Pequeño video resumen de lo vivido
Habíamos descansado unas 4 horitas y aunque me hubiera quedado durmiendo hasta el día siguiente había que levantarse. De todas maneras eso de descansar por el medio día casi se convirtió en un hábito pues a esas horas hacia demasiado calor.
Primero voy a empezar a describir un poco el hotel. El precio pactado por Internet fue de 950 rupias, no se si allí lo hubieran dejado más barato pero habían una gente preguntando el precio y le comentaban que era el que tenían estipulado que era el mismo que por Internet. El hotel es de mochilero había bastante gente europea y algún asiático. Como comente la habitación que nosotros escogimos no era gran cosa pero sin duda la ubicación del hotel era perfecta a penas 2 minutos caminando del Dasaswanedh Ghat y a 5 min. del Manikarnika Gath. En Varanasi al final siempre acabábamos comiendo en el Hotel, la comida era súper barata y las bebidas, por poner un ejemplo, coca colas, fantas, jugos de brick etc. 15 rupias, botella grande de agua 10 rupias, la cerveza creo que allí no la probamos. Yo si volviera escogería el hotel de nuevo, no por sus habitaciones sino por su privilegiada situación.
El hotel visto desde el río
Ahora ya estábamos listo para recorrer los Gaths, lo único que hicimos aquí fue disfrutar de ellos, sentarnos tranquilamente, cosa casi imposible, y observar la vida que había que chocaba con lo que unos metros más allá había, que era la muerte en esencia pura. La verdad que pasear por los Gaths podía llegar a ser un poco agobiante, no podías dar un paso sin que alguien se te acercara a hacerte de guía, o te ofrecieran barcas o te preguntaran si podían ayudarte, lógicamente todo negocio. Era difícil pasear y relajarte pero imagino que cuando eso llegue a ser posible es que India ha perdido su esencia.
Esa tarde nos dimos una vuelta, nos acercamos al Marnikarnika y mi gran pregunta y curiosidad era si realmente olía a carne, cosa que era mas que probable, pero me he quedado de piedra y es que no huele a nada, solo madera, increíble. Habían bastante muerto siendo incinerados y allí no olía a nada, según nos contaron dicen que una persona esta ardiendo unas 24 horas y que se le quita el pelo para que no de olor aunque ellos aseguran que es el poder de Shiva. Este Gath es un poco agobiante entre las llamas que desprenden calor, más del que hacía, y un viejillo que quería donaciones para el Good Karma, que nos costó lo suyo para quitárnoslo de encima, nos siguió unos buenos pocos de metro, el problema es que allí no había turistas y éramos la única presa y eso es lo malo de ir en temporada baja. Solo queríamos estar tranquilo pero esto era casi imposible, la verdad que es donde peor lo he pasado, son muy insistentes hasta el punto que llegas a cabrearte y pegar unos gritos, cosa que no me gusta, pero repito que fue muy agobiante, unos de los peores recuerdo que tengo de mi viaje, los pesado de Varanasi jejeje.
Dasaswanedh Ghat
Después fuimos a pasear para el lado oeste, esperando a que empezara la ceremonia que en esta época empieza a las 7:30 de la tarde. Fuimos buscando el restaurante Lotus Lounge y cuando íbamos caminando se no pegó otro Indio, haciéndonos de guía ¡DIOS! solo quiero pasear, no quiero guías, no quiero nada, pero era imposible, nos acompaño todo el camino y cuando llegamos al Lotus nos dijo que estaba cerrado, Buaff! la típica escusa, aunque al final fue cierto. Habían muchas Guest house y bares cerrados, imagino que por temporada baja. Llegamos a otro crematorio y nos sentamos un rato a mirar con nuestro amigo pegado, en eso vemos a un perro comiéndose lo que parecía un resto de la columna humana, en ese momento el chico me comento que la vida era así. Dios que sensación más rara, aún no me podía creer lo que estaba viendo pero efectivamente la vida era así, o por lo menos allí si lo era.
Ya eran casi las 7 y decidimos ir a coger sitio para ver la ceremonia, llegamos y aún estaba vacío, podíamos coger primera fila pero empezó a llegar gente a vendernos cosas, a ofrecernos botes y todo el mundo encima de nosotros. En ese momento sin dudar nos ofrecieron ve la ceremonia desde los botes por 50 rupias y lo acepte, por lo menos desde allí, a parte que las vistas son mejores podríamos estar mas tranquilos. Como aún faltaba tiempo para empezar nuestro guía improvisado nos dijo que fuéramos a su tienda solo a mirar, y mi marido ya que el muchacho nos había explicado cosillas aceptó. Fuimos miramos y volvimos y ahora para el barco.
Nuestro amigo el pesadillo que nos acompaño hasta que nos dejaron en el barco jejeje, al fin y al cabo era solo un niño.
Vimos la ceremonia desde el río y lo más importantes tranquilo, compramos un ofrenda de esas que se tiran al río por 6 rupias, aunque nos pedían 10, pero como no teníamos más suelto me la dio por 6 rupias. Compramos agua a una barca que estaba vendiendo bebidas y pasamos una horita de lo más relajado, viendo, escuchando y sintiendo lo que allí ocurría.
Ceremonia
Cuando terminó la ceremonia volvimos a la orilla y fuimos al Lotus que efectivamente estaba cerrado, joer, al final nos estaba diciendo la verdad, así que decidimos volver al hotel y cenar allí. Curiosamente ese día solo habíamos desayunado y no tenía hambre, el calor y con todo el líquido que bebíamos apenas podíamos comer. No pedimos nada raro solo unas pizzas, sándwich y hamburguesa vegetariana con muchos refrescos y a dormir, que mañana había que madrugar para hacer el paseo en barca.
