Hoy ha tocado madrugar son las 7 y media y toque de corneta. A las 8.15 horas estamos saliendo en dirección al Vaticano. Es la primera vez que cogeremos el transporte público. El precio del billete es 1 euro por viaje y se saca en máquinas expendedoras.


Una de las cosas que me llamó la atención es que hubiera aseos en el metro.
Nos vamos hasta la estación de CAVOUR. Hacemos trasbordo en TERMINI y nos bajamos en OTTAVIANO. Bajamos por la Vía Octaviano hasta ver el recinto amurallado. Seguimos la muralla por la derecha hasta llegar a la entrada de los Museos del Vaticano.



Llegamos sobre las 9 de la mañana y apenas si había cola.
El horario es de Marzo a Octubre de 09.00-18.00 horas de lunes a sábado; si bien la entrada finaliza a las 16.00 horas.. Los domingos cerrado excepto el último domingo del mes que es gratuito de 09.00-14.00, si bien la entrada es hasta las 12.00 horas.
NORMAS DEL MUSEO:
- Está prohibido tocar las obras de arte.
- El acceso a los Museos Vaticanos, a la Capilla Sixtina, a los Jardines Vaticanos y a la Basílica de San Pedro sólo será permitido a los visitantes vestidos con decoro.
- Los objetos expuestos y los lugares pueden ser fotografiados con filmadoras de mano. Para la utilización de trípodes o equipamientos profesionales hace falta pedir el permiso especial.
- Dentro de los Museos Vaticanos está siempre prohibido el empleo del flash.
En la Capilla Sixtina está prohibido fotografiar y filmar. El personal encargado de la custodia está autorizado a retirar material fotográfico realizado dentro de la Capilla Sixtina..
- Es obligatorio entregar en el guardarropa maletas, bolsos y paquetes con dimensiones superiores a 40 x 35 x15 cm.
- Es obligatorio entregar en el guardarropa mochilas, a excepción de las pequeñas, que llevadas a hombros, no superen el perfil del cuerpo más de 15 centímetros.
- Es obligatorio entregar en el guardarropa todos los paraguas con contera o, de todas maneras, los modelos de media y grande dimensión, bastones (cuando no son utilizados por minusválidos para facilitar su movimiento), trípodes para las cámaras de foto y cámaras de cine, carteles de cualquier tipo (a excepción de los normales instrumentos de reconocimiento empleados por los guías autorizados).
- Es obligatorio entregar en el guardarropa cuchillos, tijeras y herramientas metálicas de distintos tipos que, dentro de los Museos, podrían constituir peligro para las personas o para las obras expuestas.
- No está permitido entregar en el guardarropa, y por tanto está prohibido el acceso a los Museos, a quienes llevan armas de fuego (todas) y materiales peligrosos en general.
- Es obligatorio entregar en el guardarropa bebidas alcohólicas
- Se pueden dibujar o reproducir obras de arte utilizando sólo lápices, pero hace falta solicitar un permiso a la Dirección de los Museos Vaticanos.
Está prohibido el empleo de indicadores láser.
- Dentro de los Museos están admitidos los cochecitos de niños.
Pasamos el control de equipaje y me hacen dejar mi mochila en el guardarropía. Intento explicarle a un empleado del museo que según las normas la mochila no excede el contorno del cuerpo tal y como dicen las normas del recinto. Lo intento y reintento pero nada de nada, que deje la mochila. Ya me ves sacando la botella de agua, la cámara de video… Tuvimos que vaciar la mochila de mi mujer y la de mi hija, para llevar lo imprescindible.
Pues nada a sacar las entradas y alquilar una audioguía para el recorrido. La entrada cuesta 15 euros para los adultos y los niños de 6 a 18 años 8 euros. La audioguía vale 7 euros y te dan un pequeño plano (una hoja) para orientarte. Tienes que dejar tu DNI en depósito y al final del recorrido hay una consigna para devolver la audioguía y te devuelven la documentación. Frente a esta consigna está el guardarropía.
También existe el "Family Tours", que está pensado para los niños. Información en http://mv.vatican.va/4_ES/pages/z-Info/Didattica/MV_Info_Didattica_09_family_tour.html
Pues nada más entrar ves un patio central con la famosa bola dorada, la cual a veces gira sobre su eje.


Continuamos el recorrido y llegamos a la zona del Museo Pío Clementino.



Seguimos y encontramos un patio redondo, el Patio Belvedere, con varias estatuas. Entre ellas destaca el Laoconte y Perseo.


Continúas y llegas a la Sala de los Animales. De entre todas las estatuas destaca la de la Mitra.

Si continuas por la sala llegas a la Galería de las Estatuas.


Volvemos a pasar por la Sala de los Animales y continuamos nuestro recorrido. Pasamos frente al busto de Belvedere.

Continuamos y llegamos a la Sala Redonda. Aquí podemos encontrar en bronce a Hércules acompañado de Adriano y Antino. En el centro hay una bañera de 5 metros de diámetro y que pesa unas 5 toneladas. Según comenta en ella se bañaba Nerón acompañado de 40 amantes y toda llena de leche de burra.


En el suelo se pueden ver unos mosaicos preciosos.Continuamos y pasado el mosaico de abajo a la izquierda está el Museo Gregoriano Egipcio, pero está cerrado.



Subimos las escaleras de la derecha y vemos una pequeña sala en donde se encuentra el famoso Discóvolo.

