Desde el aire, la silueta de la isla de Malta, nos proporciona una impresión muy real de lo que nos vamos a encontrar una vez pongamos los pies en el suelo. Una pequeña isla, con distancias cortas, de tonos ocres en tierra y turquesas en el mar, escasos núcleos urbanos con defectuosas comunicaciones y un centro capital turístico y aglomerado que es el núcleo principal de la isla.
Alquilarse un coche, es una opción interesante si no se tiene miedo de conducir por la derecha, como en Inglaterra. Las carreteras tienen a veces unas orientaciones algo confusas y la dificultad del idioma Maltes, a medio camino entre el inglés, italiano, árabe y griego, proporcionan algunas confusiones. Malta posee también una flota de autobuses de aspecto casi tercermundista que además de ser un reclamo de la isla, te pueden llevar a cualquier destino, siempre a merced de unos horarios no demasiado rigurosos. La ventaja, es que las distancias son cortas, muy cortas.
Para explorar Malta, se puede empezar por su capital, La Valletta. Más larga que ancha, la capital posee un pequeño esplendor, fruto de todas las civilizaciones que han dejado huella en ella. Como si fuera una fortaleza, las murallas dominan la ciudad y su poca extensión permite recorrer toda la ciudad sin agobiarse. La Orden de los Caballeros de Malta, fue quien fortificó la ciudad, para prevenirla de los ataques turcos, y los restos de sus murallas, son uno de los encantos de esta ciudad milenaria.
El núcleo central de La Valletta, lo componen una cuadrícula de calles perfectamente alineadas, llenas de tiendas para turistas, alternadas con cafés llenos de encanto, donde la decoración nos transporta a mediados del siglo pasado. La Republic Strett, la calle principal de la ciudad, es donde se concentran todos los turistas despistados, que van buscando gangas en cualquiera de las tiendas de moda de las grandes marcas internacionales.
Desde los jardines Barrakka, se obtienen unas vistas formidables del magnífico puerto, conocido como Grand Harbour, y de las tres ciudades históricas donde los Caballeros de Malta se asentaron: Senglea, Vittoriosa y Conspicua.
Si se quiere recorrer el casco más antiguo de la ciudad a bordo de una calesa, recomiendo negociar el precio, pues de unos 35 euros por persona, se puede terminar pagando 20 euros para un grupo de 4….120 euros de descuento. Navegar por el puerto de La Valletta, es otra actividad que aunque suene a turistada, recomiendo encarecidamente. Navegando por el puerto, se puede contemplar perfectamente uno de los escenarios donde se rodo parte de la película Troya.
Para terminar de conocer La Valletta, se puede pasear por el enorme Bastión de defensa; contemplar la decoración barroca y Museo de la Co-Catedral de San Juan, con unos suelos llenos de tumbas de los antiguos caballeros, que están perfecta y lujosamente decorados. La Catedral posee varias capillas de increíble riqueza artística y un museo de tapices y vestimentas que se ven de pasada; pero sobre todo, hay que callejear, perderse por sus calles y descubrir en cada esquina una fachada sorprendentemente gris y austera, pero deliciosamente atractiva. Entrada Catedral y museo, 5 euros.
En la localidad de Paola, que nunca llegaré a saber si es una una localidad propia o un barrio de La Valletta, se encuentra el mayor templo subterráneo de Europa: el Hypogeum. Hay que reservar la visita por internet con bastante antelación, pues las visitas son con hora concertada y en pequeños grupos de 8 personas. Entrada 20 euros.
Descubierto por casualidad a raíz de unas obras, el Hypogeum, es un conjunto de templos y catacumbas con una profundidad de 11 metros, que se visita con un audio guía y un personal de seguridad que te va guiando. La visita se inicia con un video informativo en ingles, y después se va descendiendo poco a poco, a través de tres niveles. El nivel superior fue utilizado como lugar de enterramiento. El intermedio se cree que era un oráculo y el inferior, el más hermoso, era un templo o lugar de culto. Las luces se van encendiendo a medida que se va caminando por el lugar. Aunque no se sea un amante de la historia, aconsejo visitarlo. Es único. Único por su ubicación e historia. No hay que esperar encontrar bellas pinturas ni estatuas, ni decoraciones ostentosas. Estamos visitando un templo con más de 5000 años de antigüedad.
Comer en La Valletta, en Sliema o en toda Malta, es como en todos los destinos turísticos, una aventura. Yo recomiendo dos, totalmente opuestos uno del otro. En la localidad de Sliema, en pleno paseo marítimo, está el Surfside. Ideal para comidas rápidas, hamburguesas, pizzas, platos combinados y servido muchas veces por camareros españoles que están estudiando ingles en Malta. En la mayoría de restaurantes de Malta, la coca cola se sirve de las botellas de dos litros. Si se quiere lata, se tiene que pedir expresamente. No hay botellas individuales.
