mapas y la distribución del conocimiento a través de libros. Él mismo estuvo presente en muchas conferencias. En la Feria Mundial de París sus colecciones científicas causaron impresión. Así que no era raro que acabara impulsando la creación de un Oceanográfico. ![]() El 5 de enero de 1911 el príncipe Alberto concedió a Mónaco una Constitución, que, la verdad, no reducía mucho las potestades del soberano (el hombre era científico pero no tonto). Fue suspendida con la Primera Guerra Mundial. En 1911 apoyó la creación de la Carrera de Monte Carlo, competición de automóviles ideada para atraer turistas a Mónaco y al Casino. Alberto murió en 1922 y le sucedió su hijo Luis, como Luis II. Al poco de nacer Luis, su madre dejó Mónaco y pidió la nulidad en 1880 (algo que muchos están esperando que pase ahora con su sucesor y su mujer). El niño se fue a Alemania con su madre, su hermanastra y su padrastro, pero tuvo que regresar al Principado a los 11 años para ser preparado para gobernar. Sirvió en la Legión extranjera (lo que le valió el apelativo de Príncipe-soldado). En su reinado, en 1929, tuvo lugar la primera carrera del Grand Prix. En la Segunda Guerra Mundial la familia tuvo que eludir acusaciones de germanófila por culpa de Luis. Raniero III tuvo que luchar en el ejército francés para acallar rumores. Por si algunos creen que los dimes y diretes de la familia son recientes, que sepa que Luis tuvo una amante que era joven y modelo y con la que tuvo una hija ilegítima. Por miedo a que el trono de Mónaco recayera en un alemán (Luis II no tenía hijos legítimos), se incitó al príncipe a reconocer a Carlota, la hija de la modelo. Luis se enamoró luego de una actriz (otra). Se casó con ella pero no tuvieron hijos. Carlota fue la legítima heredera desde 1922 hasta 1944 pero renunció a sus derechos en 1944 a favor de su hijo, Raniero III. Sí, el de las revistas del corazón. Raniero fue regente de su abuelo y subió al trono en 1949. Antes de su matrimonio con la famosa Grace Kelly tuvo una aventura con una actriz francesa. Dicen que deseando devolver el glamour a Mónaco (y con ello atraer a grandes fortunas y demás) buscó una actriz guapa, soltera, famosa y dispuesta a casarse con un príncipe soberano. Se cuenta que le hicieron una lista, en la que aparecía Grace… Sea por los motivos que sean, se casaron en la Catedral de Mónaco en 1956. Tuvieron 3 hijos y ella murió de accidente de coche en 1982. Vamos, nada que no se sepa ya. Por Mónaco-Ville hay algunas fotos antiguas de la pareja o con sus hijos de pequeños. ![]() Raniero murió en 2005, cuando estaba a punto de cumplir los 82 años. Le sucedió su hijo Alberto (Alberto II), que hace 10 años se casó con una exnadadora presuntamente por amor. Tuvieron gemelos. Sus fotos oficiales también se ven en algunas tiendas aunque desde el principio hubo rumores de ser un matrimonio amañado. La fachada principal del palacio tiene un estilo renacentista, en color crema. Pero por un lado vemos aparecer unas torres grises que tienen un aire medieval. Estas torres, con almenas y matacanes, fueron realmente reconstruidas durante el siglo XIX. Al fondo del palacio, las fortificaciones medievales aparecen más intactas. Una torre robusta que se ve es la de Santa María. Fue reconstruida por Carlos III dándole un aire medieval. Al lado está la torre del reloj de Alberto I, en piedra blanca de La Turbie. ![]() El Patio de honor es el eje del edificio. Hay dos niveles de arcadas, con los muros pintados al fresco. Allí es donde el príncipe hace sus apariciones oficiales. Un corredor enlaza con las habitaciones oficiales del palacio, éstas de un estilo más versallesco. Son las que en condiciones normales se pueden visitar. Los salones de estado de remodelaron a partir del siglo XVI y restaurados en el siglo XVIII. La Galería de Hércules es una logia con arcos sustentados por columnas. Debe pasarse por ella para llegar a la Galería de los espejos, inspirada en la de Versalles. Tampoco es extraño. El segundo príncipe soberano fue Luis I Grimaldi, ahijado de