Colombia, 15 días ✏️ Blogs de Colombia

Pensábamos hacer un tour por los lagos de Guatapé pero estaba lloviendo por la mañana, así que ya que no teniamos mucho más que ver por la zona decidimos irnos a aprovechar el día en Medellín. Cogimos el bus en la terminal de Guatapé (es un restaurante que se llama la Terminal), hay una ventanilla que te venden los ticket, había un bus parado así que no tuvimos que esperar, costó 17.500 cop y en menos de dos horas estábamos en Medellín. Nos dejó en la terminal norte y desde ahí cogimos un Uber hasta el Poblado que era donde teníamos reservado el Hostel, el tráfico en Medellin estaba muy colapsado así que tardamos bastante en llegar.
Nos llamó la atención el Poblado porque no parecía un pueblo colombiano, tiene un aspecto de ciudad europea y está lleno de bares, como cualquier zona típica de fiesta aquí en España, lo que nos chocó porque no lo imaginábamos asi, pero por otro lado parecía muy seguro y nos dio tranquilidad ya que Medellín era de los sitios que más "miedo" nos daba antes de viajar.
Dejamos las mochilas y salimos a recorrer, no teníamos mucho tiempo en esta gran ciudad por lo que teníamos que aprovechar muy bien el tiempo. Fuimos caminando hasta el metro que está a unos 10 minutos del centro del Poblado, hay que comprar una tarjeta de metro y bajamos a las vías a coger el metro que nos llevara al centro de Medellín, los metros venían llenisimos y no cabía ni un alfiler, dejamos pasar el primero y vimos que la única forma era empujar para poder entrar al siguiente, si no nos quedábamos a pasar la tarde ahí. Luego se va bajando gente y ya puedes respirar, nos bajamos en la parada de San Antonio para ver algunas cosas que nos interesaban del centro. Ya íbamos un poquito más precavidas que en otras ciudades porque habían muchísimas aglomeraciones al subir y bajar del metro, además era domingo y estaba lleno de mercadillos y gente por casi todas las calles.


Comimos en un bar cerca ya que estaba lloviendo para hacer un poco de tiempo y continuar con fuerzas. Fuimos a la plaza Botero, que nos gustó muchísimo, es como un museo al aire libre con esculturas del autor repartidas por toda la plaza y detrás está el muy pintoresco palacio de la cultura, con una estructura tan bonita que no deja a nadie indiferente.



En esta zona habían muchas malas pintas y la verdad que no nos sentimos muy seguras, pero por suerte no nos pasó nada más que alguna sospecha de que alguien quiso abrir nuestra mochila.
Fuimos caminando hasta la catedral que está en medio de una plaza muy guapa también, pero esa zona parecía más insegura aún.


Así que nos volvimos al metro y de ahí al Poblado, donde nos sentíamos mucho más seguras incluso por la noche.

Cenamos en una pizzería cerca del Hostel fuimos a dar una vuelta para ver el ambiente que había y nos fuimos a dormir pronto, que al día siguiente teníamos reservado un tour y teníamos que madrugar.
Aunque nosotras no salimos de fiesta la música en el Hostel estuvo a todo volumen hasta la 1de la mañana por lo menos, así que vivimos la fiesta desde la habitacion

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Hoy teníamos el tour por la comuna 13, uno de los sitios que más nos motivaba de Medellín, cogimos el metro hasta la estación San Gabriel (está zona es muy segura), a la salida de la estación se encuentran los guías de los diferentes tours, nosotras habíamos reservado por internet con la empresa zippi tour, se trata de un free tour pero te aclaran desde el principio que lo mínimo a pagar son 25.000 cop. Caminando desde ahí a la Comuna 13 pasas por otras comunas y el guía te va contando la historia del barrio, es muy interesante el cambio que ha experimentado está comuna en los últimos años, pasó de ser el barrio más peligroso de Medellín a ser el más turístico. Está lleno de murales, música callejera, la gente del barrio vive de la música, del baile, otros montaron bares donde los turistas que van a hacer las visitas consumen y tiendas que venden artesanías.


Nuestro guía hizo la visita muy divertida e interesante, nos contó también su historia personal y como sobrevivieron en la época de la guerrilla en un barrio tan conflictivo como este, el cambio que representa para ellos las escaleras mecánicas en medio de la comuna, que además de facilitarles la subida, significa una gran inversión en la comuna y un símbolo para los habitantes.


El tour acaba en la terraza de un restaurante con vistas a toda la comuna que montaron el guia de nuestro tour y su familia, así que ya aprovechan para ofrecer a toda la gente que sube si quiere consumir algo ahí. Nos alegro mucho ver qué después de toda la pobreza e inseguridad por la que habían pasado, ahora puedan vivir tranquilos y les vaya muy bien. Recomendamos totalmente hacer el tour con la empresa zippi tour, nos gustó muchísimo la experiencia, los guías viven en la comuna y saben la historia mejor que nadie.


A la vuelta puedes sacar fotos tranquilamente porque con el tour vas un poco más rápido, buscamos un sitio donde comer en la comuna y volvimos a la estación de metro.

El día estaba bastante lluvioso, esperamos a que parara y decidimos coger un Uber para ir al pueblito paisa, a mí no me sorprendió la verdad, en medio hay unas casitas que hacen la réplica de un pueblo típico, hay muchas tiendas de souvenirs a muy buen precio y otras de comida, también tiene buenas vistas a la ciudad pero el día estaba bastante nublado.

Al día siguiente, ya era el último día del viaje y nos lo tomamos con calma, recorrimos el Parque Lleras en el Poblado, que está justo al lado de la zona de fiesta, tiene partes que están bonitas pero no lo pudimos apreciar bien porque esta todo en obras.


Queríamos conocer otros parques como el Arvi o el de los sentidos que nos llamaban la atención, pero era lunes y todos estaban cerrados.

Fuimos en metro hasta San Gabriel y desde ahí cogimos el metro cable hasta la Aurora, recorre todas las comunas desde arriba, las vistas amplían un poco lo que vimos en el tour de la comuna desde dentro, con el mismo ticket del metro subimos y bajamos del metrocable y volvimos al centro sin tener que volver a ticar (nos salió gratis), pero no es una visita que recomiende si vas justo de tiempo, si bien es super útil como medio de transporte para los habitantes, no es algo que atraiga al turista


Volvimos en el metro y nos bajamos en el centro (San Antonio) para comer e ir a la plaza de las luces, se largó a llover muchísimo cuando acabamos de comer, pero ya eran nuestras ultimas horas en Colombia así que nos pusimos las capas y fuimos a ver la plaza que nos había quedado pendiente el día que fuimos al centro, llama bastante la atención por lo peculiar de esta plaza, tiene miles de luces repartidas y en medio cañas y árboles.


Por último, volvimos en el metro al Poblado a buscar las mochilas y cogimos un Uber hasta la estación sur de bus y de ahí un bus directo al aeropuerto que tarda más de una hora o casi 2 por 9.000 pesos. Te deja en el mismo aeropuerto pero sigue su recorrido así que hay que estar atento de no pasarte.

Para concluir, recomendamos absolutamente viajar a Colombia, nos encantaron todos los sitios que recorrimos, si bien no pudimos dedicarle a cada lugar el tiempo que se merecía y nos quedaron pendientes muchos otros, no quitaríamos nada de este viajazo y volveríamos a repetir sin lugar a dudas, esperamos que les haya gustado nuestra experiencia y cualquier duda estamos a las órdenes.

FIN

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