En el otro extremo, está el restaurante Barracuda, también en el paseo. Su precio más elevado que la media, pero con un servicio acorde a su prestigio, es un lugar ideal, para saborear los platos de la cocina maltesa, y probar un vino maltes, que tiene una calidad aceptable.
Casi pegada a La Valletta, está la ciudad más grande y cosmopolita de la isla, Sliema, donde a uno le puede parecer que se encuentra en cualquier localidad turística de la Costa Española.
Sliema, con buenas comunicaciones, con un paseo marítimo de más de 5 kilómetros y multitud de tiendas y restaurantes, es el centro real y bullicioso de la isla. No hay playas de arena blanca y si multitud de plataformas de roca repartidas a lo largo del paseo. La oferta gastronómica es intensa, pero se debe uno de armar de paciencia; la rapidez no es lo mas resaltable en el servicio hostelero de la isla. En el paseo marítimo se concentran varias compañías de ferris que realizan los trayectos hacia La Valletta o hacia las islas de Gozo y Comino. Hay que negociar, sobre todo cuando los barcos están a punto de partir, y se obtienen rebajas importantes para llenar los barcos. El precio estándar, para un paseo por el puerto, suele estar entre los 13 y 15 euros por persona.
Malta posee, aunque pocos, algunos lugares que son dignos de ver. La visita a la Blue Grotto, es una de las excursiones más populares en la isla. Desde la localidad de Wied-Iz, parten unas lanchas que permiten contemplar la escarpada geografía de la costa meridional maltesa. Las algas azuladas del fondo marino, dan a las aguas unas tonalidades azuladas que dan nombre a la gruta. De hecho, la Blue Grotto es una de las muchas grutas naturales del lugar. El paseo no dura más de 30 minutos, pero es totalmente recomendable realizarlo. 7 euros por persona.
Cerca de la Blue Grotto, se encuentran los templos de Mnajdra y Hagar Qin, más antiguos que las mismas pirámides de Egipto. 9 euros la entrada a los dos templos. Aunque colarse en el de Mnajdra es súper fácil, pues casi nunca te piden el ticket que has tenido que comprar en el templo primero.
Hagar Quin, (piedras erguidas) es el templo que está más destruido, restos de una civilización que vivió aquí hace más de 4000 años. Mnajdra, se encuentra a cinco minutos a pie, frente al mar, y está muchísimo más conservado. Se cree, que a pesar de la distancia los dos templos formaban parte de uno solo. Los restos de las murallas que hay por todo el perímetro así parecen indicarlo. La visita de los templos es perfectamente prescindible, a no ser que se sea un forofo de las ruinas antiguas. Sin embargo una vez dentro, y como se está cubierto por una gigantesca carpa que nos protege de los rayos implacables del sol, el caminar por las piedras, cruzar restos de puertas e imaginarse la vida antigua, contemplando el azul mar, la visita se vuelve más entretenida.
La vida en Malta, se concentra básicamente en el lado este de la isla. Los enormes acantilados que bordean el 80 % de la isla, la casi ausencia de playas de arena blanca, y los enormes parajes desolados sin vida, hacen del lado oeste un pequeño desierto bordeado por mar.
Uno de los lugares que no debe dejar de visitarse en Malta es Mdina y Rabat. Los árabes rodearon Mdina de murallas de más de 15 metros de altura, y pasó a ser la capital de la isla. Los habitantes más pobres, eran obligados a vivir fuera de ella, en Rabat. Y de echo pasear por las calles de Rabat, tiene su encanto, pero no se puede comparar con la exquisitez del trazado, de las calles, de los edificios y de las fachadas de Mdina. Las murallas de color miel, perfectamente conservadas, le dan al lugar el aspecto de un pueblo medieval perdido en el tiempo, y que solo las manadas de turistas se encargan de volverlo a la realidad.
En Rabat, se puede y se debe visitar las Catacumbas de St. Paul’s, un enorme laberinto de corredores y cámaras mortuorias que ocupa más de tres kilómetros cuadrados. Escasa pero suficientemente iluminada, recorrer las catacumbas con la ayuda de un audio guía, es sencillamente precioso. Impresionan sobre todo los pequeños habitáculos escavados en la pared, destinados a albergar los restos mortales de niños.
