Como hay muy poca información sobre Texas, escribiré un pequeño diario de la zona.
Llegué a Houston procedente de Barbados (tras pasar una semana allí en la playa) un 28 de noviembre, Día de Acción de Gracias.
Al ser un día tan significativo, el aeropuerto estaba muy tranquilo pero no tuvimos ningún problema para coger el coche de alquiler.
Ese día dormimos en un hotel cerca del centro comercial Gallería.
Nos llamó la atención que muchos sitios de comer, la mayoría, estaban cerrados, incluidos Mcdonalds, pero siempre había alguno abierto que nos permitió cenar.
A las 10/12 de la noche abría alguna tienda para las famosas rebajas de esos días; tras el hotel teníamos una tienda de electrónica cuyas colas eran interminables (tanto a la noche como a la mañana).
Nuestro primer día en Houston lo divimos en dos partes:
1ª Parte: visita de la instalaciones de la Nasa.
Quedan a unos 50 kms. De Houston. Compramos las entradas, con antelación, a través de la web (precio aproximado 20 $).
El recinto no es un muy grande pero merece la pena su visita; además de la visita interior (con reproducciones de naves espaciales) hay videos y conferencias. Nosotros fuimos a una conferencia de un astronauta jubilado que había realizado varios viajes espaciales.
Luego hay unos trenecillos (creo que dos o tres líneas) que hacen un recorrido por los aledaños de la zona. Nosotros hicimos un tour que nos llevaba a ver un cohete y a ver el centro de formación de los astronautas.
Consejo: fuera de las instalaciones está el parking que creo que vale unos 6 u 8 $.
Al lado del parking hay varios sitios de comida rápida donde se puede aparcar gratis andando un poquito más. Aparcad ahí y os ahorráis ese dinero.
2ª Parte: visita Downtown y partido NBA.
Como la mayoría de ciudades de USA, el Downtown tiene poco o nada que ver.
Dimos una vuelta por la zona, que se recorre andando en un par de horas (una vez que cierran las oficinas, queda desierta) y luego fuimos directo al estadio NBA.
El consejo para ir a cualquier partido NBA es llegar con antelación y aparcar. A medida que se aproxima la hora los parkings van subiendo el precio y pasan, poco a poco, de costar 5$ a costar hasta 20 $ (según la zona).
Tras el completo día, tomamos camino al Hotel, al día siguiente íbamos a Dallas.
Llegamos a Dallas a media mañana y fuimos directos al Downtown; es la ciudad de Texas que más tiene que ver.
Como a la noche teníamos NBA y el estadio está en un extremo del Downtown, aparcamos cerca y recorrimos Dallas a pie.
Fuimos primero a una zona “de estilo oeste” que se ve en una hora andando, allí comimos en un restaurante texano. La zona tiene los edificios y las calles de ladrillo rojo, se ve algún coche de caballos y los restaurantes son texanos.
De ahí se va a andando a Elm Street, la calle donde mataron a Kennedy.
Al acercarse ya sabes que estás en el sitio pues hay bastante gente sacándose fotos en la cruz que muestra el sitio exacto donde le dispararon. Al lado hay un pequeño parque.
Es una zona bonita, pero que se ve rápido; para los amantes de la historia, está el Museo.
Hace poco el País Viajes dijo que en el aniversario de la muerte de Kennedy se borró la cruz que marcaba el sitio del asesinato. He de decir que yo he ido tras ese aniversario y ahí estaba la cruz.
De ahí paseamos el resto de Dallas que nos quedaba y he decir que la ciudad está muy bien y se ve que la han ido mejorando poco a poco. Hay una zona con esculturas modernas y luego está la zona de Museos.
Al ser época navideña estaba todo decorado con luces de Navidad y la ciudad estaba preciosa.
Muy recomendable.
Al llegar la noche, fuimos al partido NBA.
Al día siguiente nos levantamos para ir a Oklahoma (que ya no es Texas) a 3 horas en coche de Dallas.
El Downtown es muy pequeño y sólo hay dos cosas que ver, el Bricktown, que es una zona de ladrillo rojo con restaurantes y un paseo alrededor de un río (hay paseos en barquitas). Está bien, merece la pena su visita, pero es pequeña. La otro es el monumento al atentado de 1995, son unas grandes columnas y una gran fuente. Se ve muy rápido.
Lo demás, edificios y oficinas sin nada digno de ver.
