![]() ![]() Luna de Miel en Perú ✏️ Blogs de Peru
17 días en Perú, organizando el viaje más o menos sobre la marchaAutor: Naamur Fecha creación: ⭐ Puntos: 4.8 (15 Votos) Índice del Diario: Luna de Miel en Perú
01: Martes 15 y miércoles 16 de octubre. Lima
02: Miércoles 17 de octubre de 2012. Paracas
03: Jueves, 18 de octubre de 2012. Huacachina
04: Viernes, 19 de octubre de 2012. Nazca
05: Sábado, 20 de octubre de 2012. Arequipa
06: Domingo, 21 de octubre de 2012. Chivay
07: Lunes, 22 de octubre de 2012. Valle del Colca
08: Martes, 23 de octubre de 2012. Lago Titicaca
09: Miércoles, 24 de octubre de 2012. De camino a Cuzco
10: Jueves, 25 de octubre de 2012. Cuzco
11: Viernes, 26 de octubre de 2012. Cuzco y sus ruinas
12: Sábado 27 de octubre de 2012. Valle sagrado
13: Domingo, 28 de octubre de 2012. Aguas Calientes
14: Lunes, 29 de octubre de 2012. Machu Picchu
15: Martes, 30 de octubre de 2012 . De Ollantaytambo a Cuzco
16: Miércoles, 31 de octubre. Miraflores
17: Jueves 1 y Viernes 2 de noviembre de 2012
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Etapas 7 a 9, total 17
A las 5.45h de la mañana nos pican en la puerta de la habitación para que nos levantemos. Desayunamos y nuestra agencia se supone que nos pasa a recoger a las 6.45h. No aparece nadie. Después de un rato largo ya empezamos a ponernos todos un poco nerviosos y yo bastante cabreada: odio la impuntualidad y tengo frío y sueño, me levanté temprano para nada y por llegar tarde temo que no avistemos ni un cóndor. La madre y la hija que venían en la misma excursión llaman a la agencia en Arequipa, pero no les dicen nada concreto, allí son maestros en dar largas. También la señora del hotel les llama, al final llegan a buscarnos cuando les parece, sobre las 8 (aplicaron el dicho que no paran de repetir los peruanos “la hora camana: cada uno llega cuando le da la gana”). Nos ponemos en marcha hacia el valle del Colca, vamos por una pista sin asfaltar, que en algunos trozos no existe pues las lluvias se la llevaron por delante, la furgoneta no para de dar saltos por los muchos baches que nos encontramos. Antes de entrar el valle, hay que parar en el control en el pueblo de Pinchollo para pagar las tasas (80soles). El paisaje del valle es una maravilla, miles de terrazas de cultivo de todas las gamas del verde (hay unas 25000) a derecha e izquierda y en medio de ellas, a orillas del río Colca, los pueblos fundados por los españoles que aún hoy en día conservan el mismo trazado y la mayoría de edificios de esa época. Uno de ellos se llama Madrigal, como el de España. En este valle la tierra es extraordinariamente fértil, llegando a dar 3 cosechas al año, los cultivos principales son las patatas y el maíz para los que los habitantes del Colca se siguen sirviendo de las técnicas más rudimentarias: el burro y el arado de mano. Más adelante ya nos adentramos en el cañón del Colca, el más profundo del mundo, aquí se termina la zona de cultivo y el paisaje se transforma en unas escarpadas paredes verticales sin vegetación alguna. Con muchísimo retraso llegamos a la Cruz del Cóndor, pero tenemos la suerte de nuestro lado y ese día los cóndores tampoco madrugan, con lo que podemos ver muchísimos en pleno vuelo. Da gusto verlos planeando por encima de nuestras cabezas, con su vuelo majestuoso y su imponente envergadura. Sobre las 12 volvemos hacia Chivay, antes hacemos una parada en el pueblo de Maca que tiene una bonita iglesia colonial y ¡cómo no! un mercadillo con todo lo que un turista pueda desear. Llegamos a Chivay para comer, la guía se encarga de recuperar nuestras maletas y nos las acerca a la parada de 4M express, para que las podamos facturar en el viaje de esta tarde. Mientras estamos con esto, la guía recibe una llamada de la agencia para que