Mdina, es una alegría para los sentidos. Si se tiene la suerte de poder visitarla sin demasiada afluencia turística, a uno le parecerá que este caminando por un decorado de una película medieval. Mdina tiene varias entradas, a cual más bonita, como la entrada de los griegos. Es ideal pasear, perderse lentamente por sus calles, y contemplar los edificios, las ventanas, los detalles de las puertas… la Catedral de St. Paul’s se visita juntamente con el museo, pero si se decide visitar únicamente la Catedral, el guardián del templo, tan solo nos pedirá un donativo. La entrada a la Catedral y museo, vale 5 euros. La Catedral, algo oscura, tiene varias imágenes y frescos que son agradables de contemplar. Sin embargo, no deja de ser una iglesia más.
Si el deseo de bañarse en las típicas playas de arena, es inevitable, siempre se puede visitar la Golden Bay, en el noreste de la isla, abarrotada de turistas, o bien acercarse a la más concurrida y preferida por los malteses, Mellieha, casi enfrente de la anterior, en la otra costa. Estos dos destinos, son una réplica exacta de una playa española en agosto. Abarrotadas.
Otra localidad turística que recomiendo es Marsascala. No hay arena y se accede al agua por las rocas, sin embargo la belleza del entorno lo compensa. En Marsascala hay un restaurante que recomiendo encarecidamente: Tal-Familia.
El archipiélago maltes, lo componen básicamente 3 islas. Malta, Comino y Gozo.
A Gozo hay que acercarse en un gran ferri, donde puedes también llevarte el coche. A Comino en un barco algo más pequeñito, con capacidad para bastantes personas. Los ferris para Gozo o Comino salen del puerto de Marfa, en el extremo norte de la isla. El trayecto hacia Comino, es de unos 30 minutos aproximadamente. Los barcos salen cada hora de 9 de la mañana a 4 de la tarde. El precio de ida y vuelta, 10 euros. Se puede negociar.
En Comino no hay carreteras, no hay coches, tan solo hay un hotel, y únicamente hay un lugar único, especial e idílico que visitar: La Blue Lagoon, la laguna azul. Creo que no podría encontrar un lugar, con las aguas más cristalinas que las de Comino. La isla tiene tan solo 2 kilómetros de largo, por dos de ancho. Refugio perfecto para perderse unos días, para olvidarse de todo el mundo. Excepto los turistas que se alojan en el único hotel de la isla, el resto de personas, viene tan solo a pasar el día, y a intentar encontrar un hueco donde poner la toalla, en medio de rocas y turistas. Las calientes aguas de Comino, son lo más parecido a un pedazo de paraíso en la tierra. Las aguas son tan transparentes en esta laguna, que se puede ver el fondo arenoso con total claridad. Aunque tan solo sea para disfrutar de unas horas, vale la pena hacer el trayecto en barco y pelearse amablemente por un lugar en las rocas y disfrutar del lugar. Un sueño.
La otra isla maltesa es Gozo. Los ferris que parten cada 30 minutos, tienen su salida también del puerto de Marfa. El trayecto dura 40 minutos y el precio es de 4.65 euros para los pasajeros y 15.70 para el coche y pasajero, siempre ida y vuelta.
La llegada a Gozo se realiza por el puerto de Mgarr.
Gozo es una pequeña isla que posee las mejores playas de toda Malta. Un recorrido en coche debe empezar casi obligatoriamente por la ciudad de Victoria, capital de la isla. Los malteses son muy aficionados a las fiestas, y no es extraño encontrar en cualquier rincón,
de cualquier ciudad, unos pedestales de coloridos cantones, que sirven para sostener estatuas de santos. Malta es tremendamente religiosa. El aborto y el divorcio están prohibidos y la práctica de top less, está prohibida y penalizada. Es frecuente ver banderas vaticanas en algunos edificios.
Victoria es una ciudad interesante, dinámica y peculiar de ver. Lo mejor su Ciudadela, populosamente habitada durante el día, y desértica durante la noche. Hay numerosos museos para ver en Victoria, una pequeña Catedral y sobre todo infinidad de tiendas de souvenirs y puestos callejeros de artesanía. Conviene llevar siempre un pañuelo grande para cubrirse los hombros al entrar en una iglesia.
En la plaza de St. George, se puede comer bastante bien en el The Grapes Wine Bar, mientras se observa la fachada de la catedral, o los andares de los turistas en una bucólica plaza.
Hay otra catedral en Gozo, que es la de la Asunción, en la cual se paga entrada, pero si se acede a ella en horarios de misa, la entrada es gratuita. Los preparativos de una boda o de un funeral en Malta, son dignos de ver. Algunos los calificarían de ceremonias “Kitch”.
Los museos más populares son los del Folclore, el de Arqueología, y el centro de artesanía. Que nadie espere ver un grandioso museo. Cuatro paredes y cuatro utensilios y ya tenemos un museo. Las mazmorras también son interesantes de ver.
La entrada a un museo cuesta 8 euros, pero si se compra el pase de 12 euros, se pueden visitar todos los anteriormente nombrados. Por el precio de 12 euros visitar 4 o 5 museos, está bien, pero 8 euros por uno solo, es caro, para lo que hay que ver.
