Un consejo: si podéis evitarlo NUNCA, NUNCA, NUNCA hay que ir en coche hasta Manhattan. En teoría son unas 4h y media de camino, pero el problema es que cuando ya solo te quedan 10 o 20 kilómetros, justo antes de llegar a alguno de los puentes que te permiten entrar en la ciudad, el atasco suele ser monumental. Más de dos horas en este último tramo, totalmente parados durante minutos y minutos, y avanzando con mucho estrés cada vez que tienes que cambiar de carril o coger una salida en esas autopistas colapsadas.
Si os pasa como a nosotros, que no teníamos más remedio que llegar en coche, mejor dejarlo en el aeropuerto y coger el bus o el tren a Manhattan que tener que entrar hasta el centro. Nosotros cuando llegamos a la oficina acordada nos encontramos con que nos prohibían dejar el coche allí. Después de mucho discutir vimos que no nos quedaba otra y acabamos dejándolo en el parking del hotel y devolviéndolo después de cenar, pasada la medianoche para no volver a soportar el tráfico, en la oficina de La Guardia. Con el cabreo conseguí un descuento de la mitad del precio en la oficina por las molestias causadas.
Fue un stress y un cabreo inicial que se nos pasó al momento en nuestro primer paseo hasta Times Square. ¡Cómo nos gusta esta ciudad!
Como era la segunda visita, nos habíamos hecho un planning con cosas que no nos había dado tiempo de visitar en 2007 y otras que habíamos descubierto después. Para no alargarme mucho, en vez de un relato diario, mejor hago aquí la lista de las cosas que visitamos y luego otra etapa con la lista restaurantes.
Hotel
El Library Hotel fue un gran descubrimiento. La situación es perfecta, al ladito de Bryan Park y Grand Central, y a poco más de 5 minutos andando de Times Square. Con varias líneas de metro alrededor (42st. Grand Central – S, 42st. Bryan Park –B/D/ F M y 5th Ave – 7/7X) además del tren de Grand Central.
Es un hotel boutique precioso. Cada habitación está decorada con una temática de literatura: biografías, literatura, historia, matemáticas… La nuestra fue la de Viajes. Por supuesto ¡los libros son el principal elemento de decoración!
Y lo mejor son los servicios. Está incluido el desayuno (muy raro en Nueva York) en el que tienes café (con una máquina de expresso no del todo horrible), zumos, bollería, fruta, yogurt, tostadas y baggles que te calientan al momento en la cocina. El resto del día dejan servicio de snaks y bebidas gratuito para todo el cliente, y la sala es una zona de encuentro y lectura.
En esa planta también hay un par de ordenadores con impresora de uso libre, y el wifi es gratuito en todo el hotel. La atención en conserjería es simplemente perfecta. Y tienen en detalle de que de 17 a 20 ponen una degustación cada día, también gratuita, de vinos y quesos por si te quieres pasar antes de salir a cenar.
La parte negativa (siempre la hay) es que es bastante caro. En agosto 287$ la noche, unos 20$ menos a partir del 1 de septiembre. Pero la verdad es que merece la pena. En 2007 estuvimos en el Millenium Broadway, que está más o menos en ese rango de precios, y aunque el hotel está bien la sensación que nos ha dejado el Library es infinitamente mejor.
Lamentablemente fuimos dejando las fotos del hotel siempre para el día siguiente ¡y al final se nos olvidó! Así que no tengo fotos, pero doy fe que las de su página web son reales.
VISITAS Y EXCURSIONES
Visita a la ONU
La habíamos comprado online por 16$ desde casa, con reserva para las 10:00. Al llegar al lobby vemos que había grupos en español, pero en la web sólo daba opción en inglés. Tras comentárselo a los guías no tuvieron problema con cambiarnos la entrada y dejar que nos uniéramos a un grupo en español que salía a la misma hora.
En nuestro tour fuimos 4 parejas de españoles y el guía te va explicando un poco de historia de la ONU, su funcionamiento, las resoluciones más importantes y la sala donde se reúnen todos los representantes de los países integrantes. Más o menos una hora.
