GUAU!!

Eso es lo primero que se me viene a la mente cuando recuerdo este día.
Después de varios intentos en vacaciones anteriores, de poder llegar hasta las ruinas de Ek Balam para conocerlas, en este viaje por fin, pude visitarlas, y debo decir que bien se han merecido todo el “disgusto” con el que me volvía a España en los viajes anteriores por no poder verlas.
Me han parecido MAGNIFICAS, y desde luego por el momento se han convertido en mis ruinas favoritas, y digo por el momento, a falta de un siguiente viaje y seguir conociendo más.
Me han gustado más que Chichen Itza, no sólo por las estructuras en si, sino también por el entorno de las mismas.
Vale que dentro de Chichen Itza el “Castillo de Kukulcan” es impresionante, aunque para mi no desmerezca nada el rinconcito donde está “La casa de las monjas”, pero en general toda la ciudad está masificada, aunque se vaya a horas tempranas donde apenas hay turistas.
Además de los muchos turistas que la visitamos (en mi caso 2 veces), hay que añadir la multitud de vendedores que acampan por la zona, casi tan numerosos como los turistas, y esto hace que intentar disfrutar de la magnificencia y “energía” de estas ruinas, se vea trastocada a ratos por vendedores que con mochila al hombro y figurillas varias se te acerquen sin parar al son de “guan dólar, guan dolar” (1 dólar), o se hace difícil pasear intentando aislarse del ajetreo constante de los puestos de vendedores.
Aún así, por favor no toméis esta idea mía como una critica hacia esta ciudad, Chichen es magnifica y bien se merecen las dos visitas que he realizado, y a mi juicio es una visita “imperdible” en la Riviera Maya, pero eso no quita que la “magia” de Ek Balam me haya “embrujado” como no os imagináis.
El lujo de poder estar en algunos momentos de la visita a estas ruinas SOLOS, únicamente acompañados de los “guardianes del lugar” (unos perritos muy amistosos), pudiendo saborear el ambiente y moverte por el entorno a tu antojo, subiendo y bajando a todas sus estructuras, me ha parecido un lujazo, y desde luego para mi, visitar estas ruinas debería ser otro momento “imperdible” de un viaje a la Riviera Maya.
Pero vamos al grano y os cuento como lo hice y que vi durante este día, porque me emociono, me pongo cursi y tontorrona, entonces y empiezo a subirme por las ramas intentando transmitiros un poco de lo que viví ese día, y tampoco se trata de eso, no? Jajajaja……
A ver, os cuento, esta excursión la realizamos con nuestra querida “lavadora”, que alquilamos en la agencia DOLLAR que tienen agencia dentro del Palladium.
Y porque lavadora?

Pues porque hablando con el camarero del lobby de las Royal Suites, Filiberto, un tipo encantador y un solete de persona, nos contó que unos turistas españoles le dijeron un día que se habían alquilado una lavadora, y él al no entenderlo, y ellos explicárselo, pues le hizo mucha gracia, y como nos lo contó y también nos hizo gracia a nosotros porque realmente existe una gran similitud entre una “lavadora grande” y este modelo de coche, así que desde entonces, cariñosamente nos referíamos al Hyundai Atos metalizado que alquilamos, como “lavadora”.


Salimos sobre las 7am del Palladium, dirección Tulum.
El trayecto hasta Ek Balam es fácil y durante el mismo está bien indicado con varios carteles a lo largo de la carretera, indicando de manera clara los desvíos que nos encontrábamos

El único problema que tuvimos fue al llegar a Valladolid e intentar averiguar la dirección para tomar la carretera hacia Tizimin que es la dirección que teníamos que tomar.
Nos hicimos un pequeño lío, dimos media vuelta para volver a salir, y resulto que acabamos en dirección contraria pasando por delante de un cuartel militar

Lo que hicimos al final es ir dirección al centro de Valladolid que es dirección Chichen Itza, hasta llegar a la plaza principal y ahí nada más entrar en la plaza, en la segunda calle hay que tomar dirección hacia la derecha que llevará directo a la carretera que sale de la ciudad y sigue hacia Tizimin y Río Lagartos.

Como digo, tuvimos un poco de lío, pero nada, paramos un segundin al llegar a la plaza y me acerque corriendo a un policía que había y él me indicó por la calle a seguir.
Sin problemas, salimos de Valladolid y volvemos a estar en la carretera con la dirección correcta.
Las carreteras son amplias y cómodas para circular, apenas tienen curvas.

Por fin, vimos el desvío que indicaba la entrada a las ruinas de Ek Balam, llegar hasta aquí nos costo unas 2 horas desde el Palladium, no corrimos mucho con el coche, primero por seguridad y segundo porque la “lavadora” da lo que da, jajaja…..no se hace nada pesado el trayecto y apenas había tráfico.

