28 de junio de 2010.
Excursión a Ek-Balam, Chichén-Itzá, comida típica, cenote X- Kekén , cenote ZidtNup y Valladolid
El 28 de junio era el día de nuestra primera excursión de las tres que teníamos programadas y que nos iba a suponer unos madrugones tremendos, pero ya se sabe: Sarna con gusto, no pica ji ji.
El caso es que ese día el despertador sonó a las cuatro de la madrugada y al escucharlo nuestra inmediata reacción fue la de protestar en voz baja.
Pero al abrir los ojos y pensar en la aventura que nos esperaba, el mal humor desapareció para dar paso a una extraña sensación mezcla de alegría y curiosidad.
Una vez listos, cogimos las cámaras de fotos y de vídeo para dirigirnos a la recepción del hotel donde Rafa Córdoba nos recogería a las cinco en punto.
Tras las correspondientes presentaciones, subimos a la van para recoger al resto de los componentes del grupo de ese día que ya empezó con una anécdota:
Resulta que organicé las excursiones desde Barcelona, y una de las parejas casi en el último momento me comunicó que no podían venir y en su lugar se apuntó otra que estaba en el Riu Tequila.
Por error Rafa cogió la lista del grupo original, se dio cuenta cuando le llamaron para preguntarle que qué pasaba con la pareja del Tequila. Cuando contestó que no tenía a nadie de ese hotel me quedé pasmada pues no cuadraba con los datos que yo tenía, así es que saqué inmediatamente mi lista que llevaba en una carpeta y se la enseñé. Rápidamente contactó con un compañero que tuvo la amabilidad de acercarle la pareja en un punto que acordaron y allí los recogimos.
Tras esa pequeña anécdota (obviamente la pareja estaba con un buen mosqueo al principio, aunque luego se les fue pasando) recogimos al resto del grupo que estaban repartidos entre los complejos Palladium y Bahía.
Para los que viajéis allí, diré que los complejos hoteleros están bastante lejos unos de otros, no vayáis a pensar- como me pasó a mí- que están cerca.
Llegada a nuestra primera parada

EK-BALAM
Tras aparcar las van nos pusimos de acuerdo con Rafa y Manuel acerca de la hora de regreso a las furgonetas.
Consejo: Si hacéis las excursiones con van os recomiendo nombrar un responsable del grupo, hacer un bote y que esa persona se encargue de sacar todas las entradas de lo que se vaya a visitar ese día, de verdad que ahorráis tiempo.
Cuando entramos en el recinto, recuerdo que mi primera sensación fue la de sentirme súper pequeña en medio de aquél enorme espacio, e intenté imaginar cómo sería la vida allí: Esplendor por un lado y dureza por otro.
Ek Balam había sido una ciudad importante que constaba de 45 edificaciones y tres murallas, así como también un juego de pelota.
Todavía hoy día se mantiene en buen estado un arco por el que se supone se cruzaban los sac- be, antiguos caminos que comunicaban las ciudades mayas.

En el corazón de la ciudad habitaban los que pertenecían a la élite, mientras que el resto de la población ocupaba el resto, en zonas “secundarias” y no podían entrar bajo ningún pretexto en la zona de élite.
En lo que a religión se refiere, se ha podido comprobar que a diferencia de otras ciudades no se rendía culto a Kukulcan.
En sí la forma de las construcciones de Ek Balam nada tenían que ver con las de otras ciudades, era única de aquella zona y además también se considera especial porque en ella se encontró la momia de un rey maya cuyo nombre no consigo recordar, ya que sencillamente los nombres mayas son una auténtica galimatías tanto para escribirlos como para leerlos

Como éramos los primeros en entrar, un silencio total envolvía aquél espacio enorme.
Tan sólo se escuchaban los sonidos de la selva, era exactamente como si estuviéramos metidos en una de esas películas de aventura en la selva.
Mientras nos adentrábamos en las ruinas, lo primero que observé fue el arco donde se cruzaban los caminos que conectaban Ek Balam con las otras ciudades y que también era una entrada a la ciudad (por cierto el nombre Ek Balam significa jaguar negro, y parece ser que debe el nombre a su fundador).
Continuamos la marcha por un camino lleno de variados y frondosos árboles - que en caso de haber hecho sol nos habría protegido de sus rayos-; al mismo tiempo vimos a nuestra derecha, justo detrás del arco que antes mencionaba, un edificio el cual está formado por diversos habitáculos más bien pequeños y oscuros ya que carecen de ningún tipo de ventana, son completamente cerrados salvo por la entrada.

Me metí en uno de ellos y la verdad es que resultaban claustrofóbicos. Salí de allí y apresuré el paso porque me estaba quedando rezagada del grupo, pero costaba un poco andar ligera por la irregularidad del camino.
La verdad es que no sé cómo podían andar descalzos por aquél camino sin herirse los pies!!!!.
Conseguí alcanzar el grupo que se había parado justo enfrente de una pirámide muy peculiar: al frente tenías la escalera sagrada que te conducía hasta lo más alto, pero a ambos lados de la construcción había pasillos a tres niveles con más habitáculos como los que había visto anteriormente. Supongo que éstos dado su emplazamiento pertenecerían a la élite de la ciudad.

La mayoría de la gente del grupo se atrevió a subir por la pirámide, algunos llegaron hasta arriba, pero mi hijo y mi cuñado sólo consiguieron llegar hasta media altura. Por mi parte, como todo estaba empapado de agua y muy resbaladizo, preferí no intentar el ascenso y me conformé con tomar alguna foto desde abajo. Mi marido se quedó conmigo.