Tras la visita a la ciudad, toca partido NBA.
Mucho ambiente en la cancha.
Dormimos en Oklahoma y nos levantamos rumbo a Dallas, allí pasamos dos noches para ver lo que nos quedaba.
El primer día lo aprovechamos para ver Grapevine, un pueblo pequeño pero ambientando en el oeste “moderno”. Al ser Navidad, las calles y tiendas están completamente decoradas y el pueblo es mucho más bonito.
Merece la pena ver los edificios, la estación de tren, el City Hall... Tres veces al día, de un reloj que hay en un extremo de la ciudad, salen unos muñecos del oeste a hacer una pequeña representación. No merece la pena esperar muchas horas para verlo, pero si te cuadra (como fue mi caso) no está de más.
Al lado del pueblo hay unos outlets muy grandes cuya visita realizamos posteriormente y ya rematamos el día.
El segundo día, fuimos a Fort Worth, a unos 50 kms. De Dallas.
Es otro pueblo muy del oeste, lleno de bares, restaurantes y sitios de comprar recuerdos.
Todos los días, a las 11 am y a las 4 pm las vacas “longhorns” salen a “desfilar”. El desfile es pequeño, irán unas 20 cabezas de ganado, pero es llamativo verlo.
Al ir, hay que poner en el GPS que se va a la zona histórica de Fort Worth, se llama Stockyards, ya que lo que es Fort Worth es una ciudad americana normal y sólo esa zona es la ambientada en el oeste.
Para aparcar, hay parkings que creo que cobran 5 $ pero es fácil, yendo un poco más lejos, aparcar gratis.
Finalizamos la visita a Dallas recorriendo alrededores y viviendo la vida americana en restaurantes y centros comerciales (Cheesecake factory, Chilis, Applebees, etc) y la última noche la aprovechamos para ver nuestro cuarto y último partido de la NBA del 2013.
He de decir que el oeste, no es tan oeste, y que al final la zona no deja de ser como el resto de USA, con algunos “toques vaqueros del oeste”.
De Dallas fuimos a Austin donde visitamos el Capitolio. Aquí hay múltiples visitas guiadas y gratuitas (fuimos sólos con un guía). Del Capitolio fuimos andando al barrio más famoso, el de la música, repleto de bares. Al ser de día – era el mediodía – no había mucho ambiente. Y luego fuimos a ver la Universidad de Texas.
Llama la atención el ambiente universitario que hay y el 90% de los estudiantes llevan en alguna prenda de vestir el símbolo de la Universidad. El símbolo aparece hasta en las placas de las calles.
Para aparcar en todo Austin usamos los parkings que hay en la calle. Hay que llevar monedas para pagarlos.
De Austin fuimos a San Antonio haciendo una parada a medio camino en los outlets de San Marcos. Están muy bien porque hay dos cadenas de outlets unidas. Resaltar que hay una oficina para gestionar la devolución de las tasas de las compras hechas en ciertos establecimientos de Texas (la oficina está al lado de la tienda Bose) previo pago de los gastos de gestión. Aconsejo ir a la oficina antes de hacer las compras; nosotros, por no saberlo, no pudimos hacer uso de la devolución de tasas.
Llegamos a San Antonio por la noche y al día siguiente fuimos a recorrer la ciudad. Se recorre en un par de horas y por la mañana hay muy poco ambiente. Quizá merezca la pena ir al paseo del río por la noche, que hay un montón de restaurantes con terrazas para comer/cenar.
Hay buses turísticos y barcos turísticos, pero todo se puede hacer andando.
Visitamos el Alamo, que era el sitio con más afluencia turística, con entrada gratuita.
Tras ver San Antonio volvimos a Houston donde habíamos quedado con unos amigos y al día siguiente cogimos un vuelo a Miami donde iniciábamos la última parte del viaje, un crucero por el caribe.
En la zona de Texas estuvimos del 28 de noviembre al 6 de diciembre. El clima fue algo cambiante pero la mitad de los días estuvimos en manga corta, otros con una cazadora fina llegaba y, los últimos, corría tras nuestra una ola de frío. Al día siguiente de marchar, en Dallas hubo una gran nevada que cerró el aeropuerto (4 días antes nosotros habíamos estado en Dallas en manga corta).
Las carreteras son todas buenas, autopistas y autovías, como en el resto de USA, y quizá algo menos de peajes que en la zona de Florida o Chicago.