![]() ![]() ALASKA. The last frontier ✏️ Blogs de USA
Espectacular viaje a Alaska visitando el parque nacional de Denali, la península de Kenai y la región de Valdez.Autor: Leireia Fecha creación: ⭐ Puntos: 4.9 (50 Votos) Índice del Diario: ALASKA. The last frontier
01: Resumen Alaska Junio 2013
02: Denali National Park
03: Denali Highway I
04: Denali Highway II
05: Richardson Highway
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Etapas 7 a 9, total 10
A la mañana siguiente nos levantamos con nuestra siguiente aventura en mente. Ibamos a hacer kayak entre icebergs! El día estaba nublado, pero las previsiones eran buenas. Cruzamos los dedos para que las nubes acabasen por disiparse.
Nos acercamos al puerto de Valdez, donde se encontraba la agencia con la que contratamos el tour. Allí nos dieron el material necesario y las típicas instrucciones de seguridad. Montamos en el barco y emprendimos rumbo al glaciar Columbia, uno de los glaciares más variables del mundo y que empezó a retroceder a principios de 1980. Por el estrecho del príncipe William vimos ballenas, focas, nutrias marinas... Estas últimas tienen una carita muy mona y son muy graciosas. Para evitar que sean arrastradas por la deriva las nutrias marinas suelen dormir sujetándose las manos, y las madres suelen flotar con sus cachorros sobre el pecho. Se abrazan a sus crías con tal afecto que es asombroso. Además, son tan curiosas que se quedan mirándote cuando pasas cerca: ![]() La experiencia de andar en kayak entre icebergs fue excepcional. Recomendable 100% para todo el mundo. Este tipo de actividades resultan caras para un presupuesto ajustado, pero si podéis rascar el bolsillo y destinarlo a una experiencia del estilo, no hay duda. El recuerdo que queda es especial e inigualable. Si tenéis curiosidad de ver un pequeño iceberg por debajo del agua: ![]() ![]() ![]() Etapas 7 a 9, total 10
Es increíble ver cómo todas las carreteras de Alaska son tan panorámicas. Dejamos atrás Valdez y y la carretera de Richardson para iniciar la Glennallen Highway.
Nos alegramos de volver a deshacer parte del camino, ya que la visión desde el lado contrario es diferente. Al principio tuvimos muchas dudas de si volver por carretera a Anchorage, o coger el ferry y aparecer en Whittier. Era una decisión complicada, pero queríamos pasar por el glaciar Matanuska y experimentar lo que siente un escalador de hielo. Puesto que ya habíamos visto parte del estrecho del príncipe William, decidimos volver por carretera. Nada más girar a la izquierda en el cruce, fue curiosa la imagen desde el retrovisor. Un blanquísimo volcán con un rojizo cielo al fondo en medio del camino, como si de una postal se tratase. Iba siendo hora de buscar alojamiento. Al final dormimos en un camping muy peculiar a pocos kilómetros del cruce. Era una especie de museo de antigüedades. El precio fue un poco más caro que el de otros campings, pero el sitio donde montamos la tienda también lo merecía, una verde campa rodeada de pinos frente a un precioso arroyo. La única pega, cómo no, los mosquitos. Ni si quiera en el baño podía una estar tranquila! ![]() El día siguiente nos aguardaba con nuevas aventuras. Un alce se nos cruzó en la carretera cuando los rayos de sol intentaban atravesar las finas nubes del cielo. La carretera, una vez más, con bonitos tramos escénicos: ![]() Esta vez tocaba el turno al glaciar Matanuska, el más largo de Estados Unidos accesible en coche. Nuestra idea era hacer un pequeño trekking por el glaciar y aprender a escalar en hielo. El color blanco-azulado del hielo era precioso. ![]() ![]() Etapas 7 a 9, total 10
El glaciar de Matanuska fue un bonito escenario donde practicar la escalada en hielo. El tiempo había despejado por completo y el níveo blanco del hielo contrastaba con el azul intenso del cielo. Aún no lo sabíamos, pero éste sería el último día que tendríamos un tiempo tan perfecto.
Reanudamos nuestro recorrido por la Glenn Highway hasta aproximarnos a Anchorage. El camino continuaba majestuoso, discurría paralelamente al serpeante curso del río Matanuska en el valle Mat-Su, custodiado por las Chugach Mountains hacia el sur y las Talkeetna Mountains al norte. A medida que fuimos acercándonos a Anchorage comenzamos a entrever oscuras nubes provenientes de la costa. Mal augurio, nosotros nos dirigíamos directos a ellas. Fue comenzar la Seward Highway cuando el sol dejó de brillar. Dejamos Anchorage pocos kilómetro atrás y nos adentramos en la Turnagain Arm. A la izquierda nos escoltaban las Chugach Mountains, mientras que a la derecha teníamos la ensenada Cook, un brazo de mar en la que abundan blanquísimas ballenas belugas. El camino se presentaba muy escénico, pero las cumbres de las montañas se mantenían cubiertas por una notable capa nubosa. Buscamos un camping donde alojarnos con la esperanza de que las nubes se disiparan al día siguiente. La temperatura seguía siendo agradable, de unos 20 grados. Hasta el momento no habíamos necesitado despertardor para levantarnos por la mañana, el jetlag, la emoción del viaje, las ganas de querer ves más y las 24 horas de luz hacían que nos despertáramos muy temprano. El día siguiente no fue una excepción, aunque la luz era más tenue que el de días anteriores. Las nubes permanecían en el mismo sitio. De camino a Whittier, nos paramos en una especie de orfanato de animales. Pensamos que podía ser una excelente forma de ver la fauna típica de Alaska y esperar a que el sol empezase a asomar. ![]() ![]() ![]() Uno de los momento más bonitos fue cuando vimos cómo alimentaban a crías de bisontes. Una de ellas tenía poco más de dos semanas! Al de poco cayó una pequeña tromba de agua. Nos resguardamos en la tienda de souvenirs y en cuanto escampó decidimos coger un ferry para ver los famosos glaciares marinos. Aunque ya no volvió a llover, las nubes seguían muy bajas, casi al ras del mar! El ferry lo cogimos en Whittier, y el único acceso por carretera hasta él es atravesando el túnel de Anton Anderson Memorial. Es un túnel muy curioso, de un sólo sentido y cuando no pasa el tren, entonces pasan los coches, primero los de un sentido y después los del otro. Al principio las nubes estaban tan bajas que apenas se veía nada desde el barco. Eso nos dio muchísima rabia, más aún cuando sabíamos que el paisaje era espectacular. A medida que nos fuimos acercando a los glaciares empezamos a distinguir parte de las montañas y la verdad es que aún con el tiempo tan melancólico, los glaciares nos parecieron impresionantes. ![]() ![]() También vimos nutrias marinas descansando en pequeños bloques de hielo, focas, águilas reales, diferentes tipos de aves, etc. Ya bien entrada la tarde nos dirigimos hacia Seward. Comentar que la Seward Highway es una de las más espectaculares, aunque sinceramente a mí todas las carreteras me lo estaban pareciendo. Las montañas están más cerca y a los lados se pueden apreciar varios lagos con nenúfares. La verdad es que era muy bonita, pero nosotros no pudimos apreciarla tan bien como otras debido al tiempo. Sin embargo, hay que remarcar que esta carretera es mucho más concurrida que otras y por supuesto no puedes pararte en el momento que quieres, a diferencia de la Denali Highway. Etapas 7 a 9, total 10
📊 Estadísticas de Diario ⭐ 4.9 (50 Votos)
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