Llegamos al parking de las ruinas, no es de pago, “peeeero” se nos acerca un chavalin que nos dice que él nos vigila el coche, si es queeee……
Así que nada, 10 pesitos que le damos y que nos vigile el coche, además el parking estaba prácticamente vacío, apenas había dos o tres coches más.
Y nada, para las taquillas que nos vamos, 89 pesos que nos cuesta la entrada a cada uno (algo más de 5€ aprox), accedemos al recinto y ahí mismo nada más salir de las taquillas a la derecha vemos que está el acceso al cenote X´canché, la segunda parte del día, pero lo primero es acceder por fin a Ek Balam.
Entramos y…..

Tachan!
A mí se me abrió la boca


y no la cerré hasta que salimos (o para recuperar el aliento al subir a la acrópolis, jaja….)

Las fotos hablan por si solas:


La tranquilidad que se respiraba aquí, la paz, el ambiente, la vegetación que todavía cubre parte de las estructuras, el día tan magnifico que nos hacía.

Subimos los 30 metros de altura de la acrópolis:

Y las vistas desde arriba son impresionantes


Y la bajada desde arriba, todavía más


El friso blanco que hay en una de las “terrazas” superiores con sus guardianes guerreros alados


Pero la impresionante acrópolis

no es la única estructura interesante de este sitio arqueológico, así que acompañados por los "guardianes de Ek Balam", proseguimos el recorrido


Pero aquí mi cámara dijo basta y se me agotaron las baterías de reserva que llevaba, las cuales las había puesto a mitad de recorrido porque gaste las anteriores, así que me pillé un rebote considerable por no poder seguir tirando fotos, pero para gastar las baterías imaginar la de fotos que tiré…. Vale, si… puede que las baterías estén algo gastadas ya…, pero aún y todo.
Así que el resto del día hubo que tirar de la cámara del móvil, porque además, la otra cámara pequeña que llevamos en este viaje, no la habíamos cogido para este día, pero afortunadamente el móvil no es nada malo, pero es cámara de móvil al fin y al cabo…..
Poco podía hacer subida a una de las estructuras de Ek Balam, así que me lo tomé como mejor pude y seguí disfrutando de la visita….
CENOTE X´CANCHÉ
(a partir de aqui las fotos del resto del día son con móvil)
Que bien nos lo pasamos aquí!.
Tengo un recuerdo muy agradable de la visita a este cenote.

El acceso a este cenote está una vez pasas las taquillas de Ek Balam, en seguida a la derecha esta la caseta donde compras la entrada y donde están los bicitaxis si los quieres contratar.
Aquí tenemos el acceso al cenote, pero hasta la entrada como tal, es un trayecto de 1.5 km, que se hacen a través de vegetación y a la sombra, así que el paseo se hace agradable en bici.
Hay varios tipos de entrada, porque aquí dentro se pueden hacer diferentes actividades, la entrada normal con el alquiler de la bici incluido son 70 pesos (4.20€ aprox), y la completa son 200 pesos (12€ aprox), la completa incluye la entrada + la bici + tirolina + rapel + kayac
En su web tenéis más información
www.cenotexcanche.com.mx/index.php

En principio no teníamos intención más que de la entrada y la bici, pero el señor de la entrada nos regateó el precio y al final nos dejo la entrada completa a 150 pesos (9€) y la entrada con la bici por 50 pesos (3€), así que compramos una entrada de cada, yo no me veía haciendo tirolina ni rapel, jejeje…..
Elegimos una bici para cada uno, y comenzamos el trayecto hasta la entrada, durante el cual no podíamos evitar e ir tarareando de mientras “verano azul”…..
No se hace nada pesado el trayecto en bici.
En seguida llegas a la entrada como tal:

En cuanto llegamos a la entrada en seguida vino Fernado a recibirnos y se presentó como que iba a ser nuestro guía.
Que encanto de personaaaaa…..
Nos explicó un poco en que iba a consistir el recorrido por todo el área, y las actividades que iba a realizar mi marido.
Nos acompañó hasta los vestuarios para cambiarnos y en seguida comenzamos.
A mi me envío al otro lado del cenote y me iba diciendo donde colocarme para sacar las mejores fotos mientras se hacían las actividades
Primero hacía él la demostración, y luego íbamos nosotros.
Aquí Fernando pasando con la tirolesa

Luego se hace el rapel.
Después te puedes tirar al cenote “haciendo el tarzán” lanzándote colgado de unas cuerdas, y ya toca el bañito en el cenote y los kayacs

