Desayunamos en Barú frente al mar y volvimos a Cartagena de la misma forma en la que llegamos, hay que caminar por la playa hasta el principio donde están todos los barcos, coger un camino de tierra y llamamos la moto taxi que nos vino a recoger al Parking, desde ahí fuimos a Pasacaballos y el conductor de la moto hizo parar el bus y nos subimos. La vuelta del bus nos costó 2.500 y nos dejó nuevamente en el monumento de la India Catalina, el recorrido que hace a la vuelta no es el mismo que a la ida y se nos hizo más corto.
Fuimos caminando al Hostel con un calor de morirse a dejar las mochilas y recorrer el centro de Cartagena que lo teníamos pendiente.
Se recorre todo caminado desde Getsemaní hasta el centro no son muchas calles, fuimos primero a la torre del reloj y a la Catedral.

Luego comimos por ahí, nos tomamos un helado y seguimos recorriendo las calles de los alrededores que tienen mucho encanto.

Terminamos la visita de esta zona en las murallas de Cartagena, son 11 km de estas enormes murallas que rodean el centro histórico y fueron construidas para defenderse de las invasiones piratas. Desde arriba hay unas vistas muy bonitas al mar.

Desde ahí fuimos al Castillo de San Felipe pero estábamos cansadas, vimos que había que subir mucho, había mucha gente porque era fin de semana y decidimos verlo desde fuera, es muy impresionante de todas formas.

Cruzamos al parque que está en frente y fuimos al famoso monumento de los zapatos, después de un rato de cola nos sacamos la foto de los zapatos con el Castillo de fondo, nada del otro mundo para que se formen esas colas pero ya que estábamos ahí aprovechamos.

Ya agotadas de caminar con un calor agobiante todo el día, fuimos a comprar unas cervezas y ver el atardecer relajadas desde un paseo marítimo muy bonito que encontramos.

Por la noche volvimos a cenar y ver el ambiente de la plaza que estaba en la esquina del Hostel. Probamos el patacón con todo, lo habíamos visto la otra noche que todo el mundo lo comía y nos llamó la atención, pero no nos gustó mucho era patacón con un montón de tipos de carne, salchicha, queso y no sabemos que más tenía esa mezcla.
Era fin de semana así que la noche estaba muy animada por la zona, pero nosotras nos tomamos algo en la plaza y nos fuimos. Nos quedó pena de no vivir más la fiesta de Cartagena, ver algún grupo en en vivo y verlos bailar que debe ser un espectáculo, pero quedará pendiente para la próxima...