![]() Albania al natural ✏️ Blogs de Albania
Diario de una semana en Albania en mayo de 2024: Theth, Shkoder, río Shala, Kruje, Berat y Tirana.Autor: Marimerpa Fecha creación: ⭐ Puntos: 4.8 (20 Votos) Índice del Diario: Albania al natural
Total comentarios: 28 Visualizar todos los comentarios
Etapas 7 a 9, total 9
Después de un buen desayuno, salimos a descubrir el centro histórico de Kruje, comenzando por uno de sus principales reclamos: el antiguo bazar otomano. Este mercado se caracteriza por sus casas de piedra y tejados de teja y madera labrada. Una serie de calles estrechas repletas de puestos de artesanía y souvenirs de Albania. Los vendedores no son muy insistentes y había cosas interesantes. Allí compré una camisa, unos pendientes y algunos imanes.
Desapercibida entre los puestos del bazar está la mezquita Murad Bey, generalmente cerrada al público. Lo que no pasa inadvertido es su minarete, presente en casi todas las panorámicas de Kruje. Las calles del bazar conducen al otro gran atractivo turístico de la ciudad: el castillo, considerado un símbolo de la resistencia albanesa contra el imperio otomano, liderada por el héroe nacional Skanderbeg. En el recinto fortificado encontramos edificios originales de la época otomana, unos en mejor estado de conservación que otros, como la torre campanario que vemos apuntalada, los restos de la mezquita Fatih Sultan Mehmet o el Dollma Tekke. También hay en el castillo edificios de reciente construcción, como el Museo de Skanderbeg y el Museo Etnográfico Nacional. Nosotros no visitamos ninguno. Dimos por concluida nuestra breve visita a Kruje y volvimos a la carretera para ir a Berat. Tras más de dos doras de camino llegamos a nuestro alojamiento para esa noche, Veranda B&B. Es un pequeño alojamiento familiar, con 3 habitaciones en una casa particular a las afueras de Berat, pero a poca distancia a pie de del centro histórico. Está regentado por un matrimonio mayor, muy amable y hospitalario. La señora no habla nada de inglés, pero nos dio una cálida bienvenida, y el marido nos explicó lo que podíamos ver en la ciudad, dónde comer, etc. Lo primero que hicimos fue irnos a comer, que ya tocaba. De todas las opciones que hay en Berat, nos decantamos por un restaurante escondido en un callejón, el Zgara Zaloshnja, totalmente recomendable. Platos típicos albaneses, pequeños para probar varios, con buena calidad y precio ajustado. Además, los camareros son muy amables. Uno de ellos hablaba español y estuvo un buen rato hablando con nosotros para practicar. Ya con la barriga llena, fuimos a recorrer el barrio de Mangalem, uno de los 3 barrios históricos de Berat. Mangalem es considerado el barrio musulmán de Berat, con una arquitectura característica por la cual Berat es conocida como la ciudad de las 1000 ventanas. Mangalem es un entramado de calles estrechas y empinadas, con flores, mezquitas increíbles y otros edificios históricos. Mezquita de los Solteros. Esta pequeña mezquita está encajada entre las casas de Berat, junto al río. La encontramos cerrada, pero por la tarde volvimos a pasar por allí y estaba abierta, con varias personas rezando. Nos asomamos discretamente para apreciar las pinturas de su interior. Mezquita del Rey y tekke de los Halveti. Son dos edificios que están en la misma plaza y que pueden visitarse de forma conjunta, siempre que no haya rezo, pagando la pequeña cantidad de 100 leke o 1 euro. En ambos lugares destacan las pinturas, muy bonitas, y el techo de madera policromada. En la mezquita del Rey puede subirse a la galería de las mujeres para tener otra visión del lugar. Mezquita del Plomo, que recibe el nombre del material que recubre su cúpula. Es la mezquita más grande de la ciudad, pero no pudimos visitarla. No sabemos si es visitable o solo abre para el rezo. A pocos metros, en la misma plaza, está la Catedral Ortodoxa de Berat. También visitamos el palacio del Pachá Ahmet Kurt en Berat, que está en ruinas. Entre lo que queda en pie destaca la logia porticada y una puerta de acceso. Desde Mangalem se puede subir caminando al barrio del castillo, Kalaja, pero nosotros dejamos esa visita para el día siguiente, así que cruzamos el río por el moderno puente peatonal para ir a Gorica, el barrio cristiano. Cuando cruzamos el río fue cuando tomamos consciencia de las 1000 ventanas de Berat, pues es desde Gorica que podemos apreciar la famosa panorámica de Berat. Para cenar fuimos al Friendly House, que me lo recomendaron por varios sitios y la experiencia no fue muy buena. Tiene una terraza junto al minarete de la mezquita de los Solteros, que si logras sentarte ahí las vistas son muy disfrutables. Pero la comida y el servicio, regular. Se olvidaron de uno de nuestros platos, encontré un pelo largo en mi comida, y el resto de las cosas no estaban malas, pero tampoco era ninguna comida destacable. Etapas 7 a 9, total 9
Empezamos el día con un buen y abundante desayuno casero. Recogimos nuestras cosas y fuimos en coche hasta el castillo de Berat. El barrio del castillo, Kala o Kalaja, es un conjunto de calles estrechas de piedra, iglesias y restos arqueológicos dentro de las murallas de la ciudadela.