El sitio es muy refrescante y después de subir por todas las estructuras de Ek Balam, más las actividades que se hacen aquí, se agradece increíblemente el refrescante chapuzón en el agua.
Fernando se portó genial con nosotros, y mientras que nos estábamos bañando, nos iba haciendo miles de fotos con el móvil (recordáis que estaba sin pilas mi cámara?...) para que tuviéramos el recuerdo.
Mientras, charlábamos con él y nos explicó de todo y más.
Éramos los únicos visitantes en el cenote en ese momento, así que a poco que él vio que nos interesaban sus historias, y que nos gustaba charlar, ahí echamos el rato hablando sobre cultura maya y mexicana, le contamos nuestras andanzas en los anteriores viajes y se nos pasó el rato que ni nos enteramos.
Nos explicó el funcionamiento del cenote, como reciclan y como intentan dejar le menor huella posible en la naturaleza, todo realizado con “conciencia”, cosa que a mi me gustó mucho, y marché de ahí segura de que esta gente están haciendo un buen trabajo, buscando un equilibro entre naturaleza y explotación de recursos.
Nos decía que no llevan mucho tiempo dando los servicios que dan y que las ganancias van a los mayas propietarios del terreno, todavía no tienen muchos visitantes, salíamos de ahí sobre las 13.30h y fuimos los únicos visitantes en toda la mañana.
Al salir del cenote, nos enseñó el resto de la zona, y nos abrió una de las cabañas que tienen para hospedarse

Tenían también un sencillo restaurante, y una zona con hamacas donde descansar.
Salimos de ahí contentísimos, agradeciendo a Fernando el estupendo rato que nos había hecho pasar, y al que le dimos una propinilla extra que bien se la ganó.
Una visita super recomendada!
De ahí salimos que era ya la hora de comer, pero como llevábamos cosas de picoteo en el coche no quisimos entretenernos y comimos algo de camino a Valladolid.
VALLADOLID

Debo decir que he “redescubierto” Valladolid en este viaje.
Es la tercera vez que estoy en esta ciudad, pero hasta ahora no la había disfrutado ni apreciado.
Mis anteriores viajes se limitaron a paradas técnicas cortas, casi ya sin luz diurna, y con la excusa de hacer alguna compra.
Esta vez llegué ahí sobre las 14.30, así que teníamos tiempo para darnos una vuelta tranquilamente por ella y recorrer la plaza y las calles cercanas.
Lo primero fue sentarnos tranquilamente a tomar algo en un coqueto bar situado en los porches de la plaza, en la foto que he puesto antes, es la casa que se ve a la izquierda con la fachada amarilla.
Ahí una “chela bien muerta” (cerveza muy fría) y un café con chocolate riquísimo, que era producto de la zona y ecológico, nos supieron a gloria y nos relajamos viendo la gente pasar y disfrutando de las vistas

Coincidió que había una pequeña feria del libro esos días, casi salto de alegría cuando lo vi, una apasionada de los libros como yo, enamorada de la cultura maya en una feria del libro en México??... me voy a poner las botas!! Me decia, jajaja…..

Pero!, me quedé con las ganas, porque si había libros, pero de temática maya poco, era una feria con libros para gente de la zona, así que eso se notaba en la literatura que se exponía, aún así pasé un rato muy entretenido curioseando.
Aprovechamos para entrar al Palacio Municipal, que nunca habíamos visto, y poder hacer fotos desde la balconera de arriba, y vimos además unas fotografías turísticas expuestas en la parte de abajo


Hacía un día buenísimo, lástima no haber tenido la cámara de fotos porque la luz y al ambiente me encantaban para haber tirado unas cuantas, pero debo decir a favor del móvil Samsung que usaba, que el “chico” se defiende, pero no dejan de ser fotos de móvil

Al salir, nos dedicamos a pasear tranquilamente por las calles cercanas, con la única intención de dar un paseo

Curioseando el ambiente nada más

Para la próxima vez que pase por aquí, nos volveremos a detener en esta ciudad e intentaremos comer en un restaurante de la zona, además me quedé con ganas de visitar el cenote cercano llamado Zaci, pero queríamos salir pronto de vuelta al hotel porque no queríamos hacer el trayecto por la noche.
Además como en esos días se celebraba una cumbre en Cancún sobre el medioambiente, la carretera desde Tulum a Cancún tenía unos cuantos controles militares y policiales, sólo en el trayecto de Tulum al Palladium pasábamos por 2, así que eso creaba cierto embotellamiento.
Cerca de las 16h, nos montábamos en el coche para volver a “casa”.
Conclusión: Ek Balam + cenote X´canché para mi son indivisibles, y han sido los dos grandes descubrimientos para mi en este viaje, además del tequila Don Julio reposado, jajajaja….
PD: Universo, Ek Balam te habría encantado!
