![]() ![]() Transmongoliano ✏️ Blogs de Rusia
Mi Luna de Miel sobre raíles.Autor: Aderyn Fecha creación: ⭐ Puntos: 4.8 (5 Votos) Índice del Diario: Transmongoliano
01: Planificando el viaje
02: Presupuesto aproximado
03: Día 1: Moscú
04: Día 2: el primer tren. Camino de Ekaterimburgo
05: Día 3: Llegamos a Ekaterimburgo
06: Día 4: Ekaterimburgo
07: Días 5 y 6: Camino de Irkutsk
08: Día 7: Llegada a Irkutsk y Litsvyanka
09: Día 8: Litsvyanka
10: Día 9: Irkutsk y tren rumbo a Mongolia
11: Día 10: El paso de la frontera Ruso-Mongola
12: Día 11: Tour 1
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Etapas 16 a 18, total 23
Hoy era nuestro último día de tour. Después de desayunar y de despedirnos de los kazajos dándoles mil gracias, cogimos la furgoneta para ir al impresionante monumento a Genghis Khan.
La estatua es gigantesca, mide 40m y es la estatua ecuestre más grande del mundo. Se erige en mitad de la nada desde principios de los 90 y se ve desde muy lejos porque está hecha de chapas metálicas y brilla con el sol. En este caso sí que tuvimos que pagar la entrada para subir con un ascensor a la cabeza del caballo desde la que se ve la inmensa estepa. Por unos 2€, en la planta baja te visten con ropas tradicionales mongolas para hacerte fotos; es divertido. También hay un museo con objetos antiguos, abalorios, puntas de flecha, y mapas mostrando la enormidad de lo que llegó a ser el Imperio Mongol. Después de la visita nos dirigimos a la zona protegida de Gorkhi-Terelj; cobran por entrar pero eso lo pagó la guía porque estaba incluído en el tour. El paisaje cambia radicalmente: de pronto hay montañas y bosques; parece (salvando muchísimo las distancias, claro) los Alpes de Mongolia. Lo primero que hicimos fue parar para comprar algunos “húshur” (las empanadillas de carne de cabra); estos nos costaron menos de 0’50€ cada uno; suelen rondar por ese precio: una empanadilla es 1€ como muy, muy caro. La siguiente parada fue para ver la “Roca Tortuga”, que en las fotos que habíamos visto nos parecía muy pequeña. Había bastante gente por allí haciéndose fotos y pasando un “día de campo” familiar, puesto que esta zona está relativamente cerca de Ulan-Bator. En los alrededores había cintas azules atadas a los árboles, como muestra de que es una roca sagrada. Después el conductor nos llevó a la “Cueva de los Lamas”, una cueva donde al parecer estuvieron escondidos 100 lamas durante la invasión soviética de los años 40. Hay que trepar un poco por las rocas para entrar a la pequeña cueva y hacer cola, porque cuando fuimos había muchísima gente (todos mongoles y chinos). Y allí concluyó nuestro tour. Cogimos la furgo por última vez rumbo a Ulan-Bator, al hostel. Cuando llegamos, no nos lo podíamos creer: ¡una cama! ![]() ![]() ![]() Después de descansar un rato, fuimos a dar una vuelta por Ulan-Bator (“UB”, como se abrevia). Hacía bastante calor. Dimos una vuelta por la plaza Sukbatar, que estaba llena de gente haciéndose fotos, puestecitos de bebida... muy buen ambiente. Por la noche nos dimos un pequeño homenaje y fuimos a cenar al restaurante “Veranda”, recomendado en ambas guías, y que está al lado del templo del “Chojin Lama”. Había un 90% de turistas; lo bonito es sentarte en la terraza, pero no había sitio; aún así, dentro está también abierto y es como si estuvieras en la terraza, y se podía fumar y todo.No recuerdo bien cuánto nos costó, creo que fueron unos 40 o 50€ los dos, y tomamos varias cervezas, ensalada, un plato de entrantes y dos platos principales de carne y luego un postre y cafés. Estaba todo muy rico y el servicio es muy atento. Aquella noche dormimos a pierna suelta, la sensación de meterte de nuevo en una cama, con las sábanas limpias, y tú misma limpia... no tiene precio. ![]() Etapas 16 a 18, total 23
Este día lo dedicamos a visitar Ulan Bator. Por la mañana fuimos a desayunar a un café cercano, porque llegamos tarde al desayuno gratuito del hostel (de 7 a 9). Después de desayunar les dejamos a los del hostel un par de bolsas de ropa sucia para que nos hicieran la colada, y nos las devolvían esa misma tarde.
