![]() ![]() Estocolmo-Tallin-Helsinki ✏️ Blogs de Baltico y Fiordos
Viaje por tres países a orillas del báltico en Julio de 2025.Autor: KMblanco Fecha creación: ⭐ Puntos: 4.8 (4 Votos) Índice del Diario: Estocolmo-Tallin-Helsinki
01: Organización del Viaje
02: Día 1: Helsinki
03: Día 2 Helsinki
04: Día 3: Helsinki - Tallín
05: Día 3 y 4: llegada a Tallin
06: Día 5: Tallin
07: Día 6: Estocolmo
08: Día 7: Estocolmo
09: Día 8: Uppsala y Situgna
10: Día 8: vuelta a España
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Etapas 4 a 6, total 10
Sábado 19 de Julio: Helsinki
Nos despertamos sin prisa, desayunamos en el alojamiento, recogimos las cosas y después de dejarlas en las taquillas del alojamiento (gratuitas, por cierto) fuimos a coger el metro hasta la isla de Lauttasaari. Es la segunda isla más habitada de Finlandia, con 20.000 habitantes. Así que imaginaos como son las demás. Después de salir por la estación de lauttasari, caminamos unos 10 minutos hasta la playa (Lauttasaari Beach). Nos llamó la atención que había cambiadores públicos para que la gente se pusiera el bañador. Son muy pudorosos en el norte. Además, nadie lleva ni sombrilla ni sillas. La playa era pequeña pero tenía una cafetería con una terraza super mona (Ravintola Kasinonranta Paviljonki Lauttasaari). Fuimos hacia la derecha dando un paseo por al lado del mar. Lo recomiendo mucho porque era una especie de bosquecillo, muy agradable. No sé si volvería a Finlandia pero desde luego si te gusta la naturaleza es un lugar donde se respira mucha paz. ![]() Luego nos acercamos hasta el búnker Myllykallio, que tiene un pequeño cañón. Si lo volviese a hacer lo haría al revés, ya que es cuesta arriba y ya a las horas que fuimos hacía calor: iría primero al búnker y luego al paseo. ![]() Volvimos en metro al centro de Helsinki, visitamos el mercado cubierto (que nos podríamos haber ahorrado) compramos la comida en el super al lado del alojamiento (ya que el ferry lo teníamos con Eckero Lines y nos dijeron que la comida sin más) y nos cogimos unos cafés para llevar. En Helsinki es habitual que los supermercados vendan café caliente para llevar. Lo mismo pasa en Estocolmo. Tras recoger las cosas y tomar el café, pusimos rumbo al puerto. Como recomendaban llegar entre 2 horas/hora y media antes, fuimos con tiempo. En tram se tardan unos 10 minutos. El Ferry se compra por internet. Hay una amplia oferta y recomiendan que uses un comparador. Nosotros nos decantamos por la más barata (Eckero) en la que, además, con el cogido LOMA25 te hacían un descuento muy importante. Pagamos 18 euros/persona + 5 euros de locker (eso lo pagas en el momento que coges la taquilla, dentro del crucero). El crucero era viejillo. Hay pocos asientos pero la gente se va desplazando, así que lo mejor es coger un sitio al principio y luego ya irse cambiando. En la parte de arriba en la cubierta hay muchísimo espacio, muchos asientos y con el calor que hacía se estaba fenomenal. Al final son unas 2 horas de trayecto, así que preferimos precio a calidad. La hora también es la que mejor nos venía (15:35). Sin embargo, dicen que viking line está mucho mejor. Llegamos a la estación de pasajeros sobre las 14 horas. En el caso de Eckero, si te descargas la Apple no hace falta que hagas el check in. En otro caso, al llegar te diriges bien al mostrador o bien en las máquinas que hay disponibles. Pasas el billete por una máquina y entras a la sala de espera. Para esperar hay un hall enorme. Nosotros comimos en una terracita que daba al mar nuestra compra del supermercado. En cuanto llegó el barco, hicimos cola y montamos. El barco era impresionante: tenía varios restaurantes, recreativos, tienda. En uno de los bares laterales nos tomarnos dos expresos (8 euros, un robo) con vistas al mar. ![]() Cuando quedaba poco menos de una hora, subimos a cubierta y nos sentamos en unos bancos a hacernos fotos y contemplar el mar. Vimos como llegábamos a Tallin, fuimos a por las cosas (que por cierto, las taquillas son cómodas porque se abren y cierran con el propio billete) y ya desembarcamos . Y hasta aquí la primera ciudad. A Helsinki como ciudad no sé si volvería. Suolemina nos impresionó mucho y creo que es un must si vais a la ciudad, aunque tengáis que renunciar a ver otras cosas, merece muchísimo l pena y al final si cogéis los billetes sueltos sale en 6,40 euros que está muy bien. En Helsinki el Google maps funciona raro y no marca bien las estaciones de metro. Muchas están dentro de edificios lo que no hace fácil acceder. Nos quedó por ver el café Regatta y todo ese parque, que lo recomiendan mucho, pero estaba muy lejos y preferimos Suolemina. Respecto de las cuentas: Hotel: 172 euros Hostelería: 38+62+8=108 Free tour: 10x2=20 Transporte: 4,4+10=14,4, 14,4x2=28,8 Supermercado: 55 euros (aquí tenéis que hacer acto de fe) Total: 162+108+20+28,8+55=373,8 (aprox 187 por persona). Presupuesto: 400 euros (200x2 noches). Cumplimos presupuesto en esta etapa 💪 Etapas 4 a 6, total 10
