Diarios de Candela la viajera. Visita a La Palma en Enero de 2020 ✏️ Blogs de España

Día 4 (Jueves 9 de Enero)

Nos levantamos con la calma a las 8.30h. Desayunamos y cogemos el coche para ir a Fuencaliente al volcán de San Antonio. Aparcamos fuera del recinto porque el parking cierra a las 17h y nosotros llegaremos más tarde. Pero hay una explanada delante y sitio para aparcar. Así que entramos en el Centro de visitantes de los volcanes de Fuencaliente, pagamos la entrada (5€ por adulto), y nos vamos a la visita. Hace un viento fuertísimo que casi te tira al suelo. Así que vamos poco a poco hasta llegar al mirador, donde hace menos viento y allí podemos hacer algunas fotillos. Es muy chulo pero ya digo que el viento gélido hace que no sea tan agradable.


Volvemos al edificio, salimos hacia la explanada donde tenemos el coche y en la izquierda vemos el poste de la ruta GR-121 a donde nos dirigimos. Queremos bajar caminando desde allí hacia el volcán de Teneguía, el Faro de Fuencaliente y las Salinas. Son unos 6kms. Es una excursión muy chula y además casi todo cuesta abajo pero no muy empinado. Vamos pasando por diferentes sendas, todo señalizado. Vamos primero por zona de viñas, luego por pista de tierra y por último antes del volcán de Teneguía la senda discurre entre malpaís (coladas de lava conocidas con la palabra hawaiana “aa”). Parece Mordor, y el paisaje es muy chulo. No subimos al volcán de Teneguía porque hace bastante viento en esa zona y tampoco vamos muy sobrados de tiempo.


Pasado el desvío al volcán se hace un giro a la derecha y estamos ya metidos del todo entre malpaís. Las vistas son impresionantes.


El camino entonces va en línea recta y empieza a bajar poco a poco.


Al final de una recta larga vemos ya el faro de Fuencaliente y las salinas. Candela se pone a correr cuesta abajo.


Vemos unas calas a la derecha que pretendemos visitar luego si tenemos tiempo.


Acabamos la excursión en el Faro y vamos hacia las salinas.


Cruzamos las salinas y vamos al Restaurante El Jardín de la Sal, que habíamos reservado el día anterior. Este sitio también nos lo habían recomendado y no nos defrauda. Es de nivel más alto, pica un poco más. Pero la comida es exquisita. Pedimos una sopa de queso, unas croquetas de jamón y huevo frito, un pescado del día y un congrio. Y una botella de vino para acompañar (un Llano Negro malvasía de bodegas Teneguía, buenísimo). Aparte un par de postres: una torrija y un helado de café. Todo por 90€. Muy bueno todo. Vale la pena probarlo.

Nos pasamos entonces por la tienda y compramos un pack de botes de sal de diferentes estilos. Como tenemos un poco de tiempo aún nos acercamos caminando a la Playa Echentive, formada tras la última erupción volcánica en la isla en los años 70. Se puede apreciar el camino de la lava hasta el mar. Es muy chulo todo. Aunque no tenemos tiempo de sentarnos ni hace muy buen día. Se supone que aquí hay una zona de aguas termales, pero nos vamos con la idea de volver otro año que vengamos a La Palma (porque además tampoco el clima acompaña para bañarse).


Así que volvemos hacia el faro para esperar la guagua de las 17.45h que nos llevará de vuelta a Fuencaliente y al coche. Llega puntual y pagamos los 7.20€ que nos pide el conductor (y aunque hubiera sido más, porque recorrer a pie los 6kms de vuelta sería criminal jaja). Candela también paga porque es gratis para menores de 6 años.
Al cabo de media hora de curvas y más curvas, pasando por un sinfín de campos de cultivo de plátanos y por el hotel La Palma Princess (que debe ser el más lujoso de la isla) llegamos a nuestro destino. Candela está destruída (se me ha dormido encima) y nosotros la verdad es que también estamos cansados, así que cogemos el coche y nos vamos de vuelta a casa. Llegamos sobre las 19h con un vendaval de nuevo y aire fresquito. Así que ya no salimos más.



Día 5 (Viernes 10 de Enero)

Nos levantamos a las 8h y después de desayunar bien nos dirigimos caminando al Centro de Interpretación del tubo volcánico (estamos justo al lado). Hacemos la visita de 4€ por adulto (Candela no paga) en el que ves la exposición, un vídeo bastante interesante, y te llevan a ver un trocito del tubo volcánico. Está muy bien. Nos dejamos la otra parte de la cueva de las Palomas para otro día. De hecho, nos dan publicidad de una empresa que te da la opción de visitar el tubo. Llamamos para ver si podemos el domingo y nos dicen que si llenan el grupo de gente nos avisarán.