Primero voy a empezar a describir un poco el hotel. El precio pactado por Internet fue de 950 rupias, no se si allí lo hubieran dejado más barato pero habían una gente preguntando el precio y le comentaban que era el que tenían estipulado que era el mismo que por Internet. El hotel es de mochilero había bastante gente europea y algún asiático. Como comente la habitación que nosotros escogimos no era gran cosa pero sin duda la ubicación del hotel era perfecta a penas 2 minutos caminando del Dasaswanedh Ghat y a 5 min. del Manikarnika Gath. En Varanasi al final siempre acabábamos comiendo en el Hotel, la comida era súper barata y las bebidas, por poner un ejemplo, coca colas, fantas, jugos de brick etc. 15 rupias, botella grande de agua 10 rupias, la cerveza creo que allí no la probamos. Yo si volviera escogería el hotel de nuevo, no por sus habitaciones sino por su privilegiada situación.
El hotel visto desde el río
Ahora ya estábamos listo para recorrer los Gaths, lo único que hicimos aquí fue disfrutar de ellos, sentarnos tranquilamente, cosa casi imposible, y observar la vida que había que chocaba con lo que unos metros más allá había, que era la muerte en esencia pura. La verdad que pasear por los Gaths podía llegar a ser un poco agobiante, no podías dar un paso sin que alguien se te acercara a hacerte de guía, o te ofrecieran barcas o te preguntaran si podían ayudarte, lógicamente todo negocio. Era difícil pasear y relajarte pero imagino que cuando eso llegue a ser posible es que India ha perdido su esencia.
Esa tarde nos dimos una vuelta, nos acercamos al Marnikarnika y mi gran pregunta y curiosidad era si realmente olía a carne, cosa que era mas que probable, pero me he quedado de piedra y es que no huele a nada, solo madera, increíble. Habían bastante muerto siendo incinerados y allí no olía a nada, según nos contaron dicen que una persona esta ardiendo unas 24 horas y que se le quita el pelo para que no de olor aunque ellos aseguran que es el poder de Shiva. Este Gath es un poco agobiante entre las llamas que desprenden calor, más del que hacía, y un viejillo que quería donaciones para el Good Karma, que nos costó lo suyo para quitárnoslo de encima, nos siguió unos buenos pocos de metro, el problema es que allí no había turistas y éramos la única presa y eso es lo malo de ir en temporada baja. Solo queríamos estar tranquilo pero esto era casi imposible, la verdad que es donde peor lo he pasado, son muy insistentes hasta el punto que llegas a cabrearte y pegar unos gritos, cosa que no me gusta, pero repito que fue muy agobiante, unos de los peores recuerdo que tengo de mi viaje, los pesado de Varanasi jejeje.
Dasaswanedh Ghat
Después fuimos a pasear para el lado oeste, esperando a que empezara la ceremonia que en esta época empieza a las 7:30 de la tarde. Fuimos buscando el restaurante Lotus Lounge y cuando íbamos caminando se no pegó otro Indio, haciéndonos de guía ¡DIOS! solo quiero pasear, no quiero guías, no quiero nada, pero era imposible, nos acompaño todo el camino y cuando llegamos al Lotus nos dijo que estaba cerrado, Buaff! la típica escusa, aunque al final fue cierto. Habían muchas Guest house y bares cerrados, imagino que por temporada baja. Llegamos a otro crematorio y nos sentamos un rato a mirar con nuestro amigo pegado, en eso vemos a un perro comiéndose lo que parecía un resto de la columna humana, en ese momento el chico me comento que la vida era así. Dios que sensación más rara, aún no me podía creer lo que estaba viendo pero efectivamente la vida era así, o por lo menos allí si lo era.
Ya eran casi las 7 y decidimos ir a coger sitio para ver la ceremonia, llegamos y aún estaba vacío, podíamos coger primera fila pero empezó a llegar gente a vendernos cosas, a ofrecernos botes y todo el mundo encima de nosotros. En ese momento sin dudar nos ofrecieron ve la ceremonia desde los botes por 50 rupias y lo acepte, por lo menos desde allí, a parte que las vistas son mejores podríamos estar mas tranquilos. Como aún faltaba tiempo para empezar nuestro guía improvisado nos dijo que fuéramos a su tienda solo a mirar, y mi marido ya que el muchacho nos había explicado cosillas aceptó. Fuimos miramos y volvimos y ahora para el barco.
Nuestro amigo el pesadillo que nos acompaño hasta que nos dejaron en el barco jejeje, al fin y al cabo era solo un niño.
Vimos la ceremonia desde el río y lo más importantes tranquilo, compramos un ofrenda de esas que se tiran al río por 6 rupias, aunque nos pedían 10, pero como no teníamos más suelto me la dio por 6 rupias. Compramos agua a una barca que estaba vendiendo bebidas y pasamos una horita de lo más relajado, viendo, escuchando y sintiendo lo que allí ocurría.
Ceremonia
Cuando terminó la ceremonia volvimos a la orilla y fuimos al Lotus que efectivamente estaba cerrado, joer, al final nos estaba diciendo la verdad, así que decidimos volver al hotel y cenar allí. Curiosamente ese día solo habíamos desayunado y no tenía hambre, el calor y con todo el líquido que bebíamos apenas podíamos comer. No pedimos nada raro solo unas pizzas, sándwich y hamburguesa vegetariana con muchos refrescos y a dormir, que mañana había que madrugar para hacer el paseo en barca.