Nos “perdimos” por sus callejuelas y fuimos visitando los monumentos que nos encontramos de paso, pero creo que no nos dejamos nada. Uno de los lugares más destacados es la iglesia de la Dormición de la Virgen, que hoy alberga el Museo Onufri, dedicado a un importante pintor de iconos bizantinos. Después pasamos por las iglesias de San Nicolás, Santa María y Santa Elena, muy cercanas entre sí. Son construcciones de piedra, pequeñas, y que encontramos cerradas. La iglesia de Santa María de Blanquerna es uno de los monumentos religiosos más antiguos de Berat, y conserva frescos en sus paredes. Según el cartel debería estar abierta, pero no lo estaba. Había un señor limpiando, al que preguntamos, pero no nos hizo ni caso. La iglesia de la Santísima Trinidad (también cerrada) se encuentra en un espacio abierto y con magníficas vistas. Callejeando hasta el mirador encontramos los restos de la mezquita blanca y la mezquita roja, de las que queda poco más que el minarete. También por la cisterna, en el patio de la ciudadela. En un extremo de la fortaleza se encuentra el mejor mirador de Berat. Las vistas son inmejorables, hacia el barrio de Gorica y a una parte de Mangalem, el barrio musulmán. Dimos por terminada la visita a Berat y pusimos rumbo a Tirana, la última etapa del viaje. Nos habían avisado de que el tráfico en Tirana era caótico, y tenían razón. Habíamos reservado un hotel cerca del centro con aparcamiento privado. Pero nos costó aparcar el coche porque la entrada al garaje estaba colapsada por coches mal aparcados. Aún así, recomiendo el hotel Vila e Arts, con habitaciones bastante nuevas, céntrico y con el parking gratuito. Nuestra primera misión en Tirana era buscar un sitio para comer que estuviese cerca del hotel. Fuimos al Tradita te Meri, cerca del mercado. Resultó ser un restaurante donde va la población local, ya que allí casi nadie hablaba inglés. Nos entendimos con la camarera como pudimos y resultó ser un acierto. Comida sencilla, sabrosa y bien de precio. Después fuimos a visitar la ciudad. Reconozco que no tenía yo mucho interés en Tirana, ya que había leído que era una ciudad caótica y fea. Por eso solo le dejé el último día, para dormir en la ciudad y salir temprano al día siguiente. Después de haberla visitado, me reafirmo. Si se tiene poco tiempo en Albania es mejor dedicarlo a conocer otras zonas más bonitas del país. En mi opinión, con un día es más que suficiente. Pero para gustos, los colores. Empezamos la visita por la mezquita Namazgah, la más grande de los Balcanes. Cuando nosotros estuvimos estaba cerrada porque aún no estaba terminada, pero nos consta que la inauguraron unos meses después. Se la conoce como la Gran Mezquita de Tirana, impresionante con sus cuatro minaretes de 50 metros de altura, la cúpula central de 35 metros y otras 18 menores. Puede que le resulte familiar a quien haya estado en Estambul, ya que está inspirada en la Mezquita Azul. De hecho, la construcción de este templo fue financiada por Turquía. De allí pasamos por el castillo de Tirana, hoy un centro comercial al aire libre con multitud de restaurantes y bares, y fuimos a la plaza Skanderberg, el centro neurálgico de la ciudad y donde se concentran sus principales atractivos. Entre los principales edificios que la rodean se encuentran el Museo Histórico Nacional, la Mezquita de Et’hem Bey, el Palacio de la Cultura, el Ayuntamiento, el Banco Nacional y la Torre del reloj. En un lugar destacado está la estatua de Skanderberg. Entramos en la mezquita de Et’hem Bey, una preciosidad. Lo que más nos gustó de Tirana. Por fuera no se intuye lo bonita que es, con los coloridos frescos de su sala de oración. Además de su valor artístico y arquitectónico, tiene un valor histórico, ya que fue clave en la caída del régimen dictatorial de Enver Hoxha. Durante la dictadura las iglesias y mezquitas del país fueron cerradas, y en