Descripción: Un paseo por tierras venezolanas. Visitando hermosas playas, cayos, la selva con sus tepuis, plantaciones de cacao, termas. Una aventura a ritmo caribeño.
Nuestro viaje comenzó el 24 de junio de 2010 a las 6 de la mañana partiendo de casa y teniendo como primer destino el aeropuerto de Mendoza. De allí a Buenos Aires para volar rumbo a Caracas haciendo escala en San Pablo (Brasil). La aerolínea que utilizamos fue primero LAN (de MZA a BA) y luego TAM, con muy buenos precios (de BA a Caracas nos salió U$S 435) y excelente servicio aún en clase turista (rica comida, un televisor en cada asiento). Llegamos a Caracas el 25 de junio a las 4:30 am hora local, habiendo con Argentina una diferencia de 1 hora y media (sí, la primera vez que me pasaba que con un país hubiera diferencia horaria de fracción de hora!).
Los primeros que nos recibieron al cruzar el umbral internacional del aeropuerto fueron agentes aeroportuarios ofreciéndonos cambiar dólares por bolivares a 1 U$S = 7 bolivares. Esto allanó mi segunda gran duda al entrar al país: la primera era comprobar si realmente podía entrar a Venezuela sin pasaporte, solo con DNI (ya que dos días antes de viajar, me di cuenta que tenía el pasaporte vencido!!), cosa que pude hacer; y la segunda era dónde podríamos cambiar dólares a través del famoso mercado negro venezolano, y nos dimos cuenta que lo podíamos hacer prácticamente en todos lados, sobre todo comercios y hoteles. Así fue que cambiamos nuestros primeros bolivares y nos sentamos a esperar el primer bus SITSSA que salía hacia el centro de Caracas (salen del aeropuerto de vuelos domésticos y tiene un valor de 8 bolivares).
La ciudad de Caracas está en una zona muy bonita de montañas con mucha vegetación, nos hizo acordar a Río de Janeiro aunque con construcciones más feas. Nos bajamos del bus en el Hotel Alba Caracas, que queda en la zona de Bellas Artes, donde conseguimos dejar las mochilas para dar un pequeño paseo por la ciudad. Nos tomamos el metro o subterráneo (Bs 0,50) hasta Los 2 caminos, zona comercial muy linda y moderna. Como estábamos en pleno mundial de fútbol, había varios lugares en la ciudad con pantallas gigantes que mostraban los partidos y siempre había fiesta alrededor. Aunque Venezuela no estaba en el mundial, la gente igual encontraba algún equipo por el cual hinchar (especialmente si era latinoamericano, aunque cuando ganó España salieron a festejar como locos también, jaja).
A las 14 hs estábamos en un colectivo SITSSA que salía del mismo hotel Alba Caracas rumbo a Maracay (Bs 10). El bus en realidad salía a las 13 hs, pero de aquí en más aprenderíamos que los venezolanos con los horarios son un desastre!!
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Luego de dar mil vueltas con el bus por la ciudad de Caracas, estar parados una hora en la terminal de buses (sin que subiera nadie!), y de comernos un embotellamiento en la autopista, el colectivo nos dejó en la terminal de Maracay. ¡Ese lugar es un caos! Muchísimos colectivos viejos (año 60-70) pintados de colores y escritos por todos lados, que salían a distintos destinos anunciados por gente que gritaba a su lado. Todos salen cuando se les ocurre y se arman embotellamientos, solución: tocar bocina! Todos se manejan a bocinazos, es increíble! Nos montamos a nuestros bus a Choroní, luego de dar un par de vueltas. El bus tenía una fila de 3 asientos y luego otra de 2, y en el medio un pequeño pasillito. Lugar para los bolsos no había, así que íbamos sentados sobre una mochila y apoyando los pies en la otra. La música a los palos (mucho melódico y reggeaton) y el colectivo también, pero por las dudas tocando bocina, cosa que el resto frene.
