![]() ![]() New York: Mordiendo la Gran Manzana ✏️ Blogs de USA
Siete días de auténtico shock en la Ciudad de los RascacielosAutor: Superbala Fecha creación: ⭐ Puntos: 4.9 (22 Votos) Índice del Diario: New York: Mordiendo la Gran Manzana
Total comentarios: 15 Visualizar todos los comentarios
Etapas 7 a 9, total 9
Por fin descanso medianamente bien, así que decido abordar por fin otra de las excursiones imprescindibles en todo viaje a Nueva York: el distrito financiero. “Irregular”, es la palabra con que definiría la impresión que este barrio me causó. Algunas cosas me gustaron mucho, y otras me decepcionaron en la misma medida. Pero vamos paso por paso.
![]() Emerjo del metro junto a Battery Park, justo en la estación donde se toman los famosos ferrys a Staten Island (ferry que no cogí, porque ya había visto perfectamente la Estatua de la Libertad en el crucero del día anterior). Paseo por el Baterry Park en dirección noroeste. Bonitas vistas del skyline de Jersey City, con sus modernos rascacielos, y del río Hudson. La caminata por el parque se hace muy agradable hasta llegar al World Financial Center, un complejo de edificios que quedó bastante dañado en los atentados del 11-S. Claro, que eso no se nota, porque lo han dejado como nuevo. Este complejo está llamado a ser el Rockefeller Center del siglo XXI, y tiene un atrio central acristalado, cuajado de palmeras, chulísimo.
![]() Me dirijo a la Zona Cero para ver qué puedo bichear por allí... que es más bien poco, la verdad. Hay un memorial abierto al público, pero es necesario pedir un permiso de acceso con antelación, y a mí francamente tampoco me interesa tanto. Sí se aprecian de cerca las nuevas torres que están construyendo en el barrio: la más alta, que se llamará “Liberty Tower”, está casi terminada. Será el edificio más alto de la ciudad y lo van a inaugurar el año que viene, si no me equivoco.
![]() Camino de Wall Street me topo con la Iglesia Trinity, con su romántico cementerio anexo. Me parece un rincón con bastante encanto; y es cierto que sorprende encontrar, en medio del caos del distrito financiero, un templo tan recoleto. La visita no tiene más de un cuarto de hora; y de ahí me lanzo a buscar los edificios emblemáticos de Wall Street. Me aguarda una intensa decepción. Tampoco sé muy bien lo que esperaba...
![]() El edificio de La Bolsa está totalmente rodeado de vallas, no te puedes casi acercar a él; el Federal Hall National Memorial es el típico edificio oficial americano, con su estilo neoclásico grandilocuente y un poco frío: no le veo interés a no ser que seas un fanático de la Historia de EE.UU.; la Reserva Federal sí puede visitarse, creo, e imagino que verla por dentro debe ser interesante, pero por fuera tampoco tiene mucho de particular; y el resto del barrio... pues no sé, me resulta bastante insulso. Quizá es que, al estar en pleno mes de agosto, la típica actividad de brilla por su ausencia. Me paro brevemente junto al popular toro de Wall Street (que es mucho más reciente de lo que yo creía); y decido abandonar este barrio y descubrir otras zonas de Manhattan.
![]() ![]() Un breve viaje en el metro me deja en el East Village: un barrio que suele quedar fuera de las rutas turísticas. Aquí no hay edificios famosos, ni museos populares, ni monumentos importantes. Pero sí se puede apreciar mejor la vida cotidiana de los neoyorkinos, y admirar esa arquitectura tan bella típica de los barrios residenciales de la ciudad. Además, me topo con el rodaje de una serie de televisión (menos mal, es otra de las cosas que hay que ver en esta ciudad!); doy un breve paseo por el Tompkins Square Park (donde en verano hay conciertos de jazz en directo y se respira un ambiente más de barrio)... Y, bueno, simplemente camino y observo. Es otro de los placeres de visitar esta ciudad: hasta el barrio menos conocido resulta fascinante.
![]() De camino hacia el hotel para hacer un descanso me detengo un momento en el Soho, que de día tiene mucho más encanto. Entro en un par de galerías de arte, sintiéndome uno de esos ricachones que pueden invertir su fortuna en el mecenazgo de algún artista rabiosamente rompedor. Se ve que uno de los galeristas se traga esa fantasía, porque empieza a mostrarme las obras de Picasso que guarda en una sala privada. Qué iluso, si supiera con quién está hablando...
