DÍA 1 – LLEGADA A STAVANGER
Llegamos al aeropuerto de Stavanger a la hora prevista, 14:00. Salimos del aeropuerto y justo en la puerta, encontramos el Flybussen que nos llevará a la ciudad. Bajamos en la parada Radisson Blue, una de las paradas del centro que nos deja muy cerquita de nuestro hotel, el Confort Hotel Square. El hotel nos sorprende gratamente, es muy moderno y nuevo, tanto el mobiliario como la decoración son muy originales. La habitación está muy bien, no demasiado grande, y el baño genial.
Salimos a visitar la ciudad a eso de las 16:30. Nos acercamos primero a ver la zona antigua de la ciudad, Gamla Stavanger, con sus casas de madera. Es muy bonita, merece la pena dar un paseo por este pequeño barrio.
Después bajamos hacia el puerto y bordeando la costa llegamos a la otra parte de la ciudad. Subimos a ver la torre Valberg y tomamos la calle Odre Holmegate, muy recomendable, una calle con casitas de todos los colores, llena de bares y cafés. Es una de las cosas que más nos ha gustado de esta ciudad. Bajando por esta calle llegamos al Museo del Petróleo y damos una vuelta por los muelles, investigando desde donde sale el ferry que debemos coger mañana para ir al Preikestolen.
Volvemos a internarnos en la ciudad para conocer la catedral, también muy bonita, aunque una de las torres estaba en obras. Visitamos también el parque del lago.
Como aun es pronto para cenar, decidimos ir a visitar las espadas gigantes, monumento nacional situado en las afueras de la ciudad. Tomamos el autobús nº 29 en el parque del lago y el conductor nos ayuda a bajar en la parada correcta. Andamos unos 100 metros y ahí están, nos gustó mucho la visita, sobre todo el lugar donde se encuentran, es como una bahía, muy bonito. Merece la pena desplazarse hasta ahí si tienes un ratito, tan sólo son 10 minutos de trayecto en bus.

DÍA 2 – PREIKESTOLEN
Tomamos el ferry de las 9 rumbo a Tau. El trayecto dura una media hora. En cuanto bajamos del barco, está esperando el autobús de Tide para llevarnos al comienzo del sendero que lleva al Preikestolen. Llegamos sobre las 10:30 y comenzamos la excursión. Tomamos el sendero perfectamente indicado, no tiene pérdida, y vamos siguiendo las T rojas hasta llegar a la impresionante roca. Hemos tardado casi 2 horas, con algunas paraditas para hacer fotos. El ascenso no es difícil, pero no es un simple paseo por el campo, hay que subir por un camino lleno de rocas, bastante abrupto en algunas zonas, aunque creo que puede hacerse sin problemas sin ser un gran deportista. Hacen falta ganas y unas buenas botas de montaña.
Además, una vez arriba se te olvida el dolor de piernas, el paisaje es increíble, el fiordo precioso y la roca imponente. Asomarse a la orilla impone una barbaridad, cuelgo las piernas para hacerme una foto y me sube un cosquilleo por el estómago…. Sencillamente impresionante.

En la bajada tardamos algo menos, una hora y cuarenta minutos, y de nuevo el autobús de Tide esperando para recoger a los exhaustos excursionistas (empezamos a darnos cuenta de la puntualidad absoluta de los noruegos, el transporte público cumple con los horarios a rajatabla).
Llegamos a Stavanger a las 16:20. Ha sido un día duro e intenso, pero ha merecido la pena, lo hemos pasado genial. Si os apetece ver el vídeo que grabamos aquel inolvidable día, podeis hacerlo aquí.
Los precios en Noruega son prohibitivos, ya sabíamos que era caro, pero alucinamos de todas formas con los precios. Vamos al supermercado Kiwi a comprar algunos víveres y nos damos cuenta de que los productos cuestan entre el doble y el triple que en España…. Y eso en el super, en los restaurantes no hablamos….