Sábado 20 (continuación)
Al llegar a Tallin, decidimos ir al hostel en tranvía. Cogimos el número 2 en Vanasadam 2 paradas hasta A. Laikmaa; y de ahí otros 10 minutos andando al hostel. El apartamento estaba en plena calle viru, en la entrada de la ciudad medieval. No tenía pérdida. Aunque era menos moderno que el anterior, estaba super limpio, tenía mucha luz y la habitación era separada del salón/cocina. ![]() Estábamos muy cansados del viaje, asi que decidimos descansar y salir directamente a dar un paseo y cenar. Nuestro candidato fue el pub Kompressor, famoso por sus crepes, que recomiendo mucho. Fuimos dando un paseo por la plaza del ayuntamiento, vimos la iglesia luterana y subimos a los miradores a contemplar la vista de la ciudad medieval. Después bajamos ya hacia el sitio de la cena. ![]() El Kompressor es un pub céntrico con buenas críticas en san Google. Se supone que hay que hacer cola pero esperamos 5 minutos (eran las 8 de la tarde) y enseguida nos dieron mesa. Viendo los crepes de otras mesas decidimos pedir dos; uno de pollo y otro de salmón con queso. Además, pedimos unas patatas y dos cervezas Leffe de grifo, que es belga. Me sorprendió que tenían estrella Galicia de botellín. La cerveza típica de Estonia es la Haku, pero en ese momento no lo sabíamos. Pagamos 28 euros por todo lo que os hemos dicho, los crepes eran espectaculares y super sabrosos. Y muy muy grandes. Después de cenar se nos antojó un helado que compramos en Scholler, de chocolate con caramelo salado, muy bueno, y nos lo tomamos en unos bancos en la plaza del ayuntamiento. Después de un pequeño paseo fuimos al alojamiento y a dormir, que ya se acumulaba el cansancio. Domingo 21 Al día siguiente, madrugamos para hacer un free tour con la empresa tasteandfeelestonia.com/. El tour fue espectacular, lo recomiendo muchísimo. Dimos una vuelta por todo el casco antiguo muy a fondo, con un conocimiento profundo de esta ciudad patrimonio de la humanidad de la UNESCO. Descubrimos que su auge económico estuvo propiciado por pertenecer a la liga Hanseática, lo que le permitió experimentar un auge económico significativo durante la Edad Media, actuando como un importante centro comercial. La ciudad se benefició del intercambio de bienes como pieles, miel y cuero hacia el oeste, y sal, arenques y vino hacia el este. ![]() Fascinados con esta parte de la historia totalmente desconocida para nosotros, nos animamos a entrar en la exposición del Gran Gremio, al que pertenencían los comerciantes casados de la ciudad. Por circunstancias, la entrada nos salió gratis; aunque su precio normal son 14 euros, bastante elevado para lo que es. Aún así, la visita merece la pena, sobre todo si te interesa el tema del intercambio comercial en la edad media, hay infinidad de armas, monedas e incluso stands interactivos para los más pequeños. Lo veo muy buena opción si vais con niños. ![]() Comimos en el Peppersak, un restaurante ambientado en el medievo. Habíamos pensado ir al Olde Hansa pero en pleno verano se nos hacía bola pagar lo que costaba por una comida pesada, y las cervezas artesanas del Peppersak merecieron la pena, aunque la comida no tanto. Pagamos 65 euros por 2 pintas de cerveza, un plato de pan frito, un plato de salchichas y otro de cordero. Vale la pena por la decoración pero si volviese hubiese comido en otro sitio, más después de saber que en Tallin hay unos 43 locales incluidos en la guía michellin. ![]() Después de un buen descanso (necesario) decidimos tomarnos la tarde con calma porque estábamos completamente agotados y necesitábamos bajar el ritmo. Así que fuimos a la playa de Pirita, un arenal enorme cerca de Tallin. Se llega en autobús, que puedes pagar con contactless en el propio vehículo, 2 euros el trayecto. El bus se coge en la terminal de autobuses que está en el centro comercial “Viru Keskus”, justo saliendo de la zona vieja de Tallin. Nosotros nos perdimos un poco porque no fuimos capaces de llegar desde el centro comercial y tuvimos que salir y volver a entrar, pero si en Google ponéis “Viru keskuse bussiterminal” llegáis y se cogen ahí. Valen tanto el 1 como el 34 y la parada es Pirita, no tiene pérdida. La playa está fenomenal, aunque no es muy profunda y el día que fuimos había bandera roja. Estuvimos un buen rato tranquilos y luego estuvimos pendientes de Google que indica bien los tiempos de espera para cuando llegase el bus. En esta ocasión, se puede coger el 1, el 8 o el 34 para volver, en función de adonde vayas. Después de una compra en el super volvimos a casa, cenamos ensalada y salimos a dar una vuelta por la noche de Tallin, viendo de nuevo los espectaculares miradores y como se atardecía. Este día fue muy tranquilo porque no podíamos más. Etapas 4 a 6, total 10