A la hora acordada, regresamos al parking para subir a las van y continuar camino hacia Chichén Itzá.
CHICHEN-ITZÁ
Su nombre significa “la ciudad al borde del pozo de los Itzáes”. A diferencia de Ek-Balam, Chichén me puso un poco los pelos de punta y es que eso de los sacrificios humanos……

Construída hacia el año 525 d.c. por los itzáes, fue uno de los mayores centros ceremoniales de los mayas. De este recinto cabe destacar la pirámide de Kuculkan,



Por último citar el cenote sagrado en el que los mayas también ofrecían sacrificios tirando a personas en él; no hace mucho se han encontrado esqueletos humanos y grandes cantidades de objetos valiosos.

Chichén-Itzá también tiene una segunda parte que probablemente es interesante de ver; pero como fui así de lista hice caso a nuestro guía que dijo que no tenía nada importante que ver y, claro, no fuimos a verla cosa que luego lamenté

Lo digo porque por lo visto las dos zonas de Chichén tienen estilos arquitectónicos distintos:
La parte más “famosa” tiene un estilo tolteca-maya, mientras que en la otra zona el estilo de construcción es puramente maya.
Tras ver el recinto, nos dejaron un ratito libre para realizar las compras en las paraditas.
Tan sólo pudimos comprar un par de cosillas pues la lluvia que había sido nuestra compañera inseparable, aunque de forma intermitente y más o menos suave hasta ese momento, decidió caernos encima de forma fulminante.
Todos corrimos a buscar refugio a la entrada y, cuando el grupo estuvo completo volvimos a las van, aunque algunos quedamos calados hasta los huesos.
Mi opinión final de Chichén-Itzá es que fue el “paraíso” de unos pocos “listillos” que, utilizando el miedo mediante la supuesta ira de Kukulcan y los sacrificios humanos tenían controlada la enorme masa de la población utilizando para ello el sistema más antiguo del mundo: el despotismo y el miedo.
A mi entender y por lo que he leído y nos explicó el guía no es de extrañar que al final se vinieran abajo.
Os invito a leer la historia de los mayas y a que saquéis vuestras propias conclusiones: pese a que el final de esta civilización no está claro cómo sucedió, yo creo que hay una serie de factores que favorecieron su declive.


Salimos de Chichén y fuimos a comer en un pequeño restaurant tipo buffet libre, aunque no había mucho donde elegir y la calidad de la comida era más bien justa, no hay nada destacable que explicar.
Una vez que acabamos de comer y en vista de que la climatología nos era casi totalmente adversa, tuvimos una pequeña reunión con Rafa y Manuel pues no estaban seguros de que fuera conveniente ir al cenote que teníamos previsto visitar y nos pidieron nuestra opinión. Al final acordamos ir y, según como estuviera el tiempo entraríamos o no en el cenote. Siguiente visita:
Cenote X-Kekén y también cenote Dzitnup
Cuando llegamos al cenote Dzit-Nup, la lluvia decidió ser generosa con nosotros y cesó durante un buen rato, cosa que nos permitió entrar en el recinto del cenote. Algunos se atrevieron a darse un bañito, entre ellos mi sobrino mientras que otros preferimos tomar fotografías de ese magnífico lugar.
A pesar de ser un día gris y tristón, pudimos captar perfectamente la belleza de ese cenote, mitad cubierto y mitad a cielo abierto.
Era sencillamente un paisaje maravilloso si bien el mal día nos estropeó un poco la visita, ya que cuando el día está despejado, el sol desciende por una abertura en el techo del cenote iluminando así el interior, dándole un aspecto casi mágico.

Permanecimos un rato allí y luego nos dirigimos a :
Cenote X.Keken
A diferencia de Dzit-nup, X-Kekén es un cenote completamente cerrado o subterráneo. A él se accede por un paso tan estrecho, que aunque yo no sufro claustrofobia durante un rato pensé que me iba a faltar el aire.
No cabían dos personas por las escaleras de acceso ,y mejor no te atrevas a soltarte de una cuerda que hay para ayudarte porque para colmo el suelo es de lo más resbaladizo.
Una vez en el interior, pude apreciar las mil y una formas caprichosas que la erosión del agua le habían dado a la cueva en un proceso de millones de años de duración:
Una gran masa de estalagmitas y estalactitas se habían concentrado allí y junto con el cenote habían creado un rincón de una belleza me atrevo a decir que inigualable.
Sé que quizás me hago repetitiva al decir esto, pero insisto en que cada cenote es diferente y cada uno tiene su característica particular, yo no me atrevo a decir éste es más bonito que aquél. Cada cual tiene su peculiaridad.
Para ser sincera, en este segundo cenote apenas estuve unos minutos, pues el suelo era como una pista de hielo y temía caerme. De hecho, al salir suerte que iba cogida de la cuerda que antes mencionaba, ya que subiendo la escalera resbalé y me dio un tirón en la pierna. Aún así no me arrepiento de haber entrado a verlo.


Olvidaba comentar que también en X-Kekén se puede uno dar un bañito, aunque no está tan bien preparado como Dzit-Nup ya que el acceso al agua es más difícil.
Finalmente, de allí nos fuimos a nuestra última parada del día:
Valladolid
Aunque la mayoría de los comentarios que he leído en el foro dicen que no hay mucho que ver, me hubiera gustado poder visitar la ciudad.
Por desgracia la lluvia nos jugó una mala pasada de última hora y, justo acabábamos de bajar de las van tomé la primera (y única foto), y tuve que correr a refugiarme en una tienda junto con varios compañeros del grupo.

Como pudimos volvimos a las van, y Rafa y Manuel nos llevaron de regreso a nuestros respectivos hoteles.
Hasta aquí, nuestro primer día de excursiones. Pasadito por agua, ¿verdad?
