20 OCTUBRE 2012
La excursión de contrastes es total y absolutamente recomendable, se haga con quien se haga, incluso si uno lo quiere hacer por su cuenta. Es la mejor manera de descubrir las miles de caras de una ciudad como Nueva York, pasando desde el Bronx y sus grafitis, viendo las mansiones en el barrio residencial de Queens hasta la zona judía ortodoxa de Brooklyn acabando en Chinatown.
Habíamos contratado la excursión con Gerardo a pesar me gustaba mucho la idea de hacerla con Andrew…a las 8:30 habíamos quedado con él en la puerta del hotel Milford, nos costó un pelín encontrarnos aunque preguntando se llega a Roma, nuestro guía fue Fernando (el hijo de Gerardo) muy majo. Una vez estuvimos todos nos subimos a la furgoneta y comenzó primero proporcionándonos unos mapas y situándonos un poco en lo que es la ciudad. Es por esto por lo que es recomendable hacerla en cuanto se llega, te sirve de guía para moverte luego por tu cuenta.
La excursión de Gerardo dura unas 6 horas aproximadamente y cuesta 65$/persona. Su página web es veanytours.com/sp/
La verdad es que la disfrutamos mucho, en ningún momento nos sentimos como borreguillos como en las excursiones de mucha gente, Fernando nos iba contando anécdotas de la ciudad y las zonas que íbamos visitando. El recorrido lo ponen en la web pero más o menos se ve:
- Intrepid (sólo por fuera)
- Complejo Trump
- Yankee Stadium
- Bronx, se recorre bastante, sus grafitis más significativos y la comisaría de policía de “Distrito Apache”
- Whitestone Bridge cruzando hacia Queens
- Queens, zona de Malba (mansiones)
- Flushing Meadows, Museo de Arte de Queens donde se ve la maqueta de la ciudad
- Calvary Cementery
- Williamsburg, zona de Brooklyn de judíos ortodoxos.
- Finalmente la excursión acaba en Chinatown, te dejan en Mott Street
Sobre las 15h nos dejó en Mott Street y nos dedicamos a ver Little Italy por Mulberry Street mientras nos dirigíamos hacia Chinatown, pero nos dimos cuenta de un gran fallo, con el cansancio del día anterior (llegada) ninguno se acordó de poner a cargar la cámara, por lo que el resto de la tarde nos quedamos sin fotos, una pena, tiramos del móvil pero no merece la pena que os suba esas porque tienen muy mala calidad, no se puede hacer mucho con 8 megapíxeles de noche…
Paseamos por Chinatown, pasando por Columbus Park donde, a pesar de ser ya de noche, los chinos seguían allí clavados jugando a un juego extrañísimo…fuimos recorriendo calles hasta llegar a Canal Street donde vimos el famoso Starbucks.
En el cruce de Canal Street con Broadway nos empezamos a adentrar en una zona preciosa de la ciudad, el Soho. Un barrio lleno de tiendas de todo tipo y con un encanto particular, los edificios de hierro forjado, más antiguos que el Midtown y a la vez con menos altura. Entramos en la tienda de Converse y estuvimos curioseando un buen rato cómo personalizar las zapatillas, había cantidad de posibilidades! Pero finalmente decidimos esperar y cogerlas en Woodbury Common Premium Outlets.
Seguimos paseando por el Soho viendo el Singer Building, Saint Patrick’s Old Cathedral y el Cable Building. Sin duda, es una zona preciosa de Nueva York para pasear tranquilamente y disfrutarla.
Cuando nos cansamos nos fuimos al apartamento a cenar y prepararnos porque esa noche íbamos al 230 fifth! Cuando llegamos había cola, pero en seguida conseguimos subir, y las vistas merecen muchísimo la pena. Nos tomamos un par de cócteles sentados tranquilamente disfrutando del ambiente, había mucha gente. Me recordaba en el fondo a la terraza del Penthouse de Madrid pero con mejores vistas! En invierno ponen a disposición de los clientes una especie de batas rojas de forro polar.
Las copas no me parecieron tan caras (comparándolo con Madrid, claro) y teniendo en cuenta las vistas, valen lo que cuestan. Yo me tomé un Strawberry Mimosa (15$) y mi novio un mojito (15$) pero los combinados son más baratos, los hay por 12$...
Esta es la terraza vista desde el Empire State (foto que sacamos al día siguiente)
Y estas son las vistas desde la terraza:
Así, tomándonos una copilla
con vistas al Empire State (casi nada) pusimos fin a este maravilloso día!
