Dos mallorquines disfrutando de la Pura Vida ✏️ Blogs de Costa Rica

Uno se pone a escribir estas líneas con el deseo de detener el tiempo, de recordar lo vivido, de tener ganas de volver a sentir…

La idea del viaje a Costa Rica nace de hace como 10 años, unos amigos fueron y cuando me hablaron de las maravillas de este país me dije: "Tu ahí has de ir…". Y fui, me costó lo mi encontrar el momento, el dinero, pero después años aquí me encuentro relatando mis vivencias.

Creo que como a mí le habrá pasado a muchos, yo creía que Costa Rica era una Isla del Caribe, y cuál fue mi sorpresa que era un país que estaba bañado por un lado por el Mar Caribe y por el otro por el Pacífico; y por un lado fronterizo con Nicaragua y al otro con Panamá. Leyendo descubrí que no era un país de un solo clima sino que según la zona éste iba variando.

Mi compañero de viaje no podía ser nadie mejor que mi marido. Ya quisimos hacer este viaje como luna de miel pero no nos fue posible. Ahora casi tres años después la celebramos e intentamos vivir cada momento como si fuera único.

Teníamos muy claro que el viaje lo queríamos hacer por nuestra cuenta sin ir con masas y grupos, la cual cosa me pone bastante nervioso, y las vacaciones son para relajarse. Pero gracias a varias guías y foros de internet el viaje fue tomando forma y fui descubriendo que Costa Rica es un país muy fácil, porque la gente está muy predispuesta a ayudar, y es de muy agradecer.

Después de leer El libro "Pura Vida de Mendiluci" me dije tu ahí no puedes faltar. Y aquí vine, a conocer la Pura Vida, a respirar aire Puro, abrazar árboles, conocer culturas, ver fauna y vegetación para mí nunca vista.

Este diario lo he ido narrando en el transcurso del viaje para no dejarme ningún detalle relevante y a medida que va pasando el viaje voy añadiendo cosas al prólogo, tales como, que nunca había conocido a gente tan amable y servicial, estés donde estés, en un hotel, en la calle en un super,… . Nos ha cautivado su Pura Vida, el buen rollo. Respecto a la limpieza decir que todos los sitios ticos en los que hemos dormido ningún problema hemos tenido, son extremadamente limpios. Decir que los ticos son super profesionales, nos llevan ventaja respecto a España a pesar de llevar nmosotros más años con el turismo. Ellos miman al turista, ponen todos los medidos para que cualquier actividad sea segura, abiertos a cualquier tipo de dudas o cambios. Les doy un 10 en profesionalidad.Respecto a la comida decir que todo lo preparan con mucho gusto, hasta una simple ensalada, está todo riquísimo, desde el gallo pinto, hasta un casado, un jugo de frutas, mmmm las frutasssss. Y el paisaje es envidiable, al igual que el clima, parece mentira que con sólo moverse unos kilómetros puede cambiar tanto el clima: En el Caribe un calor húmedo, en Monteverde un clima parecido al de España, excepto cuando uno entra en el bosque nuboso, y el Pacífico con su calor digamos más seco que en el Caribe pero a la vez muy sofocante nada que ver con las playas de España en las que uno puede estar horas bajo el sol. Aquí el camino hasta el agua y punto. En la época de marzo abril, los rayos del sol están perpendiculares a la tierra a las doce del mediodia. . Todos los ticos nos han comentado que el tiempo está loco y que el cambio climático tambén está afectando a ester País No me puedo olvidar de los animalitos, verlos en cautividad y no en zoos es todo un lujo. No me puedo acordar de todos, pero destacar lo graciosos que me han parecido los monos y los coatís, la belleza del quetzal y las mariposas morphos, los ruiditos del gecko, los gritos delos monos aulladores, el canto de la oropéndula, lo raros que son los perezosos, vacas con orejas de dos palmos, reptiles en forma de dinosaurio, etc… y no me puedo olvidar de los zancudos ( mosquitos ) menudo manjar se han pegado conmigo, de nada ha servidola vitamina B, el Goibi zonas tropicales o el Off, cuando han querido me han picado, eso sí desde que me pongo repelente cada dos horas la cosa ha disminuido.
Quiero dedicar este diario a la gente del foro que me ha ayudado tanto. Me enorgullece ver que haya gente tan desinteresada que ofrece sus vivencias a nuevos viajeros y me debo a ellos. Nunca he escrito un diario y tampoco nunca se me dio bien las redacciones por lo que voy a hacer un gran esfuerzo por que todo salga bien, sea ameno y de ayuda a futuros viajeros.

Aquí empieza mi Pura Vida… por lo agradecido que está por toda la ayuda e ilusión compartida en este gran foro. Parece mentira que haya gente tan desinteresada que ofrece sus vivencias a nuevos viajeros y me debo a ellos. Nunca he escrito un diario y tampoco nunca se me dio bien las redacciones por lo que voy a hacer un gran esfuerzo por que todo salga bien, sea ameno y de ayuda a futuros viajeros.

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05:00 AM Suena el despertador, no me lo puedo creer todavía, el viaje está a punto de empezar, las maletas hasta arriba y mucha emoción. Las miradas con Manuel lo dicen todo.