Nos cogemos el coche acabada la visita y nos dirigimos a las Bodegas Teneguía en Fuencaliente (llamadas también Llanovid) para realizar la visita de las 12.30h. Llegamos justito pero llegamos. Vemos que somos un grupito pequeño así que seguro que la visita estará bien.

Diego, el guía de la visita, nos hace unas explicaciones excelentes, explicando todo muy bien, y encima con muy buena mano con Candela. Le da un boniato del campo que tienen, nos explican cómo cultivan la tierra, los duros años de los comienzos y la sequía que están teniendo estos últimos años, y también claro está la realización del vino. Un 10 para Diego!!! Acabamos catando varios vinos de la bodega, buenísimos todos. Curiosamente la malvasía es una parte muy pequeña de la producción que tienen allí (cuando yo siempre pensé que todo lo que se hacía era malvasía jejeje). Encima el precio es insuperable. La visita, tres copitas y una botella de vino que nos llevamos por 18€. Genial. Acabamos pasadas las 14h.


De allí cogemos el coche para ir a comer a Casa Goyo, en el municipio de Santa Cruz de la Palma, pero no en la cuidad en sí, sino al lado del aeropuerto (link de tripadvisor: www.tripadvisor.es/ ...lands.html). Nos lo habían recomendado bastante y no nos decepciona: chipirones, pescado del día, gambas, papas con mojo y queso asado con mermelada. Más un postre Príncipe Alberto (una especie de tiramisú con chocolate). Aparte dos copas de vino blanco, agua y café. Todo por 36€. Muy bien. Comida buenísima, y personal muy amable. Aparte tuvimos la suerte de estar en uno de sus reservados (una especie de casetas o habitaciones con una mesa).

Acabados de comer volvemos al coche y vamos a un momento al parking del aeropuerto para ver qué hacemos con el coche. Justo entrar en el parking en la zona de Cicar hay un chico que nada más escuchar el coche en 10 segundos nos dice que las pastillas de freno están muy gastadas y por eso hace ese ruidazo. Nos quedamos con cara de WTF!? y pensando, ¿pero no revisan los coches antes de entregarlos? Y también si los anteriores conductores no escucharon el ruido. Porque justo empezó a escucharse a los pocos kms de cogerlo nosotros, el primer día cuando llegábamos a la casa rural.

En fin, subimos a la oficina y me cambian el coche sin problemas. Me dicen que siempre lo revisan (me lo creo regulín). Nos dan un Opel Astra con el depósito lleno y nos vamos tranquilamente. Como el Seat León lo tenía también prácticamente lleno no me cobran nada de gasolina y me dicen que la diferencia de gasolina entre como lo deje y como me dieron el León (a 1/4) me darán la diferencia. Nos montamos en el coche y me cuesta unos minutos adaptarme, pero en general muy bien. Este coche no hace ningún ruido y enseguida me hago a él y se conduce fenomenal.

Nos vamos a Santa Cruz de la Palma a dar una vuelta. Dejamos el coche en la entrada de la ciudad donde vemos bastante sitio para aparcar, pasado el puerto, pero sin entrar en el paseo marítimo. Paseamos por las callecitas, Plaza España, visitamos la Sociedad de Cosmogonía donde hay una exposición gratuita de Playmobil que hace las delicias de Candela. También este edificio es una biblioteca y podemos ver libros muy antiguos. Muy chulo el sitio.


De allí nos vamos al Café Don Manuel a probar el famoso barraquito (el café canario, que tiene canela, un poco de limón y un Licor 43). Super dulce, pero a mí me encanta. Aparte pedimos un trozo de tarta de chocolate muy bueno. El sitio es un poquito más caro que el resto de lugares, pero vale la pena. En total 8€ por dos barraquitos y la tarta.


De allí seguimos caminando hasta los famosos balcones, en el paseo marítimo, que son muy bonitos, y nos pasamos por el barco (museo marítimo) pero está cerrado porque son ya más de las 19h. Así que volvemos al coche tranquilamente, y para casa. Al final acabamos llegando tarde como siempre. Ponemos una lavadora, cenamos y a dormir.

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Día 6 (Sábado 11 de Enero)

Nos volvemos a levantar sobre las 8h y salimos al cabo de un rato hacia el bosque de los Tilos, antes de llegar a los Sauces. Es curiosa la diferencia de clima y vegetación en el oeste y el este de la isla. Cuando pasas el túnel de la montaña que separa la isla por la mitad vamos del sol del oeste a nubes y lluvia en el este. Aparte todo es vegetación tropical en la parte este, y más sequedad y ausencia de ella en el oeste.

En fin, que llegamos a la zona de aparcamiento y procedemos con la caminata. Se trata de una hora subiendo por el bosque. Aunque llueve un poco allí dentro casi no se nota porque los árboles tapan la lluvia. El camino es precioso, muy húmedo, y con árboles enormes. Helechos, otras plantas que tienen pinta de ser muy antiguas, musgo a tope, agua y tilos. Parece un bosque de Parque Jurásico. Se ve precioso todo. Eso sí, es un poco romería. Hay gente (no mucha, pero si grupos que van pasando de vez en cuando). Pero vale mucho la pena la subida.