MOMA
Museo de arte moderno. Habíamos comprado las entradas online desde casa (eliges el día, pero puedes ir a cualquier hora) por 22.5$. Es enorme, así que si sólo tenéis un par de horas, como fue nuestro caso, mejor coger un plano e ir directamente a lo que más os interese. Nosotros nos centramos en la planta 5, Picasso, Cezanne, Frida Kahlo, Monet, Matisse, Van Gogh… Antes de acabar paramos a descansar en el patio interior lleno también de esculturas.
Broadway
Vimos dos shows: Spiderman y El Rey León. Curiosamente nos gustó más el que a priori habíamos reservado con más dudas, El Rey León. Nos parecía que podía ser muy infantil y no las teníamos todas con nosotros de que hombres haciendo de leones nos podía gustar en teatro. Pero es simplemente espectacular. Sólo con el número inicial ya se te meten en el bolsillo por lo buenos que son los actores y la increíble escenografía y puesta en escena. Sin embargo el musical del super-héroe en mallas nos dejó bastante indiferentes. Posiblemente el principal motivo es que los actores nos parecieron bastante malos. Durante las canciones, vale, pero en el momento que tenían dos frases seguidas nos sacaban totalmente de la obra. Y además ¿no podían esconder un poquito más las cuerdas?
En ambos casos habíamos comprado las entradas desde casa a través de ticketmaster
Los Hamptons
¿Qué los Hamptons son una pijada? ¡Correcto! Pero en este viaje no habíamos tenido ni un día de playa y ¿qué mejor excusa para acercarnos a un pueblo que habíamos visto mil veces en el cine y la televisión? Busqué un poco de información ¡y allí que nos fuimos de excursión a pasar el día! Antes de nada decir que no es nada barato ni vais a ver un pueblo o una playa demasiado especial. Pero como siempre, hay cosas muy personales y nosotros teníamos mucha curiosidad por ver el ambientillo.
Hay más autobuses, pero nosotros cogimos el Hampton Jitney. Hicimos la reserva online, aunque no lo pagas hasta que no estás en el bus. Lo hacen porque en agosto se llenan mucho y así ven si por las reservas tienen que poner algún servicio extra. Si vais sin reserva es muy posible que no podáis subir. El viaje son cerca de 2 horas (hay que contar con el tráfico de salida/entrada de NY) y vale 30$ el viaje (52€ si coges ida y vuelta). Cogimos el bus de las 10 de la mañana que pasaba muy cerquita del hotel, en la 40th con la 3rd Ave, y nos bajamos en East Hampton. Tiene varias paradas por todos los Hamptons, pero nos habían dicho que East Hampoton era la más auténtica.
Había encontrado por internet que había un servicio gratuito de cochecitos eléctricos que te llevaban del pueblo a las playas. Fuimos directos a la parada, justo al lado de donde te deja el bus, y decidimos aprovechar la playa y ver el pueblo a la vuelta. Esperamos como 20 minutos y allí no venía ningún cochecito, pero entonces llego una señora con sus chanclas de tacón y su pamela, y a los 5 minutos nos dice que ella se ha cansado de esperar y ha llamado a un taxi, y que si vamos a la Main Beach podemos ir con ella, que nos invita. ¡Primer encuentro con los millonarios muy agradable! ¡Y eso que yo me había dejado la pamela! Al final compartimos gastos porque el taxi, que no son ni 5 minutos a la playa, te cobra por persona (creo que eran 5$ por persona) así que le insistimos para que nos dejara pagar algo.