Embarcamos nuestras maletas rumbo a Costa Rica, aunque tenemos que hacer una pequeña escala en Madrid, el tiempo pasa volando y ya nos encontramos dentro del Airbus 340-300 de Iberia, concretamente en la fila de la ventana de emergencia. Que lujo poder reservar estos asientos y poder estirar las piernas. Medio libro, un par de siestas, 4 películas,… once horas de vuelo que se olvidan una vez uno pisa tierra firme. Lo que sí va a costar de olvidar un poco fueron nuestros compañeros de viaje, nada más y nada menos que unos 20 franceses que retrasaron el vuelo por llegada tardía y luego durante todo el viaje armando un jaleo espantoso. Tuve que contar más de una vez hasta tres.

Nada más bajar del avión esperaba ese golpe de humedad característico del Caribe y no fue así, sino una especie de calor diferente al que conozco, un calor como el que tienes cuando te da un sofocón. Pasamos el control de migración rápidamente y antes de salir de la zona de maletas compramos una tarjeta telefónica ( 10$ =18 minutos). Nuestra primera noche la pasaríamos en el Hotel Pacandé y allí nos recomendaron coger los taxis naranjas ( la oficina se encuentra nada más salir de la recogida del equipaje y justo antes de salir del aeropuerto). Éramos todo ojos de camino a Alajuela, mirando los anuncios, la gente, los coches….


A nuestra llegada al Hotel Pacandé fuimos muy bien recibidos por la familia que lo regenta y nos acomodamos en la habitación número 2 ( en el pasillo muy cerca de la recepción). La habitación nos pareció más que correcta con el precio que pagamos (40$). La verdad es que nuestros cuerpos estaban cansados, y no les dimos tregua, fuimos a dar un paseo por Alajuela, una cenita ligera y a las 20.00h ya estábamos contando ovejitas. De repente las ovejitas empezaron a hablar francés ( ooo la laaaaaaaaaa) y es que coincidimos con un viaje de estudios francés, toda una clase y nosotros, llegaron a las 23.00h cuando ya hacía 3 horas que estábamos soñando. La revolución francesa se alargó durante una hora hasta que el españolito les plantó la frase de “Se pa posible” a lo que muy educadamente contestaron “Pardon”. Iniciamos de nuevo la cuenta de ovejitas… que gustooooo

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04:00h AM Se suspende la cuenta de tortugas, digo tortugas porque ya estaba cerquísima nuestra visita a tortuguero. Tomamos un taxi hacia el aeropuerto Tobías Bolaños para coger un vuelo con Nature Air. Nunca había ido en avioneta y la experiencia fue sublime. Que vistassss, bosques, canales, cascadas,… nada que ver con el paisaje que uno ve cuando aterriza en San José.

Fuimos recibidos por Victor, amigo de Daryl, propietario de Casa Marbella, donde pasaríamos nuestra única noche en Tortuguero. La idea de coger el avión en lugar de ir por Cariari fue debido al hecho de sólo pasar una noche allí y al no ser época de desove.

Llegamos alrededor de las 08:00h a nuestra cabina y nos encantó nuestra habitación, tomamos la habitación superior con vistas al canal y la verdad es que fue todo un lujo encontrándonos en un lugar tan remoto. La verdad es que tortuguero e muy especial, por su paisaje, su gente, su forma de vida, todo transcurre más lentamente.

Después de tomar un café en el pantalán de Casa Marbella, fuimos a conocer el pueblo, era temprano y los niños de uniformen acudían a la escuela. Nos alegramos de ver despertar el pueblo y caminar a solas por él, una situación muy diferente a la de la tarde, cuando todos los lodges descargan cantidades inmensas de turistas en el pueblo por unas horas,

A las 09.00h habíamos quedado con Víctor para hacer la excursión del Cerro de Tortuguero. Es el único cerro en muchas millas y la cima está a unos 125 m de alturas (aparentemente poquísimo). La verdad sea dicha que no pudimos tener más suerte: Los 3 solos paseando y descubriendo en el bosque secundario del Cerro. Es secundario porque años atrás talaron los árboles que eran maderables y flotaban (para transportarlos). Allí conocimos la famosa ranita roja, las loropencula, vimos saltar monos araña y entramos en una pequeña cueva con murciélagos. La primera parte de la visita discurre por parte plana y la sensación de estar en un bosque es impresionante excepto por los mosquitos y tábanos que no paran de merodear en busca del trocito de piel sin repelente de mosquitos. Descubrimos muchos insectos, plantas y árboles cuando ya empezamos a subir al cerro. El cerro es bajo pero la pendiente de subida aumenta rápidamente y prácticamente es como si uno estuviera subiendo escaleras. Llegamos extasiados hasta el primer mirador donde casi ya nos rendimos, al cansancio hemos de añadirle un sol de justicia que hacía la ruta más dura. Seguimos subiendo hasta llegar a la cumbre donde pudimos divisar desde los canales y el pueblo de tortuguero hasta toda la extensión de bosque que llega hasta Nicaragua. El descenso fue fácil y la verdad que con las conversaciones de Víctor el camino de regreso se hizo muy corto. Nada más bajar el cerro, casi en la desembocadura del canal con el mar hicimos una parada en unas cabinas nuevas y a muy buen precio donde probaríamos nuestra primera Imperial ( La cerveza de Costa Rica)

Tras una ducha y una siesta salimos a comer al Budha Café, donde también nos iniciamos a tomar batidos de fruta ( piña, plátano, mango, papaya, melón… con agua / leche o helado ) y comimos de una rica ensalada y un crepe del mar.

Nos volvimos a relajar en nuestra cabina, nueva sesión de fotos nocturnas y a volver a contar tortugas para empezar el día con fuerzas.

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