10 de agosto
Por fin había llegado el día, las niñas se levantaron muy nerviosas a ver cuando salíamos de viaje, pero tenían que esperar ya que hasta después de comer no salíamos hacia Madrid donde haríamos nuestra primera etapa del viaje, las maletas ya estaban preparadas así que solo nos quedaba pasar la mañana recogiendo las últimas cosas y comer.
Después de haber comido metimos el equipaje en el coche y nos dirigimos a Madrid, bueno a San Sebastián de los Reyes, esa noche dormiríamos en casa de mi hermana para no que tener que madrugar tanto, el vuelo salía a las 11 y pico. El viaje fue bastante cómodo, la verdad es que el DVD en el coche es una maravilla, las niñas vieron un par de películas y se les pasó el viaje en un plis-plas.
Llegamos a mitad de tarde, descansamos un rato y nos fuimos a dar una vuelta y a cenar al CC Plaza Norte, y a comprar unas guías que a mi marido se le habían olvidado en casa


Después a dormir que al día siguiente había que madrugar e iba a ser un día muy muy largo.
11 de agosto el viaje a la ciudad del viento Chicago
Nos levantamos temprano por la mañana, desayunamos algo y cogimos el coche hacia el hotel SHS aeropuerto donde habíamos contratado el parking de larga estancia, desde el 11 al 30 de agosto 87€, con transporte a las 4 terminales del aeropuerto. Llegar es un pelín complicado pero luego la verdad es que no llegó a 15 minutos lo que tardamos en llegar a la T4 de la que salía nuestro vuelo.
Sorprendentemente en el aeropuerto casi no había gente así que facturamos sin hacer cola rápidamente, y de allí a coger el trenecito a la S4, pasamos el control de la policía y nos dirigimos hacia nuestra puerta de embarque y otra vez revisión de pasaportes al entrar en la zona de embarque de vuelos a USA.
Pero mi hija estaba así de contenta:

El avión correcto, los asientos distribuidos 2-4-2, sin pantallas individuales en fin a ver si estos de Iberia se modernizan… La comida como yo digo “se dejaba comer” pasta o pollo con ensaladilla y bizcocho de chocolate, para merendar baguette de jamón y queso bastante seco, un yogurt, un Kit-kat y un bizcocho. Bebida refrescos, agua zumos…lo de siempre. Después de comer pusieron la película Rio que las niñas no habían visto y la verdad que les gustó. Yo leí un poco. El rato que no pusieron peli las niñas llevaban el iPad con películas y se entretuvieron bastante.
Al llegar a Chicago tampoco tuvimos mucha cola para pasar inmigración con el pasaporte y el papel blanco de aduanas, y que sepáis que todos pasamos por el mismo sitio jeje… en nuestro vuelo en clase bussines viajaba David Ferrer el tenista, pero a la hora de inmigración en la fila como todos, además parecía muy majete, a ver si le va bien el US open.
Después de pasar inmigración recoger maletas y a la fila de los taxis, tenían precios oficiales así que sin ningún regateo con el precio fijo hasta el hotel.
En el viaje hasta el hotel había bastante trafico pero la vista del maravilloso skyline de Chicago hizo que se nos pasara más rápido el viaje.
Al llegar al hotel mi hija se empezó a encontrar mal y en mitad de la recepción sin haber hecho el check-in vomitó toda la comida del avión, en fin es lo que tiene viajar con niños, la verdad es que enseguida sacaron unas toallas para que le limpiásemos, nos indicaron donde estaba el baño…y por fin el check-in y subimos a la habitación, muy muy amplia con dos camas muy grandes, un sofá, una mesita y un mueble bar y escritorio, el baño no muy grande pero con una ducha muy limpia.
Mis niñas en la cama de la habitación.

Después de descansar un poco y cambiarnos de ropa nos fuimos andando hacia el Chicago Children´s Museum situado en el Navy Pier nos costó unos 15 minutos, el museo estaba muy bien pero muy lleno, el viernes por la tarde es gratuito y se veían muchas familias de Chicago y algunos turistas como nosotros jeje…

Al salir dimos una vuelta por la zona bastante chula pero las cuatro atracciones que hay nos parecieron carísimas entre 5 y 6 $ por un viaje en el tiovivo o la noria, montamos a las niñas en una cosa y seguimos paseando, no era cuestión de pagar por atracciones siendo que luego íbamos a Disneyworld, lo malo es que para ellas era una sorpresa sabían que iban a Orlando pero no que WDW estaba allí.
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Cenamos en el Mcdonalds del Navy Pier y nos cogimos un taxi para volver al hotel estábamos todos super cansados.
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