Bueno, vamos a por el tercer día.
Amanecimos nubladitos y frescos pero así es Belín de variado en el tiempo. Cogimos el metro hasta la zona de Scheunenviertel, metro de Friedrichstrasse, por esta zona visitamos la calle Oraniengurger Strasse donde podeís ver los famosos Tacheles, casas ocupas super grafiteadas, como la Krusthaus. La casa no está adaptada pero puedes ver el patio trasero donde tienen un taller de "escultura". Lo que nos gustó mucho de esta zona son algunos patios commo el Heckmannhöfe. Por aquí también la Nueva Sinagoga y sobre todo el Hackesche Höfe, centro comercial que ha aprovechado varios patios del barrio judío, sobre todo el primer patio es precioso.
Aquí encontramos nuestra primera tienda de los Ampelmann, esos muñequitos de semáforo de la antigua Alemania del este que habreís visto muchas veces (rojo y verde). Tienda con rampa y llena de todo tipo de cosas con este motivo.
Paseando bajo una fina lluvia, no hizo falta la capa para la silla, llegamos a la Isla de Los Museos. Aquí tenéis varios museos, todos adaptados y con entrada reducida, es un conjunto de edificios neoclásicos espectaculares. En concreto nosotros entramos en el Pergamonmuseum y el Neues Museum.
El Museo de Pergamo, sobre escaleras, tenía la rampa rota pero como los alemanes son muy previsores tenían un camino alternativo, por el que nos acompañaron, para poder entrar con la silla sin ningún problema. Comimos en su cafetería (con baño adaptado) y entramos, la verdad es que impresionante con su Templo de Pergamo, la puerta de Ishtar y la puerta del mercado de Mileto. Todo cedido "amablemente" por griegos y persas. Incluso había una cúpula de una sala de la Alhambra, también cedido por nuestras autoridades allá por el siglo XIX.
En el Neues Museum, visita obligada a Nefertiti, espectacular, es un museo recientemente arreglado, ha quedado genial y tiene una buena colección de arte egipcio.
También en esta isla teneis la Berliner Dom, Catedral de Berlín impresionante por su cúpula color verde. La entrada con silla está situada a la izquierda del edificio. Nosotros no pudimos entrar porque había un concierto.
Volviendo al hotel, como veís los días nos cunden mucho, por la Schlossplatz, vimos ya por fuera Neue Marstall, precioso edificio neobarroco a la derecha del rio Spree. Al hotel, caminando que estábamos ya cerca. ¡¡¡Que paliza más buena!!!.