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1ª etapa
Sábado 26 de junio.
Por fin, después de tres meses de larga espera, llegó el día tan esperado, era sábado 26 de junio y nos marchábamos a Riviera Maya.
Nos esperaba el vuelo nº 9865 de Iberworld con hora prevista de despegue a las 12.20horas. Ibamos directos Barcelona-Cancún, estos vuelos funcionan desde hace unos cuatro años y sólo están disponibles desde mayo-junio hasta septiembre-octubre.
Mi hermana nos acercó con su coche al aeropuerto del Prat de Barcelona, y mi suegro hizo lo propio con mi cuñado y mis sobrinos que también viajaron con nosotros.
Fue un viaje en familia genial.
Llegamos al aeropuerto alrededor de las 9.45 horas y fuimos directos al mostrador de facturación de maletas, donde ya empezaba a haber un poco de cola, pero bueno, tampoco tuvimos que esperar una exageración.
Seguidamente salimos a fumar un cigarrillo, y un rato después nos reuníamos con algunos foreros con los que previamente habíamos quedado, y con los que también íbamos a coincidir en las excursiones principales (en otra etapa hablaré de ellas).
El embarque y el despegue se efectuaron dentro del horario previsto y sin problemas, el vuelo duró alrededor de 11horas y fue tranquilo, sin apenas turbulencias.
Durante el trayecto se proyectó la película Avatar, y nos sirvieron diversos lunch . Estos consisten en bandejitas con algo de comida, mayormente pasta, panecillo, crema de leche, una pastita, mantequilla y poca cosa más.
De beber te ponen Coca-cola, zumo o agua, si quieres algo de alcohol lo tienes que pagar aparte. Creo que no está de más que os explique que estas bandejitas sólo engañan un poco al estómago y te quitan el apetito por poco rato, aconsejo a los que vayáis a viajar que os llevéis bocatas o picoteo.
Otra cosilla:
Para poder escuchar las películas tenéis dos opciones, la primera es llevaros unos auriculares de vuestra casa, por ejemplo, los de un mp-3 os serían válidos por el tipo de conector que llevan. La segunda, comprarlos en el avión al módico precio (ji, ji) de tres euros
Finalmente, a media tarde avistamos Cancún cosa que nos alegró a todos muchísimo, pues el vuelo se hizo un poco largo. Pero ¡Oh sorpresa!, estaba lloviendo a mares. Sí, sí, Riviera Maya nos recibió con un gran bautizo de agua, una buena tormenta tropical.
Tras el aterrizaje, pasamos al puesto de control de entrada al país (sellado de pasaporte), recogimos maletas y cuando llegamos a la cola para pasar el famoso semáforo, mentalmente nos acordamos del inventor de semejante idea. Estábamos muy cansados, y la dichosa fila era interminable. Afortunadamente, nos salió verde y salimos al exterior del aeropuerto más que de prisa.
Allí nos esperaba el autobús que nos llevaría hasta el hotel al que llegamos tras una hora y media de trayecto.
Como seguía diluviando y no teníamos nada a mano con que protegernos, cuando llegamos a nuestras habitaciones estábamos todos calados hasta los huesos. Era tal el cansancio que teníamos que, sencillamente dejamos las maletas, buscamos el restaurante para cenar sin siquiera cambiarnos de ropa, volvimos a las habitaciones donde nos dimos una ducha rápida y nos acostamos.
Así fue nuestra llegada a Riviera Maya.
La segunda etapa está en construcción, sorry por no poner fotos pero el Tinni.... me da problemas.
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