Nuestra primera visita fue el Monasterio Gandantegcheling; la entrada no es cara, unos 2’5€ cada uno (por lo que vimos, sólo cobran entrada a los turistas), y se pueden hacer fotos por el recinto, escepto en el templo del Budha de la Compasión, llamado “Janraisig” que había que pagar 10$, pero para mí merece la pena porque es una impresionante estatua dorada de 26,5m de altura. Dentro de este templo había muchas otras imágenes y ofrendas: [img] ![]() En el recinto del monasterio hay bastantes templos; algunos no tienen nada que ver dentro, pero en uno de ellos, por ejemplo, nos asomamos y estaban unos lamas y algunos feligreses orando. Nos quedamos un rato escuchando esa especie de cantinela, con los pelos de punta por estar viviendo esas experiencias en vivo y en directo. A la entrada de algunos templos hay unos cilindros (en algunas ocasiones enormes, con unas “asas” para poder hacerlos girar) que la gente mueve con la mano a modo de oración (un símil católico sería el rosario). También hay muchísimas palomas y venden alpiste sobre todo para que los niños les den de comer. Se respiraba una paz especial por allí, era muy agradable pasear o simplemente sentarse y observar a la gente. Nuestra siguiente visita era el templo del Lama Chojin, pero de camino paramos a comprar unos souvenirs y, cómo no, degustar más “húshurs”. El templo es más antiguo que el otro monasterio, y es espectacular por dentro, está decorado profusamente y hasta las vigas del techo están pintadas con dibujos de colores; es una pasada. Hay muchísimas máscaras y figuras de budhas, que la mayoría dan bastante miedo, por cierto. La pena es que cobraban un pastón por hacer fotos dentro (creo que al cambio eran unos 25€, una barbaridad); así que me desquité e hice algunas cuando salimos, ya desde la calle. Una de las vigas decoradas que se ven desde fuera: Uploaded with ImageShack.us Detalle del tejado: [img] ![]() Volvimos al hostel a recoger nuestra ropa limpia y a descansar un poco. Ese día fuimos a cenar al restaurante hindú “Hazara”. Al parecer tiene bastante fama y merecida, porque la comida está exquisita. La decoración entre moderna-hindú, las camareras van todas con trajes típicos y tienen fotos de famosos que han ido allí, entre ellos Jean-ClaudeVan Damme, jeje. Pedimos de entrantes “samosas” que son una especie de empanadillas de verdura, tandoori de pollo y u plato de ternera con salsa que estaba un poco picante. Un plato de arroz para compartir y mezclar con la carne. De beber cerveza y para acompañar pan “naan” que es un pan plano, sin levadura, muy bueno. Este sitio no fue al final tan caro como nos pensábamos, más o menos de precio como el “Veranda” de la noche anterior. Etapas 16 a 18, total 23
Amanecimos a las 5 y pico de la mañana, ya que el tren salía bien prontito, a las 7 de la mañana. En la recepción del hostel coincidimos con algunos compañeros que venían en el mismo tren con el que habíamos llegado a UB unos días antes, y cogían de nuevo el mismo tramo hasta Pekín. Los del hostel nos llevaron en furgoneta hasta la estación y allí ya tomamos nuestro último tren de este estupendo viaje. En la estación gastamos nuestros últimos tugriks comprando algo de bebida.
El compartimento, de nuevo en 1ª clase (Люкс), era el más lujoso de todos los que habíamos tenido: dos camas dispuestas como literas y un asiento aparte. Además, un armarito empotrado con una percha y cuartito con un lavabo que compartíamos con el compartimento de al lado, con unos pestillos para cerrarles a ellos mientras estabas dentro. el “aire acondicionado” era un ventilador del que hicimos buen uso, porque seguía haciendo bastante calor. En el vagón, como siempre, dos cuartos de baño con el inodoro y otro lavabo pequeño. El vagón restaurante era precioso, decorado tipo “chino” con una especie de “separadores” entre los asientos muy historiados... una pena que no hicimos ninguna foto. El paisaje es de nuevo toda la estepa mongola, atraviesas el desierto del Gobi, pero no se ven las típicas dunas que imaginamos del desierto, es todo estepa con hierba. Dedicamos bastante tiempo en el tren a planificar nuestros días en Pekín. Llegamos a Zamin-Uud, la frontera de salida de Mongolia, hacia las 19’15h; por la ventanilla se veían muchos militares en la estación. El trámite de llevarse los pasaportes y devolvérnoslos sólo duró 1h A las 21h ya estábamos en Erlian, ¡en China! De nuevo el mismo trámite: los policías chinos se suben, se llevan los pasaportes (me pidieron que me quitara las gafas para verme bien en la foto y todo) y nos los devuelven en menos de 1h, ¡qué rapidez! Ya eran casi las 22h y comenzaba el cambio de ruedas del tren para adaptarlo al ancho de vía chino. No nos dejaron bajar del tren en ningún momento, así que lo vimos desde dentro del vagón. Tardaron unas 2 horas. primero quitaron la máquina de la cabecera, instalaron otra en la “cola” del tren y tiraron marcha atrás; dividieron el tren en dos tramos y nos metieron en un hangar enorme con un montón de operarios chinos esperando. Como estábamos en paralelo con la otra mitad de nuestro tren, podíamos ver cómo cambiaban las ruedas. La verdad es que hay bastante movimiento y traquetreo, y golpes secos para alante y para atrás hasta que al final encajan los vagones y los elevan. Hacia las 12 de la noche volvimos a la estación y ya sí que nos dejaron bajar un rato; hacía bastante calor, así que se agradecía poder estar un poco al aire libre. Pudimos por fin ir al baño de la estación; había también una tienda abierta. Con bastante sueño, nos fuimos a la cama a pasar nuestra última noche en el tren. Etapas 16 a 18, total 23
📊 Estadísticas de Diario ⭐ 4.8 (5 Votos)
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