Al cabo de un rato llegamos al mirador del Espigón, muy estrecho, donde caben dos o tres personas. Es sobrecogedor. Sin palabras. Te encuentras en mitad de ese inmenso bosque y montañas. Las fotos seguro que no hacen justicia de lo que se ve.


Después de un ratito allí arriba y un montón de fotos nos bajamos para que la gente pueda ir subiendo, ya que como digo apenas cabe nadie. Observamos que hay una ruta de varias horas que llega al nacimiento de un par de ríos, pero es hacia arriba y sería mucho tute para Candela. Aparte recomiendan subir en 4x4 hasta arriba y hacer el recorrido en sentido inverso, de bajada. Son unos 14kms y te lleva todo un día. Así que lo dejamos para otro año.

En fina, volvemos paseando tranquilamente hasta el punto de partida, donde tenemos en coche, y seguimos caminando unos centenares de metros más para ir al centro de visitantes, ya que al lado sale un caminito que llega a una cascada. Son 5 minutos y también merece muchísimo la pena. Es espectacular, y eso que parece que no lleva mucha agua, ya que se ve un torrente que sale de aquí y que está totalmente seco.


Acabada la visita cogemos el coche (sobre las 14.30h) y vamos a Los Sauces para comer en el Restaurante El Canal. No pudimos reservar (no había cobertura en Los Tilos) y por la noche del día anterior estaba cerrado, pero nos dicen que si esperamos un rato podremos comer. Así que nos sentamos en la barra, pedimos la comida y una botella de vino, y esperamos bebiendo una copita. Hemos pedido uno llamado Viñarda, muy bueno.

Al cabo de un buen rato, sobre las 15.45h, nos llaman para sentarnos en la mesa. Y la espera merece muchísimo la pena. Pedimos salmorejo, salmón con salsa de azafrán y solomillo con foie y reducción de Malvasía. Para Candela escalopa de cerdo. Todo excelente, y por 50€. Tremendo. Muy recomendable. Pero recomiendo reservar, ya que el sitio no es muy grande.

Acabados de comer nos dirigimos en coche al Charco Azul. Es superbonito pero no hace día de baño. Aun así, hay un par de chicos en el agua. Esta zona merece otra visita sobre todo con un clima más favorable.


Paseamos hasta la Punta Espínola, que es muy bonita también.


Como ya está anocheciendo volvemos al coche y para casa. Otro día estupendo.

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Día 7 (Domingo 12 de Enero)

Nos levantamos con la calma, a las 9h, y vemos que está un poco nublado. Cuando visitamos el otro día el centro de interpretación del tubo volcánico cogimos publicidad para poder visitar la cueva de las Palomas, y aunque nos dijeron que no había previsto tour para hoy domingo porque no había gente apuntada, al final ayer nos dijeron que sí, que se había apuntado otra pareja. Así que a las 11.45h nos acercamos caminando a la entrada de la cueva de las Palomas (al otro lado de la carretera de acceso a nuestra casa) y a los 10 minutos viene un chico alemán que se presenta como Stefan y que nos comenta que al final sólo somos nosotros tres. Le pagamos (20€ por adulto y 10€ por Candela), nos da unos cascos y empezamos la visita. Nos va haciendo una explicación de la formación de esta zona, la erupción volcánica de 1947, las pocas plantas que hay por aquí por la poca lluvia (llamadas vinagreras), los líquenes, y un poco de todo. Mientras nos va explicando vamos caminando por la pasarela hacia la entrada del tubo volcánico, ya espectacular de por sí. Nos ponemos los cascos, encendemos los frontales, Stefan abre la puerta con una llave que le han dado en la entrada, y nos adentramos en las profundidades de la tierra.


Durante la siguiente hora y media vamos caminando dentro la cueva mientras nos va explicando curiosidades de este tubo volcánico y de la vulcanología en general. Se pueden visitar unos 600 metros. Hacemos ida y vuelta y es una experiencia tremenda. Muy recomendable.


Luego volvemos caminando a casa con la sorpresa de que se ha puesto a llover un poco. Vamos con el coche a la Playa de la Zamora (pasado Fuencaliente) y a comer al Kiosko la Zamora. Allí ya no llueve. Comemos papas con mojo, lapas, calamares y pescado del día (bruja en nuestro caso). Todo buenísimo, con un vaso de vino y un agua. Todo por 30€.

De allí nos vamos a dar una vuelta por los alrededores para ver desde arriba la Playa de la Zamora. Es muy chula pero hay marea alta, viento y en definitiva no es día de playa.


Así que al cabo de un rato cogemos el coche y nos volvemos hacia casa, que tenemos que preparar las maletas y descansar un rato. Nos paramos para disfrutar de la puesta de sol entre las nubes.

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