Cerca de Victoria están los templos de Ggantija, que no es más que una inmensa roca desnuda, con curiosos elementos de decoración primitivos, de una sociedad que vivió en estas tierras hace más de 5000 años.
Lo mejor del lugar, quizás son las preciosas vistas que se obtienen sobre los campos de Gozo. Cuenta una leyenda que estos templos fueron construidos por una giganta, y se cree que están inspirados en el cuerpo femenino. Adentrarse por los pocos restos del templo que quedan en pie, e intentar imaginarse una silueta femenina, es lo poco que se puede hacer en el lugar.
A escasos dos kilómetros del templo, se encuentra otro museo curioso: Un molino. Y en su interior, la recreación de cómo vivían las personas que trabajaban en el molino, para que se utilizaba, y sobre todo lo más curioso: enormes plafones informativos que destacan la similitud cultural y arqueológica entre las varias islas mediterráneas, Malta, Sicilia, Cerdeña, Mallorca, Menorca…
Cada isla tiene su rincón mágico, autentico, y Gozo no podía ser menos.
En el noroeste de la isla esta la Azure Window y el Fungus Rock.
A través de los siglos, las aguas del mediterráneo, han erosionado una roca, dando lugar a una serie de fenómenos geológicos. El arco natural de la roca es firme y solido en los laterales, pero frágil y estrecho en la parte superior. El aspecto es el de una gran ventana, con unas aguas sorprendentemente azules, que embravecidas salpican con fuerza contra la roca y contra todo aquel que se acerque demasiado al acantilado. Se puede quedar uno, horas y horas contemplando como las aguas emiten un sonido peculiar al chocar contra las piedras.
Detrás de la ventana azul, está el Fungus Rock, que no es más que una enorme masa de piedra que parece que emerja del mar, y que se denomina así, por la vegetación que lo recubre, una planta en forma de hongo.
Es el rincón especial de Gozo, uno de los mejores lugares del archipiélago maltes…
Quizás toda Malta, sea un pequeño rincón en el mediterráneo, que poco a poco se va abriendo al turismo de masas. Yo me quedo con la impresión de que ya la he visitado. Me guardo estos lugares también en un rincón de mis viajes, con la casi seguridad, de que he ido, lo he visto y lo he disfrutado…¿volver?...........
Me ha gustado tu diario, y eso que es un destino que , en principio, no me atrae mucho. Pero echo en falta unas fotos, a ver si puedes poner algunas.
Por lo demás, está muy bien escrito, felicidades.
Me ha gustado mucho el diario!, pensaba irme tres semanas a Malta este verano, quería saber aprox cuantos grados hacen? porque he leido que hace mucho calor, y es lo unico que me echa un poco para atrás..!
bueno, te dejo mi voto!
y estoy de acuerdo con Luchino, unas fotos estarían bien!
En Malta, en verano, hace calor, como en cualquier parte. Pero la calor, no tiene que ser impedimento para disfrutar de esta isla. Creo que 3 semanas es exagerado, a no ser que quieras, disfrutar de las playas tranquilamente. Y debo reconocer que con las fotos soy algo torpe, y no consigo colgarlas jamas. si vas en Agosto, reserve pronto, pues se llena bastante.
Buen viaje
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Buenas tardes,
Estamos planificando un grupo de amigos hacer un viaje el año que viene a un destino europeo y habíamos pensado en Malta, en la época de los carnavales. Me gustaría saber que tipo de fiesta es eso, en plan, es igual que los carnavales de Cádiz? que hay fiesta para todo rango de edades, desde pegarte el desfase padre hasta ir de chill contemplando los espectáculos (nosotros seríamos más de los primeros).
Teniendo en cuenta esto, me gustaría saber en que zona sería mejor alojarse y por donde nos tendríamos que mover para estar en el meollo de la fiesta.
Muchas gracias de... Leer más ...
Indialuna Moderador de Zona 20-01-2008 Mensajes: 23573
Efectivamente si te gusta la marcha, las discotecas y el ambiente joven, Paceville es tu sitio. Yo estuve alojada en St Julián y se oía muchísimo escándalo, menos mal que el hotel estaba bien insonorizado.
En 2022 estaban de obras por la zona.
No dejes de leer las recomendaciones del ministerio de exteriores sobre Paceville si vas a salir por allí de noche.
Ya eso me he imaginado. Por lo que he podido investigar creo que si, la mejor zona para alojarnos es St Julian / Paceville. Aunque a lo mejor haya otros punto de la isla en carnaval que estén mejor a lo largo del día pero seguro que la noche acabe en esa zona porque parece ser que es donde está toda la fiesta.
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