Tratar de ver muchas cosas en una ciudad tan extensa como LA en un día es una locura, así que nos marcamos unos cuantos objetivos y ahí que fuimos.
Lo primero fue dar una vuelta por el Downtown y lo que sería el origen de la ciudad, es decir, la calle Olvera y alrededores. Para un europeo resulta chocante que la historia de una ciudad se limite a una calle de apenas 50 metros llena de tiendas y restaurantes, pero bueno, el encanto de este país también es ese, que tenga tan poco que ver con la “vieja Europa”.
Vimos algún edificio singular, como el Auditorio Walt Disney (del mismo arquitecto del Guggenheim de Bilbao), el edificio Bradbury (donde se rodó Blade Runner), la Catedral (la más moderna que he visto hasta la fecha), el Ayuntamiento y otros edificios más que estaban por la misma zona.
El coche los dejamos en uno de los múltiples parkings que hay al aire libre vigilados, por el que pagamos una tarifa plana de 12$ (luego andando vimos otros más económicos, hasta por 8$)

Esta zona la visitamos temprano, aunque la ciudad arranca antes de lo que lo hacemos aquí, por lo que sobre las 10 ya cambiamos de tercio y nos dirigimos hacia Hollywood.
De nuevo dejamos el coche en un parking, que por casualidad era el de debajo del centro comercial que hay junto al teatro chino, por lo que al salir del centro nos dimos de cara con el teatro (la pena es que estaba medio en obras). Allí estábamos, recorriendo el paseo de la fama, mirando las estrellas del suelo por si coincidíamos con el nombre de alguno de nuestros ídolos… aunque yo no localicé a ninguno de los míos. Recorrimos Hollywood Blv (que es el nombre de la avenida) y finalmente entramos a comer. Subimos al centro comercial del parking (Holllywood & Highland) desde donde se puede ver el famoso letrero de HOLLYWOOD. Esta es la foto desde la pasarela del centro comercial

Después de comer fuimos paseando por Hollywood Blv y bajamos hasta la tienda de discos Amoeba Music, que es inmensa. Ya con el coche nos dirigimos a Mullholland Drive, que recorrimos entero. Las vistas no fueron demasiado buenas, ya que el día estaba un poco turbio, pero estuvo bien hacer las curvas de esta carretera tan cinematográfica.
Llegamos hasta la zona de Beverly Hills, por la que dimos una vuelta también, aunque yo no marcaría la visita a este barrio como algo interesante de ver…. No se ve a nadie paseando, es como un barrio fantasma donde no hay nada que ver. Sólo de vez en cuando te cruzas con algún coche. Y por lo demás, casoplones rodeados de vegetación que impiden ver absolutamente nada de esas fabulosas casas.
Una vez concluimos la vuelta por Beverly Hills, nuestra idea era ir hacia Sunset Blv, pero ese fin de semana era el del Orgullo Gay, por lo que intentamos ver un poco el ambiente en una zona donde se suponía que había desfile. Y digo bien intentamos, porque no lo conseguimos. Muchas calles cortadas, imposible dejar el coche, así que pusimos rumbo hacia el Farmer's Market

Este "mercado" conjuga en un mismo espacio un mercado tradicional, con paradas de carne, pescado y otros productos ecológicos (muy de moda en las grandes ciudades), con un centro comercial al aire libre (no demasiado grande para los estándares de USA) y además tiene sus bares donde poder disfrutar de actuaciones en directo, como nos ocurrió a nosotros. El mercado original es de 1934, lo que en estas tierras es todo un vestigio histórico. Se respira un ambiente muy relajado y agradable, así que si tenéis tiempo y os apetece tomaros una cerveza, o comprar unas salsas picantes en una tienda especializada, o comeros un helado o una hamburguesa, este lugar da juego para eso
Tras tomar algo en el mercado, pusimos rumbo de nuevo a Lucas Avenue para pasar la que sería nuestra última noche en LA antes de empezar propiamente la ruta 66.

Quedaron muchas cosas en el tintero por ver, pero la percepción al final de este primer día en LA fue mucho más positiva de la prevista. En general traíamos una idea bastante más negativa de la ciudad de la impresión (superficial) que nos llevamos