28 DE JULIO 2012 Comenzaba nuestro sueño, tomamos el vuelo desde Santiago a Nueva York en Lan, llegamos a JFK a la hora señalada y luego a la fila de inmigración. Habían muchas filas y Murphy hizo su gracia, justo nos ubicamos detrás de una pareja que se demoró más de lo habitual y a mi marido le pidieron más cosas, como la reserva de los hoteles, salimos de los últimos a recoger las maletas que eran sólo dos, una pequeña y una mediana, en el pasillo un funcionario nos pidió abrir la maleta mediana, fue rápido.
Luego de eso seguimos la señalética para tomar el AirTrain que nos llevaría a la terminal 3 para el vuelo Delta a Buffallo, estábamos con bastante tiempo así que nos sentamos a esperar, terminal antigua y no muy cómoda. Tenía algunos lugares donde comer y unas pocas tiendas, WIFI de pago. A las 12 del día subimos al avión Delta que era bastante pequeño de 3 asientos por fila. Nos dieron un paquete de papas en el viaje y eso sería.
El vuelo duró 1:30 hr. y bajamos en el aeropuerto de Bufallo, tratamos de ver si había algún transfer a la zona canadiense pero no, tuvimos que tomar un taxi que compartimos con una pareja de australianos, nos salió 42.5 dólares por pareja (85 el trayecto).
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El viaje de algo más de media hora, el trámite en el puente por migración muy rápido, el chófer del taxi entregó los pasaportes, en el caso nuestro con las visas, un par de preguntas sobre el motivo del viaje, la duración y el alojamiento, nosotros íbamos sólo por una noche!!!, cruzamos el río Niagara y tuvimos la primera vista de las cataratas, un sueño. El taxi nos dejó en nuestro hotel, el Radisson
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pero era el medio día y la habitación no estaba lista, guardamos en custodia las maletas y fuimos a comer algo, eran 28 horas desde que salimos de casa en la Patagonia.
Optamos como primer restorán del viaje uno típico, Friday’s una ensalada y la primera hamburguesa del viaje, debemos señalar que estaban muy buenas, un par de refrescos, es bastante caro pero por el cansancio del viaje no nos dimos ni cuenta.
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Bajamos cruzando por un hermoso parque, todos los hoteles del lado canadiense están sobre una colina en Niágara.
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Volvimos al Hotel a dejar las maletas, Y GUAUUUUU está era la vista desde la habitación, que además tenía un jacuzzi pegado al ventanal.
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El día estaba parcialmente nublado pero cálido, al bajar por la calle Murray doblamos hacia la izquierda para dirigirnos al Maid of The Mist, compramos las entradas por 19.75 dólares Ca (existe un pase para varias atracciones que cuesta 46.95) y nos entregaron los clásicos impermeables azules y comenzó la aventura, llega un momento en que efectivamente la neblina te impide ver, esto se produce frente la catarata Horse Shoe, antes se pasa por la catarata americana.
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El paseo dura aproximadamente 30 minutos antes de embarcar está la clásica foto para montaje, pero no quisimos comprarla luego comienza la aventura donde realmente te mojas, pero los minutos que el barco para frente a la catarata Horse Shoe son indescriptibles, fabuloso.
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Luego caminamos por la costanera bordeando el río con la vista impresionante de las cataratas hasta el otro extremo
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Al centro comercial Table Rock, para hacer el paseo tras las cataratas.
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en una terraza estás al lado del extremo de la Horse Shoe, el ruido, la niebla, la energía natural impresionante, para mi gusto lo mejor.
Existen unos túneles por los que caminas y en ellos hay dos lugares con ventanas excavadas en la roca por la que ves la parte de atrás del agua
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Volvimos hacia el centro y antes de subir la cuesta nos tomamos una reponedora sopa y algo de suchi.
Subimos y dimos una vuelta por la zona comercial queríamos comprar algo de fruta y nos costó mucho dar con un supermercado, sólo encontramos una tienda pequeña.
Aqui una imagen del Skylab
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Llegamos al hotel y un rico baño con hidromasaje, nos hizo muy bien luego de tantas horas de viaje, aquí el primer pecado del viaje no bajamos a ver las cataratas iluminadas y sólo nos conformamos con la vista parcial desde la ventana del hotel.
Al otro día teníamos tiempo hasta el medio día, como el hotel se había atrasado con el check inn, nos regalaron un vale de desayuno en el restoran Tony´s Roma anexo, fue un buen regalo ya que costaba 12.95 dólares canadienses pp un buffet bastante completo, bajamos a la costanera para disfrutar de la vista y nos volvimos a acercar al Horse Shoe.
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De vuelta al hotel, en la misma calle donde están todos, entramos a comprar algunos suvenires, los caramelos de maple tuvieron mucho éxito, no tanto así los pines de hojas de acacia