La excursión de contrastes es total y absolutamente recomendable, se haga con quien se haga, incluso si uno lo quiere hacer por su cuenta. Es la mejor manera de descubrir las miles de caras de una ciudad como Nueva York, pasando desde el Bronx y sus grafitis, viendo las mansiones en el barrio residencial de Queens hasta la zona judía ortodoxa de Brooklyn acabando en Chinatown.
Habíamos contratado la excursión con Gerardo a pesar me gustaba mucho la idea de hacerla con Andrew…a las 8:30 habíamos quedado con él en la puerta del hotel Milford, nos costó un pelín encontrarnos aunque preguntando se llega a Roma, nuestro guía fue Fernando (el hijo de Gerardo) muy majo. Una vez estuvimos todos nos subimos a la furgoneta y comenzó primero proporcionándonos unos mapas y situándonos un poco en lo que es la ciudad. Es por esto por lo que es recomendable hacerla en cuanto se llega, te sirve de guía para moverte luego por tu cuenta.
La excursión de Gerardo dura unas 6 horas aproximadamente y cuesta 65$/persona. Su página web es veanytours.com/sp/
La verdad es que la disfrutamos mucho, en ningún momento nos sentimos como borreguillos como en las excursiones de mucha gente, Fernando nos iba contando anécdotas de la ciudad y las zonas que íbamos visitando. El recorrido lo ponen en la web pero más o menos se ve:
- Intrepid (sólo por fuera)
- Complejo Trump
- Yankee Stadium
- Bronx, se recorre bastante, sus grafitis más significativos y la comisaría de policía de “Distrito Apache”
- Whitestone Bridge cruzando hacia Queens
- Queens, zona de Malba (mansiones)
- Flushing Meadows, Museo de Arte de Queens donde se ve la maqueta de la ciudad
- Calvary Cementery
- Williamsburg, zona de Brooklyn de judíos ortodoxos.
- Finalmente la excursión acaba en Chinatown, te dejan en Mott Street




Sobre las 15h nos dejó en Mott Street y nos dedicamos a ver Little Italy por Mulberry Street mientras nos dirigíamos hacia Chinatown, pero nos dimos cuenta de un gran fallo, con el cansancio del día anterior (llegada) ninguno se acordó de poner a cargar la cámara, por lo que el resto de la tarde nos quedamos sin fotos, una pena, tiramos del móvil pero no merece la pena que os suba esas porque tienen muy mala calidad, no se puede hacer mucho con 8 megapíxeles de noche…
Paseamos por Chinatown, pasando por Columbus Park donde, a pesar de ser ya de noche, los chinos seguían allí clavados jugando a un juego extrañísimo…fuimos recorriendo calles hasta llegar a Canal Street donde vimos el famoso Starbucks.
En el cruce de Canal Street con Broadway nos empezamos a adentrar en una zona preciosa de la ciudad, el Soho. Un barrio lleno de tiendas de todo tipo y con un encanto particular, los edificios de hierro forjado, más antiguos que el Midtown y a la vez con menos altura. Entramos en la tienda de Converse y estuvimos curioseando un buen rato cómo personalizar las zapatillas, había cantidad de posibilidades! Pero finalmente decidimos esperar y cogerlas en Woodbury Common Premium Outlets.
Seguimos paseando por el Soho viendo el Singer Building, Saint Patrick’s Old Cathedral y el Cable Building. Sin duda, es una zona preciosa de Nueva York para pasear tranquilamente y disfrutarla.
Cuando nos cansamos nos fuimos al apartamento a cenar y prepararnos porque esa noche íbamos al 230 fifth! Cuando llegamos había cola, pero en seguida conseguimos subir, y las vistas merecen muchísimo la pena. Nos tomamos un par de cócteles sentados tranquilamente disfrutando del ambiente, había mucha gente. Me recordaba en el fondo a la terraza del Penthouse de Madrid pero con mejores vistas! En invierno ponen a disposición de los clientes una especie de batas rojas de forro polar.
Las copas no me parecieron tan caras (comparándolo con Madrid, claro) y teniendo en cuenta las vistas, valen lo que cuestan. Yo me tomé un Strawberry Mimosa (15$) y mi novio un mojito (15$) pero los combinados son más baratos, los hay por 12$...
Esta es la terraza vista desde el Empire State (foto que sacamos al día siguiente)
Y estas son las vistas desde la terraza:
Así, tomándonos una copilla
