Al día siguiente tomamos de nuevo el bus que nos dejó en la plaza Sintagma. Esta vez fuimos en dirección a la Puerta o Arco de Adriano. Fue construida en el año 132 con las características estructurales de las puertas de una ciudad romana y los elementos decorativos corintios. Se construyó para limitar la Atenas de Teseo, griega, y la Atenas de Adriano, romana.
Al lado de la puerta, se encuentra la entrada al Olimpiéion (o Templo de Zeus Olímpico), el mayor templo corintio de la antigüedad. Desde el interior se pueden sacar buenas fotos a la Puerta de Adriano con la meseta con la Acrópolis de fondo.
CONCLUSIONES DE ATENAS
Como he comentado, Atenas no me gustó demasiado, sobre todo al principio. Sin embargo, tiene sitios preciosos, que se han conservado con mucho encanto, y que transportan a otro lugar y otra época. A pesar de eso, en mi opinión no vale la pena estar más de un día o día y medio.
Lo que más nos gustó de Atenas:
- El barrio de Plaka
- La Acrópolis
Lo que menos nos gustó:
- El caos y la suciedad
- La cantidad de drogadictos que hay.
Después de nuestro primer día en Atenas no volvimos a vivir una experiencia así de estresante, pero sí que vimos muchísimas personas del estilo por las calles (en las zonas "buenas" también). Y vimos a mucha gente pincharse en las esquinas, a plena luz del día, sin importarles quién estuviera al lado. Fue bastante desagradable. Al parecer, cuando fueron los Juegos Olímpicos en 2004, el gobierno “hizo una limpia” y sacó a esta gente de las calles para que no perjudicara la imagen de la ciudad, pero en cuanto acabaron los juegos, los echaron de nuevo, con sus problemas y sus adicciones, en muchos casos incrementadas, sin preocuparse de la situación, lo que ha llevado a que en este momento sea un verdadero problema. También he de decir que, sin contar el primer día, nunca nos sentimos en peligro.
Como detalle curioso, no me gustaría dejar de comentar lo que pasa con los perros en Atenas. Hay muchos perros, con collares y placas con números (no son números de teléfono, sino como un número identificativo). Y todos tienen un aspecto estupendo. Los perros van por las calles como un ciudadano más, solos, entre la gente, se paran cuando la gente se para en un semáforo, y caminan cuando se puede cruzar el paso de peatones. Es algo alucinante! Visitamos el Jardín Nacional, muy cerca de la plaza Sintagma, y bajo los árboles había decenas de perrillos descansando a la sombra. Nos quedamos con la duda de qué hacían tantos perros sueltos y quién se ocupaba de ellos. Mi hermano más tarde nos comentó que el ayuntamiento de Atenas se hace cargo de los perros sin hogar, los atiende, los identifica y los mantiene en condiciones saludables. La verdad es que es admirable, me encantó!!!