el año 1991 diez mil musulmanes se rebelaron y entraron a la fuerza en esta mezquita para rezar. Este hecho histórico fue un gran paso hacia la caída de la dictadura albanesa. Entramos en el Bunk’Art 2, un museo ubicado dentro de un enorme búnker antibombas. ¿Sabías que en Albania hay 750.000 búnkeres? El dictador Enver Hoxha era un poco paranoico y, pensando que iban a atacar el país de sus países vecinos o sus antiguos aliados soviéticos, ordenó construir un bunker para cada 4 habitantes por miedo a una invasión. Los búnkeres se encuentran en los lugares más insospechados y en ellos se gastó una cantidad ingente de dinero, lo que hizo que Albania se convirtiese en uno de los países más pobres de Europa. Después fuimos a la Catedral Ortodoxa de la Resurrección de Cristo. ¿Sabías que es la iglesia ortodoxa más grande de los Balcanes? En Tirana todo lo hacen a lo grande. Descansamos en el parque de la ciudad, que estaba un día de mucho calor y mi rodilla estaba resentida de tanto caminar. La cena la hicimos en el restaurante Konaku Tezes, justo al lado de donde comimos. Nos gustó mucho. La camarera muy amable, la comida buena, el precio barato y las raciones abundantes. De hecho pedimos más de la cuenta pensando que por los precios sería poca cantidad, y no nos pudimos acabar todo. Desde luego Albania es un país para disfrutar de la gastronomía, y esa última cena en el país estuvo a la altura. A la mañana siguiente devolvimos el coche en el aeropuerto después de una intensa semana en Albania. Para ir al aeropuerto se forma un atasco monumental, así que id con tiempo. Etapas 7 a 9, total 9
Iba a Albania con pocas expectativas, incluso con algo de miedo tras las opiniones negativas que leí una vez comprados los vuelos. Pero ha sido un viaje muy bonito, una semana de naturaleza, buena comida y pueblos con encanto. Ha estado condicionado por mi lesión de rodilla y por la lluvia de la primera parte del viaje, pero aun así hemos podido hacer casi todo lo planteado.
Hay que tener en cuenta que Albania es un país poco desarrollado turísticamente, y eso tiene sus pros y sus contras a la hora de viajar. Por un lado, los precios son bajos, la gente es amable y tiene ese punto de autenticidad. Por otro, la red de carreteras es bastante mejorable y se forman muchos atascos, y están poco concienciados con el tema de tirar basura a la naturaleza. Se nota que se están poniendo las pilas con muchas cosas, ya se han dado cuenta de que el turismo es una importante fuente de ingresos. En los destinos turísticos está todo en obras, y nos vinimos con la sensación de que ese encanto de la autenticidad se va a perder de aquí a nada. Esperemos que no se pierda también el encanto natural con la construcción descontrolada y la masificación turística. En cuando al itinerario, creo que fue ideal para una semana. Cuando me preguntan si nos gustó Albania, siempre digo que nos gustó mucho, las cosas que vimos y la época en la que fuimos. Hay gente que ha vuelto desencantada de Albania porque esperaban esas playas paradisiacas que se venden por ahí y que luego resultan estar privatizadas y masificadas. No puedo opinar, porque no fuimos. Lo que más nos gustó, los Alpes albaneses y el río Shala. Encantos naturales de los que nos trajimos un buenísimo recuerdo. De ciudades y pueblos, Berat nos encantó. Y disfrutamos mucho de la comida, un elemento que añade un plus al viaje. GASTOS PARA DOS PERSONAS Vuelos Madrid – Tirana: 294 € 7 noches de alojamiento: 326 € Coche de alquiler: 210 € Gasolina: 64 € Entradas y actividades: 120 € Restaurantes: 229 € Supermercados: 20 € Tarjeta teléfono: 23 € Hotel en Madrid: 62 € Parking en Madrid: 63 € TOTAL: 1411 € Etapas 7 a 9, total 9
📊 Estadísticas de Diario ⭐ 4.8 (20 Votos)
![]() Total comentarios: 28 Visualizar todos los comentarios
CREAR COMENTARIO EN EL DIARIO
Diarios relacionados ![]() ![]() ![]() ![]() ![]()
![]() |