Saliendo de la ciudad, el camino era de montaña, finito, peligroso pero muy bonito (va por dentro del Parque Nacional Henry Pittier), con una vegetación muy espesa, helechos, cascaditas. Finalmente, luego de un largo viaje con avería del vehículo incluida, llegamos a las 20 hs a Choroní, un pintoresco pueblo colonial al borde del mar caribe. Comenzamos a buscar alojamiento donde quedarnos y decidimos bajar caminando hasta Puerto Colombia (quedan pegados), ya que había más posadas y un poco más económicas. Luego de preguntar en varias, nos quedamos en la posada Tom Carel, atendida por su propio dueño (un venezolano que siempre tiene tema de conversación). Nos acomodamos en la habitación, nos bañamos (después de 36 hs de viaje!!) y salimos a cenar a las 23 hs. Costó, pero encontramos un lugar con comida muy rica, donde de postre me cantaron el feliz cumpleaños (creo que fue unos de los cumpleaños más largos de mi vida!!).
Al otro día, luego de desayunar, nos fuimos caminando hasta Playa Grande, una playa muy bonita con cocoteros y agua cálida, pero demasiada gente, bastantes olas y un poco de basura. A la tardecita nos comimos unos tostones (banana frita con queso y otras cositas) y empanadas en un barcito pegado a la playa y luego a la noche cenamos en el malecón.
En nuestro segundo día en Choroní, queríamos disfrutar de una playa linda y desolada. Así que por recomendación del dueño de la posada, decidimos ir a la Playa Uricao. Después de comprar algunas provisiones en el pueblo, bajamos hasta el malecón a tomarnos una lancha. Esta playa es una de las más alejadas, pero vale la pena, como solo se puede acceder a la misma por mar está casi virgen! Sólo existe un bar o restaurant muuuy agreste, que vende pescados, mariscos, jugos en el lugar. Su dueña, de hecho, vive todo el año allí, y se puede observar su “habitación” en la playa, con vista al mar y al cielo caribeño. Disfrutamos de un día de playa y un mar espectaculares. Esa noche cenamos camarones tempura y bistec encebollado en Puerto Colombia.
Al otro día partimos de Choroní, con destino final Chichiriviche (al borde del Parque Nacional Morrocoy).
Esta vez nuestro itinerario fue: taxi de Choroní a Maracay (Bs 40 por persona), luego bus hacia Valencia (Bs 10) y de ahí bus hacia Chichiriviche (Bs 30). Este último bus fue adrenalina pura nuevamente, íbamos como sardinas, con un calor impresionante, con la música al palo y a 120 km/hora mínimo! Por suerte llegamos vivos!
Chichiriviche es un ejemplo de que las apariencias engañan. Cuando recién nos bajamos del colectivo no nos gustó para nada, pero poco a poco se fue haciendo más amigable. Tiene muchos negocios, un bonito malecón (aunque un poco desolado para mi gusto), varios restaurantes y posadas. No tiene el encanto de Choroní (pueblo pesquero y colonial), pero es cómodo, con muchas opciones y frente a unos cayos imperdibles!!
Conseguimos alojamiento en Villa Gregoria a Bs 120 la noche. Esta posada es de unos españoles, sus habitaciones no son muy bonitas pero la posada es muy acogedora, bien estilo español, con amplios patios, galerías, mucho verde, etc. Desde el malecón salen las lanchas hacia los distintos cayos del parque Morrocoy. Nuestro primer destino fue Cayo Sal. Bellísimo! Arena blanca, palmeras, el agua cálida y calma como una pileta. Iguanas, cangrejitos. Aunque nos llevamos el equipo de snorkel, no había demasiado para ver, pero igual disfrutamos de un día de playa increíble. A las 17 hs nuestro lanchero nos pasó a buscar para llevarnos a Chichiriviche devuelta.
