Con el Empress por los fiordos. Diario práctico ✏️ Blogs de Baltico y Fiordos

Hoy vengo en plan reivindicativo, así que agarraos los machos que vienen curvas. Vamos a ver que levante la mano quién haya dicho o pensado. ¡Uff! El mirador de Alesund tiene 418 escalones madre mía es demasiado. Ah, pero mira hay un trenecito que te sube hasta la cima, pues lo cojo, total la vista es la misma…
A ver qué vea cuantas manos hay levantadas… una, dos… bien. ¡¡¿Pero qué clase de viajeros vagos, blandengues y sin sangre estáis hechos?!!. ¡Cómo que 418 escalones son demasiados! ¿Desde cuándo? . Vosotros sois capaces de ir hasta Nueva York y decir. “¡Uff! Yo hasta la antorcha de la estatua de la libertad no subo que son muchos escalones y no hay ascensor. ¿Y qué vais a hacer cuando viajéis a París? Yo salí de París con los gemelos machacados porque todos los monumentos tenían tropecientos mil escalones. Y para uno que tenía ascensor (léase la torre Eiffel) nos lo pateamos también a pie par que mi marido pudiera admirar mejor la estructura del edificio. Pero eso sí, machacada pero contenta.
Vamos, vamos como vuelva a oír semejante comentario de alguien que se haya leído este diario le quito cinco puntos del pasaporte. ¡Habrase visto!
En fin, y ahora recuperemos la compostura y volvamos al asunto de lo que estábamos hablando: Alesund.
Alesund es una ciudad portuaria pequeña pero muy alegre y encantadora. Se recorre andando fácilmente y el puerto no queda lejos del centro y de la oficina de turismo. De todas formas si vais con prisa y no os interesa perder el tiempo intentando que se os entienda el recorrido no tiene pérdida. Según bajéis del barco enfiláis a la parte más alta de la ciudad en la que se ve bosque y un edificio de cristal e intentáis llegar de la forma más recta posible.
Ese es el mirador de Fjeslltua que se encuentra en el punto más alto de la ciudad, los 418 escalones se suben sin problemas porque hay recodos, banquitos y miradores en los que pararse a hacer alguna que otra foto. Una vez arriba podréis saborear la espectacular vista con la satisfacción del deber cumplido.
En la cima no os olvidéis de dar una vueltecita por allí, hay algunos refugios y restos de la guerra (supongo que datan de la segunda guerra mundial) bastante interesantes y que gustarán a los amantes de esos temas. También si tenéis tiempo podéis aprovechar para hacer alguna ruta ya que hay muchas que salen desde aquí. Caminos agradables y asfaltados con mesitas para descansar y tomarse el bocadillo disfrutando del Sol y del vientecillo noruego.
Nada más salir del parque aterrizamos en pleno barrio comercial. Alesund es junto a Trondheim dos de las ciudades donde vais a encontrar muchos centros comerciales y supermercados. Buenos precios (para ser Noruega) y quizás un alivio para quién ame el bullicio y las compras y este hasta el moño de tanta naturaleza y tanta cascada (que de todo hay)
Atentos si queréis comprar alguna vianda típica, los supermercados suelen estar en los sótanos de los centros comerciales. Y no son nada elegantes. Recuerdan mucho a los LIDL y a los DIA. Y en algunos te puedes encontrar prácticamente de todo, desde pañales hasta utensilios para el jardín o de pesca. Vamos en plan cutre pero todo terreno.
Aquí podéis comprar el salmón y el famoso queso con caramelo a precios mucho más razonables que las zonas de turistas. Y a veces puede que os llevéis una sorpresa. Por ejemplo en Geiranger había una tienda de chocolates artesanos de mucha fama que olía de maravilla.
Pero ay, llegamos de la excursión más tarde de las cuatro y las puertas estaban cerradas. Aunque el obrador estaba abierto y el hombre nos estuvo explicando cómo elaboraba el chocolate nos dijo que fuera del horario comercial no nos lo podía vender.
Imaginaros cual fue nuestra sorpresa al encontrar esos mismos chocolates en un supermercado de Alesund. Para que luego hablen de cosas exclusivas.
Otros de los puntos clave de Alesund es el barrio portuario, con sus casitas estilo Art Noveau y sus impecables jardines y por supuesto la iglesia, que es de entrada libre.
¿Recomiendas coger excursión? Pues depende, por supuesto que un guía siempre ayuda a apreciar mejor lo que estás viendo pero Alesund es una ciudad donde es casi imposible perderse. El puerto la divide en dos grandes zonas y en línea recta no hay demasiada extensión. Tarde o temprano volverás al punto de partida por muy despistado que seas.
Si quieres recorrer la ciudad tranquilamente y aprovechar para ir de compras, no cojas excursión. Si prefieres culturizarte y aprender algo más de la zona, mejor con un guía. De todas formas aquí las excursiones son cortitas y perfectamente puede darte tiempo a todo.
En muchos recorridos os invitaran a visitar el Sunnmore Museum, básicamente es un paseo a través de construcciones y barcos que datan desde la edad media hasta nuestros días. Es al aire libre y en principio pinta bien, pero yo no fui porque no vi a nadie clasificar esta visita de maravillosa o imprescindible, todos los comentarios que he oído sobre el tema son más bien tibios. Y la verdad es que creo que no me equivoqué.
Merece mucho más la pena callejear por tu cuenta entre las encantadoras casitas de colores cercanas al puerto.

