Me habría quedado más tiempo en Chacahua pero tenía que seguir moviéndome en dirección a Chiapas. En Chacahua nos hablaron muy bien de Mazunte, un pequeño pueblecito costero cercano a las Bahías de Huatulco y decidimos ir hacia allá. Dejaba Chacahua y a sus personajes con pena pero contento por haber conocido otro pequeño paraíso y haberlo podido disfrutar durante varios días.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Nueve de la mañana- La bocina del todoterreno de Ronaldo sonó puntualmente como cada día pero esta vez no la podíamos ignorar. Cargamos las mochilas y nos llevó hacia el embarcadero para salir hacia Zapotalito. Desde Zapotalito hasta Mazunte hay unas tres horas repartidas entre taxis colectivos, taxis normales y autobuses. Una vez llegas a Puerto Escondido, un autobús de línea te deja en San Antonio (en el cruce con Mazunte) en aproximadamente una hora y media (25$MXC/1,5 euros).
La localidad de Mazunte no sería nada sin sus playas. Como población, no tiene ningún encanto a pesar del marcado carácter local, pero sus playas son auténticos remansos de paz (especialmente durante estas fechas de temporada baja). Playa el Rinconcito, Playa de Mazunte, Playa de San Agustinillo y Playa Zipolite. Las cuatro, una al lado de la otra, compiten en belleza y tranquilidad aunque la más conocida sea Playa Zipolite por ser la única playa nudista de México.
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Chavela nos recomendó la Posada Yuri (habitación doble privada: 125$MXC/ 7 euros) en la Playa de Mazunte. Aunque el trato dejaba bastante que desear, la habitación estaba magníficamente emplazada frente al mar. Volvía a hacer un calor de cojones. Mochila al suelo, bañador, chapuzón y piti playero. Imbatible. La playa de Mazunte es preciosa. Unos cuantos chiringuitos ahora vacíos son los únicos espectadores silenciosos de nuestro baño. Ocasionalmente ves a algún local paseando tranquilamente. Inspección de la zona, sitio tranquilo con buen café y buen internet…..localizado (Restaurante Siddhartha en playa el Rinconcito).
Mazunte nos obsequió con dos días de hacer nada. Días de playa, de silencios, de buenas conversaciones y de arrumacos con final feliz. Una auténtica apología del “Let it flow” tan sólo interrumpida por los editores.
El mail de los editores era escueto pero claro “Reports muy buenos. Por favor, muévete más rápido”. Miré el calendario, “Vaya…”. Llevaba 16 días de viaje y todavía no había salido de la costa del Pacífico de Oaxaca. Me quedaban 12 días para cruzar el país en autobús hasta las costas del Yucatán (con las paradas correspondientes) y coger el vuelo de Cancún a Miami para enlazar con el de Barcelona del 17 de octubre. Un buen sorbo de café, calada al piti y vocecita interior,”Jax, mueve el culo, has de salir hacia Chiapas”. Decidí dar por finalizada la ruta de la costa de Oaxaca. Puerto Escondido, Chacahua y Mazunte habían sido suficientes para hacerme una idea de la zona e iniciar la ruta hacia el interior, hacia el estado de Chiapas. Durante la cena le comenté el tema a Laura y decidimos continuar juntos. Hasta el momento la convivencia estaba siendo fantástica en todos los aspectos, pues continuamos.
El siguiente destino era San Cristóbal de las Casas (Chiapas) y estaba lejos, como a unas 11 horas en autobús. Laura lo había hecho en dirección contraria para encontrarnos en Puerto Escondido y me comentó que fue un coñazo. La idea de hacerlo por tramos empezó a flotar en el aire. En el lado negativo, tardaríamos un poco más en llegar pero tenía sus ventajas. El precio se reduce aproximadamente un 50% (De 500$MXC/30 euros a 250$MXC/15 euros), tienes la posibilidad de ver otras localidades y hacer noche en la que te guste, no llegas a San Cristóbal reventado y quizás la más importante, evitas un trayecto nocturno en autobús de largo recorrido (probabilidad más alta de sufrir robos según lo visto por aquí).
