Hoy ya era nuestro último día en Delhi, ya solo teníamos el día de hoy para ver todo lo que nos quedaba. Después de desayunar, fuimos a la parada de metro cerca del hotel dirección Templo de Lotus, el metro te deja casi cerca, pero tienes que caminar un ratito, aunque no mucho, a esta hora de la mañana el calor aún era soportable.
La entrada al templo es gratis, pero lo bonito realmente lo tiene por fuera, dentro es un recinto muy espacioso dedicado a la oración. Fuera está rodeado por piscinas.
Después nos acercamos a un templo que estaba cerca, el cual habíamos divisado cuando veníamos en el metro, el Templo ISKON. Para moverte aquí en Tuk Tuk, es muy común que te lleven por 10 rupias pero te dicen que tienes que ir a una tienda primero, pues supuestamente es su trabajo, o trabajan para estas tiendas, aun no me queda claro, pero paramos unos cuantos y todos con el mismo rollo, así que al final lo hicimos así, pues aunque le ofrecieras más dinero por llevarte directamente hasta allí y después al metro, te decían que no podían que por favor fueras a la tienda.
Escogimos a un chico para llevarnos y entramos al templo Iskon, es gratuito y aquí cuando entrabas tenias que encender TODOS los aparatos electrónicos que llevaras, yo casi me parto, encendimos cámara de foto, cámara de vídeo y el portátil jajaja, y aun no se porque es esto, quizás por si es una bomba, pues si llegan a ser bombas salimos todos por los aires, el policía incluido.
Prueba de que la cámara no era una bomba.
Cuando terminamos fuimos a la tienda, tal y como habíamos quedado con el del Tuk Tuk, lo bueno el aire acondiciona dentro de la tienda jejejej, aunque entramos y salimos con la misma y rumbo a el metro que ahora queríamos ir a las Tumba Safdarjang, parada de metro Jorg Bag. Cuando sales del metro tienes que caminar por la avenida a mano derecha un ratito, pues no está muy cerca que digamos. Llegamos a la Tumba, entrada 100 rupias con cámara incluida. Me gustó esta Tumba por las palmeras que estaban a la entrada que hacían la vista del edificio preciosa. Les dejo unas fotitos:
Cuando terminamos volvimos al metro para ir a Connaught Place a comer algo y ver la zona. Y al salir vemos Macdonald y pa dentro, que ya la comida la conocemos de sobra jejeje. Cuando terminamos dimos una vuelta por la zona, nos compramos unos helados en una heladería que había por allí y tengo que decir que aquí ya se notaba que había otra clase de Indios. Me asombró ver como muchos de ellos hablaban Inglés entre ellos, no se con que intención, para sobresalir seguramente, me parece muy penoso.
Ya creo que teníamos suficiente de India, nos volvimos al hotel y descansamos un poco. La tarde la dedicamos a comprar en Paharganj, compramos bolsos, a el Dios Ganesh, en mi viaje a Tailandia le dije a un vendedor que me la quería vender que yo iría a la India a comprarlo, y dicho y hecho. Lo compre y ahora está en mi casa y tengo que decir que desde que entró Ganseh en mi casa, las cosas han ido mucho mejor, jejjeje. Gracias Ganesh por traer a mi casa la buena suerte, ahora entiendo porque tanta gente lo adora y lo ponen en sus casas y negocios.
El reloj corría y aquello se terminaba, pasamos las últimas horas en Delhi paseando y relajados. Cenamos en el India Café, admirando por última vez desde las alturas la vida de la calle, mi mente se relajaba y escuchaba el sonido de la noche, pitas, vacas, jajaja, aquello es ALUCINANTE. Aunque hubieron momentos de mal humor y en eso el calor tenía muchas veces la culpa, solo tengo bonitos recuerdos de INDIA, no creo que vuelva, pues me queda mucho mundo por descubrir, pero India siempre estará en mi corazón.
Esa noche no acostamos y nos levantamos a las 2 de la madrugada, nuestro avión salía a las 6 de la mañana. Habíamos contratado un transfer hasta el aeropuerto en una agencia que había en Paharganj, 350 rupias, nos recogía en el hotel a las 3:00, así que esto se acaba aquí, aunque aún nos quedaba un día más en Estambul y otro en Barcelona antes de llegar a casa.
Aeropuerto Internacional de Delhi, nada mal para esperar hasta que salga el vuelo en pantalla.
La última imagen que tengo en la India son las calles vacía, no habían pitas, era algo extraño, la INDIA dormía y yo me iba, una música sonaba en la radio y mi corazón se encogía mientras aquel coche avanzaba hacia el aeropuerto, ya se nos había acabado el tiempo en aquel lugar, una pena invadió mi cuerpo, había sido un viaje impresionante. India es un país asombroso, un país maravilloso. India me asombró gratamente.