---

¡Cómo pasa el tiempo! Ya hemos llegado a la última escala del crucero. Como ya expliqué en Copenhague, la primera y la última escala son las más complicadas de visitar. Hay que estar muy pendiente de cuánto tiempo disponemos antes de que nos toque salir para el aeropuerto y en muchas ocasiones no nos queda otra que tirar de excursión programada para poder ver algo.
En este caso yo tuve suerte, llegamos a puerto a las 8 y nuestro autobús no salía hasta la 4 de la tarde. Así que había tiempo más que de sobra para patear la ciudad y comer en el barco. En un Roma, un parís o un Londres te quedarías con las ganas de ver más, pero las ciudades Noruegas son pequeñas y en una escala da tiempo suficiente para disfrutar de su ambiente.
Junto con Copenhague, Trondheim es la ciudad más cosmopolita y bulliciosa del crucero. Está muy bien organizada.

Nada más salir del barco nos esperaba una representante de la oficina de turismo que nos dio unos prácticos mapas. En ellos estaban marcadas varias rutas para hacer diversos recorridos por la ciudad visitando los lugares más típicos e importantes, así como el tiempo aproximado que se tarda en hacer cada ruta.
Al principio pensé que esto sería sólo una ruta de papel, pero para mi sorpresa pronto vimos que las rutas estaban pintadas por todo el suelo de la ciudad. Sólo tenías que acercarte al punto donde se iniciaba la ruta y desde allí seguidla.
Así que como Emilio Aragón en “Ni en vivo ni en directo” nos pasamos toda la mañana siguiendo la línea amarilla, bueno en realidad era la azul que correspondía a la ruta más larga.
Por si alguno no se encuentra con la simpática representante de la oficina de turismo decirle que para iniciar la ruta azul hay que salir del puerto, ir hacia la derecha pasando por debajo de un túnel y buscar un puente metálico con un montón de macetas de flores colgadas de ambos extremos. Al cruzar el puente se inicia la ruta azul. La veréis en el suelo.

Esta ruta es muy completa te lleva por el barrio antiguo. Preciosas casitas de madera con jardines románticos y perfectos. Atraviesas el canal y el parque, llegas al centro (con mucha vida y todo tipo de tiendas) y después hasta la catedral de Nidaros, el fuerte y vuelta al puerto por una zona más comercial.
Si tenéis poco tiempo y sólo podéis ver la catedral podéis tomar una ruta más directa, ya que en realidad esta se encuentra a unos 10-15 minutos andando del puerto. Hay un autobús de pago que también te lleva hasta la catedral, pero la verdad es que no merece mucho la pena. Hubo gente que pagó por la excursión y el transporte de Pullmantur y luego al ver lo cerquita que estaba todo se sintió estafada. Supongo que es posible que influyera que la guía no era muy buena. Porque a estas alturas del crucero creo que ya todo el mundo tenía una idea de que las ciudades noruegas no destacan precisamente por su extensión.

La catedral también es de pago y bastante cara. Yo compré la entrada completa que daba derecho a ver la catedral, el museo y la zona con las joyas de la corona. ¿Recomiendo hacer este gasto? En absoluto.
El interior de la catedral es bastante soso. En realidad, todas las iglesias noruegas son bastante austeras. No esperéis encontrar el lujo, los adornos, las estatuas y el oropel típico de las catedrales españolas, italianas o francesas.
La gran mayoría de estas iglesias son lugares muy sencillos, casi sin cuadros ni imágenes, más orientadas al servicio comunitario. Es frecuente encontrarse coros de niños o de adultos ensayando mientras las maestras sirven café y bocadillos. Porque a los noruegos les encanta la música y aquí hacen reuniones, pero esto de poco interés para el visitante que se siente un fisgón molesto
Hay que tener en cuenta que noruega tiene un clima árido, una orografía mala y mucha afición a utilizar madera para construir todo tipo de edificios. La catedral de Nidaros puede resultar impresionante para alguien acostumbrado a este tipo de panoramas, pero para el visitante español a la que haya recorrido un poco su país la encontrará curiosa y poco más.
Tiene como puntos de interés la elaborada fachada exterior y las vidrieras de escenas marinas, nada más.
Dentro por no haber no hay ni bancos, unas sillas mal puestas. Tres órganos eso sí, pero vamos que a no ser que te apasionen las vidrieras y quieras observarlas con mayor detenimiento desde dentro mejor te ahorras la entrada y la contemplas desde fuera.
Hay unas catacumbas con algunos restos de lapidas vikingas, que está curioso pero se ve en 5 minutos. Y luego pagando un extra te permiten subir al mirador. Pero qué queréis que os diga, el fuerte es gratis y tiene mejores vistas aéreas de la ciudad.
En cuanto a las joyas de la corona. Pues básicamente se ven tres coronas y alguna joya más, bastante austeras, ya que en vez de esmeraldas y diamantes están compuestas en su mayoría por piedras semipreciosas como aguamarinas y citrinos.
Realmente creo que lo más bonito de Trondheim es pasear por sus calles sin prisas, meterte en alguna tienda, ver la vida de cada día, disfrutar de sus casitas y jardines.
Vamos hacerla a tu ritmo si el tiempo acompaña.

---