La playa de Mazunte amaneció preciosa y tranquila, me hubiera quedado un par de días más sin problemas. Un taxi colectivo te lleva desde Mazunte hasta San Pedro Pochutla (10$MXC/15 minutos). Desde Pochutla, un microbús te lleva hasta Santa Cruz de Huatulco (20$MXC/90 minutos). Una vez en Huatulco, otro microbús te lleva hasta Salina Cruz (65$MXC/3 horas). Pensábamos comer en Salina Cruz y quedarnos a dormir ya que estábamos a medio camino de San Cristóbal. Bajé del autobús y miré a mi alrededor……Salina Cruz. Salina Cruz es una localidad costera de más de 100.000 habitantes y no sale en la guía Lonely Planet de México. No me extraña, Salina Cruz es más feo que el agujero del culo. Como que daba muy mal rollo quedarse ahí. Decidimos continuar hacia adelante en dirección San Cristóbal y tomamos un autobús hacia Tehuantepec (10$MXC/30 minutos). Nos encontrábamos en la zona del Istmo de Tehuantepec, el punto más estrecho del gigantesco México, donde la distancia entre el Pacífico y el Atlántico es de tan sólo 200 kilómetros antes de volverse a ensanchar con la inmensa península del Yucatán.
Hablando de autobuses, la red de buses de México es increíble. Tienes tarifas para todos los gustos (Lujo, primera y segunda clase, microbuses..). Para trayectos cortos (menos de 5 horas), los autobuses salen cada 30 minutos de todas las estaciones en todas direcciones con lo que las esperas son mínimas. Evidentemente, en función de la tarifa tienes más o menos comodidades pero incluso los microbuses (los más baratos) son aceptables para trayectos cortos y siempre encontrarás algún local para hablar si te apetece (y si le apetece a él o ella, claro) ya que éstos no los pilla ningún turista. Para trayectos largos, si el presupuesto lo permite, autobús de lujo o primera clase, sin duda. Buenas noches.
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Nueve de la mañana- La bocina del todoterreno de Ronaldo sonó puntualmente como cada día pero esta vez no la podíamos ignorar. Cargamos las mochilas y nos llevó hacia el embarcadero para salir hacia Zapotalito. Desde Zapotalito hasta Mazunte hay unas tres horas repartidas entre taxis colectivos, taxis normales y autobuses. Una vez llegas a Puerto Escondido, un autobús de línea te deja en San Antonio (en el cruce con Mazunte) en aproximadamente una hora y media (25$MXC/1,5 euros).
La localidad de Mazunte no sería nada sin sus playas. Como población, no tiene ningún encanto a pesar del marcado carácter local, pero sus playas son auténticos remansos de paz (especialmente durante estas fechas de temporada baja). Playa el Rinconcito, Playa de Mazunte, Playa de San Agustinillo y Playa Zipolite. Las cuatro, una al lado de la otra, compiten en belleza y tranquilidad aunque la más conocida sea Playa Zipolite por ser la única playa nudista de México.
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Chavela nos recomendó la Posada Yuri (habitación doble privada: 125$MXC/ 7 euros) en la Playa de Mazunte. Aunque el trato dejaba bastante que desear, la habitación estaba magníficamente emplazada frente al mar. Volvía a hacer un calor de cojones. Mochila al suelo, bañador, chapuzón y piti playero. Imbatible. La playa de Mazunte es preciosa. Unos cuantos chiringuitos ahora vacíos son los únicos espectadores silenciosos de nuestro baño. Ocasionalmente ves a algún local paseando tranquilamente. Inspección de la zona, sitio tranquilo con buen café y buen internet…..localizado (Restaurante Siddhartha en playa el Rinconcito).