ADIOS INDIA.
La entrada al templo es gratis, pero lo bonito realmente lo tiene por fuera, dentro es un recinto muy espacioso dedicado a la oración. Fuera está rodeado por piscinas.
Después nos acercamos a un templo que estaba cerca, el cual habíamos divisado cuando veníamos en el metro, el Templo ISKON. Para moverte aquí en Tuk Tuk, es muy común que te lleven por 10 rupias pero te dicen que tienes que ir a una tienda primero, pues supuestamente es su trabajo, o trabajan para estas tiendas, aun no me queda claro, pero paramos unos cuantos y todos con el mismo rollo, así que al final lo hicimos así, pues aunque le ofrecieras más dinero por llevarte directamente hasta allí y después al metro, te decían que no podían que por favor fueras a la tienda.
Escogimos a un chico para llevarnos y entramos al templo Iskon, es gratuito y aquí cuando entrabas tenias que encender TODOS los aparatos electrónicos que llevaras, yo casi me parto, encendimos cámara de foto, cámara de vídeo y el portátil jajaja, y aun no se porque es esto, quizás por si es una bomba, pues si llegan a ser bombas salimos todos por los aires, el policía incluido.
Prueba de que la cámara no era una bomba.
Cuando terminamos fuimos a la tienda, tal y como habíamos quedado con el del Tuk Tuk, lo bueno el aire acondiciona dentro de la tienda jejejej, aunque entramos y salimos con la misma y rumbo a el metro que ahora queríamos ir a las Tumba Safdarjang, parada de metro Jorg Bag. Cuando sales del metro tienes que caminar por la avenida a mano derecha un ratito, pues no está muy cerca que digamos. Llegamos a la Tumba, entrada 100 rupias con cámara incluida. Me gustó esta Tumba por las palmeras que estaban a la entrada que hacían la vista del edificio preciosa. Les dejo unas fotitos:
Cuando terminamos volvimos al metro para ir a Connaught Place a comer algo y ver la zona. Y al salir vemos Macdonald y pa dentro, que ya la comida la conocemos de sobra jejeje. Cuando terminamos dimos una vuelta por la zona, nos compramos unos helados en una heladería que había por allí y tengo que decir que aquí ya se notaba que había otra clase de Indios. Me asombró ver como muchos de ellos hablaban Inglés entre ellos, no se con que intención, para sobresalir seguramente, me parece muy penoso.
Ya creo que teníamos suficiente de India, nos volvimos al hotel y descansamos un poco. La tarde la dedicamos a comprar en Paharganj, compramos bolsos, a el Dios Ganesh, en mi viaje a Tailandia le dije a un vendedor que me la quería vender que yo iría a la India a comprarlo, y dicho y hecho. Lo compre y ahora está en mi casa y tengo que decir que desde que entró Ganseh en mi casa, las cosas han ido mucho mejor, jejjeje. Gracias Ganesh por traer a mi casa la buena suerte, ahora entiendo porque tanta gente lo adora y lo ponen en sus casas y negocios.
El reloj corría y aquello se terminaba, pasamos las últimas horas en Delhi paseando y relajados. Cenamos en el India Café, admirando por última vez desde las alturas la vida de la calle, mi mente se relajaba y escuchaba el sonido de la noche, pitas, vacas, jajaja, aquello es ALUCINANTE. Aunque hubieron momentos de mal humor y en eso el calor tenía muchas veces la culpa, solo tengo bonitos recuerdos de INDIA, no creo que vuelva, pues me queda mucho mundo por descubrir, pero India siempre estará en mi corazón.
Esa noche no acostamos y nos levantamos a las 2 de la madrugada, nuestro avión salía a las 6 de la mañana. Habíamos contratado un transfer hasta el aeropuerto en una agencia que había en Paharganj, 350 rupias, nos recogía en el hotel a las 3:00, así que esto se acaba aquí, aunque aún nos quedaba un día más en Estambul y otro en Barcelona antes de llegar a casa.
Aeropuerto Internacional de Delhi, nada mal para esperar hasta que salga el vuelo en pantalla.
La última imagen que tengo en la India son las calles vacía, no habían pitas, era algo extraño, la INDIA dormía y yo me iba, una música sonaba en la radio y mi corazón se encogía mientras aquel coche avanzaba hacia el aeropuerto, ya se nos había acabado el tiempo en aquel lugar, una pena invadió mi cuerpo, había sido un viaje impresionante. India es un país asombroso, un país maravilloso. India me asombró gratamente.
ADIOS INDIA.