Luis XIV (a pesar de ser solo cuatro años menor) y estaba casado con la bella Catherine Charlotte de Gramont, hija del Mariscal de Francia (y amante también del Rey Sol). Ya lo conté. En la Sala azul (por el color del brocado que la adorna) acoge retratos de la familia Grimaldi. Luego se pasa al impresionante Salón del trono, la sala más grande del palacio. El trono es de estilo Imperio y tiene un baldaquino. El suelo es de mármol de Carrara y la chimenea que hay enfrente, de piedra de la Turbie labrada. Aquí es donde tienen lugar todas las ceremonias de estado desde el siglo XVI. La Sala Mazarino, una sala de estar, está decorada con paneles de madera dorada y policromada y se llama así porque los compró el cardenal Mazarino, emparentado con los Grimaldi. No es raro, pues, que haya un retrato del cardenal. El Palacio de Mónaco preside la Roca. Es la residencia oficial de los príncipes de Mónaco desde 1297. Se construyó en 1191 para ser una fortaleza para la República de Génova y desde entonces ha sufrido muchas modificaciones. Desde finales del siglo XIII es el hogar de los Grimaldi. Estos fueron señores feudales y desde el siglo XVII, príncipes soberanos. El palacio no es el típico palacete sino una imponente fortaleza. Y eso es así debido a su situación y a las posibilidades de ser atacado. Eso no significa que por dentro carezca del lujo imperante en otras cortes europeas. La pena es que estaba cerrado a las visitas por obras. Otra vez será. A las 11.55 h se puede ver el cambio de guardia. Alrededor del palacio y la plaza hay cañones y balas de cañón de época de Luis XV. La plaza y alrededores están llenos de tiendas de recuerdos. Incluso en la tienda oficial hay cosas interesantes bien de precio. La catedral de Mónaco se llama de Nuestra Señora Inmaculada. Es muy famosa porque en el deambulatorio están enterrados algunos príncipes de Mónaco (no vi ni a Luis I ni a Charlotte). Los dos últimos (si has entrado por la derecha) son Gratia Patricia (Grace Kelly) y Raniero III. Enfrente me pareció ver una tumba vacía. Alberto, te espera... La catedral actual ocupa el lugar de lo que fue la primera iglesia parroquial de Mónaco, construida en 1252 y dedicada a san Nicolás que fue destruida en 1874. La primera piedra de la catedral se colocó el 6 de enero de 1875 y los trabajos se completaron el 12 de noviembre de 1903, aunque no fue consagrada hasta 1911. Es de estilo neorrománico. En la fachada hay un gran rosetón y un Pantocrátor. ![]() En el interior destaca un precioso retablo de San Nicolás, santos, la Piedad y la Anunciación; es obra del pintor Ludovico Brea y se pintó hacia el 1500. De la misma época es otro retablo de Santa Devota. El altar mayor y el trono episcopal son de mármol de Carrara. En el ábside hay mosaicos dorados en estilo neobizantino. El interior es bastante bonito (sin ser excepcional). El Museo Oceanográfico es de visita obligada. Está construido en una punta de la roca y fue creado por el príncipe Alberto I, el tatarabuelo del príncipe actual. Se inauguró el 29 de marzo de 1910. ![]() Su mayor atractivo es el acuario, con una laguna de 6 metros de profundidad. Y, sí, hay tiburones. Pero que nadie espere encontrar un Oceanogràfic de Valencia. Éste, aunque muy interesante, tiene dimensiones muchísimo más modestas. ![]() Se completa con un museo dedicado a la oceanografía y a la biología marinas con una presencia indispensable: la de Alberto I. Es chulísima la proyección de la Gran Barrera de Coral. Parece que estés dentro. Vale la pena pasear por los muy bien cuidados Jardines de Saint Martin. Fue el primer jardín público inaugurado en el Principado en 1816. Se construyó sobre un terreno abandonado para dar trabajo a los habitantes cuando el Principado sufría hambre. En los jardines, mirando al mar, encontraremos una estatua de bronce del Príncipe Alberto I, el «Príncipe navegante», realizada por el artista Francois Cogne, vestido de marinero y manejando un timón. Es muy interesante el Jardín botánico y hay un autobús que lleva hasta allí pero no fuimos