La Bérgamo desconocida y Milán monumental ✏️ Blogs de Italia

Para variar el día salió lluvioso , así que tras el desayuno en el hotel, nos dirigimos directamente al Decathlon que habíamos fichado el día anterior justo en la parada del metro del Castello. Nos hicimos con unos chubasqueros y nos fuimos directamente al Duomo, pues nuestro plan incluía la subida a la terraza. Al llegar a la Piazza había dejado de llover, aunque hacía bastante frío y el día era muy húmedo y gris.

*** Imagen borrada de Tinypic ***

Primero nos adentramos en la imponente construcción gótica del Duomo, que nos dejó un poquito decepcionados pues en mi humilde opinión merece mucho más la pena el mármol rosa del exterior y las terrazas superiores que el interior mismo de la catedral (y eso que la nave central es altísima). Es bastante oscura y la impresión de Bérgamo era difícil de superar, así que nos dejó un poquito “fríos”.

*** Imagen borrada de Tinypic ***

Pero la subida a las terrazas…..ahhhhh que cosa más fantástica. Mira que hemos subido a torres, campanarios, arcos del Triunfo….pero lo espectacular del Duomo de Milán, no son las vistas (que no dejan de ser vistas de una ciudad más a pesar de que la Piazza desde arriba tiene su encanto)….no no no, lo espectacular del Duomo de Milán son las terrazas, las agujas, las gárgolas, las estatuas, la impresionante construcción en mármol y el deslumbrante derroche de imaginación, arte, trabajo y talento que desprende.

*** Imagen borrada de Tinypic ***

Creo que se puede prescindir de todo Milán solamente por subir allá arriba, así que quien disponga de unas horas en Milán que ni se lo piense: lo imprescindible es subir a los tejados del Duomo. Os dejo algunas fotos, aunque aviso, en este caso la realidad supera con creces a la fotografía. Y como cuando no hay pan, buenas son tortas, no dudéis de que en esta ocasión “una imagen vale más que mil palabras”.

*** Imagen borrada de Tinypic ***

*** Imagen borrada de Tinypic ***

*** Imagen borrada de Tinypic ***

Al bajar (8 euros la subida en ascensor, 5 euros a patita) fuimos hasta la Scala dando un rodeo por la parte de atrás, ojeando escaparates y tiendas. Como habían cerrado ya las visitas mañaneras, buscamos donde comer por allí cerca para aprovechar el tiempos y elegimos un pequeño restaurante llenito de milaneses trajeados, donde nos tomamos una especie de tortilla de verduras rarísima que estaba muy rica entre otras delicias del campo (Antico Caffé Brera se llama el sitio).


Y nos fuimos a ver la Scala donde la orqueta ensayaba y su museo de instrumentos (otros 5 euritos). En sí el teatro no tiene nada del otro mundo, el Liceo de Barcelona o la Fenice de Venecia particularmente me gustan más, pero no dejo de reconocer que es bonito el lujo decadente que emanan los asientos, los dorados, los rojos y el estilo rococó de la decoración tanto de la salita de espera como del interior del teatro.

*** Imagen borrada de Tinypic ***

El museo es curioso, con un montón de artículos, carteles, retratos e instrumentos de todos los artistas (músicos, cantantes, actores…) que han pasado por su escenario.


Por la tarde, tras un merecido descanso nos fuimos de nuevo hacia los Navigli para tomar el Aperitivo en el bar en el que la tarde anterior no habíamos podido entrar y doy fe que mereció la pena. La copa 7 euros, pero el buffet era todavía más espectacular que el otro, con pizzas variadas, quesos enteros de los que ir cortando porciones, pequeños bocadillos y sándwiches, embutidos variados, arroces, pastas, montaditos y canapés… en fin, un surtido espectacular para convencer hasta al más gourmet de los “aperitivistas”.

Terminamos el día y también nuestra última noche en Milán, paseando por las riberas de los canales y tomando un buen café italiano, y nos fuimos prontito a dormir porque había que madrugar y mucho para ver el Cenacolo.

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Teníamos la reserva para el Cenacolo (por Internet, 8 euritos de cada uno) a las 8.45 de la mañana (que ya son ganas) así que con legañas en los ojos y un capuccino calentito nos cogimos el tranvía para ir hasta Santa Marie delle Grazie, basílica que alberga una de las pinturas más universales del gran Leonardo Da Vinci.

Una vez allí te ofrecen la audio guía (3,50 euros por persona) y menos mal que la cogimos!!! Porque merecen la pena las explicaciones. De lo contrario entras en aquel refectorio hiper vigilado, tras atravesar no se cuantas puertas de cristal y te dan 15 minutos para que contemples la maravillosa pintura mural pintada al temple (motivo por el que está en tan malo estado de conservación a pesar de las 21 ocasiones en que se ha restaurado) surgida de las manos del maestro. En el refectorio hay también pintada una crucifixión en la pared de enfrente obra de Montorfano y en la que Leonardo añadió los retratos del conde Ludovico Sforza (quien había mandado erigir la iglesia) y su familia.

Evidentemente no dejan hacer ni una sola fotografía de la obra, pero han tenido el detalle de colocar una reproducción a la salida junto a la que nos hicimos las obligadas fotitos.

*** Imagen borrada de Tinypic ***

Tras el Cenacolo nos internamos en el interior de la basílica para disfrutar de su bellaza constructiva y decorativa, y nos dimos una vuelta por el precioso claustro.

*** Imagen borrada de Tinypic ***

*** Imagen borrada de Tinypic ***

Con nuestras visitas concluidas, volvimos al hotel a recoger las maletas y nos marchamos directitos a la Estación donde tomamos el tren de vuelta a Bérgamo en cuyo interior el simpático revisor solamente nos puso unos céntimos de multa por no llevar más que un billete: la máquina expendedora se había quedado sin cambios y nos emitió un billete de crédito que solamente se podía canjear en mostradores, así que como no había tiempo para esperar a que nos tocara turno (unas 40 personas esperaban delante nuestro) nos subimos al tren con un solo billete, y afortunadamente al revisor le caímos simpáticos. Aun tenemos el billete de crédito que se nos olvidó canjear en Bérgamo….para el próximo viaje a Italia.

En Bérgamo tomamos el autobús al aeropuerto, desde donde Ryanair, nos llevó de vuelta a Zaragoza….puntual!!!

Y esta fue nuestra aventura milanesa. Nos vemos por ahí. Arrivederci.

A Pushi

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