Itinerario del día:
A: Vernal
B: Flaming Gorge
C: Grand Teton Nat. Park
D: Jackson
Tras el “paréntesis” de Moab (risas), aquí en Vernal íbamos a retomar de nuevo la sana costumbre (carcajadas) de levantarnos al alba. No se puede negar que la socorrida frasecita acerca de la dura vida del viajero hay ocasiones en las que viene al pelo...
Bueno, una vez duchados y arreglados, recogimos todo, y nos fuimos a la pequeña sala habilitada para el desayuno. Aquí nos reencontramos con nuestras queridas maquinitas para hacer los riquísimos waffles. Son todo un invento. Nos pusimos morados, y no sólo de waffles, sino también de pastas, magdalenas y demás bollería hipercalórica.
Cargamos en el coche equipaje y nevera, dejamos la llave en el buzón exterior de la recepción, y antes de las 7 comenzamos un largo desplazamiento, de más de 300 millas, hacia el norte. Únicamente teníamos pensado detenernos, a primera hora, en algunos de los miradores de Flaming Gorge. El resto del tiempo queríamos emplearlo en atravesar las vastas llanuras de Wyoming hasta alcanzar nuestro destino en Jackson, con la idea de pasar ya la tarde en el parque nacional del Grand Teton.
Nos despedimos de Vernal -un pueblo al que le habíamos cogido mucho cariño después de la excepcional cena del día anterior- recorriendo a escasa velocidad sus calles casi desiertas y observándolo todo con gran atención.
En pocos kilómetros alcanzamos los parques estatales de Steinaker y Red Fleet, caracterizados ambos por la antiquísima edad geológica del terreno en el que se asientan y por sus abundantes yacimientos de fósiles de dinosaurios. No demasiado lejos está Windy Point, un estupendo mirador elevado desde donde pudimos observar toda esta zona de gran interés arqueológico y también, algo más lejos, los edificios de Vernal.
Tema musical: "Dance of Unicorn" (CITIZEN CAIN)
Todavía no eran ni las 8 cuando llegamos a Flaming Gorge. Nuestro primer destino, dentro de esta interesante área recreativa, eran los miradores del Red Canyon. Su localización exacta aparece detallada en el siguiente mapa:
Viniendo por la 191 desde el sur (punto A), hay que tomar la desviación a la izquierda e incorporarse a la 44 que se dirige hacia el oeste. Pocas millas después se ha de girar a la derecha, siguiendo las señalizaciones que conducen al Red Canyon Campground (punto B del mapa). Al final de esta pista -bien asfaltada- se encuentra el parking del Visitor Center. Y allí es donde se debe dejar el coche, ya que los cuatro balcones panorámicos se sitúan a unos 100 metros escasos del edificio.
A nosotros nos encantó el lugar. Todos los miradores ofrecen diferentes perspectivas del abrupto cañón que desciende hasta el cauce del Green River, 1700 pies más abajo. Esta parte de Flaming Gorge guarda cierta similitud con los Cañones del Sil, en Galicia, o los Arribes del Duero, fronterizos entre Castilla y Portugal. Aunque a una escala ligeramente superior.
Tema musical: "Threes" (WILLIAM ACKERMAN)
El siguiente objetivo en nuestra ruta era Sheep Creek Overlook (punto B del siguiente mapa), otro mirador situado en la misma carretera 44, pero unas quince millas más al oeste, en dirección a la localidad de Manila:
Sheep Creek permite disfrutar con la contemplación de la parte más ancha del lago artificial de Flaming Gorge, desde una perspectiva algo más lejana que la de Red Canyon, pero que a nosotros -y a unos simpáticos moteros con los que coincidimos allí- nos mantuvo un buen rato entretenidos, sacando fotos sin parar.
Tema musical: "The magic roundabout" (IQ)
Aquí llegaron nuestros amigos los moteros
Dejamos atrás Manila y a renglón seguido entramos en el estado de Wyoming. Comenzamos aquí a tomar contacto con las interminables y aburridas llanuras que a lo largo de cientos de millas fuimos atravesando en nuestra aproximación a las montañas del Grand Teton.
Tema musical: "Careful where you step" (SAGA)
Los más de 160 kilómetros que separan Rock Springs y Pinedale están prácticamente deshabitados. En todo ese tramo apenas encontramos dos o tres poblachos minúsculos. Sin embargo, nos llevamos la sorpresa de darnos de bruces, en medio de aquella desolación, con una prueba ciclista para amateurs que parecía bastante bien organizada, puesto que, de hecho, tenía hasta sus puntos de avituallamiento situados de modo estratégico.