porque estaba cerrado (no ha abierto puertas hasta el 1 de julio). Cerca de donde está el Museo Oceanográfico, en el siglo XIX, Augustin Gastaud, jardinero jefe de los jardines de Saint Martin, instaló una colección de plantas suculentas, principalmente de México que rápido llamaron la atención del príncipe Alberto I. Y fue él quien tuvo la idea de construir un jardín botánico dedicado solo a ese tipo de plantas. A principios del siglo XX se decidió instalarlo en un terreno escarpado en el distrito de Révoires, en lo alto del principado. El estado compró el terreno, que parecía muy adecuado para ese tipo de plantas, y se encargó a Louis Notari, ingeniero de obras públicas, que hiciera el jardín. Las obras empezaron en 1913 y se acabaron definitivamente 20 años más tarde.Fue inaugurado oficialmente el 13 de febrero de 1933. El jardín incluye una gruta llena de estalagtitas y estalagmitas y que baja hasta el nivel del mar. En ese lugar se encontraron restos de los animales que comían los hombres que habitaban la zona en la Prehistoria. La entrada para el museo, las exposiciones temporales, la cueva y el Museo de antropología prehistórica cuesta 7,40 euros (con reducciones). Como tiene una orografía complicada, no es accesible en su totalidad con sillas de ruedas y los cochecitos de niños se tienen que dejar en la entrada. Muy cerca de la parada de autobuses de Monaco-ville encontramos un edificio de color crema. Se trata de la Capilla de la Misericordia. La primera piedra de la capilla fue bendecida en 1639 bajo el reinado del Príncipe Honoré II de Mónaco, prior de la Cofradía de los Penitentes Negros. La Hermandad de los Penitentes Negros se fusionó en octubre de 1813 con la Hermandad de los Penitentes Blancos, por orden del obispo de Niza, con el fin de crear una sola hermandad, la Hermandad de la Misericordia de Mónaco, propietaria de la capilla. La bóveda fue restaurada muy recientemente. Al otro lado de la plaza se encuentra el edificio de color crema del Ayuntamiento. En medio, Correos monegascos. Buscamos en vano el museo del Viejo Mónaco. Antes su sede estaba en la Roca. Parece que está en obras pero no pudimos ubicarlo. Creemos que se ha trasladado a otro sitio y en otro barrio. Fontvieille fue construido, según el diseño del ingeniero italiano Gianfranco Gilardini, casi enteramente en tierras ganadas al mar artificialmente. Las obras para ganar terreno al mar empezaron en 1966 y la primera piedra del nuevo barrio se puso en 1981. Tiene unos 3.300 habitantes. No es, ni mucho menos, una zona de gente rica. Pese a todo los pisos son igualmente carísimos. En Fontvieille se ubica el Stade Louis II (o Estadio Luis II), que sirve como estadio del AS Monaco FC, así como las oficinas de la Universidad Internacional de Mónaco. También hay un helipuerto y un centro comercial. A última hora fuimos al centro comercial, hecho para gente corriente. Hay un McDonald's, un Carrefour y tiendas con precios asequibles. Allí se ubican algunos museos. Me hubiera gustado ver la colección de automóviles de S.A.S.el príncipe de Mónaco. Se trata de una colección de unos 100 coches que pertenecían a Raniero III. Unos coleccionan sellos, otros monedas y Raniero, cochazos. Hay coches de principios de siglo XX, Maseratis, Ferraris, Rolls Royce, etc, así como coches de F1. Lamentablemente estaba cerrado. En la misma planta, en lo que llaman terrazas de Fontvieille, hay un zoo fundado también por el difunto Raniero en 1954. Es pequeño, claro. Hay unos 250 animales de 50 especies diferentes. Todos sus animales fueron donados, abandonados o confiscados por la aduana. Cuando ya no pueden vivir allí, se ceden a otros zoos. En el mismo sitio hay un museo de sellos y monedas. Moverse por el país es fácil. Es pequeño y accesible. Si no quieres caminar, hay una eficaz red de autobuses. El billete sencillo cuesta 2 euros comprado al conductor o 1,5 en máquina. Hay tarjetas de 10 viajes por unos 10 euros y una de día por 5,50 euros. Etapas 13 a 15, total 15
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