Nos levantamos temprano, desayunamos para cargar energías, y empezamos el día. Fuimos en coche hasta cerca de una estación de metro, lo dejamos aparcado todo el día allí, y nos movimos a pie fundamentalmente, y en transporte público. En la entrada de metro, compramos el Roman Pass (muy útil, ya que con el tienes, entre otras cosas, descuentos en monumentos y museos, a parte de 3 días de viajes ilimitados en cualquier transporte público). Nuestras visitas este primer día fueron:
- las Termas de Caracalla (un antiguo "spa", por decirlo de alguna manera, pero alucinante...)
- el Palatino y Foro Romano
- el Coliseo (no me impresionó tanto como esperaba...ni mucho menos es lo más bonito de Roma...)
- el Monumento a Victor Manuel II (alucinante, y sobre todo las vistas desde la terraza panorámica...)
- los museos Capitolios (donde está la famosa Loba que amamanta a Rómulo y Remo)
- el Campidoglio
- el Arco de Constantino
- el Circo Maximo
Termas de Caracalla:


Foro Romano:

Decir que de éste primer día, no me llevé ninguna sorpresa, vimos fundamentalmente piedra, mármol, monumentos, más piedra, más mármol, más monumentos...y decir también, que es recomendable coger las audio-guías que te dan en cada sitio que visitas, para enterarte de algo de lo que estas viendo, si no eres un experto en historia romana.
Coliseo:

Después de todo esto, nos dedicamos a callejear libremente hasta la noche, disfrutando del ambiente nocturno, muy concurrido, pero a la vez tranquilo de las principales calles del casco antiguo de Roma. También he de decir, que a mi entender, no le sacan mucho partido a los monumentos por la noche, me esperaba una iluminación increíble del Coliseo y demás, pero no fue así...más bien escasa luz...
Volvimos a nuestro coche, y regresamos al hotel, para descansar después de un día bastante duro en cuanto a andar se refiere.