Probablemente no sea de las ciudades más bonitas de Alemania, pero a mi no me pareció nada mal, tiene rincones bien conservados y restaurados. No es una ciudad muy grande, y el centro se hace en un momento…. además como íbamos con poco tiempo, ya que llegamos a las 6 de la tarde al hotel y partíamos a la tarde del día siguiente , teníamos que aprovechar al máximo todas las horas que íbamos a estar en la ciudad. Lo que si que teníamos claro era que no entraríamos en ningún museo, excepto en el de la Stasi (policía represora durante la época comunista), preferimos callejear y seguir la ruta a pie que marcaba la Lonely. Una ruta de 4 Km. con los puntos más emblemáticos de la ciudad. En ningún sitio, iglesia, museo tuvimos que pagar, si que es verdad que hay algunos de ellos en los que pagas, pero las entradas son económicas, por ejemplo una entrada común para visitar la casa de los músicos Schuman y Mendelsohn y el museo Bach 6 euros. También deciros que no había muchos turistas, con lo cual no tuvimos que esperar para entrar en ningún sitio, ni vimos aglomeraciones….

La primera tarde decidimos pasear por el centro, el hotel estaba al lado y verdaderamente era un paseo muy agradable, a esa hora las terrazas estaban llenas de gente y había mucho ambiente. La ciudad tiene edificios nuevos, pero también tiene muchos restaurados, hay una zona del centro que está en obras, poco tránsito y bastantes calles peatonales, lo que hace muy agradable caminar por ella, pararte y observar.
Después de pasear y cansados fuimos a cenar a la “ Casa de la Patata” ( KARTOFFELHAUS), nos costó 58 euros los tres, comida típica alemana muy buena, era lo que andábamos buscando, queríamos comer patatas, chucrut , carne y beber vino Riesling…. pues en ”Casa Patata”, ,ja,ja,ja…. es que el nombre da risa, lo encontramos . Dimos un paseo, para bajar la cena, y al hotel a dormir que teníamos que aprovechar toda la mañana del día siguiente, ya que a las 17’00 de la tarde partía el tren hacia Dresden.
Nos levantamos pronto e iniciamos nuestra ruta por el centro histórico en Markt, donde está el Ayuntamiento (Altes Rathaus) y la finalizamos delante del Bach-Museum. No os voy a ir nombrando sitio por sitio, pero si que nos sorprendió es que en esta ciudad han vivido personajes que han marcado y han contribuido a la cultura no sólo alemana sino a la mundial, escritores como Goethe, hay referencias de él en toda la ciudad, en las galerías comerciales Mädlerpassage, preciosas, fundadas en el año 1.914 de estilo Art Nouveau, hay unas estatuas dedicada a su obra “Fausto”: Fausto, Mefistófeles y algunos estudiantes. Dicen que si le tocas el pie a Fausto da buena suerte…. nosotros por si acaso seguimos la tradición…

y Mefistófeles.
[size=18]También encontramos en la ciudad estatuas dedicadas a músicos como Bach, Wagner, Schumman, Felix Mendelsohn, de estos dos últimos compositores se pueden visitar las casas donde vivieron…..en Leipzig existe una de las orquestas municipales más antiguas de Europa , fundada en el año 1743, la Orquesta Gewandhaus que tiene su “residencia” en un edificio en forma de caja el Neues Gewandhaus, también hay un museo dedicado a Bach, uno de sus músicos más importantes, de hecho en todas las iglesias tienen órganos y en las que entramos habían músicos practicando y en la iglesia de Santo Tomás, donde J. S. Bach fue solista y donde está enterrado, estaban impartiendo una master class, nos sentamos un rato en uno de sus bancos a escuchar un poco de música sacra ….. Una pasada, nos gustó… y nos relajó...


[color=black]Estuvimos toda la mañana desde las 9’30 hasta las 14’00h sin parar de andar y visitar los edificios más importantes y las sugerencias que nos hacia la Lonely…. la verdad que muy bien la guía, nos dejamos cosas por ver y al extrarradio no fuimos, tampoco al zoo, para nosotros no era prioritario…. pero si se va con niños pequeños o eres amante de los animales, pues…. al zoo.[/size]

[size=7]Uno de los sitios que visitamos, la iglesia de San Nicolás, creo que es de las más luminosas que he visto en mi vida, toda blanca y rosa y las columnas representan palmeras, es un sitio emblemático ya que en ella se celebraban misas por la paz durante el régimen comunista desde 1982 hasta la caída del muro en 1989.
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El museo Stasi, me provocó por un lado rabia y pena, la represión a un pueblo a través de la policía para proteger un gobierno dictatorial, la falta de libertad, sin derechos civiles, vulnerando la intimidad de las personas, con un sistema de obertura de cartas y de violación de la correspondencia privada, entre otras cosas, así como el reclutamiento infantil mediante el deporte,……. resulta actualmente impensable en nuestra sociedad europea. Por otro lado, me provocó hilaridad la inventiva de la policía represora por la cantidad de artilugios, cámaras minis, sistemas de escucha y disfraces para vigilar la “vida de los otros”…. El museo se encuentra en el antiguo cuartel general de la policía política de la RDA, en un edificio que se conoce como Esquina Curva. Una visita muy interesante y recomendable, en Berlín también hay un museo dedicado a la Stasi.
[size=18]Continuamos nuestro paseo tal y como la guía Lonely marcaba y pasamos por sitios que realmente nos sorprendieron: el Café Riquet, con su fachada espectacular, la Augustplatz con los diferentes edificios que la rodean entre ellos el de la Universidad, la ópera….

Cansados de caminar hacia las 14’00h fuimos a comer a Paulaner’s, también es una cadena de comida alemana, no comimos mal, descansamos un rato y tomamos un último café en Leipzig antes de partir a Dresden.

La estación de Leipzig sorprendente, inmensa, también merece una visita aunque no vayas a coger el tren…. tiene de todo…. el tren llegó superpuntual y partimos hacia la romántica Dresden.[/color]