Nuestro viaje comienza en el metro de Madrid, bien adaptado para ir al aeropuerto, por lo menos en silla de ruedas manual. No será un diario brillante como los que hemos leido pero intentaremos ayudar a contar nuestra experiencia para gente con movilidad reducida. Viajamos dos adultos y un chaval que va en silla.
Nosotros siempre solicitamos que la asistencia para embarcar nos recoja en la puerta de embarque, ya que podemos llevar sin problemas a nuestro hijo de 14 años en su silla manual. Embarcamos los primeros con EASYJET y, como el chaval puede caminar un poco, la silla va hasta la puerta del avión y luego la bajan a la bodega. Unico problema, en madrid solamente hay dos AMBULIFT, furgoneta especial para subirte al avión en caso de que no utilicen finger para embarcar. En este caso, nos tocó esperar un ratito largo a que nos subieran pero como el vuelo iba con retraso... se convirtió en una hora larga.
Llegamos a Berlin Schönefelder, habíamos contratado un transfer para evitar sorpresas con el transporte público a Berlín, pero no hubiera hecho falta porque hay bastantes taxis grandes. Además el transfer llegó casi dos horas tarde.

Cogimos el hotel NOVOTEL MITTE, muy bien ubicado (estación línea U2 Spiettelmarkt y autobuses) y con una habitación adaptada bien amplia. Cama de matrimonio y una para Adri, con espacio suficiente para la silla y el baño correcto y también grande.
Ya estábamos en Berlín

Dando un buen paseo por la Leipzigstasse llegamos al famoso Checkpoint Charlie y luego hasta Postdamer Platz. Respiras muro e historia por todos lados. Compramos la "Welcome Berlín Card" con descuento especial para personas con movilidad reducida. Y la estrenamos en el metro de vuelta al hotel, hay muchas estaciones adaptadas con ascensor desde la superficie hasta el andén, muy cómodo.
Además Berlín es una ciudad para bicicletas y eso es bueno para los "turistas sobre ruedas".