nos pongamos al teléfono y valorar la excursión. Pues bien, valoramos que fue bastante desastrosa: ayer nos dejaron sin cena folclórica, el hotel Suma Wasi un tugurio y la atención pésima, y por último el retraso de esta mañana que bien se podría haber traducido en un fracaso total de no haber aparecido los cóndores. Para nuestra sorpresa, nos piden disculpas y en desagravio nos invitan a comer en un buffet de la Plaza de Armas. Vale, encantados. Nos ponemos morados, está todavía más bueno que el del día anterior. A la 13.30 sale el autobús para Puno, es un servicio turístico con azafata-guía, todos somos guiris. Nos dan unas botellas de agua y la guía va hablando casi todo el camino, nos lo hace muy ameno con sus explicaciones. A medio camino paramos a merendar en un bar de la carretera, nos dan unos sandwiches y unas chocolatinas. Continuamos y ya se empieza a percibir como poco a poco cambia el paisaje, estamos llegando al altiplano. Hacemos una parada en Lagunillas, un enorme lago a 4100m de altitud poblado por una gran variedad de aves; flamencos, garzas, cormoranes, patos… Varios pasajeros se empiezan a sentir muy mal, tal vez por el mal de altura y tenemos que hacer una parada en Juliaca para que los atiendan. Juliaca es la ciudad más horrible que uno se pueda imaginar, además de un nido de contrabandistas por lo que transitar por ella resulta peligroso. Por fin llegamos a Puno, ya es de noche cerrada. Luis Alberto, el dueño del Manzano Lodge, nos está esperando para llevarnos al hotel. Una vez instalados en la habitación pedimos en recepción que nos compren los tickets para la excursión de mañana al Lago Titicaca con visita a las Islas Uros y Taquile (80 soles) y también los billetes de autobús para ir de Puno a Cuzco pasado mañana con Inca Express (155 soles). Ya es tarde y el día fue muy largo, así que cenamos en la habitación los bocadillos que nos habían dado en el camino y nos vamos a dormir. Etapas 7 a 9, total 17
Nos dan un desayuno buenísimo y allí mismo en el comedor tenemos un ordenador que utilizamos para confirmar la reserva del hotel de Cuzco. Pasan a recogernos y nos llevan hasta el embarcadero del lago. El día está precioso, no había visto un cielo tan azul y con tantísima luz en mi vida. Tras escuchar las indicaciones del guía subimos a cubierta y pasamos en ella el resto del viaje tomando el aire y maravillados con el paisaje. Antes de entrar en la isla de los Uros, hay que pasar por caja y pagar las pertinentes tasas. Los habitantes de la isla nos reciben con un baile y cantando una canción. Nos dan una detallada explicación de su vida día a día y sobre la construcción y el mantenimiento de las islas, que son de junco y flotan sobre el agua. Después visitamos sus cabañas e improvisan un mercadillo en el que todos nos sentimos obligados a comprar alguna de las artesanías que ofrecen. Nos despiden con un nuevo baile al son de “vamos a la playa”… no comment. Nos llevan a otra isla donde solo hay un mercadillo y un bar, compramos bebida porque el sol pega que da gusto y nos estamos muriendo de sed. Allí nos sellan los pasaportes. El trayecto hasta la isla de Taquile nos lleva bastante tiempo, pero no importa, es genial estar en medio de aquella inmensidad de agua sintiendo el viento en la cara. Hay un punto desde el que se divisan a lo lejos unas montañas, es Bolivia. Una vez en la isla de Taquile iniciamos una ligera ascensión, pero con la altitud vamos todos con la lengua fuera (la cuesta nos cuesta), hasta el restaurante donde vamos a comer. Allí nos sirven sopa de quinua y trucha del Titicaca a la brasa, todo buenísimo. Continuamos paseando por la isla y nos cruzamos con algunos lugareños con sus coloridas vestimentas tradicionales. Hacemos fotos sin parar y enseguida llega la hora de