Dia 10: 6.2.08
La mañana del día de hoy, fue de navegación, la intención era llegar hasta el rio cuieras dónde ibamos a pasar la noche.


A la hora de comer empezó a llover, lo que al poco rato se convirtió en tormenta, eso nos estropeaba los planes, ya que la idea era remontar el rio cuieras con la canoa para pasar la noche en la selva, así que nos resignamos y esperamos a ver si paraba un poco.
A las 3 y media no podiamos esperar mucho más, teniamos que decidir si ibamos a seguir con nuestros planes o no, a pesar de la lluvia, la decisión fue unanime, SI!!!
Así que, cogimos los machetes, la pistola, las hamacas, el toldo y la cena y nos fuimos rio cuieras arriba, bajo la intensa lluvia que caía a nuestras cabezas.
A los 5 minutos estábamos ya empapados.
Navegamos durante 2 horas, por un rio que cada vez era más estrecho y con más corriente, hasta que llegamos a un punto dónde era casi imposible avanzar, el motor de la canoa iba a tope y la canoa no se movia, habia una corriente brutal, nos sentamos en el suelo de la canoa, para que el centro de gravedad fuera lo más bajo posible y asi mantener la canoa lo más estable posible, pero aun asi, costaba un monton remontar el rio. Teníamos que conseguir si o si llegar arriba ya que en el punto dónde nos encontrábamos era imposible dar media vuelta sin bolcar.
Al final, despues de un rato de incertidumbre, conseguimos llegar a la base de la cascada culpable de toda esa corriente y amarrar la canoa en un árbol.
Descargamos todos nuestras cosas y preparamos el terreno para montar el campamento.
El guia cogió el machete y empezó a cortar alguna palmera para montar lo que seria la base de nuestro campamento. 4 palos estrategicamente puestos sirvieron tanto para aguantar el toldo como para sujetar las hamacas.
Yo mientras tanto me dediqué a buscar leña para encender un fuego, pero toda la que encontraba estaba mojada por la lluvia que seguía cayendo, si no conseguiamos encender el fuego, no podríamos cenar. Por supuesto las órdenes eran de no alejarme demasiado de la zona, no fuera a encontrarme de cara con el jaguar.
Despues de motnar el campamento, encendimos el fuego, y pusimos a cocinar los chuletones que habíamos traído. Y a cenar! Despues del banquete (sin cuchillos ni tenedores), tiramos todos los huesos y posibles restos de carne al rio para que se los llevara la corriente, no podíamos dejar ningun rastro de olor a carne para no atraer a ningun jaguar.

Antes de acostarnos el guia dijo: "dejo esto (señalando el arma) aqui por si"... "¿por si que?" pregunté yo... "por si me ocurriera algo a mi" contestó él.
Las hamacas estaban a escasos dos palmos del suelo, lo justo para que no pudiera subir ninguna araña ni nada por el estilo.
Si os digo que esa noche dormí como un tronco, os lo creereis?? no verdad? pues eso! jajajjaa