Lunes 21 de Julio
Ya que el guía nos indicó que había varios restaurantes de la guía Michellin escogimos uno en la zona de Telliskivi, el restaurante Moon, para tener una excusa para acercarnos a esta zona industrial en la que, además, hay un mercado con un puesto con productos de Mercadona (o eso nos salió en Instagram). Decidimos salir hacia el Jardín del Rey danés, en el que hay tres estatuas de monjes sin cara que dan un poco de mal rollo. Había un señor tocando la guitarra, tocando el Expresso Macciato. Nos hizo mucha gracia. Ya que estábamos allí, decidimos ir al Kok in de Kiek, un museo que permite acceder no solo a una parte de la muralla sino también a los túneles de Helsinki. A nosotros por cuestiones personales nos salió gratis. También es gratuito los domingos, para todo el mundo, previa retirada la entrada en internet. Si vais otro día, la entrada completa son 16 euros y permite la subida a las torres, un trozo de la muralla y a los túneles. Personalmente, me impresionaron más los túneles, aunque la muralla es también muy recomendable. Si tuviera que pagar, me decantaría por la entrada completa. Si vas con niños, hay varias actividades interactivas, por lo que es buena opción. Nosotros no enredamos mucho y aún así estuvimos unas dos horas, incluyendo un merecedio descanso para tomar dos ice latte en la cafetería, en la propia muralla, que nos costaron 5 euros cada uno, aunque por el lugar merece la pena. Lo mejor: los túneles que recorren el bastion. No se sabe de dónde proceden, pero se cree que se hicieron cuando Estonia pertenecía a Suecia para protegerse de los ataques rusos. No solo es una pasada poder recorrerlos sino que, además, los tienen muy bien conservados con varios montajes sobre cómo se reconstruyeron los túneles, para que se usaron en las distintas épocas y, en particular, que se usaron como refugios aéreos en la IIGM. Muy recomendable. Eso sí: son un poco claustrofóbicos y hace frío. Para comer fuimos al Moon, la que sería nuestra mejor comida del viaje. Pedimos una sidra estonia y una cerveza, pastel de patata, pollo al Kiev y Salmón. Estaba todo exquisito. Imaginaos la pinta que tenía todo que a nuestro lado se sentó una pareja que pidió exactamente lo mismo que nosotros. Todo eso, 63 euros, así que de lujo. Después, recorrimos el mercado. Hay souvenirs y tiendas de antigüedades. Además, en la parte de comida tienen un puesto de productos españoles en la que tienen todo productos de Mercadona. Aproveche para comprar monedas de la antigua URSS. A la tarde nos tomamos un café y un helado en Cortyle, aunque estaban buenos, esperaba más. Luego bajamos hacia el pasadizo de Santa Caterina y seguimos avanzando hacia kalamaja, una zona industrial con galerías de arte. Pasamos el enorme búnker y llegamos a Kalarand. Si hubiésemos sabido que había esta pequeña cala rocosa tan cerca nos hubiésemos traído el bañador. El lugar estaba lleno de gente haciendo deporte y disfrutando del día, pero para nada abarrotado. Es algo que nos gustó mucho del viaje: que sin estar vacío todo estaba mucho mas tranquilo que en España. Además, puedes contemplar el Kalaranna shipwreck, unos restos de un barco hundido hace unos 300 años que se han ido degradando hasta formar parte del paisaje urbano. Seguimos caminando hacia Patarei Merekindlus. Actualmente, solo se puede visitar por fuera. Es una prisión soviética de los años duros de la guerra, que antiguamente fue una fortaleza. Recomiendo ir hasta allí y verlo. Luego pasamos por Margarita la Gorda, las tres hermanas (una de las estampas más pintorescas de Tallin) y fuimos a bajando la calle hasta llegar al alojamiento. Después de cenar en él, bajamos a disfrutar de la que sería nuestra última noche y nos tomamos una cerveza en Pühaste Taproom Tallinn, dos cervezas Sadu 6 euros cada uno. Cerraban pronto pero no nos importó, ya que al día siguiente iríamos al aeropuerto temprano a coger un vuelo al destino siguiente. Nos encantó Tallin. Si tenéis oportunidad, dejaos llevar por esta ciudad mágica. Dos noches son más que suficientes para explorarlo. Gastos: Alojamiento: 250 euros Hostelería: 197,8 (28,6+7,2+65+10+63+12+12) Free Tour: 30 euros Compra: 35 euros Desplazamientos: 4x2=8, 8x2=16 Total: 250+197,8+30+35+16=528,8 euros (lo que serían 265 aprox por persona). Presupuesto: 3x200=600 Habríamos cumplido presupuesto. Etapas 4 a 6, total 10
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