Sábado por la mañana, tras un desayuno contundente, comienza nuestra visita a la ciudad; hace sol, el cielo está despejado, perfecto para pasear!. La ciudad es pequeña y por lo tanto se puede recorrer andando sin necesidad de coger transporte, eso es un punto a favor de Dublín. Nuestro "Tour" comienza en el puente half penny (medio penique), llamado así porque antigüamente es lo que cobraban por cruzarlo, este puente nos da paso a la zona de Tempel bar, donde se aglutinan una gran cantidad de pubs y es conocida por su animado ambiente nocturno, continuamos en dirección a la universidad Trinity College, donde encontramos multitud de gente que aprovechando el buen tiempo pasea por los jardines del campus, nosotros decidimos sentarnos en un banco donde pasamos el tiempo observando a la gente y disfrutando del sol. Continuamos nuestro paseo en dirección sur, pasando por Grafton Str, una calle muy concurrida y animada donde podemos ver la estatua de Molli Malone, una calle peatonal, repleta de tiendas, con mucho ambiente y con actuaciones de músicos, acróbatas y bailarines callejeros. Al final de esta calle se encuentra el parque Sants Stephens Green que si alguien ha visto la película Once, recordará la escena cuando el protagonista atrapa al ladrón justo en la puerta de este pintoresco parque. Tras dar una vuelta por este tranquilo lugar, nos dirigimos hacia la Catedral de San Patricio.
La catedral es enorme y puedes moverte con libertad entre todos sus pasillos, bien merece la pena su visita y por cierto, los souvenirs están muy bien de precio. Al salir de la catedral, nos dejamos llevar hasta una calle llena de vida underground (Tomas Street) repleta de locales y bares alternativos, decidimos entrar en uno y fue todo un acierto, nos tomamos un puré de verduras caliente mientras escuchamos música en vivo, Ríchard Farell con su trabajo; Lights at Sea.
www.youtube.com/watch?v=sBM6J09_DkU
Después de un merecido descanso volvemos a poner nuestros zapatos sobre el asfalto y nos dirigimos en dirección al río Leffey donde nos dejamos llevar y sin darnos cuenta llegamos a una zona apartada del centro, una zona llena de tiendas pequeñas, carnicerías, mini súper, fruterías y una gran cantidad de dublineses comprando y haciendo sus quehaceres cotidianos, decidimos tomar algo y descansar durante un rato, mientras observamos la agitada zona donde nos encontramos.
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Después de un merecido descanso volvemos a poner nuestros zapatos sobre el asfalto y nos dirigimos en dirección al río Leffey donde nos dejamos llevar y sin darnos cuenta llegamos a una zona apartada del centro, una zona llena de tiendas pequeñas, carnicerías, mini súper, fruterías y una gran cantidad de dublineses comprando y haciendo sus quehaceres cotidianos, decidimos tomar algo y descansar durante un rato, mientras observamos la agitada zona donde nos encontramos.
Está cayendo la tarde, el frío está apareciendo nuevamente en Dublín, nos dirigimos hacia el centro comercial St Stephens al final de la calle Grafton, donde podemos refugiarnos de las bajas temperaturas y hacer una visita a los baños, que entre tanto frío y tanta Guinness... El centro comercial tiene una estructura interna que nos recuerda a las estaciones antigüas de tren, con columnas y techos de hierro, para los amantes de los centros comerciales podría ser una visita interesante, para nosotros, el único interés era el “calorcito” y sus baños.
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Para continuar con este intenso día, nos dirigimos a uno de los locales alternativos que nos habían recomendado la pareja a la que preguntamos el primer día, Pravda, situado en la calle 22 Liffey Street Lower, todo un acierto. En la planta baja encontramos un mercadillo de artesanía, ropa de segunda mano, una barra donde tomarse unas pintas y oculto entre uno de sus pasillos, subiendo al piso superior una terraza con calefactores y un ambiente underground muy acogedor. Tras un par de Guinness, nos fuimos a cenar a Burdocks, esta justo al lado, una cadena de restaurantes cuya especialidad es el típico fish and chips, muy bueno y económico.
La noche había entrado en Dublín y nos invitaba a darnos un último paseo por las inmediaciones del río Leffey y por la calle O´Conell Str, dando por finalizada esta intensa e interesante jornada de sábado.