CHINA A NUESTRO AIRE ✏️ Blogs de China

Al llegar al hotel por la tarde, después de pasar nuevamente por la calle Wanfuginj que nos encantó.

Volvimos al hotel donde nos informaron que finalmente habían llegado nuestros billetes de tren. Menos mal porque a nuestro próximo destino estaba a 850 Km y es complicadísimo conseguir billetes de tren en agosto (hay mucho turismo interior). Para celebrarlo salimos a cenar nuestro primer pato pequinés.

En Beijing hay una cadena de restaurante, la Qunjude, que sirve este plato para los turistas y hace todo un numerito, pero nosotros fuimos a un restaurante local bueno y el pato laqueado que comimos fue delicioso y la cena divertida pues no había ningún turista ni nadie que hablara inglés y los camareros intentaban explicarnos toda la ceremonia para comerse el pato. Se deshacían por servirnos y nos trataron como reyes. Que majos!!!

[/align]

---

Hoy visitamos el Templo del Cielo. Cogemos la línea 5 hasta Tiantanmendong. El Templo del Cielo es una visita muy agradable, con templos y edificios donde los emperadores hacían distintos rituales. Los edificios tienen mucho colorido y el hecho de estar aislados, rodeados de jardines, hace que se refuerza su belleza. La visita es muy agradable puesto que al estar en un parque el aire parece un poco más limpio y fresco. Vale la pena darse una vuelta por el parque Tiantan donde se puede ver como los chinos hacen volar cometas de diferentes formas y colores y juegan a cartas, mucho, mucho.

palacio de los vientos

juego

gene

Después hicimos nuestro último paseo por las principales calles de Beijing, al lado de nuestro hotel que estaba en el límite de un Hutong y fuimos al hotel a refrescarnos un poco y a recoger las maletas ya que las dejamos en consigna. Cogimos un taxi hacia la estación ya que nuestro tren el T231 salía a las 21,15 h y viajábamos de noche. Compramos comida en el supermercado de la estación, muchas veces sin tener ni idea de que comprábamos y subimos al tren. La estación estaba hecha una guarrada, llena de porquería y con toda la gente por los suelos durmiendo o comiendo…. En fin, muy chino. La cabina del tren, sin embargo estaba muy limpia y pasó una china (la revisora que tampoco hablaba otra cosa que no fuera chino, bien) que nos pidió las tarjetas de embarque y se las llevó para avisarnos cuando debíamos bajar en nuestro destino: Luoyang. Noche perfecta a bordo.

juegos en el parque

COMIDA

[align=justify]

---

Llegamos a Luoyang en tren nocturno. Compramos algunos fideos para cenas en el ren. Los trenes estan bien en China. En seguida nos dirigimos al hotel que había reservado por internet donde nadie, absolutamente naie hablaba inglés. Salmos pronto para dirigirnos a Longmen, la cueva de lso 10.000 budas por la multitud de esculturas de Buda que hay.

[align=center]tren a Luoyang

noddles

En China todo es una aventura, como una gymkhana. Llegar allí fue complicado pues si bien sabíamos que el autobús 81 nos llevaba hasta allí, pues esta a las afueras de Luoyang, lo cierto es que no había manera de encontrar la parada ni nadie nos entendía. Finalmente vimos que la solución era llevar apuntado el número en una libreta y ponérsela en la cara a un chino y así nos entendían y eso si, como son amables a su manera te intentan ayudar.

Luoyang fue una de las capitales antiguas chinas, tuvo su apogeo en el siglo I aC, hoy con 6.000.000 de habitantes es una ciudad gris, industrial, llena de chinos y sin ningún atractivo más que eso si, ver una ciudad sin turistas y eminentemente china. Vuelve a haber mucha polución, muchas motos que circulan por donde les parece cargadas con toda la familia y coches que no respetan nada, ni semáforos ni direcciones ni nada. La ciudad sigue creciendo con numerosos rascacielos que construyen en las afueras y que crecen rápido, rápido.

Es interesante ver como por la noche se reúnen mujeres en encrucijadas de calle y se ponen a bailar o a hacer tai chi (esto también lo habíamos visto en Beijing). Los restaurantes son todos locales pero como nos lo comemos todo, comimos muy bien y muy muy barato pero muy muy picante. Si en China es barato comer (en sus restaurantes) aquí era un regalo y además bueno, sobretodo los guisos. Mi hija pequeña continua sin comer nada aunque la pobre lo intenta.

Las grutas de Longmen se encuentran a 14 Km del centro de Luoyang, son bonitas, estuvimos todo el día paseando por las dos orillas del río que cruza el sitio visitando grutas y templos y otra vez había muchos chinos visitándolas aunque aquí encontramos a unos españoles. Os dejo fotos.

gruta de Longmen

gruta de Longmen

Otra curiosidad que ya habíamos visto en Beijing pero que aquí se repite son los chino que venden helados por la calle y a pesar del calor que hace los llevan… en cajas de cartón. Los probamos y no son buenos pero refrescan aunque no sabría deciros a que saben.

Mi hija Ana continuaba haciendo amigos....

[/b][/align]

---