Continuamos el recorrido y entramos en la zona del Museo Gregoriano Etrusco, concretamente en la Sala de los Candelabros. No entiendo que se llame así cuando no hay ni un solo candelabro.


Hay pinturas que parecen tener vida propia. He aquí un ejemplo:

Continuamos y pasamos por la Galería de los Tapices, que son de dos escuelas. Los de la izquierda son de la Escuela de Rafael y los de la derecha de la Escuela de Barberini. y a continuación la Galería de los Mapas. Esta última es impresionante y según comentan los mapas coinciden en un 85% con los actuales.


La Galería de los mapas es la que más me impresionó. Las paredes decoradas con mapas y el techo es impresionante.
Después continuamos por varias galerías, destacando las Estancias de Rafael.



Por fin llegamos a la sala estrella de los Museos Vaticanos, la CAPILLA SIXTINA. No tengo palabras para describirla. Es algo que te supera, la cantidad de detalles de las pinturas y el trabajo tan laborioso que Miguel Ángel tuvo que hacer. Con razón duró cuatro años en pintarla.
La capilla estaba abarrotada de gente. Si bien no se podían sacar fotografías, todo el mundo las sacaba. Como mucho se llevaban una reprimenda si los pillaban, pero si bien hay varios vigilantes únicamente dos vigilantes controlan y avisan a los fotógrafos, lo que es insuficiente para la cantidad de personas que abarrotan la estancia.
Fotografías escaneadas de postales.


De la capilla sales por un pequeño pasillo que te lleva hacia la salida, hacia la zona del patio con la bola dorada.


Desde allí nos fuimos a comer a la cafetería. Aquí sirven pizzas y bocadillos.
Continuamos por la PINACOTECA.



Algunos cuadros tenían unas dimensiones enormes, como es el caso de cuadro del Edén.

Yo tenía mucho interés por ver el Museo Egipcio. Sabía que a veces cerraban salas y al cabo de unas horas las abrían. Así que probé suerte y bien!!! la habían abierto.


Llevábamos más de seis horas paseando por aquellos pasillos y la verdad es que estábamos cansados. Nos fuimos a la salida, por la famosa en escalera de espiral.



Eran un poco más de las 4 de la tarde. El sol pegaba de lo lindo, el calor era sofocante y que mejor que combatirlo con un buen helado. Nos tomamos un helado en una heladería próxima (en la acera de enfrente de la salida de los Museos Vaticanos). La verdad es que los helados estaban de muerte y con un precio más económico que el resto de heladerías que visitaríamos (lo que costaba 2,5 euros en el resto de Roma, aquí valía 1,5 euros y encima te ponían nata encima). Por 3 euros acabas harto de helado.
La dirección es: 5 Viale dei Bastioni di Michelangelo, Roma, Italia.


Mientras nos comíamos nuestra tarrina nos dirigimos hacia la Plaza de San Pedro. Después de un agradable paseo llegamos a la frontera de Roma con El Vaticano. Un pórtico hace de frontera. Atravesamos el pórtico y podemos ver entre los arcos la Plaza de San Pedro (Piazza San Pietro).


Parece mentira, cuantas veces hemos visto por televisión esta plaza llena de feligreses y aquí estamos.
La verdad es que es una plaza muy amplia. En la plaza hay dos fuentes y en el centro un enorme obelisco. Llama la atención que no tenga inscripciones. Según la historia fue traído de Egipto y colocado en memoria del martirio de San Pedro en el circo de Nerón.


En uno de los laterales de la plaza vemos al primero (y no será el único) de los soldados de la Guardia Suiza. La Guardia Suiza es el ejército profesional más pequeño del mundo (formado por 110 soldados).

Tras admirar la plaza nos dirigimos por la derecha a la BASILICA DE SAN PEDRO.

La Basílica se acabó en 1614 (tras 150 años de trabajos), si bien hubo algunas modificaciones y alcanzó su aspecto actual en el año 1626. Entre los años 1656 y 1667 el famoso Bernini proyectó y realizó el monumental portico de columnas de la Plaza de San Pedro. El aforo de la basílica es para 20.000 fieles. La entrada es gratuita.

Entramos y nos quedamos con la boca abierta. Es preciosa. La luz que entra por la cúpula y vidrieras le da un toque místico.

Entrando a la derecha se encuentra la famosa PIEDAD DE MIGUEL ANGEL.


Si seguimos hacia adelante podemos ver la tumba de Juan Pablo II.








Mires para donde mires siempre hay un detalle que te llama la atención.



Se puede subir a la cúpula, pero después de estar todo le día andando por los museos las niñas no tenían ninguna gana de subir en el ascensor y luego 320 escalones a pie. Nos conformamos con una postal de las vistas. El ascensor cuesta 5 euros. El horario para subir a la cúpula es de 08.00-18.00 horas.
Foto escaneada de postal

Salimos de la Basílica y nos fuimos en dirección a la parada del metro.


Son las 7 y media de la tarde y hemos andado mucho. Hay hay que reponer fuerzas. De camino a la estación de metro nos paramos a comer en un restaurante, que hacen unas pizzas muy buenas. Se llama Pizzería Amalfi, Via dei Gracchi núm. 12. En la misma calle, justo enfrente, tiene otro local especializado en carnes a la brasa. El ambiente es muy acogedor.

