Cerca de Lucerna está el monte Pilatus y hay una excursión con todo tipo de transportes que desde que la vi se me antojó. Dejamos la furgo llena hasta los topes en un parking de Lucerna y el tiempo se nos ha pegado un poquito, así que los chicos que son mas rápidos se van a la oficina de turismo a sacar los billetes mientras nosotras dirigimos a la tropilla al anden del que sale el tren, para saltar a él en cuanto los viésemos aparecer … peeeroo esta vez no pudo ser, el tren con exquisita puntualidad cerró las puertas y se fue mientras nosotros seguíamos esperando por los billetes … nos tocó esperar hasta el siguiente.
El tren te deja en Alpnachstad donde hay que hacer otra cola para coger el tren de cremallera, es muy curioso, es de madera y cada fila de asientos está un escalón más arriba. Había mucha gente, el día prometía estar bonito por arriba, pero lo tienen muy bien organizado y ponen más trenes si es necesario, que lo fue … Después de un rato de subida pasamos las nubes y ya veíamos el pico y otro rato después llegamos a la cima.
Tren de cremallera subiendo al Pilatus
Desde aquí se pueden recorrer algunos senderos, subir a la cumbre, ir a algunos miradores, los más valientes llegan hasta aquí caminando en vez de en el tren, menudo palizón!!!
Sendero que sube a la cima
Y entonces ocurrieron dos momentos curiosos, durante todo el viaje los japoneses (sobre todo ellas) se paraban al lado de las niñas, las miraban, señalaban, les hacían fotos en alguna ocasión, pero aquí directamente nos pidieron hacerse fotos con ellas !!! Vale son morenas, de ojos grandes, muy blancas de piel, suponemos que tanta pasión es porque les recuerdan a algún dibujo animado. Fue gracioso.
Y mientras estábamos en la terraza viendo como se retiraban las nubes y así podíamos ver el paisaje del lago, justo en la terraza inferior una señora sacó una salchicha igual que la que usamos el día de Ballenberg, y cogió un cuchillo y la peló como si fuese un plátano !! aquí hay que pelar las salchichas de frankfurt, toma ya !! por eso eran tan difíciles de masticar !!! Nos miramos los cuatro y nos sentimos como el del chiste “sí sí muy ricos los caracolos pero un poco duros !!!”
En las terrazas del Pilatus
Nos quedaba mucha excursión por delante y decidimos empezar a bajar que era donde había “atracciones”. Cogimos el teleférico de bajada hasta Frakmuntegg, aquí tienen una ruta de aventura por los árboles y un tobogán gigante, como sólo podía subir una de las peques y acompañada, se fueron los papás y la peque menos peque para montar en el primer turno, pero como tardaron bastante, el segundo turno tuvo que ser abortado para poder llegar al restaurante a una hora decente, bueno … en el próximo tobogán nos tocara primero a nosotras.
Seguimos con los “cacharros”, ahora nos tocaba una góndola hasta Krienseregg, donde hay que montarse en marcha y con los carros y los peques, por supuesto. Aquí hay un parque infantil bastante grande y un restaurante con terraza en medio de un paisaje que te mueres !!!, desde la terraza veíamos a las niñas en el parque y se estaba de lujo, esto es vida !!!
Zona de juegos
Cuando ya habían probado todos los columpios del parque y había muchos, y nosotras habíamos hecho algún traje que otro, decidimos emprender la bajada. Ahora había bastante gente, además como algunas góndolas venían ocupadas de la parada anterior y por la hora la gente no bajaba en esta parada, nos toco esperar un poquito para poder bajar.
La parte final es en autobús. Que tenemos que volver a Lucerna para coger el coche e ir a nuestro siguiente destino, Zurich.
La excursión al monte Pilatus estuvo fenomenal, la disfrutamos todos muchísimo, los peques con todas las atracciones y el parque y los adultos con el paisaje, el tiempo y la paz que se respiraba !! Un lujo.