El segundo día elegimos ir a Cayo Sombrero, que es unos de los mas grandes y está mas retirado. Como compartimos lancha con tres merideños, nos tocó pagar Bs 150 a nosotros dos (un buen precio). El cayo hermosísimo!! Muchos sectores de playas distintas, con sus respectivas arenas blancas y palmeras, una laguna en el medio, cangrejos, cangrejos ermitaños (viven dentro de las corazas de caracoles)y caracoles. De un lado y otro del cayo había corales, así que nos dimos una panzada de snorkel. Vimos peces a rayas, blancos, negros, azules, verdes, peces mariposa, erizos. Muy lindo! Nos pasamos horas metidos en el agua. En nuestro camino de vuelta a tierra firme, pasamos por Cayo Pelón, en realidad por el ex-Cayo Pelón, ya que hace un par de años se hundió luego de un movimiento sísmico, según nos dijo el lanchero. Actualmente es una piscina natural en el medio del mar.
La verdad que los cayos son como paraísos terrenales, lástima los venezolanos! Son muy descuidados con sus bellezas naturales (por lo menos en este sector de Venezuela, luego veríamos lugares mucho mejor cuidados). Llegan en lanchas, ponen la música a todo lo que da, tomando cerveza o gaseosa en el agua y luego tirando la basura por cualquier lado. Es bastante triste encontrarse tapitas de cerveza en los corales, no? Porque para colmo, la cerveza venezolana, que es muy livianita, la venden en pequeñas botellitas de menos de 300 cc, por lo tanto para saciarse toman muchas y dejan más basura, obviamente.
En nuestro tercer día en Chichiriviche, decidimos hacer un paseo en lancha por la zona de manglares y cuevas naturales, donde vimos ibis rojas, entre otros pájaros. Luego con el mismo lanchero pasamos por Playa Varadero y nos dejó en Cayo Perazza. Este cayo es bien chiquito y rodeado por corales, así que a “snorkear” dijimos! Además de muchos peces, vimos calamares, que son muy graciosos porque nadan como paraditos y tienen unos enormes ojos con los que te miran y te miran, como inmóviles siempre en el mismo lugar.
Después de Cayo Perazza, pasamos un rato por Cayo Muerto (también muy bonito) y luego a la posada a lavar ropa y bañarnos. Cuando estábamos por salir a cenar, ZAS! Se cortó la luz en todo el pueblo. Nos entristecimos porque era nuestra última noche allí y el chico de la posada nos dijo que en general los cortes de luz duran muchas horas. Igual decidimos salir y, oh! sorpresa, encontramos casas y negocios con luz. Cómo??? Muchísimos lugares tenían grupos electrógenos! Evidentemente, los cortes de luz son muy frecuentes en Venezuela, y si a eso le sumamos el costo irrisorio del combustible (que se los contaré en el próximo capítulo), se entiende la gran difusión de estos aparatos. Así que cenamos al son de los motores y luego nos fuimos al malecón a ver artesanías. Próximo destino: Ciudad Bolívar y Salto del Angel!!!!
Hola,alguien ha pasado de Venezuela a Brasil por tierra? Voy a Venezuela en octubre y me gustaría llegar hasta Manaos por tierra pasando por Santa Elena y Boa Vista.
Leo ahora. ¿Resolviste cómo llegar?. Lo hice en dos ocasiones.
Hola,alguien ha pasado de Venezuela a Brasil por tierra? Voy a Venezuela en octubre y me gustaría llegar hasta Manaos por tierra pasando por Santa Elena y Boa Vista.
Leo ahora. ¿Resolviste cómo llegar?. Lo hice en dos ocasiones.
luisitocuba New Traveller Mar 27, 2023 Mensajes: 2
Hola a todos, soy Cubano y me gustaria viajar a Venezuela, precisamente a Isla Margarita y queria saber como es el tema de la seguridad en esa isla. muchas gracias