Los páramos de Wyoming no dejan de tener un cierto encanto, aunque conducir durante mucho tiempo por un territorio tan plano y monótono, similar a un plato gigantesco, termina por amuermar un montón, y por eso nos sentimos complacidos cuando poco a poco comenzaron a aparecer por el horizonte, a nuestra derecha, las primeras estribaciones de las Wind River Range, una de las cordilleras más importantes de todo el estado. Sus cumbres más elevadas alcanzan los 4200 metros de altura, y en muchas de ellas todavía podían apreciarse los blanquísimos neveros invernales.
Al llegar a Pinedale, un pueblo típico del oeste americano con un ambientillo muy curioso, paramos para repostar y comernos unos deliciosos wraps picantes -solo de recordarlos se me hace la boca agua, ñumm-.
Y continuamos hacia Jackson a través de un paisaje cada vez más accidentado, sobre todo después de sobrepasar el puente sobre el Green River, cuyo nacimiento está localizado en unas montañas cercanas, situadas algo más al norte. A propósito, quién podría imaginarse, después de contemplar su tranquilo e inocente aspecto en las proximidades de Pinedale, que este mismo río, cientos de millas más abajo, vaya a acabar siendo el corresponsable -junto al Colorado River- del retorcido laberinto orográfico de Canyonlands, un lugar que tanto nos había asombrado dos días antes.
A medida que nos acercábamos a Jackson,
el terreno era cada vez más montañoso
Llegada a Jackson, con la nevada cumbre del Grand Teton
asomando justo por encima de los semáforos
Jackson nos recibió con un vistoso concurso hípico que celebraban en unas instalaciones próximas a las laderas de la Snow King Mountain.
El pueblo está muy orientado hacia el turismo, pero aún así resulta bastante atractivo y pintoresco. A nosotros nos gustó, sobre todo la zona del downtown, estructurada en torno a un bonito parque denominado Jackson’s Town Square, al que accede a través de cuatro llamativos arcos elaborados con cuernos de alce.
A eso de las 3 de la tarde nos dirigimos al Grand Teton National Park. Sabíamos que allí nos esperaban algunas de las montañas más altas y abruptas que íbamos a tener ocasión de ver en todo el viaje, ya que el Grand Teton, cumbre culminante de la cordillera Teton Range, roza los 4200 metros de altura, mientras que otros picos próximos -South Teton, Middle Teton, Owen, Teewinot, Moran…- se acercan a los 4000. Y lo cierto es que el parque no nos defraudó en absoluto. Desde el primer instante en que semejantes moles rocosas aparecieron ante nuestros ojos, no dejamos de disfrutar un solo minuto, porque aquello es pura y simplemente maravilloso.
Entramos por la Teton Park Road, la carretera más próxima a la línea montañosa, y fuimos deteniéndonos en los distintos puntos panorámicos que íbamos encontrando sobre la marcha. La cordillera no parece la misma si se observa desde tal o cual mirador, ya que las perspectivas en cada uno de ellos son muy cambiantes. Cimas que se podían considerar prominentes si las veíamos desde un determinado lugar, llegaban a desaparecer de nuestra vista cuando las contemplábamos con otro ángulo diferente.
La única inconveniencia a la que nos enfrentábamos era la de la posición del sol, puesto que a estas alturas de la jornada ya casi se había situado en la misma vertical del Teton Range e impedía de este modo que la visión del macizo fuese tan nítida y clara como a nosotros nos hubiese gustado. Por fortuna, al día siguiente todavía teníamos previsto pasar la mañana entera en este parque y entonces, con la luz del sol entrando desde el lado contrario, esperábamos poder resarcirnos del todo.
Estas son algunas de las imágenes que obtuvimos desde diversos puntos de nuestro recorrido por la Teton Park Road: parking del Visitor Center, Windy Point, Cottonwood Creek, Teton Glacier, Cascade Canyon, etc.
Tema musical: "Cavalcanti" (STEVE HACKETT)
Vistas desde el Visitor Center. De izquierda a derecha:
South Teton, Middle Teton, Grand Teton, Owen, Teewinot
Vistas desde el Windy Point. De izquierda a derecha:
South Teton, Middle Teton, Nez Perce (delante), Grand Teton, Owen, Teewinot
Vistas desde el Teton Glacier Overlook. De izquierda a derecha:
Grand Teton, Owen, Teewinot
Vistas del Cascade Canyon. De izquierda a derecha:
Teewinot (antes lo veíamos a la derecha y ahora a la izquierda del todo),
Grand Teton, Owen, St John
Nos desviamos hacia el loop de un solo sentido que bordea el String Lake y el Jenny Lake. Es una pista estrecha pero bien asfaltada que conduce hasta el mirador del Jenny Lake Overlook, desde donde hay una vista increíble del pequeño lago y las preciosas montañas justo al otro lado del mismo. Disfrutamos del lugar todo lo que la mala posición del sol nos permitía, y nos lo apuntamos para volver allí a la mañana siguiente.