regresar al embarcadero. El sol empieza a bajar y en cubierta enseguida empieza a hacer un poco de frío, además se levanta bastante oleaje con lo que el barco tiene que ir despacio, por este motivo la vuelta hasta Puno nos lleva casi tres horas, por suerte no me mareé. Una vez en Puno vamos a dar una vuelta por el centro del pueblo, que está muy concurrido y llenísimo de tiendas. Me compro una chompa de alpaca de lo más colorida. También aprovechamos para cambiar dinero. De vuelta en el Manzano Lodge pagamos las 2 noches de estancia (100 soles). Etapas 7 a 9, total 17
El bus sale temprano y es la propia gente del hotel la que se encarga de buscarnos y pagarnos un taxi que nos lleva hasta la estación. Para entrar en ella hay que abonar una tasa ¿?, pero esta vez el taxista se porta bien y no intenta repercutirnos nada. Aunque llevamos los billetes pagados, a la hora de facturar las maletas nos reclaman otra tasa (2 soles). La verdad es que a cada paso se sacan de la manga un sinfín de tasas para que pagues. Esta vez viajamos con la compañía Inca Express, a mí me hubiera gustado ver las ruinas de Silustani, pero el horario de salida del bus, a las 7, no es compatible con los de la visita. El autocar es cómodo, menos mal porque son 10 horazas de viaje, y además hay una azafata/terramoza que se encarga de servirnos bebidas frías o calientes y también nos proporciona bastante información sobre los lugares que atravesamos. Están previstas varias paradas a lo largo del viaje, y en el mismo autobús nos venden las entradas para las visitas que vamos a realizar. Nosotros compramos las entradas para el sitio arqueológico de Raqchi y la iglesia de Andahuailiyas (40 soles). Llegamos al pueblo de Pukara, donde hacemos la primera parada para ver un museo. Cómo no compramos la entrada para éste, nos dedicamos a ver el pueblo, la iglesia y también un pequeño mercadillo en la plaza de armas. Continuamos hasta La Raya, el punto más elevado de este viaje a 4335m, donde todo el mundo para y por lo tanto hay instalado, en medio de la nada, el correspondiente mercadillo. A la hora de comer (bastante temprano según la costumbre de Perú), paramos en un buffet concertado, como todos los que probamos en Perú está todo buenísimo y el ají que no nos falte! Durante el trayecto vamos observando cómo se transforma el paisaje, pasamos del altiplano a la sierra, la vegetación cambia, aparecen campos cultivados y también rebaños de llamas y alpacas pastando tranquilamente a los lados de la carretera. Llegamos a Raqchi donde quedamos impresionados con ruinas del templo de Viracocha, imponentes aún hoy a pesar de que apenas queda en pie una pared. Seguimos el curso del río Vilcanota, el río sagrado de los Incas, es un valle precioso, todo verde y muy fértil, repleto de terrazas en las que se cultiva sobre todo maíz en todas sus variedades. En Andahuaylillas es la última parada para ver la iglesia barroca San Pedro construida en el siglo XVII. Es alucinante el interior profusamente decorado con pinturas murales, un precioso techo artesonado policromado, altares de madera tallada y lienzos de la escuela cuzqueña. No permiten sacar fotos. Por fin llegamos a Cuzco, por 15 soles cogemos un taxi desde la estación hasta el hotel La Hostería de Anita que está a dos cuadras de la plaza de Armas (108 soles/noche). Nos asignan una habitación triple, enorme, en el patio trasero, la única pega es que al ser tan grande es un poco fría. Salimos a dar una vuelta por Cuzco, es precioso, rodeado de montañas y con restos incas y coloniales a cada paso. No sé si la altura o la sobredosis de picante que llevo encima, pero ese día algo empieza a causarme estragos en el estómago… ceno un Aquarius. Etapas 7 a 9, total 17
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