
Así voy a titular este nuevo relato sobre este último viaje, y lo llamo así porque fue lo primero que me dijo mi padre en cuanto le comenté que me marchaba de nuevo a Riviera Maya de vacaciones.

Los que habéis repetido un destino de vacaciones, puede que me entendáis, los que no lo hayáis hecho diréis “¿con tanto mundo por ver, para que repetir?” jajaja……
Pero debo decir que cuando más disfruto un destino es cuando los repito.
No se a vosotros, pero cuando voy “de nuevas” a un sitio, siempre me empapo de toda la información posible antes de ir para aprovechar al máximo los días de estancia, me gusta ver el mayor número de cosas posibles, y reconozco que a veces ahí peco por mis ansias de ver todo.
Así que, cuando repito un sitio donde ya he visitado lo “más característico”, es cuando realmente disfruto y saboreo el lugar.

Una vez “tachado” lo imprescindible y sabiendo como moverse por la zona, sólo me queda el relajarse y disfrutar del lugar, poder improvisar un poco sobre la marcha e introducirse un poco más en lo cotidiano del lugar y poder asomarse uno a esa vida “normal” para ellos y exótica o diferente para nosotros.

Claro que si tuviera la suerte de poder alargar mis vacaciones 1 mes entero, a lo mejor podría hacer todo de golpe, pero casi mejor un poquito cada vez y así siempre vuelvo con ganas de más.
Aunque debo reconocer que este trocito de México, tiene tantas posibilidas y opciones de visitas, que bien merece ser repetido, además de que la gente de ahí me tiene enamorada, y el lugar me fascina.....

Esta vez, reservé el viaje a través de:
www.soloofertas.net
Fue donde mejor precio conseguí para la semana que podía viajar, así que gracias a la atención de Juan Carlos cerramos el viaje para volar el domingo 21 de noviembre a Cancún, durante 9 días 7 noches, alojados en el complejo Grand Palladium.
Este año fue un poco de lío, porque reservamos el viaje con Pullmantur, el código del vuelo era de Iberworld, y el avión y personal de Air Europa ¿?
Así que nada, por fin llegó la madrugada de ese domingo, las 4am en el despertador *_* y había que empezar a moverse.
El autobús salía a las 5:50h.

Decidimos ir con este medio porque te lleva directo a la T4 de Barajas, una gran comodidad para nosotros, además de que también te ahorras un dinerito respecto a otros medios, el billete Zaragoza – Barajas ida y vuelta para 2 personas fueron 52.42€ en total.
Nuestro día tenía que empezar muy pronto y sabíamos que terminaría muy tarde, pero como ya estaríamos para entonces en tierras mexicanas, no importaba nada.
Sobre el viaje a Cancún, no tengo mucho que comentar, una vez en Barajas en el mostrador de Air Europa, nos dieron los billetes pero no pudimos facturar porque había un problema con el vuelo, nos dijeron que volviéramos en 1 hora para saber algo más. Al final tuvimos suerte y al volver pudimos facturar y nos confirmaron que salíamos a la hora.
Peor suerte tuvieron los que tenían que salir el día anterior a nosotros porque creo que les retrasaron el vuelo un día.
El avión normal, ya sabemos lo que es viajar en turista, el interior tenía una disposición de 2 – 4 – 2 y los asientos con pantallita individual, lo cual para ver las pelis, documentales o escuchar música a tu marcha esta muy bien.

El vuelo de ida laaaaaargo, 10 horas y media., hasta ahora la vez que más tiempo me ha costado, pero como sarna con gusto no pica, pues ná, se aguanta uno.
El de vuelta lo llevo muuuucho mejor, porque al ser nocturno, me tomo una pastilla mágica me pongo tapones en los oídos, y me despierto llegando a Barajas, ni me entero!
Cuando llegamos a Cancún, pasamos los controles y al salir del aeropuerto están los de Pullmantur con un cartel esperándonos para llevarnos al hotel
Hay que ver!, normalmente con Pullmantur hay varios autobuses para este fin, y este año íbamos con un minibús 7 parejas ¿?!
Se nos presentó el representante, que ya lo conocíamos de anteriores viajes, y nos dio una documentación y nos informó de la reunión del día siguiente, aunque ya me dijo que suponía que nosotros no íbamos a ir

Y nada, con esto y en 10 minutos, salíamos por fin hacia el hotel, encantados por empezar a sentir que estábamos ya en tierras mexicanas.
Antes de explicaros mi viaje, os comento que la mayoría de los precios que os voy a decir es en peso mexicano, en mi caso cuando viajo al extranjero opto por la comodidad y no me preocupo de cambiar dinero ni nada, cuando llego a destino saco dinero de un cajero y listo, conforme necesito voy sacando, tengo la ventaja de no tener que andar pendiente de donde cambiar, a cuanto me lo cambian, no tengo que llevar sumas de dinero elevadas, y encima así consigo el cambio oficial y la moneda del país, os parecerá una tontería, pero dentro de lo posible prefiero sin dudar usar la moneda del país que visito, otra cosa es lo que el banco con quien tienes la tarjeta, te cobre una u otra comisión, en mi caso tengo una tarjeta 4B a través de Banco Pastor, el cajero que use es el del hotel que es de Banco Santander, y para que os hagáis una idea, saque 1000 pesos mexicanos ahí, y eso me ha supuesto un cargo de 60.16€ al cambio y una comisión por disposición de 2.40€.
No os voy a decir que como yo lo hago es LA mejor manera de hacerlo, que cada uno lo haga como le apetezca y esa será su mejor manera de hacerlo, para mi uso “vacacional” la más rentable y la más cómoda es como lo hago, pero hay más maneras, y entiendo que en función de la comodidad y tranquilidad de cada uno, se pueda preferir ir a cambiar euros a Playa del Carmen, llevar los pesos desde España, o llevarse dólares ¿?