![]() Para la tarde tengo un plan un poco diferente: resulta que hoy el Lincoln Center ofrece dos espectáculos gratuitos. Esto es muy típico del verano en Nueva York, hay actividades culturales sin costo para oriundos y visitantes. La información te la dan toda en la Oficina de Turismo, no lo olvidéis.
De camino al Lincoln paso por Columbus Circle, otro rincón de Central Park que aún no conozco; y ya aprovecho para comprobar cómo se pone el parque cuando empieza a caer la tarde. ¡La cantidad de gente que corre, pasea, monta en bici o deja pasar las horas sobre las frescas praderas de césped! Foto al clásico horizonte de la esquina sureste, que en invierno incorpora una pista de patinaje sobre hielo y ahora está ocupada con un parque de atracciones infantil... Y venga, para el Lincoln, que se me echa el tiempo encima.
![]() ![]() El Lincoln Center es un enorme complejo de edificios dedicado a la música clásica en todas sus formas. Como digo, en verano organiza distintas actividades abiertas al público. Yo asisto al concierto de un trío de piano, violín y violoncelo en el David Rubinstein Atrium; y luego me acerco a la explanada del Metropolitan Opera House, donde proyectan una ópera al aire libre. Esto sí que es acercar la cultura al gran público: hay centenares de asientos gratuitos, disponibles para el primero que llegue.
![]() ![]() ![]() Me quedo un ratillo observando al variadísimo público que ronda por allí, y luego tiro para Hells Kitchen, que está a un tiro de piedra y tiene un ambientillo que me gusta especialmente. Cena... y al hotel, que hay que aprovechar los últimos días en esta impresionante ciudad.
![]() Etapas 7 a 9, total 9
Se agotan las horas que voy a pasar en la Gran Manzana, y comienzo a experimentar cierta sensación de pérdida. A lo largo de estos días he pensado en varias ocasiones que podría vivir felizmente en esta ciudad durante una temporada. Por desgracia, eso ahora mismo es impensable... Así que aparto las quimeras de mi cabeza, y me lanzo a las calles.
![]() Como sabéis, Nueva York es mucho más que Manhatan. En realidad la ciudad está formada por cinco distritos (Manhattan, Bronx, Queens, Brooklyn y Staten Island), aunque en un viaje de siete días resulta inviable recorrerlos todos, por supuesto. Pero yo no quiero marcharme sin dar un garbeo por el muy cinematográfico vecindario de Brooklyn. Además, recorrer a pie el puente es un “must” que no estoy dispuesto a perderme.
![]() Comienzo mi periplo con un vistazo al skyline neoyorkino desde Brooklyn Bridge Park. No me canso de ver este panorama: colosal y al mismo tiempo con un punto de calidez, de romanticismo.
Según me han comentado, en Brooklyn las tiendas y los grandes almacenes son similares a los de Manhattan, pero mucho más baratos, así que me pongo a buscar la zona comercial.... ¡pero aquí sólo hay boulevares arbolados y calles residenciales! Claro, es que estoy en Brooklyn Heights. Una vecina del barrio (amabilísima, como todo el mundo al que abordé a lo largo del viaje) me indica que debía dirigirme a Montague Street. Cuando llego me parece una calle con mucho encanto, llena de comercios de barrio y tal. Pero yo busco grandes almacenes y gran concentración de tiendas.... Y finalmente alcanzo mi objetivo cuando descubro Fulton Street. Aquí hay de todo, incluido un enorme Macy’s en el que me compro varias docenas de calzoncillos (sí, es poco glamouroso, pero los calzoncillos “de marca” son especialmente baratos en NY; y aquí me puede mi carácter práctico). ![]() ![]() Tras curiosear por las tiendas y tomarme un té helado de fruta de la pasión (¡me encanta!) en el Starbucks, sigo castigando mis pies en dirección al puente más famoso de la ciudad de los rascacielos.
![]() Qué queréis que os diga: lo hemos visto tantas veces que parece que llevamos toda la vida caminando a la sombra de sus cables de acero. El Puente de Brooklyn hay que recorrerlo sí o sí; y conviene hacerlo en dirección Manhattan, porque las vistas son mucho más espectaculares. Para los menos deportistas, tranquilidad: hasta una abuelita con andador podría realizar este breve paseo, apto para todo tipo de condiciones físicas. El puente es tan mítico que sobran todos los comentarios.