La playa es bastante grande y no está nada abarrotada. Es pública, aunque tiene un club privado en la orilla en el que solo los socios pueden acceder a las hamacas, los vestuarios, las taquillas. Si no eres socio, pones la toalla donde quieras y punto. Lo que sí que puedes usar son los baños y el chiringuito (perritos, pizza, hamburguesas, ensaladas y helados). El agua, no sé si es así siempre o fue solo ese día, con grandes olas que te hacían difícil la entrada. Lo mejor era dar un paseo alejándote del club, viendo las pedazo de casas con entrada directa a la playa, sus porches, piscinas… No es mal sitio para tener una casita de fin de semana, pero definitivamente no soportarían una buena ley de costas
Comimos en el chiringuito, nos dimos otro baño y nos fuimos a dar un paseo por el pueblo, ya que a las 6 teníamos el autobús de vuelta. En la playa sí que vimos los coches eléctricos (tipo golf) y cogimos uno hasta el centro (le dejamos 2$ de propina). En realidad, el centro del pueblo son dos calles, llenas de tiendas de lujo (Gucci, Tiffany’s…) y algún restaurante. El resto son calles con casas, cuanto más alejadas del centro, más grandes y lujosas. A las 6 en punto llegó el bus a la parada y poco después de las 8 estábamos de vuelta en el hotel.
Tour Brooklyn
Por motivos también cinematográficos, teníamos especial interés en visitar Brooklyn, dónde casi no habíamos estado en nuestra primera visita a NY. Buscando alguna opción para hacerlo con guía, encontré por internet a Norman y NY Like a Native Contacté con él por email y los tours públicos no nos encajaban demasiado, pero acabamos confeccionando un tour privado prácticamente a medida. Fueron 4 horas a pie y en metro por los barrios más representativos de Brooklyn. Norman es periodista y conoce absolutamente todo de Brooklyn, donde lleva años viviendo. Realmente fue una visita muy aprovechada. El tour es en inglés, pero Norman habla un poco de castellano que se esforzó en practicar con nosotros siempre que había alguna duda. 100% recomendable. Haciéndolo absolutamente a medida y solo para nosotros dos nos costó 210$ (40$ vía paypal al formalizar la reserva y el resto en efectivo al acabar la excursión)
Después de comer en Grimaldis (ver apartado restaurantes) andamos hasta una zona cercana de almacenes justo debajo del puente de Manhattan hasta encontrar otra vista de cine, la famosa imagen del cartel de la película ERASE UNA VEZ EN AMERICA
Nuestra foto y el fotograma de la película
Y de ahí cogimos un autobús hasta el barrio judío de Williamsburg, dónde hay otros escenarios de la misma película. Aquí también nuestra foto junto al fotograma original:
Planetario
En 2007 habíamos ido al Museo de Historia Natural, pero yo me había quedado con las ganas de entrar en el Planetario y ver el documental narrado por Whoopy Goldberg sobre la formación de las estrellas “Journey to the stars”. Cogimos las entradas por internet desde casa desde su página web por 25$ cada uno.
A mí me gustó, pero a mi marido se le hizo un poco aburrido. Un consejo por si vais, intentad sentaros en las filas de detrás, ya que desde las primeras tienes que levantar mucho la cabeza y puedes acabar con un poco de torticolis.
Central Park
La última vez lo habíamos recorrido andando y esta vez decidimos pasarnos a la bici. La alquilamos en la entrada sur (Columbus Circle) por dos horas. Unos 30$ si no recuerdo mal. No puedes pasar por todos los senderos, solo por los habilitados para bicicletas (que están señalados en un mapita que te dan al alquilarla) pero no hay problema porque si quieres llegar a algún sitio concreto te bajas y la llevas andando.
Nosotros lo hicimos por ejemplo para parar en el Belvedere Castle, un pequeño castillo con muy buenas vistas más o menos en el centro.
Roosvelt Island
Otra visita que teníamos guardada para una tarde era la isla Roosvelt con el teleférico. Además teníamos una razón de peso para acercarnos a la zona donde se coge el teleférico (59th Street & 2nd Avenue) ya que justo al lado puedes encontrar las famosas vistas del cartel de la película Manhattan, de Woody Allen. El punto exacto donde se rodó ahora es un jardín privado y está cerrado con vallas, pero justo al lado hay un pequeño parque público que da el pego. Juzgad vosotros:
Después de emular a Woody Allen y Diane Keaton nos fuimos ya a coger el teleférico y dar una vuelta por Roosvelt Island
La isla tiene una pequeña zona residencial y un gran hospital, y se puede recorrer con unos autobuses rojos que dan la vuelta completa. El teleférico se puede coger con la metrocard, pero los autobuses rojos se tienen que pagar al subir (creo que eran 50 ct). Dimos un paseo por la isla bajo un sol de justicia y nos volvimos a la gran ciudad.