Tema musical: "Breakfast at Tiffany's (ROUSSEAU)
Salimos de nuevo a la Teton Park Road y continuamos por ella hacia el norte. A la altura del Jackson Lake, mucho más extenso que cualquier otro lago del parque, tomamos la carretera que sube hacia la Signal Mountain. Las vistas desde arriba no están mal, aunque las perspectivas de la cordillera no son las mejores. Por eso, en el caso de que no se disponga de mucho tiempo, éste sería sin duda uno de los enclaves prescindibles de Grand Teton.
Tema musical: "Avenue du primtemps" (ROUSSEAU)
A medida que la tarde avanzaba las condiciones de luz iban siendo cada vez peores, y sólo el mero hecho de mirar hacia las montañas ya suponía un esfuerzo ímprobo, puesto que el sol seguía desplazándose por encima de ellas y molestaba mucho. Además, se había formado una incómoda bruma que difuminaba el paisaje e impedía disfrutarlo al 100%, así que decidimos dejar la zona del Jackson Lake Lodge para el día siguiente y abandonamos el parque por la 26 en dirección a Dubois, con la intención de acercarnos hasta el Brooks Lake, un hermoso lago glaciar de alta montaña del que teníamos buenas referencias y nos apetecía conocer.
El trayecto hasta allí era bastante bonito y, sobre todo, muy verde. Pero al llegar al desvío que sube hacia el lago, nos llevamos la desagradable sorpresa de que el acceso hasta el mismo debía de hacerse a través de una pista sin asfaltar de más de 5 millas de longitud. Vistas desde abajo, las imágenes de los picos rocosos que sobresalían por encima del circo glaciar eran prometedoras y, claro, a mí el cuerpo me pedía tirar para adelante. Sin embargo, María me pidió por favor que no nos metiéramos por aquel camino, que con la odisea de Muley Point ya había tenido suficiente. Así que lo dejamos correr.
Soy consciente de que el trabalenguas puede sonar un poco extraño, pero en el Brooks Lake nace el Brooks Lake Creek (?), un pequeño río que a su vez forma las Brooks Lake Creek Falls (!) muy cerca de donde nos encontrábamos. Por eso decidimos dejar el coche en el parking aledaño y recorrer después a pie el pequeño trail que conduce al mirador de las cascadas. Éstas no son gran cosa, la verdad, pero ya que no habíamos llegado a ver el Brooks Lake, al menos sí que nos traeríamos un recuerdo fotográfico del Brooks Lake Creek y las Brooks Lake Creek Falls… O sea, una Brooks Lake Creek Falls Photo, para entendernos
Tema musical: "Alaska" (PENDRAGON)
En torno a las siete o siete y pico emprendimos el regreso hacia el Grand Teton National Park. La peculiar silueta de las altas montañas se recortaba en el horizonte, aunque con el sol brillando justo por encima no se apreciaban del todo bien. Atravesamos el parque por la carretera superior que conduce directamente a Jackson a través de las llanuras cercanas al Snake River. Y aquí fue donde vimos la primera manada de bisontes del viaje. Todo un espectáculo para unos ojos novatos e inexpertos como los nuestros.
Tema musical: "The pelican life" (TWIN AGE)
Al llegar a Jackson aparcamos el coche y nos dimos un agradable paseo por las bonitas calles del centro. Entramos a cenar en un local donde nos comimos unas hamburguesas que no estaban nada mal.
Tema musical: "Tom Sawyer" (RUSH)
Nos acercamos al gigantesco hipermercado K-Mart para abastecernos convenientemente de cara a nuestra inminente estancia en Yellowstone, y de allí nos fuimos sin más dilación hasta el Snow King Motel. En mala hora se nos ocurrió efectuar la reserva en semejante lugar. Deplorable es poco.
Este antro resultó ser, sin ninguna duda, el peor alojamiento de todo el viaje en relación calidad-precio: después del básico -y barato- Econolodge Wilwood Inn de Mammoth Lakes, el más precario. Después del estupendo Cedar Lodge de Yosemite, el más caro.
La habitación tenía un tamaño ridículo, la moqueta presentaba un aspecto lamentable y el cuarto de baño era viejuno a más no poder. La nevera carecía de la capacidad mínima exigible y el microondas no funcionaba bien. La pésima conexión wifi iba y venía a su libre albedrío. Ni siquiera disponían de la típica máquina para recoger los cubitos de hielo, sino que los tenían dentro de una caja que habían depositado en el suelo de una oficina anexa a la recepción y había que sacarlos de allí con una pequeña pala. Muy cutre todo.
Eso sí, la cama era bastante cómoda. Ocupaba la habitación casi por completo y no nos permitía apenas dar un paso sin tropezarnos, pero al menos tenía un buen colchón y pudimos dormir en ella como angelitos. Nobleza obliga.
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