![]() Tengo la tarde por delante y aún me queda un ticket del CiyPass sin usar: el del Metropolitan Museum. Pienso que puedo echarle un vistacillo rápido, porque tampoco quiero pasarme allí dentro mi última (por ahora!) tarde en Nueva York. ¡Un vistacillo rápido! Qué iluso. Como si eso fuera posible.
El Metropolintan me deja con las patas colgando por muchas razones: la primera, sus ENORMES dimensiones (es directamente inabarcable, habría que pasase un mes entero aquí para verlo todo con cierto detalle); la segunda, por la enorme variedad de sus fondos (es que tienen de todo... ¡pero de todo!: desde escultura china a Arte Contemporáneo); la tercera, porque de todo tienen mucho, muy bueno y muy variado. Además, han encontrado la forma de hacer atractiva la exhibición incorporando a la propia estructura del museo estancias o habitaciones directamente “importadas” (ejem) de los más dispares puntos de la geografía mundial. Puedes ver un templo egipcio enterito; una mastaba; el salón de un palacio Bizantino... o el patio de armas del andaluz castillo de Vélez- Blanco. Sí, así tal como suena: se lo llevaron de aquí y lo montaron allí, piedra por piedra. También me sorprende ver la reja de la Catedral de Valladolid. Y en cuanto al arte medieval, hay que decir que el museo tiene una segunda sede, llamada “The Cloisters”, que está al norte de Manhattan.... y es, básicamente, una abadía francesa REAL llena de piezas de arte del medievo. Esto yo no lo vi, pero debe ser precioso. ![]() ![]() ![]() Pues nada, tenía que pasar: el “vistacillo” se ha convertido en varias horas de pateo por las incontables salas de este centro mundial del arte. Mis piernas necesitan un descanso, así que me voy al hotel Tarde/noche de despedidas. Decido no sacar la cámara y deambular sin rumbo por algunos de mis barrios preferidos de la ciudad: West y Greenwich Village (no sé bien dónde empieza uno y termina el otro); Noho, Nolita, Hells Kitchen. Comienzo a ser consciente de que esto se acaba, me tengo que ir. Y no quiero. Etapas 7 a 9, total 9
Mi avión sale a las cinco de la tarde, así que aún puedo apurar unas horitas descubriendo Chinatown: mi intención es comprar algunos souvenirs, y doy por hecho que encontraré cientos de tiendas de recuerdos en este barrio tan oriental. Otra equivocación...
![]() A ver, en Canal Street sí que hay varias tiendas de recuerdos.... ¡Pero es que Chinatown es mucha Chinatown! Comienzo a caminar, a adentrarme por las callejuelas... y me siento completamente transportado. Los edificios siguen siendo típicamente neoyorkinos; pero la cartelería, los restaurantes y las tiendas son genuinamente chinos. Es cierto: nuestros congéneres de ojos rasgados han ido extendiendo sus dominios y hoy ocupan una amplísima zona en el Middtown, aquello es como una pequeña ciudad. Curioso... pero es que a mí lo chino, como que no. Compro mis souvenirs y vuelvo al hotel a recoger las maletas. Definitivamente, tengo que irme al aeropuerto. Se me encoge el corazón.
![]() ![]() Nuevamente opto por el metro para mis traslado al JFK. Por reformas en varias líneas me hago un poco de lío, y tardo casi hora y media en llegar al aeropuerto. Aquí sí tengo que hacer cola para la facturación, así que me quedan escasos minutos para tomarme algo en uno de los bares de la zona de embarque. No quiero irme. De verdad, lo juro: NO QUIERO IRME. Pero, tristemente, arrastro mi cuerpo hasta la aeronave, y pienso en lo afortunado que he sido por ver lo que he visto, y por vivir lo que he vivido. Y volveré. A Dios pongo por testigo de que VOLVERÉ.
![]() Etapas 7 a 9, total 9
📊 Estadísticas de Diario ⭐ 4.9 (22 Votos)
![]() Total comentarios: 15 Visualizar todos los comentarios
CREAR COMENTARIO EN EL DIARIO
Diarios relacionados ![]() ![]() ![]() ![]()
![]() |