Puente de Brooklyn
Fuimos en metro hasta Brooklyn, concretamente hasta York Street (línea F) aunque hay otras paradas que van bien como High Street (A y C). Todo depende de la línea que os vaya mejor. Subimos por las primeras escaleras y caminamos todo el puente hasta Manhattan, con las consiguientes paradas para fotos. El puente está en obras, pero igualmente merece la pena el paseo. Fuimos al atardecer, aunque estaba más bien nublado y lo que es la puesta de sol, pues como que no se vio.
Coney Island
Esto no estaba en el planning porque ya habíamos ido en 2007, pero el último día teníamos la mañana libre y decidimos repetir. Y que bien que lo hicimos, ¡porque el parque de atracciones ha cambiado un montón desde 2007!
Cuando fuimos la vez anterior nos pareció que todo estaba muy decrépito y nos encontramos con poquísima gente. No nos habíamos enterado que se remodeló en 2009-2010 y la nueva empresa que lo explota ahora ha conseguido devolverle la vitalidad que parece que tenía hace décadas. Nuevas atracciones se han unido a la clásica Wheel of Fortune y Cyclone. Se venden bonos para varias atracciones y lo más importante es que estaba llenísimo. Ambientazo de familias enteras en día de playa-parque atracciones. Igualmente, no os esperéis Disneylandia. Es un parque pequeño, sencillo, más tipo feria de barrio que parque de atracciones, pero con mucho encanto. Pasamos un rato muy agradable y aprovechamos para comernos un hot dog de Nathan Famous.
Parte de la nueva montaña rusa recién inaugurada y la clásica Cyclone
Misa góspel
Aconsejados por los foreros, fuimos el domingo al Greater Refuge Temple de Harlem (2081 Adam Clayton Powell Jr Boulevard – entre la 124th y la 125th. Metro líneas 2 y 3 125th Street)
Llegamos antes de las 10:30 y nos situaron en las últimas filas, con el resto de turistas, pero en la parte de abajo. Luego llegaron muchos más turistas (¡muchísimos españoles!) y grupos enteros con guía, y a esos ya los llevaron al anfiteatro.
A las 11 empieza la misa y lo mejor es observar a los parroquianos y las parroquianas y su forma de vivir su religión. Son tan excesivos como los ves en las películas. En este templo el coro es masculino y como en toda misa, se suceden oraciones, lecturas y canciones, ¡solo que aquí las canciones son a otro ritmo! Normalmente parece que pasan una vez el cepillo, la mayoría de gente dejaba entre 1 y 5$, pero en nuestro caso era el cumpleaños del pastor y lo pasaron una primera vez avisando de que era una recaudación especial para los actos de aniversario y que en absoluto era obligatorio dar dinero en ningún caso. Nosotros dejamos 1$ la primera vez y 5$ la segunda (entre los 2).
Entre canción y canción había gente que se iba (te piden que no te vayas en medio de una canción o una oración para no molestar) pero nosotros nos quedamos hasta el final del oficio. Luego siguen unas lecturas, pero ya sin coro.
Desde aquí quiero hacer un llamamiento: por favor, cuando alguien os deja compartir algo tan íntimo como sus ritos religiosos, y solo os pide que no toméis ninguna foto ni vídeo, no lo hagáis. Me moría de vergüenza al ver las faltas de respeto de muchos que hacían como si lo entendiesen pero luego sacaban descaradamente las cámaras con su flash y todo y venga a hacer fotos hasta que venían a llamarles la atención. Yo lo siento, pero ante tal falta de respeto me moría de vergüenza ajena. No tiene nada que ver con compartir sus creencias. Yo no soy creyente, pero creo que hay unos mínimos de respeto por los demás que hay que mantener, da lo mismo que estés en tu barrio o a 10.000 km. Perdón por la digresión, pero es que cosas así me molestan un montón porque luego se nos mete a todos en el mismo saco y pagamos justos por pecadores. Obviamente, no os puedo poner fotos de la misa góspel, porque no tengo ninguna.