Líneas aéreas
El viaje hasta Tanzania lo hicimos con KLM. El billete desde Madrid vía Ámsterdam nos costó 1062€, incluido un seguro de viaje y seguro médico. Los aviones que hacen el trayecto Ámsterdam-Kilimanjaro tienen una zona de asientos llamada Economy Confort Class. Estos asientos tienen más espacio para las piernas, y como en este viaje podíamos permitírnoslo reservamos asientos en esta zona. Cada reserva son 130€, es decir, nada de barato, pero ha sido un capricho que nos hemos podido dar por primera vez, y la verdad es que la diferencia se nota.
Para ver qué asientos son los mejores y los peores en cualquier avión que cojáis podéis visitar la página www.seatguru.com . Aquí seleccionáis la línea aérea y el nº de vuelo o itinerario y se os muestra un mapa del avión. Los asientos que aparecen en verde son los mejores del avión, y los que están en rojo los peores. Además puedes ver dónde está los lavabos, qué asientos se reclinan más que otros, etc. La página está genial. Así antes de comprar los asientos vimos las distintas opciones.
KLM te envía un correo unas 12 horas antes del despegue para que puedas facturar online. Si no has comprado el asiento, aquí puedes ver cuál tienes asignado por defecto. Puedes cambiarlo sin ningún coste a un asiento del mismo tipo que tenías asignado, o comprar otro en la clase que he comentado.
La comida a bordo estuvo bien, incluso nos pusieron un trozo de pizza en el viaje de ida en la cena. Te dan helado, zumos y almendras como tentempié entre comidas, un almuerzo y una cena ligera. Los cascos te los proporcionan sin coste adicional, y hay una pantalla por persona donde puedes ver películas (hay un montón de ellas, muchas en español), aprender idiomas, jugar, etc.
El viaje entre Arusha y Zanzíbar lo hicimos en una avioneta grande (1 hora de vuelo). Sí, como leéis. Dos filas de asientos y entre ellos un mini-pasillo. Sin aire acondicionado. Los asientos muy juntos, y en total no más de 20 pasajeros… Vamos, una aventura. El viaje entre Zanzíbar y Dar es Salaam en la misma avioneta (1/2 hora de vuelo). Me iba a dar un soponcio de calor. Los mejores asientos son los dos primeros, porque aunque no tienen ventanilla el espacio para las piernas es mucho mayor, y ves perfectamente cómo pilotan la avioneta. Por supuesto la tarjeta de embarque no tiene asiento asignado: te sientas donde puedas.
Aeropuertos
El aeropuerto de Ámsterdam es un pedazo de aeropuerto. Tiene millones de tiendas, restaurantes, cafés, etc. La noche que pasamos en Ámsterdam nos quedamos en un hotel que está en el mismo aeropuerto, bueno, a 5 minutos caminando (Citizen M). La habitación son 86€, pero para el tiempo que teníamos era mejor quedarnos en el aeropuerto que llegar hasta la ciudad para ir a otro más barato. El hotel es súper-moderno, con un mando a distancia que controla casi todo: luz, tv, persianas, temperatura, etc.
El aeropuerto de Arusha… bueno, a lo que llaman aeropuerto en Arusha…. Son dos habitaciones con techo y un patio con sillas de plástico para esperar tu avioneta, una vez que has pasado por el control de equipaje. James estuvo con nosotros hasta que ‘facturamos’. Menos mal porque aquello daba un poco de miedo. La facturación consiste en que te dan las tarjetas de embarque, te pesan la maleta en una báscula de toda la vida, y por una ventana le dan las maletas a personal del aeropuerto para que te las lleven a la avioneta.
El aeropuerto de Zanzíbar es un poco más grande que el de Arusha, pero más o menos el mismo estilo. Eso sí, no esperas en un patio abierto a pie de pista, sino en una sala (a pie de pista también) llena de gente, sobre todo de italianos, que tienen vuelo directo desde Zanzíbar. Puedes comprar agua fría por 1$ en la sala de espera, además de algunos regalos en un par de tiendas que hay allí. No nos pidieron ninguna propina en ningún momento. Era algo que esperaba después de lo que había leído en los foros. No sé si tuvimos suerte o es que ahora no piden propina como antes.
Nuestro vuelo se retrasó más de una hora, pero teníamos tiempo de sobra y no nos perjudicó.
El aeropuerto de Dar es Salaam es más grande. La entrada al aeropuerto es directamente el control de equipaje, y luego pasas a una sala donde hay apenas 10 asientos y los mostradores de facturación. Hay también aseos, pero nada más: ni una triste tienda ni una máquina de refrescos o agua. En esta sala pasé más de 4 horas porque no le dije a Elisante a qué hora salía nuestro vuelo para Ámsterdam, y llegué a Dar es Salaam a las 17:00, y nuestro vuelo no salía hasta las 00:45. La otra opción habría sido quedarnos fuera del aeropuerto, en unos bancos que había plagados de gente. No nos hacía mucha gracia estar allí fuera sentados con todo el equipaje. Un tour operador tanzano nos ofreció guardarnos las maletas, pero no pensábamos ir a ningún sitio, por lo que no las dejamos. Había leído que para ir al centro de la ciudad la opción era el taxi, y que el coste era de unos 40$ por trayecto, aunque esto era algo que tenías que negociar antes de coger el taxi. Así que entramos en el aeropuerto y nos pusimos a leer mientras esperábamos.
La facturación la abrieron a las 21:00. Una vez facturadas las maletas subes a otra sala más grande con varias tiendas de souvenirs y un bar donde se puede comer algo. Las cervezas cuestan 3$, las pizzas pequeñas 7$, la tortilla de patatas 6$, … Había también pollo frito, que no pedimos por estar saturados de pollo, pero me fijé que era el plato en el que más comida ponían.
Y por fin embarcamos rumbo a Ámsterdam…

CONCLUSION
Resumiendo, el viaje ha sido espectacular. Hemos visto un mundo diferente, tanto el paisaje como la cultura y la forma de vida. El trato recibido en todos los casos ha sido magnífico. Este viaje además nos ha cambiado la manera de ver la vida. Os lo recomiendo.