Mazunte nos obsequió con dos días de hacer nada. Días de playa, de silencios, de buenas conversaciones y de arrumacos con final feliz. Una auténtica apología del “Let it flow” tan sólo interrumpida por los editores.
El mail de los editores era escueto pero claro “Reports muy buenos. Por favor, muévete más rápido”. Miré el calendario, “Vaya…”. Llevaba 16 días de viaje y todavía no había salido de la costa del Pacífico de Oaxaca. Me quedaban 12 días para cruzar el país en autobús hasta las costas del Yucatán (con las paradas correspondientes) y coger el vuelo de Cancún a Miami para enlazar con el de Barcelona del 17 de octubre. Un buen sorbo de café, calada al piti y vocecita interior,”Jax, mueve el culo, has de salir hacia Chiapas”. Decidí dar por finalizada la ruta de la costa de Oaxaca. Puerto Escondido, Chacahua y Mazunte habían sido suficientes para hacerme una idea de la zona e iniciar la ruta hacia el interior, hacia el estado de Chiapas. Durante la cena le comenté el tema a Laura y decidimos continuar juntos. Hasta el momento la convivencia estaba siendo fantástica en todos los aspectos, pues continuamos.
El siguiente destino era San Cristóbal de las Casas (Chiapas) y estaba lejos, como a unas 11 horas en autobús. Laura lo había hecho en dirección contraria para encontrarnos en Puerto Escondido y me comentó que fue un coñazo. La idea de hacerlo por tramos empezó a flotar en el aire. En el lado negativo, tardaríamos un poco más en llegar pero tenía sus ventajas. El precio se reduce aproximadamente un 50% (De 500$MXC/30 euros a 250$MXC/15 euros), tienes la posibilidad de ver otras localidades y hacer noche en la que te guste, no llegas a San Cristóbal reventado y quizás la más importante, evitas un trayecto nocturno en autobús de largo recorrido (probabilidad más alta de sufrir robos según lo visto por aquí).
La playa de Mazunte amaneció preciosa y tranquila, me hubiera quedado un par de días más sin problemas. Un taxi colectivo te lleva desde Mazunte hasta San Pedro Pochutla (10$MXC/15 minutos). Desde Pochutla, un microbús te lleva hasta Santa Cruz de Huatulco (20$MXC/90 minutos). Una vez en Huatulco, otro microbús te lleva hasta Salina Cruz (65$MXC/3 horas). Pensábamos comer en Salina Cruz y quedarnos a dormir ya que estábamos a medio camino de San Cristóbal. Bajé del autobús y miré a mi alrededor……Salina Cruz. Salina Cruz es una localidad costera de más de 100.000 habitantes y no sale en la guía Lonely Planet de México. No me extraña, Salina Cruz es más feo que el agujero del culo. Como que daba muy mal rollo quedarse ahí. Decidimos continuar hacia adelante en dirección San Cristóbal y tomamos un autobús hacia Tehuantepec (10$MXC/30 minutos). Nos encontrábamos en la zona del Istmo de Tehuantepec, el punto más estrecho del gigantesco México, donde la distancia entre el Pacífico y el Atlántico es de tan sólo 200 kilómetros antes de volverse a ensanchar con la inmensa península del Yucatán.
Hablando de autobuses, la red de buses de México es increíble. Tienes tarifas para todos los gustos (Lujo, primera y segunda clase, microbuses..). Para trayectos cortos (menos de 5 horas), los autobuses salen cada 30 minutos de todas las estaciones en todas direcciones con lo que las esperas son mínimas. Evidentemente, en función de la tarifa tienes más o menos comodidades pero incluso los microbuses (los más baratos) son aceptables para trayectos cortos y siempre encontrarás algún local para hablar si te apetece (y si le apetece a él o ella, claro) ya que éstos no los pilla ningún turista. Para trayectos largos, si el presupuesto lo permite, autobús de lujo o primera clase, sin duda. Buenas noches.